Junkyu

Fui a casa de Ruto para decirle que me le iba a declarar a Yoshi, y ver si reaccionaba y me dijera: “No lo hagas, yo te amo”, mas no fue así. Se lo tomó mejor de lo que esperaba así que supuse que no me amaba en lo absoluto y que debía darme por vencido de una vez por todas con este amor unilateral. Pero, con todas mis fuerzas quería que me amara, ¿saben? Era lo que más deseaba en el mundo, y esto me hizo entender que Watanabe Haruto nunca iba a cambiar. Y que no podría volver a amar a nadie más. Que mi final feliz no sería junto a él.

Sin embargo, algo me había dejado inquieto. Ruto dijo que quería hablarme de algo, pero cuando le conté a lo que había ido cambió su expresión y nunca mencionó nada. ¿Qué era lo que quería decirme?

Supongo que en estos momentos eso ya no importaba.

Había quedado con Yoshi en vernos en un parque cercano a su casa porque tenía que hablar con él. Estaba decidido y algo nervioso a la vez, se lo diría y no sabía cómo. Pero el verlo ir hacia mí, con una sonrisa en el rostro y dándome un abrazo, ofreciéndome sentarme en un banco, hizo que las cosas fuesen más fáciles para mí.

Necesitaba a alguien como él en mi vida. Así de dulce. Debía arriesgarme.

Antes de poder decirle nada él me interrumpió.

—Kyu...No sé que era eso tan importante que querías decirme y por lo que me citaste aquí, pero déjame ir yo primero.

—Está bien... Yoshi. -le expresé con dificultad, me temblaban las manos por tenerlo tan cerca-.

—Quería decirte que me gustas. Desde hace un tiempo es así. Que dejé de verte como mi amigo. No sé si sientas lo mismo que yo, pero me estoy enamorando de ti y no busco nada más que hacerte feliz. Da igual cuál sea tu respuesta, así es como me siento con respecto a ti.

Quería decirle que me sentía igual. Que a eso había venido y que estaba feliz porque él se sintiera de la misma forma. Entonces recordé la ironía de Ruto de que viviéramos felices en una casa en el campo. Era con él, con el estúpido de Watanabe Haruto con quién quería ese futuro.

No, no. Kim Junkyu, concéntrate. Tienes una maravillosa oportunidad para ser feliz frente a tus ojos. No puedes desperdiciarla.

Yoshi es el indicado. Yoshi es tu príncipe.

Él se había acercado a mí para besarme, y entonces abrí mis ojos.

No lo era. Él no era mi príncipe.

Y yo no era su princeso.

Se acercó lo suficiente como para que todo aquel que nos viera desde lejos pensara que nuestros labios se habían juntado.

Pero yo lo aparté. La imagen de Haruto había venido a mi mente.

Él abrió sus ojos sin entender nada de lo que sucedía, y fue que hablé.

—Yoshi...sabes... No te mereces esto. No tú. Si estás conmigo solo saldrás lastimado.

—¿Te refieres porque tienes sentimientos por ese tal Haruto del que tanto me hablaste? Estoy bien con eso, Kyu. Puedo luchar por un lugar en tu corazón, aún si él está ahí...

—No, Yoshi. No puedes. Y no intentes entenderme, porque ni siquiera yo puedo hacerlo.

—Pero... ¿Hice algo mal? Pensé que me habías dado señales. Que habíamos conectado.

—Y lo hicimos. No es tu culpa. Es toda mía, lo admito. Realmente pensé que estaba comenzando a sentir algo por ti más allá de una simple amistad. Pero no puedo engañarme. No hay lugar en mi corazón para alguien que no sea Haruto. Y no sabes cuánto lo siento. Nunca fue mi intención utilizarte como un trapo, y te pido que me perdones, aunque ahora mismo me odies, pero no te mereces mi desorden emocional, y yo no importa lo mucho que lo intente... No puedo amar a nadie que no sea él, me debió haber hecho un amarre.

Yoshi apenas me miraba procesando todo lo que le acababa de decir. Sé que le había roto el corazón y entendía perfectamente si no quería verme más o hablarme en su vida. Me sentía como una basura por haberle dado falsas esperanzas. Debo tener realmente un problema, y su nombre es Watanabe Haruto.

Por eso me sorprendió tanto que Yoshi me abrazara.

—No importa si no sientes lo mismo por mí. Aquí estaré para lo que necesites, y puedo esperar a que te aclares, y vengas a mí cuando te des cuenta de que él no te merece. Seguimos siendo amigos, ¿sabes? No te preocupes por mí, jamás voy a conseguir odiarte. Ve y lucha por tu verdadero amor, Kim Junkyu. Quizá fui yo el que quiso engañarse al pensar que podrías amarme la mitad de lo que lo amas a él, pero fue inútil, tu corazón está reservado solo para él.

Con lágrimas en mis ojos sostuve la mano de Yoshi y asentí, despidiéndome con un beso en la mejilla. Esas palabras reconfortantes eran justo lo que necesitaba para sentirme mejor. Pero igual, mi corazón ahora mismo era un lío.

Llorando me fui a mi casa, con la esperanza de que el día acabara cuanto antes y con ello un poco de mi sufrimiento al menos. Fui un tonto por pensar que podría amar a alguien más, que no fuera el amor de mi vida, aunque fuera un amor unilateral, pues como siempre he dicho, eso es suficiente para mí.

Fue entonces cuando entendí. Que no importa lo que dijera o hiciera...

Estaba enamorado hasta las trancas del estúpido del cassanova.

Nota:

Capítulo cortito pero con esencia como siempre digo 💃🌹

Pobre Yoshi bb :(

Pero su participación no acaba aquí, obvio no. Él aunque esté friendzoneado va a seguir luchando por Junkyu.

Y más ahora que Haruto entra en el juego.

Os amo ❤