Haruto

Quedé en verme con los chicos en el bar del lugar al que siempre salíamos porque necesitaba desahogarme. Ya ellos sabían que estaba enamorado de Junkyu y lo mucho que detestaba verlo con Yoshi, así que tenía que contarles lo más reciente que había sucedido, cuando supuestamente quedé con ellos en que me le declararía esa noche.

-¡Ruto! ¿Qué era eso tan importante que tenías para decirnos? Te noté bastante mal por teléfono. -me dijo Mashiho haciéndome un espacio entre los asientos de la barra del bar-.

-Chicos, yo...

-¿Hablaste con Junkyu? -preguntó emocionado Jeongwoo, interrumpiéndome-.

-Sobre eso...

-Oh no. Algo me dice que te arrepentiste. ¿Después de todo lo que hiciste y que compraste incluso un ramo de rosas? ¿En serio Ruto? -Asahi tocó mi hombro, no entendiendo la situación-.

-¡No! Yo realmente iba a hacerlo,¿saben? Tenía pensado todo lo que le diría y en mi mente me correspondía inclusive, pero, cuando fui a su casa...Lo encontré llorando.

-¿Y después de eso solo te fuiste sin más? ¿Por qué no lo consolaste? -me preguntó Mashiho-.

-Porque no estaba solo.

-Oh. -dijo Jeongwoo como si hubiera visto a alguien golpear a otro-.

-Estaba con Yoshi. -suspiré-.

-¿Crees que ellos tengan algo? -preguntó Asahi-.

-¡No lo sé! ¡No quiero ni siquiera pensar en ello ahora! -grité y los chicos callaron-.

Estuvimos bebiendo toda la noche, pero les dije que mi idea de cambiar seguía en pie, y que me detuvieran si intentaba hacer algo con alguien por despecho. No quería volver a esos días.

Lo único bueno de beber tanto fue que pude sacar todo lo que llevaba dentro. Me desahogué con los chicos los cuales me consolaron mientras lloraba.

-Chicos...así es como debieron sentirse todas esas personas a las que les rompí el corazón, ¿no? ¿Como si tuvieras un vacío en el pecho que no te deja respirar ni con ganas de continuar viviendo? Yo debo de haber sido un completo imbécil. Detesto sentirme así. Estaba perfectamente bien antes de darme cuenta de que lo que sentía por mi princeso era amor. Nunca debí de haber hecho despertar esos sentimientos. Porque ahora no deja de dolerme. Y odio a Yoshi y solo tengo ganas de partirle su maldita cara de niño guapito porque él estuvo a su lado cuando lo necesitaba...y yo no. -le di incontables golpes a la mesa, que incluso el bartender nos regañó a mí y a mis amigos por ello, los cuales se disculparon en mi nombre, debido a mi estado-.

Los chicos trataban de hacerme ver la situación desde otra perspectiva. Como cuando me equivoqué con el beso. Quizá ellos no eran una pareja, pero eran amigos. Y yo siempre quise ser la primera persona a la que mi princeso llamara cuando estuviera llorando. Siempre lo fui y ahora Yoshi me arrebató eso y quién sabe si algo más.

-Ruto... escúchame. Creo que hay algo que deberías saber. -me zarandeaba Mashiho pero de lo ebrio que estaba con suerte mi cuerpo se quedaba en su asiento-.

-Dime. -lo miré con cara tonta-.

-Al verte así acabo de recordar que el otro día cuando yo me puse así por lo de Jihoon, tuve una resaca horrible y casi no recordaba nada. Pero estoy casi seguro de que Junkyu me llamó preguntando por ti porque no le contestaste.

-No he revisado mi teléfono. ¡Oh mira! ¡Aquí está! -busqué los contactos ni sé cómo y miré las llamadas perdidas del otro día-. ¡Junkyu me llamó 30 veces! -sonreí y comencé a tocar la pantalla al azar, eliminando por accidente el registro de llamadas. Los chicos tuvieron que quitarme el teléfono-. ¡Pero qué sentido tiene Mashi! Lo hecho, hecho está y lo que vi fue real. Él estaba con Yoshi, entre sus brazos mientras el muy... degenerado le acariciaba el cabello y me miraba victorioso-. ¡Lo odio! ¡Maldito seas Kanemoto Yoshinori! ¡Tú tenías que ser su superhéroe en lugar de mí!

Los chicos me sacaron de allí porque me había tomado alrededor de 20 botellas de cerveza, wishky y ron y ya estaban hartos de escuchar mis penas, todas ocasionadas por mi nuevo amor por Kim Junkyu. Yo hice algunos ruidos al llegar a casa y me taparon la boca, subiéndome a mi habitación lo más silencioso posible para que mis padres no se despertaran, y no lo hicieron, pero Airi sí. Al parecer hablaba por teléfono, no recuerdo bien.

