Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🌹Capítulo 1🌹

Junkyu

Él...lo es todo para mí.

Pero solo me ve como un hermano.


Los Kim y los Watanabe desde siempre han sido vecinos. Recuerdo que cuando era pequeño, les dimos la bienvenida al barrio a la que sería una nueva familia japonesa, ofreciéndoles algunos dulces que mis padres al ser pasteleros, habían preparado.

Como dicen mis padres, yo enamoraba a quien me viera porque desde niño siempre fui tierno, y todos los que se quedaban contemplándome se derretían ante mis encantos, viviendo en un constante “Awwww” ajeno. Todo porque me acostumbré a poner morritos, inflar mis mejillas, hacer pucheros y que mis ojos fuesen muy expresivos.

Yo sostenía un pay de limón, y le sonreí a las figuras paternas que aún no conocía, lo cuales nos invitaron a pasar. Mis padres se pusieron a conversar con los Watanabe en la cocina, y estos me dijeron que me entretuviera jugando con sus hijos, la menor, llamada Airi, que tenía mi edad, y el mayor llamado Haruto, de 7 años de edad, al que aún no había conocido porque estaba desempacando sus pertenencias en su habitación.

Cuando bajó las escaleras, por los gritos de su madre, la cual solo quería que compartiera con nosotros, mis ojos se encontraron con los suyos. Fue una sensación realmente extraña de explicar, porque no me había pasado con su hermanita, ni con ninguna niña de mi jardín de infantes, y eso que habían muchas interesadas en mí.

Sentir la mirada fija de Haruto era más bien como recibir una descarga eléctrica. Aquel niño, dos años mayor que yo, alto, de cabello negro y vestido del mismo color, se había adueñado de mi corazón justo en ese momento.

Algo que probablemente no sabía, o quizás sí lo intuyó.

Haruto, por órdenes de nuestros padres, se tenía que encargar de cuidarnos y jugar a lo que quisiéramos, y aunque él no estaba muy contento por ello, pues solo quería jugar videojuegos en su teléfono, aceptó sentándose en el sofá frente a nosotros.

—Y bien, ¿a qué quieren jugar?

Yo puse morritos y miré a Airi sin muchas ideas, y ella miró hacia arriba expresando un: “mmm”, para luego sonreír maliciosamente.

—Quiero jugar a los príncipes y las princesas. -dijo decidida-.

—Ok... ¿Junkyu te parece bien eso? -Haruto por primera vez se había dirigido a mí y utilizando mi nombre, no sabía qué contestarle, por lo que solo asentí-.

—¡Perfecto! ¡Voy a buscar los disfraces! -dio unas palmadas y subió cómo un cohete las escaleras, mientras yo la esperaba, tratando de no hacer contacto visual con Haruto, que no dejaba de mirarme-.

Después de unos minutos bajó.

—¡Ya estoy aquí!

—Entonces, Airi, ¿lo hacemos como siempre? ¿Te pondrás la corona y yo seré el príncipe? ¿Qué personaje será Junkyu?

—¡No, oppa! Tengo otros planes. Esta vez yo seré la bruja.

—¿Eh? -dijimos Haruto y yo al unísono-.

—Que tú serás el príncipe.-Airi se levantó y se dirigió a Haruto colocándole una especie de capa y dándole una espada de goma y luego se acercó a mí-. Y tú hoy serás el princeso. -dijo poniéndome una pequeña corona-.

Según Airi no siempre la princesa debía ser una niña. Disney nos ha mentido todo este tiempo.

Haruto soltó una leve risita y yo lo miré molesto haciendo un puchero e inflando mis mejillas, y Airi nos tomó a ambos de las manos para ir hasta donde estaban nuestros padres charlando.

—¡Atención, atención! A continuación se les presentará nuestra obra: “El princeso, la bruja y el príncipe”. Espero que la disfruten.

Desde pequeña apuntaba a maneras de ser directora de teatro, o más bien, controladora.

Haruto y yo estábamos ahí, de pie como dos monigotes, mientras Airi nos miraba con los ojos abiertos, indicándonos que fuéramos lo más espontáneos posibles.

Yo casi ni hablaba de la vergüenza, pero me dejé llevar por ella, que me amarró a una silla utilizando bufandas de su madre para que no pudiera moverme, mientras que Haruto solo esperaba su aparición.

—¡Yo soy la bruja Airi! ¡Tengo cautivo bajo mi poder al princeso Junkyu, y nadie podrá detenerme de cocinarlo para comérmelo! ¡BUAJAJAJA! -soltó una risa malévola-.

Yo solo gritaba: “¡Sálvenme por favor!” y en ese momento, entró Haruto en la escena.

—¡Atrás, bruja vanidosa por la belleza de mi princeso! ¡Sobre mi cadáver! -llegó Haruto dispuesto a enfrentarse a ella con su espada... por mí -.

—¿Y tú... quién eres? -la actuación de bruja vieja de Airi merecía un aplauso, incluso hablaba pausadamente-.

—Yo...Soy su príncipe. Y voy a protegerlo. -dijo para después mirarme y darme una sonrisa ladeada, a lo que yo le respondí volteando mi rostro, porque estaba ruborizado-.

—¿Crees poder vencerme? ¡Jamás! -Airi se robaba el show-.

