Haruto

Me desperté con Junkyu dormido entre mis brazos. ¿Cómo habíamos llegado a esto? Ni siquiera supe cuando llegó.

Sonreí y me aparté un poco de él, para ponerme de pie e ir al baño a cambiarme, en lo que se despertaba. Miré mi reloj, eran alrededor de las 9 AM, demasiado temprano para él, podía ver el esfuerzo que había hecho en levantarse temprano para venir, así que decidí preparar un poco de café para cuando se levantara.

—Princeso...te hice café. Despierta, vamos a jugar.

Junkyu se retorció un poco en mi cama, pero en lugar de abrir sus ojos masculló y se volteó a la pared.

Yo maldije y le pateé el trasero para que se despertara de una vez.

Hermoso el día a día de nuestra bella amistad.

Me senté en mi ordenador y puse la taza de café a un lado de mi cama. Si estaba cansado lo iba a dejar dormir un rato más.

Al cabo de unos minutos lo vi desde mi espejo sentarse en la cama y mirar alrededor confuso.

—Ahí tienes café que hice. Si así lo deseas puedo calentarlo de nuevo.

—Gracias Ruto, así está bien. -decía tomándoselo todo de una vez-.

—¿Y bien, a qué quieres jugar? -me volteé en mi silla hasta verlo-.

—Mmmm.. No lo sé. ¿Mario Karts, tal vez? -puso morritos y me miró-.

Le sonreí y entonces recordé cuando le pregunté lo mismo la primera vez que lo vi. Es increíble como ya habían pasado 13 años desde eso.

—Entonces vamos a sentarnos al sofá en lo que preparo todo.

El dio palmaditas contento y plantó su trasero en el sofá. Le ofrecí unas cuantas palomitas de maíz y busqué la caja del videojuego para después ponerlo.

En eso se nos fue prácticamente todo el día. Solo nos levantamos para almorzar porque mis padres habían ordenado pizza para todos. Airi desde el otro extremo de la mesa nos miraba raro, esa niña a veces me preocupa.

De vez en cuando dejaba ganar a Junkyu porque me gustaba ver la sonrisa orgullosa que ponía en su rostro. Cuando le ganaba se ponía triste y eso no me gustaba, aunque también me encantaba molestarlo con que era mejor que él.

Al tomar un descanso,  pues estábamos agotados por el juego, me acosté con mi cabeza en sus rodillas mientras él me daba palomitas de maíz con una sonrisa. Disfrutaba verlo comer, además de que se llevaba muchísimas palomitas a la boca y parecía un pez globo como cuando inflaba sus mejillas. Yo le decía que ni que se las fuera a quitar.

Mientras lo miraba con la cabeza hacia arriba, no dejaba de venir a mí un pensamiento.

—¿Entonces...es cierto eso de que quieres conocer a alguien?

Él no se esperaba esa pregunta.

—Sí...Ruto. ¿Por qué preguntas así de repente?

—¿Te gustaría ir esta noche a una fiesta conmigo? -dije asombrado por mi maravillosa idea y me senté a su lado en el sofá-.

—No sé...Sabes que no soy mucho de salir.

—¿Y cómo piensas conocer a alguien si no sales? ¿Te piensas que la vida te pondrá a alguien así de gratis, digamos en la universidad?

Junkyu se quedó en silencio, no descartando por completo esa opción.

—Bueno, yo...

—Vamos... dale una oportunidad a salir conmigo esta noche. Quizá pueda conseguir a alguien perfecto para ti. Aunque no te prometo nada. Que sabes como soy de exigente.

Él me golpeó con mi peluche de Crayon Shin-Chan y yo me hice el dolido cayendo al suelo.

—¡AAAAAY ME DUELE!

—Ruto, ni siquiera te pegué tan fuerte. -me miró de reojo-.

—¡ME DUELE, ME QUEMA ME LASTIMA!

—Ay no, que trágico.

—¡MI PRINCESO ME PEGÓ!

—No seas así, Ruto. -comenzó a reír -. Vale iré a la fiesta con...

Antes que terminara de responder le aventé un cojín.

—¡Ahora sí tú te lo buscaste!

Me puse de pie y traté de huirle, parecíamos perro y gato por toda la habitación, incluso me subí al sofá y la cama y traté de encerrarme en el baño, pero él era más rápido y terminábamos peleando con los peluches y las almohadas, lanzando todo mientras nos perseguíamos riendo.

—¡Ruto te comportas como un niño! ¡Ven acá!

—¡Lo dice el que no deja de perseguirme para golpearme!

—¡No te voy a golpear!

—¡No me fío!

—¡Que sí voy a ir a la fiesta!

—¡LALALA NO TE OIGO OIGO, SOY DE PALO, TENGO OREJAS DE PESCADO!

—¡QUE LO ACEPTO, IRÉ A LA FIESTA CONTIGO Y TE DEJARÉ QUE ME BUSQUES A ALGUIEN!

En ese momento paré de correr y terminó por lanzarme la almohada, riéndose después de hacerlo, porque supuestamente había caído en su trampa. Yo me había detenido porque recordé que le prometí ayudarlo a buscar a alguien está noche. Supongo que ,además de mis asuntos, tenía que encargarme de cuidar a mi hermanito.

—¿Entonces, esta noche? ¿A qué hora?

—A las...8, princeso.

—Perfecto, Ruto. Pasa por mí. ¡No me dejes plantado!

—No lo haré, cara de pez globo.

Junkyu levantó su labio superior en señal de desagrado y me sacó el dedo de enmedio. Sonreí y le lancé a Shin-Chan, pero ya había cerrado la puerta.

Me acosté en mi cama entrelazando mis manos y mirando al techo pensativo. Hoy debía cumplir el reto y apuesta de enamorar a 5 personas, ¿pero cómo iba a hacerlo si tenía que encargarme de mi princeso?

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Llegó la noche y pasé por casa de Junkyu para buscarlo. La fiesta no quedaba tan lejos, así que Asahi no pasaría a recogernos ni iba a llevar la moto. Íbamos a ir caminando. No sería incómodo porque realmente encuentro interesantes mis charlas con Kyu.

—¡Princeso, baja aquí estoy!

Se despidió de sus padres en la puerta al bajar, ellos diciéndole que confiaban en mí para que lo trajera temprano, mas tardar a las 11 porque al otro día teníamos clase. Junkyu lucía arreglado, en lugar de las sudaderas rosas y monos grises que siempre se pone porque tiene una colección de ello, se puso un pullover negro con un letrero que decía: “Antisocial social club” y unos vaqueros. Yo por mi parte tenía una cazadora negra y un pantalón del mismo color. Saludé a mi princeso cuando se acercó a mí y le dije que nos pusiéramos en marcha.

Él miraba el cielo estrellado haciendo morritos y con las manos escondidas en sus bolsillos, y decidí molestarlo un poco, rompiendo la felicidad que había en el ambiente.

—Princeso...¿a dónde tan guapo? ¿Realmente debes querer conocer a alguien esta noche, eh?

—Solo cállate y sigamos caminando que casi llegamos según me dijiste. -expresó avergonzado-.

Yo sonreí porque la broma había hecho efecto.

Llegamos con los chicos los cuales estaban en la mesa de siempre y ya rodeados de gente, y los saludé a todos, presentádoles a Junkyu.

—Chicas, chicos, les presento a mi princeso.

—Shhh...no me digas así en público. -me susurró Junkyu pellizcando mi brazo-.

—¿Qué tiene? Es la verdad. -sonrió y todos rieron y Junkyu se sentó a beber Sprite incómodo, él no era de tomar alcohol-.

Me senté a su lado y comencé a charlar con todos. Mashiho y Asahi estaban contando el trabajo que pasaron para llegar y en la entrada con el guardia, y me recordaron el reto.

—Ya sé, ya sé. Pero debo de cuidar a mi hermanito esta noche chicos, no puedo beber como la otra vez ni desviar mi atención en tantas personas.

Junkyu me miró extrañado por lo de “beber como la otra vez” y rodeé mi brazo en su cuello y froté mi puño en medio de su cabeza. Él intentaba soltarse pero yo soy más fuerte.

—Entendemos. Pero al menos uno tiene que caer, ya sabes. -dijo Mashiho se brazos cruzados-.

—Eso no lo dudes. -dije brindando con él y con Sahi con nuestras cervezas-.

—¿Qué te parece él? -Asahi señaló con la cabeza a un chico con un alto sentido de la moda que estaba algo lejos-.

—Cuenta con ello. ¡Hey, tú! -le grité al chico y miró a los lados pensando que no era con él, para luego señalarse a sí  mismo dudoso-. ¡Sí, tú! ¡Ven aquí!

El chico se acercó a nosotros e hizo unas reverencias nervioso. Le dije a Mashi y Sahi que le abrieran un espacio entre ellos para que estuviera frente a mí.

Llevé mis codos a la mesa y coqueto le pregunté:

—Guapo...¿cuál es tu nombre?

Él tragó en seco y dijo:

—¿Te parezco...guapo?

—Uy sí. Y me encanta como te vistes. Tienes que darme consejos. -le sonreí y puse mi mano sobre la suya mordiendo mis labios-.

—Mi nombre es Hyunsuk. Choi Hyunsuk. ¿Tú eres Haruto, verdad?

—¿Ah, me conoces?

—He oído hablar de ti. Tú sí que eres guapo. -sonrió tontamente y tomó de su cerveza sin mirarme-.

—Me halagas, Hyunsuk.

Estuvimos coqueteando un rato, mientras lo miraba a los ojos, tomaba su manos y hacía que se pusiera nervioso, los chicos solo se reían y me animaban a seguir. Hyunsuk estaba hecho un tomate por la vergüenza.

Estaba a punto de cumplir el reto, si tan solo le hubiera dicho que nos fuéramos de aquí para un lugar más privado, pero me di cuenta de que faltaba mi princeso en la mesa.

Era mi deber cuidarlo y ya no estaba.

Me puse de pie y miré a mis lados con el corazón casi en la garganta de los nervios. Asahi y Mashiho tocaron mi hombro preguntándome si todo estaba bien, porque había dejado a Hyunsuk en espera y me había retirado de la mesa, pero yo estaba ahora mismo concentrado en otra cosa, y los traté mal. Junkyu era más importante que todo esto.

Mi ultima opción era el balcón. Si no estaba ahí debía haberse ido sin mí. Ya eran las 10 de la noche y lo que menos quería era que Junkyu anduviese solo por ahí.

Miré de reojo por la puerta y no había casi nadie. Él estaba pegado al borde mirando el cielo y eso me hizo sonreír y querer acercarme, pero...

No estaba solo.

Nota:

Sé que podrán odiar al Haruto de esta historia. Porque lo admito, hasta yo lo hago, es malísimo. Pero como dijo Junkyu: Así es como funcionan los programas de televisión.

Ruto es muy bueno, y pronto se dará cuenta de lo mucho que ama a Kyu.

Pero más adelante 🌚❤

Y Yoshi saldrá dentro de poco, esperenlo uwu ❤