-¡Hermanita! -reí mientras Jeongwoo y Asahi me sujetaban y Mashiho se aventuró a explicarle-.

-Es una larga historia. Por favor no digas nada, está bastante mal, mañana espero que esté mejor. Pero mañana habla con él acerca de esto. Y dale unos zapes de nuestra parte.

Airi asintió e hizo un gesto cerrando sus labios en forma de zipper y yo le lancé unos cuantos besos. Mashiho me pateaba para que acabáramos de entrar y se fueron una vez me arroparon.

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-¿Oppa, podemos hablar? Te hice sopa de algas y te traje una Sprite para la resaca. ¿Puedo entrar?

Parecía un zombie, rascando mis ojos una vez desperté y mirando a los lados con un fuerte dolor de cabeza. Al menos estaba en mi casa y no había amanecido en un vertedero o en medio de la calle. Mis amigos se merecían celebrarles eso.

-Sí, claro Airi. Pasa.

Ella entró colocando todo en la mesita de mi cuarto y se sentó a mi lado en la cama. Ni siquiera llevaba en mi cuarto 5 minutos y ya me había lanzado el primer golpe.

-¡Auch! ¿Por qué lo hiciste?

-¿No recuerdas en las condiciones en las que viniste ayer a casa? ¡Mamá y papá casi se despiertan!

-Mierda. No me acuerdo de nada. ¡Uh! -exclamé asustado buscando un rastro de signos físicos de lo que podría haber hecho ayer-. ¿Engañé a Junkyu?

-No que yo sepa. Me ha costado muchísimo hacer que te des cuenta de que lo amas como para que tú vengas en una noche y arruines mi oportunidad de que mi OT Shipp sea real. Creo que solo tomaste demasiado.

Pequeñas ráfagas de recuerdos venían a mi mente, pero me dolía demasiado la cabeza como para seguirlo forzando. La única imagen que tengo es la de yo llorando por Junkyu contándoles a mis amigos que lo había visto con Yoshi.

Mi hermana me volvió a pegar.

-¿Y esto ahora?

-Porque no te acuerdas de nada. Y porque estoy molestaba porque ya a estas alturas deberías haber hablado con Junkyu y no lo has hecho. -expresó mi hermana con un puchero-.

-No pude hacerlo. Fui a verlo a su casa y estaba llorando...con Yoshi abrazándolo.

-Oh.

-¡Y estoy molesto con él, además! ¡Fuese la razón que fuese por la cuál lloraba, debía de haberme contactado a mí en lugar de a él! -refunfuñaba mientras tomaba la sopa, hablando con la boca llena-.

-Sobre eso... Junkyu me dijo que quería hablar contigo. Que tenía muchas cosas por decirte. No lo sé. -dijo mi hermana poniendo sus ojos en blanco-.

Esa había sido una noticia que consiguió alegrarme la mañana. Me puse de pie para bailar pero Airi me miró preocupada, por lo que me senté de nuevo.

-¿Y dónde y cuándo dices que quiere verme? -puse mi voz más gruesa que nunca, disimulando la felicidad, porque no dejaba de estar molesto con él-.

-Esta noche en el puente del lago de los cisnes.

-¿Y por qué precisamente ahí? No es un lugar al que mi princeso acuda much...

Me pegó nuevamente.

-¡Ni me dejaste terminar!

-Eres muy molesto, Oppa. Tú solo ve y escucha lo que tiene por decirte. -se puso de pie rápidamente, parecía nerviosa-. Bueno, me voy.

Me dispuse a tomar de mi Sprite cuando mi hermana me golpeó una vez más. Cálmate Haruto, no la mates aún no puedes ir a la cárcel.

-¿Y POR QUÉ AHORA FUE ESE?

-Por si acaso.

Antes de poder ponerme de pie y perseguirla para jalarle los pelos se retiró velozmente, y tan solo pude alcanzar a tirarle mi peluche de Crayon Shin-Chan, que chocó con la puerta ya cerrada. Parecía una serpiente la niña esta.

Junkyu tenía algo por decirme. Estaba feliz porque esperaba que fuera que me quería y que estaba equivocado con respecto a Yoshi. Ojalá no fuera lo opuesto. Que me había dejado ir para estar con él, cuando ni siquiera pudimos tener una oportunidad.

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Junkyu

-¿Entonces, puedo ir mañana a tu casa? -Llamé una vez llegué a mi casa a Airi porque estaba impaciente por verla y hablarle. Ella es mi mejor amiga, pero en mujer-.

-Que sí, que sí. Y...¿no quieres ver a mi... ? -Me la imaginaba poniendo cara de pervertida-.

-No. Tú avísame cuando él no esté en casa.

-Aish... No puedo contigo Kim Junkyu. Ok, mañana nos vemos.

-Sí...Creo que tú deberías escuchar lo que tengo por decir, y no será fácil para mí hacerlo.

Ya Airi había colgado. Quizá estaba molesta conmigo pero lo que menos quería era encontrarme con Ruto, cuando iba a hablar precisamente de él con su hermana.

Nada más terminar de hablar con ella me fui a dormir. Estaba exhausto porque mi abuela era una persona bastante activa y además de hablar y comer también estuvimos jugando varios juegos. Me ganaba hasta en la lucha de brazos.

Tampoco comí porque estaba lleno por el doshirak que entre los dos nos zampamos. Solo me restaba descansar para ver a Airi mañana.

Haruto esa noche, como cada noche, vino a mis sueños. Pero todo estaba distorsionado para mí. Me retorcía en mi cama sin parar porque no sabía si se trataba de un sueño o una pesadilla. Todo dependía de la decisión que fuese a tomar. ¿Realmente era la correcta?

No lo sé.

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Esperé a que Airi me llamara al móvil una vez para colarme en su casa, estando seguro de que no me encontraría a su hermanito querido. Subí rápidamente las escaleras y como si me oliera, antes de poder tocar me abrió y me tomó por el cuello de la camisa, entrándome.

-¿Por qué serás tan brusca? Pareces hombre.

-Sí sí. Casi no pude dormir ayer. ¡Cuéntamelo todo! ¿Qué pasó? -curiosa preguntaba, ansiosa por apuntar todo en su libreta rosa con su bolígrafo decorado con plumas del mismo color-.

-Creo que me voy a rendir con tu hermano.

Definitivamente ella no se esperaba escuchar eso.

-¿Qué? ¿Por qué? -preguntó poniéndose de pie-.

-A ver... Con eso no quiere decir que mi amor unilateral por él acabará. Eso jamás pasará. Solo que...creo que me cansé de esforzarme para que él me notara. Han pasado 13 años y no hay indicios de que esté interesado en mí en lo más mínimo. Por eso quería que lo supieras. Que si decide estar con alguien... solo seré feliz por él, aunque me duela. -dije soltando unas cuántas lágrimas-.

-Aish... Junkyu. Bueno...Si esa es tu decisión, no soy nadie para intentar cambiarla. -Sus millones de fotos, fondo de pantalla y probablemente rituales hacia nosotros parecían decir lo contrario, pero me alegraba verla más madura-. ¡Ah cierto! Mi hermano me dijo que quería verte porque necesitaba hablar contigo de algo importante. Tonta de mí, casi se me olvida. -se golpeó a sí misma la frente y rió. Yo me asusté-.

-¿Y para qué o qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? No tengo muchas ganas de verlo que digamos.

-Ya lo sé. Y párale con tantas preguntitas. Esta noche, en el puente del lago de los cisnes.

-¿Pero por qué ahí? No es un lugar al que acostumbre a ir tu herm...

-¡QUE VAYAS TE DIGO!

-Ok, ok. Iré. -¿Cómo me tenía amenazado una chica y más baja que yo? Junkyu, tu hombría ha decaído al punto de tocar el subsuelo-.

Me despedí de ella con un abrazo y un gracias por haberme entendido. Airi realmente era buena para escuchar, a diferencia de su tonto hermano.

Me fui feliz de la vida de vuelta a mi casa, pensando en qué me pondría para lo que en mi mente era una cita con el amor de mi vida esta noche. Seguía molesto con él, y debía mantenerme así en caso de que él fuera a disculparse, por lo estúpido que había sido al ignorarme, al irse una fiesta y al no venir cuando le necesité.

Miré mi rosa y le eché un poco de spray fertilizante. Quizá las cosas al fin saldrían bien.

No tenía ni la menor idea de que Airi nos había citado a los dos y que no nos esperábamos en lo absoluto lo que se avecinaba esta noche.

Nota:

Mis bellezas, lamento informarles que este es el penúltimo capítulo :( El próximo sería el final, pero os tengo muchas sorpresas...

¡Haré extras para cada pareja! Ya tengo todo pensado y hasta la Airi estará metida en la sopa.

Y hablando de esta, será quien narre el capítulo final. ¿Estáis preparados?

Os amo ❤