En ese instante Haruto sostuvo en lo alto su espada y la apuñaló con ella, haciendo que Airi se retorciera en el suelo con ketchup en la supuesta herida. Porque Airi siempre estaba preparada.

Haruto, después de vencerla, me desató y me puse de pie. Nuestros padres no dejaban de aplaudir, emocionados por la pequeña obra.

Pensaba que hasta ahí acababa el acto, pero en lugar de eso, Haruto me miró a los ojos y me besó. Fue apenas un piquito, pero aquel gesto significó para mí mucho más de lo que él podría imaginarse alguna vez.

Yo solo me dejé llevar por la actuación. Apenas éramos unos críos. Y aunque se apartó de mí rápidamente, ese beso de imprevisto, que ni siquiera hoy he logrado descifrar, me había hecho pensar muchas cosas. Que mi primer amor era Watanabe Haruto, y que iba a continuar siendo el chico que me robaba suspiros, así como lo hizo con mi corazón, por todos los años que se avecinaban.

************************************

13 años después

************************************

—¡Ruto! ¿Puedo subir? -le pregunté, casi gritando desde abajo-.

—¡Cuando quieras princeso!

Odiaba que no se le hubiera olvidado el puto personaje que me había dado Airi hace 13 años. Y lo peor era que me lo había dejado de apodo.

Aunque todo era mejor que “pequeño pez globo”, otro apodo que me había puesto, por mi costumbre de poner morritos e inflar mis mejillas.

Antes de subir a su habitación, una Airi de 18 años salió de su chinocueva y me miró maliciosa.

—¿Así que hoy también estarás a solas con mi hermanito?

—Airi, no empieces. Que luego te sangra la nariz.

—¡No puedo evitarlo! ¡Son tan lindos! ¡Amo el Harukyu!

—¡Shhhh! Si Ruto te escucha de enfadará.

—Me vale pito. Él siempre ha sido un insoportable. Bueno, con todos menos contigo.

Sonreí por lo que me había dicho. Me sentía orgulloso y no podía ocultarlo.

—Mírate todo feliz. ¿Cuándo mi hermano se dará cuenta de que babeas por él?

—Aish...no creo que pase alguna vez. Está tan ensimismado en su mundo que no se percata de los sentimientos ajenos.

—¿Cuándo se lo dirás? -preguntaba emocionada, ansiosa por sacarme más información, como cada día-.

—El mismo día en que tú dejes de ser fujoshi.

—Ufff pos lo veo difícil. No creo que alguna vez se me quite esta “etapa”.-dijo haciendo las comillas aéreas-.

—Ahí tienes tu respuesta.

Airi me fulminó con la mirada, pero luego soltó un suspiro.

—Lo supe desde el instante en que los vi juntos y decidí que serías su princeso. Y mi hermano te dio tu primer beso, y tú fuiste el suyo. ¿No es romántico?

—Yah...no me gusta hablar de eso. -expresé avergonzado-.

—¡Te encanta! Es que su shipp es tan real. Algún día haré un manga basado en él y lo venderé por muchos wons. -Ya se le veía planeándolo todo-.

—Deja tu fanatismo un poco. Solo somos amigos.

—Junkyu... no podrás seguir ocultándolo por siempre. Te quiero demasiado y quiero que seas feliz, aunque sea con el inútil de mi hermano.

Le sonreí y me despedí de ella, subiendo las escaleras, como cada día, y tocando la habitación de Haruto.

—¡Pasa, princeso!

Puse mis ojos en blanco y entré. Como siempre, la habitación estaba hecha un desastre, y Haruto vivía bien feliz en su chiquero acostado en su cama con su teléfono.

—Aquí estoy. -dije buscando un lugar para sentarme entre tanto desorden-. ¿De qué querías hablarme?

—Ah eso. -se sentó en la silla de su escritorio y se acercó a mí velozmente-. ¿Recuerdas el chico del que te hablé ayer? ¿Con el que salí? -asentí con dificultad porque me dolía que mencionara el tema y él siguió hablando-. Pues resulta que hoy temprano me envió un mensaje y me dijo: “No he podido olvidar el beso de ayer. ¿Quieres ser mi novio? ” Y le dije que alguien como yo, jamás podría estar con alguien como él. ¿Qué crees? -me decía a escasos centímetros de mí mientras se reía-.

Tal parece que Haruto daba besos solo porque sí.

¿Dónde quedó el niño de 7 años que juró que siempre me protegería? ¿Qué lo hizo durante toda la primaria y escuela media?

El Haruto de hoy en día, de 20 años, solo puede ser feliz si hace sufrir a los demás, si los utiliza para después dejarlos.

Y yo solo escucho sus historias con tristeza, historias que quisiera vivirlas porque son con él, pero al mismo tiempo, siento lástima por esos pobres chicos y chicas que engatusa.

Ah...se me olvidaba.

Mi mejor amigo es un cassanova.

Nota:

Este es mi primer fanfic Harukyu. Son mis dos bias de Treasure y al igual que con el Taegi, amo la hermosa química que tienen, por eso decidí crear esta historia.

Espero sinceramente que le den una oportunidad, porque estoy poniendo todo mi empeño en que quede realmente hermosa. Y creo que será más larga que otros de mis fics.

Ah esto no lo había aclarado. Conozco las edades reales de Haruto y Junkyu, pero aquí será a la inversa porque sí, Haruto con 20 y Junkyu con 18.

Besos para todos mis amores ❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro