Capítulo Diesiciete
Barrió con la mirada el lugar sin presencia de sus padres. Ok, había llegado a tiempo para cambiarse de ropa.
Mientras corría escaleras arriba y sus prendas comenzaban a ser quitadas con desespero, se puso a pensar que no había necesidad de odiar a Beomgyu, no tenía por qué odiarlo, ya que había cobrado venganza jalándolo al mar junto a él.
Cuando ambos caminaban por la arena, el mayor parecía olvidarse completamente de que supuestamente estaban en la escuela, que tenían que mantener sus ropas intactas de suciedad si no querían levantar sospechas, pero un empujón juguetón de pronto se volvió en una guerra por saber quién tiraba el cuerpo del otro primero.
Beomgyu, estando consciente de que Taehyun aún era pequeño, decidió hacer el juego suave, sin tosquedad, cosa que aprovechó el menor para tirarlo de una vez a la arena y escapar.
Beomgyu había sentido dramáticamente su orgullo caer y sin pensarlo tanto, en medio del juego, tenía tomado a Taehyun de la cintura con la intensión de lanzarlo al mar, pero el pequeño no dejó ser empapado solo, agarrándose fuertemente del cuerpo de su novio y llevándolo consigo al agua.
Las miradas en el bus al tener a dos chicos con arena y olor a pescado no pasaron desapercibidas; pero ellos solo podían sonreír burlonamente al ver como las personas no se acercaban aun si el transporte estaba lleno.
— Mi mamá no estaba en casa —contó Beomgyu cuando Taehyun ya había terminado de bañarse—. Pero mi vecina me vio, y me preguntó qué fue lo que había pasado.
— ¿Qué le dijiste?
— Nada, solo le sonreí.
Taehyun evitó reírse, asintiendo suavemente aún si Beomgyu no podía verlo, con el sueño en su cuerpo luego de aquella mañana que gastó completamente sus energías. El mayor también mantuvo silencio por unos segundos, antes de añadir—: Me divertí.
— Yo también —musitó Taehyun—, solo espero que mis padres no se den cuenta que falté.
— ¿Se enojarán demasiado? —la voz de Beomgyu sonó preocupada, provocándole una sonrisa sutil—. Creí que no sería tan grave... ya sabes, tus padres tienen en cuenta que te paras saltando las clases.
— No es eso, simplemente se pondrán a cuestionarme —murmuró con frustración acurrucándose más en la cama—. Sospecharán un montón: mi mamá hoy... ugh, son moles-
— ¡Taehyunnie! ¡¿Estás en casa, gatito bebé?!
El menor soltó un bufido resignado cuando la voz de su madrastra resonó en toda la casa, despidiéndose inmediatamente—: Son ellos, tengo que cortar.
— Está bien, "gatito" —respondió el mayor con burla, provocando molestia en el más pequeño.
— Tonto.
— ¡Taehyunnie, bebé! —cortó la llamada en el mismo instante donde su madrastra abría su puerta con desesperación, sonriendo aliviada al ver al menor acurrucado en su cama, sano y salvo—. Mi niño, estaba preocupada por ti.
— ¿Por qué?
Su cuerpo se levantó, pasando por el lado de su madrastra con rapidez antes de que lo abrace, pero encontrándose con el cuerpo de su padre, quien también sonrió aliviado.
«Dramáticos»
— Pedimos la cuenta de lo que consumiste en la cafetería, y tu abuela dijo que hoy no comiste nada —su madrastra contó aterrada, siguiéndolo al primer piso—. ¿Te pasa algo? Tú siempre comes mucho.
— ¿Tiene algo que ver algo con el chico del baño? —esta vez su padre preguntó, siguiéndolo de la misma forma que EunHan.
— Es BeomGyu, y no, solo no tenía hambre.
Taehyun se sentó en el sillón individual y sus padres en el más grande, viéndolo con preocupación; en el mismo instante MinHyuk abría la puerta con alegría, sin entender los rostros serios de sus padres.
— ¡He llegado, familia! —avisó MinHyuk, despeinando el cabello del castaño—. ¿Qué pasó, pequeño? ¿Ya descubrieron que ves porno?
— MinHyuk, no estamos para bromas —EunHan regañó—, tu hermano no ha comido.
Taehyun rodó los ojos por el dramatismo de su madrastra, sacando su celular para ignorar a su familia.
— ¿Cómo saben?
— Tu abuela dijo que no fue a la cafetería.
— ¿Cómo va a ir si faltó a clases?
El menor apretó el celular en sus manos, sin levantar la mirada hacia sus padres quienes lo veían atónitos.
— ¿Es... el chico del baño?
— Y lo preguntas —MinHyuk rió fuertemente, negando y decidiendo subir las escaleras para ir a darse un baño—. Yo creo que ya es hora de que le den la charla de los condones.
— ¿Y si te quedas quieto de una vez? —preguntó Taehyun en voz baja, con miedo de que la profesora lo pillara sin prestar atención.
— ¿Acaso no es un buen momento para ir a jugar al parque?
Obviamente Kang quiso golpear al menor. HueningKai a veces decía cosas estúpidas cuando no entendía la clase, algo como que soñaba con salir de ese salón e ir al parque, jugar, sumergirse en el inexistente río y bailar feliz con el canto de los pájaros, melodía que no escuchaba por el bullicio de la ciudad.
Taehyun miró la pizarra de nuevo, notando a su tía explicar las leyes de Newton por milésima vez en todos esos años.
Aunque tampoco es que estuviera prestando atención por completo, su mente también estaba por otro mundo, solo que él sabía disimularlo bien.
— Deja de moverte.
Kai no hizo caso, seguía mirando el patio de la escuela.
— Si sigues así-
— ¿Aceptarías salir conmigo?
Taehyun volteó a mirarlo rápidamente, frunciendo el ceño cuando Kai dejó de observar el jardín, enfocándose en él con un puchero.
— ¿Qué?
— Es un bonito día —musitó con un poco de vergüenza, recostándose en su carpeta sin dejar de mirarlo—, y SooBin hyung de seguro estará ocupado con su novio, por eso.
— Ah... —Taehyun mantuvo silencio por un buen tiempo, sin importarle si su tía se daba cuenta que ambos no prestaban atención a la clase—, ¿estás seguro? Yo soy bien aburrido, sabes que el sol me molesta.
— Lo sé.
— ¿Seguro?
— Sí.
Taehyun suspiró resignado. Podía ser un chico de palabras duras y fuertes, mandar al diablo a todos, ser un insensible nada amable, pero habían personas que no merecían un trato tan malvado.
— ¿A qué hora?
Kai le dio una sonrisa engreída, notándose feliz. —Saliendo de la escuela, hyung.
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