Haruto

Estaba destrozado por lo que había visto. No sabía qué sucedía conmigo ahora mismo. Aunque siempre fui posesivo con mi princeso nunca esperé que un beso fuese a molestarme de esta forma, a romperme. Porque ese beso me hacía comenzar a darme cuenta de que lo que sentía por Kim Junkyu iba más allá de una simple amistad. Y tenía miedo por sentirme así.

Simplemente, me dolía verlo con otro chico, que lo besara alguien que no fuese yo. No dejé de llorar hasta llegar a casa, y al entrar azoté la puerta sin importarme un regaño de mis padres, los que afortunadamente no estaban. Si me quedaba solo en mi habitación sé que terminaría pensando y creándome escenarios aún peores, cosa que no quería, así que decidí tocar una vez más la habitación de mi hermana a por un consejo.

-Oppa... ¿Qué pas...?

Recosté mi cabeza en su hombro y comencé a llorar de nuevo. Ella solo se quedó de pie dispuesta a escucharme.

-Airi...Ni siquiera pude decirle que me molestaba verlo con él. Mi princeso estaba feliz y se le iba a declarar. Y yo no pude impedirlo.. Y ellos. -lloraba a la par que sorbía mid mocos-. Ellos se besaron. Y me duele. No sé porqué duele tanto mi corazón. No sé porqué me duele tanto sentir esto que estoy sintiendo. Ayúdame a entender qué está mal conmigo.

Airi levantó mi barbilla y tocó mis hombros, y con los ojos bien abiertos me miró.

-Oppa...¿Me estás tratando de decir con todo esto lo que yo creo?

-Me gusta Junkyu, hermanita. Me gusta mi princeso.

Airi trató de ahogar su emoción en un grito, pero se recompuso. Ahora mismo no tenía ganas de bromas, y ella debía mantenerse seria acorde a la situación. Tomó mi mano y nos sentamos en su cama, donde ella puso delicadamente mi cabeza en su hombro y comenzó a acariciar mi cabello, consolándome.

-¿Y desde cuándo descubriste que te sientes así? -dijo interrumpiendo el silencio-.

-Desde que los vi besarse. Fue como si un interruptor se encendiera en mi interior en ese momento. No lo entiendo, ¿por qué pasó eso?

-Porque te diste cuenta de lo que tanto temiste. Que podías perderlo o que ya lo habías perdido. Todo porque te sentiste seguro y jugaste a las de siempre ganar, te conozco.

Tenía razón.

-Pero si yo nunca pensé en él como algo más que un simple hermano, así como tú, o como mi mejor amigo, no más. ¿Entonces...?

-Exactamente por eso. Nunca lo pensaste. Pero estoy segura de que si en algún momento se te hubiera pasado por la cabeza ese pensamiento te hubieras dado cuenta de que no era algo imposible de resultar.

-¿Y qué puedo hacer hermanita? Ya me aterraba el simple hecho de que pasaran tiempo juntos, ¿cómo puedo disimular que esto no me está matando? ¿Cuando ahora lo perdí para siempre?

-Mi consejo es que hables con Kyu.

-No puedo hacerlo. No ahora mismo. No quiero que me vea en estas condiciones.

-Hazlo cuando te sientas listo. Pero no dejes de hacerlo. Junkyu merece saber como te sientes. Debes arriesgarte a algunas cosas en la vida hermanito, como volverte a enamorar. Date esa oportunidad. Y más si es al lado de alguien tan increíble como Kyu.

-¿Y si no siente lo mismo? Tú no presenciaste lo que yo sí.

Airi suspiró.

-Quizás lo que presenciaste no fue más que una visión equivocada de tu parte, no podemos sacar conclusiones precipitadas. -decía dulcemente jugando con mi cabello-.

-Tienes razón. -me alejé de ella y sequé mis lágrimas-. Debo arriesgarme y decirle que aunque tarde... Tengo sentimientos por él. Que aunque no los entiendo quiero que él sea solamente mi princeso. Gracias hermanita, realmente me has ayudado.

La abracé y aunque no se lo esperaba, porque en mi familia no somos mucho de transmitir el afecto entre nosotros, aceptó mi abrazo y así nos quedamos por unos minutos.

No estaba seguro de qué me deparara el futuro, si Kyu y Yoshi mañana en la Universidad decidieran confirmar su nueva relación. Aunque no fuera a aceptarme, yo no podía quedarme con esto dentro, tenía que decirle que me gustaba. Así que me fui a dormir esperando que la noche transcurriera aún más rápido de lo habitual para hablar con él en la mañana.

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Aún si fuera diminuta, tenía la esperanza de que vendría a buscarme para irnos juntos a la Universidad, lo he estado esperando cada mañana desde que decidió dejar de hacerlo, y por esa razón es que he llegado tarde todo este tiempo, aunque a mis amigos les diga que es por el trafico.

Cuando tuve un tiempo libre en medio de una de mis clases, fui hasta el edificio de mi princeso y lo busqué al llegar a su aula. Había estado callado durante todo el día y le mentí a mis amigos acerca de que iría a la tienda para no levantar sospechas porque esto era algo que tenía que hacer solo.

Me paré en la puerta y tanto chicas como chicos se giraron a verme, impresionados por mi belleza y estilo. Lo normal. Pero por más que me asomaba y lo buscaba con la mirada una y otra vez, no había rastro de Kim Junkyu.

Un chico enfurecido se dirigió hacia mí, saliendo del aula y pegándome a la pared del pasillo, casi dejándome sin respiración. Todos estaban mirando la escena sin decir una palabra.

Era Yoshi.

-¿Cómo tienes la desfachatez de venir aquí?

-A ver guapito, si tienes un problema conmigo lo resolvemos más tarde. Con permiso que no es a ti a quién estoy buscando.

Me sujetó con más fuerza. Mi espalda mañana amanecería llena de moretones por chocar tanto con la pared.

-Sé exactamente a quién estás buscando.

-Ah que bien. -Me miró con rabia y chasqueé mi lengua, mirando el interior del salón-. ¿De verdad quieres hacer esto aquí? Todos están mirando.

-No me importa.

-¿Sabes acaso porqué tu noviecito no vino? -dije con dificultad, porque me dolería escuchar la respuesta a esa pregunta-.

-¿De qué carajos hablas? Realmente no sabes nada, Watanabe Haruto.

-¿A qué te refieres con eso?

-Junkyu no vino hoy por tu culpa, idiota. Porque ayer después de lo que pasó lo único que hizo fue encerrarse en su cuarto a llorar. Llamé a su casa y su madre me dijo que no había salido ni para comer.

No estaba entendiendo nada.

-¿Cómo que por mi culpa?

-¿Es realmente necesario que te lo diga? ¡Porque está enamorado de ti pedazo de imbécil! -decía estrujandome cada vez más la camisa con sus puños-.

-¿De qué carajos hablas tú? Ayer claramente vi como se estaban besando. Además, él me dijo que tú eras quien le gustabas. -dije mirando hacia un lado-.

-Lo malinterpretaste todo. Ojalá hubiera sido así. Yo le dije como me sentía y me acerqué a él para besarlo, pero él me apartó. Porque te amaba y aunque me había lastimado, se sentía peor porque no podía amar a nadie que no fueses tú, el puto amor de su vida. ¿Ahora entiendes?

¿Junkyu...Estaba enamorado de mí?

-Pero... Yo...

-Una cosa más. Aunque yo sepa perfectamente que no tengo oportunidad contra ti por un lugar en su corazón no me cansaré de luchar. Así que a partir de hoy duerme con un ojo abierto y otro cerrado, porque yo estoy dispuesto a darlo todo por Junkyu. Porque tú no lo mereces, y yo... Yo sí.

Al escucharlo decir eso último la rabia se apoderó de mí y me zafé de su agarre, cambiando los papeles y pegándolo a él a la pared, sujetándolo por el cuello, ocasionando que casi no pudiera respirar.

-Vuelve a decir eso y te parto las piernas. Si venía a hablar con él era precisamente para decirle que él me gustaba. Y ahora tú me dices que él me quiere. ¡Que me quiere! No dejaré que ni tú ni nadie se interpongan en mi camino, ¿entendiste? Porque Kim Junkyu es mi princeso. -dije con rudeza, recalcando el mí posesivo, a lo que él asintió, asustado por mi amenaza-.

-¡Watanabe Haruto! ¿Qué coño haces? ¡Vuelve a tu edificio ahora mismo si no quieres ir a mi oficina! -gritaba el director-.

Yo acomodé mi camisa y solté a Yoshi, el cual se agachó respirando por fin, con las marcas de mis dedos en su cuello. Admitía que me había pasado pero no me pude contener. No me fui de allí sin antes mirarlo con superioridad y decirle:

-Estás advertido.

Cuando sonó el timbre y acabaron las clases, le dije a los chicos que me iría directo a casa y que esta noche tampoco iría a la fiesta. Hacía semanas había dejado de ir. No me motivaba.

Recordé lo que había dicho Yoshi y me sonrojé. Junkyu estaba enamorado de mí. ¿Era eso cierto? ¿Jamás se habían besado entonces? No dejaba de dar brinquitos de felicidad hasta el parqueo, justo donde estaba estacionada mi moto, a lo que el parqueador y personas que pasaban me miraron raro, mas me monté y me fui cagando leches de allí.

Pero si en verdad era cierta la información que me había dado Yoshi, aún no podía presentarme así como así frente a Junkyu y decirle: "Oye, creo que me gustas como algo más que amigos o hermanos". Si realmente iba a luchar contra Yoshi por esto, tenía que estar seguro de que me sentía igual que mi princeso. Que lo amaba. Y para ello debía de reflexionar en la soledad de mi habitación.

Pero una cosa era segura... Los latidos de mi corazón al pensar en Kim Junkyu eran más fuertes que nunca.

Nota:

ME ENCANTÓ ESTE CAPÍTULO GENTE.

Haruto amenazante bien bad boy y Yoshi queriendo pelea por el corazón del koala.

Y el koala en su casa, todo mal princeso. De lo que te perdiste.

Tengo pensado gracias a la idea genialosa de una de mis bffas, hacer el próximo capítulo también de Haruto narrando. Luego sería lo mismo para Junkyu. (2 capítulos) ¿Que porqué haré esto? Porque estos segundos capítulos serán estrictamente para hablar de la evolución de ambos personajes gracias a Yoshi. Ambos navegando entre sus recuerdos y reflexionando acerca de todo. Espero que os guste. ❤

Y sobre todo que os haya gustado esto.

Os amo ❤