Choi BeomGyu 5B

¿Palomitas saladas
o dulces?

¿Ambas?

Taehyun tragón
Está bien, te espero ❤️

Una sonrisa escapó de sus labios antes de apagar su celular y erguirse en el asiento del bus. Aproximaban las seis de la tarde, el sol aún estaba iluminando todo, pero débilmente.

Sus manos comenzaron a jugar nerviosas. ¿Debería contarle a BeomGyu lo que había pasado?

¿Eso no harían las cosas incómodas?

¿Y si lo vio? Había leído suficientes novelas de romance para saber que eso siempre pasaba, pero BeomGyu no parecía saberlo.

¿Y si se enteraba?

Taehyun quiso reírse. Claro que no, BeomGyu no se enteraría: no había forma. Él estaba en su casa tranquilo, seguro recostado en su sillón luego de un baño que dijo que tomaría por el calor del día.

Pero Kang estaba lo suficientemente paranoico como para decidir contárselo. "Hey, estaba paseando con Kai, el hermano de Soobin, y como le gusto, me terminó besando. Yo le empujé y me reí nervioso antes de decirle que tú eres mi novio; ahora, ¿me podrías besar? Verás, aún siento sus labios y es jodidamente incómodo".

Eso sonaba tan ridículo, pero prefería contarlo a quedarse callado y con la consciencia sucia. El éxito de una pareja se fundamentaba en la confianza y comunicación, y no podía existir confianza y comunicación si uno mentía y se quedaba callado, ¿verdad? Eso es lo que había leído y lo que aconsejó a todas las parejas que unió, eso era lo correcto, ¿cierto?

— Supongo...

Se respondió a sí mismo en un susurro cuando sus Vans amarillas se apoyaron en el pavimento al bajar de bus. Caminó por las recientes oscuras calles, su mente atormentándolo y preguntándose qué podría salir mal.

Conociendo a BeomGyu, probablemente se sentiría curioso y le preguntaría si Kai besaba mejor que él, también estaría incómodo, celoso. BeomGyu se metería en su mundo todo el tiempo que estuviera en su casa y ni siquiera miraría la película. Tampoco lo besaría, aunque eso era comprensible.

Taehyun formó un puchero, aún si no le gustaba esa idea, se lo diría. No quería que su primera relación fuera un fracaso, él se había prometido a sí mismo que se esforzaría para no ser la típica pareja de adolescentes novatos, que se peleaban por cualquier tontería y terminaban al mes de relación.

Sus manos jugaron nerviosas con las mangas, cubriéndose hasta la punta de los dedos antes de tocar el timbre. El bullicio de la televisión dentro de la casa se detuvo abruptamente, tal vez por unos segundos antes de que la puerta fuera abierta, atrás de ella una cabellera azabache asomándose.

— Taehyunnie.

BeomGyu le sonrió encantado, antes de acercarse a él y posar sus labios en la frente del menor. El aroma a chocolate se combinó junto a la brisa que los abrazaba en esa corta muestra de afecto, Taehyun se mantuvo quieto, sintiendo ese roce suave en su rostro antes de que el mayor se aleje, aún con su sonrisa atractiva en él.

— Siéntete como en tu casa.

— ¿Puedo tirar refresco en el sofá?

BeomGyu lo miró espantado antes de cerrar la puerta tras suyo, siguiéndolo—: Mi mamá me matará, no te puedes quedar viudo tan pronto, Taehyun.

El mencionado rodó los ojos con una sonrisa divertida, agradeciendo el vaso de agua entregada instantáneamente. El tema de Kai podía esperar, tal vez luego de la película y de comerse todas las palomitas que estaban en la pequeña mesa de cristal.

— ¿Terror o comedia?

— No me gusta el terror —musitó lamiéndose los labios luego de tomar un poco del agua—. Comedia tampoco.

— ¿Romance, acción, ficción?

— Ficción.

BeomGyu asintió a su respuesta, volteando hacia la grande pantalla para buscar en la aplicación de películas. Veía como un silencio cómodo se asomaba débilmente, tranquilo, pacífico, pero al parecer su novio no quería quedarse callado, porque su voz profunda resonó.

— ¿Qué tal la pasaste?

— Normal, creo.

— ¿Normal? —Los ojos confundidos de BeomGyu se posaron en él.

— Sí... Hacía demasiado calor, no se me hizo agradable.

— Si hubieras venido al cine conmigo no te quejarías, ¿ves? Yo sé qué te gusta.

Taehyun sonrió ausente, desviando la mirada de los ojos de su novio para no adelantarse a confesar. Quería disfrutar lo que quedaba del día, tal vez antes de irse se lo contaría.

¿Lo iba a hacer? Por Dios, ni siquiera estaba seguro de si quería hacerlo, y no entendía por qué, si de todas formas él no tenía la culpa del beso.

— ¿Cuál quieres? —volteó a mirarlo de nuevo cuando BeomGyu preguntó, el perfecto perfil del mayor enfocado en la televisión con atención.

Su silencio provocó confusión en su novio, quien volteó a mirarlo luego de unos segundos. BeomGyu se veía preocupado al no recibir respuesta, pero terminó sonriéndole compasivo.

Se estiró ligeramente hasta dejar el control remoto en la pequeña mesa central y volverse hacia él, acariciando su mejilla en un acto delicado.

— ¿Qué es lo que pasa, pequeño?

Quiso responderle, pero el rostro de BeomGyu tan cerca al suyo lo puso lo suficientemente tímido para solo abrir la boca y cerrarla de nuevo. Sus manos juguetearon nerviosas sin saber qué hacer, bajando la mirada hacia ellas y sacándole una sonrisa de lado a su mayor.

— Si te duele, me avisas.

— ¿Q-qué?

Apenas levantó la mirada, los labios de Beomgyu chocaron suave contra los suyos. ¿Iban a tener sexo? No, no podían. Aunque... no, claro que no. No, no.

— No —susurró sobre los labios del mayor, siendo cortado por los besos lentos y profundos. BeomGyu bajaba la mano de su mejilla hacia su cintura, ignorándolo—. Gyu, sexo n-no, yo-

— Me gusta cuando me llamas así —El aliento caliente chocó contra sus labios en un susurro—, tu voz lo hace sonar lindo.

El menor se quedó en blanco, siendo presa fácil para el alto que atrapó sus labios por segunda vez, siendo demandante.

Las manos de BeomGyu paseaban de su cadera a su cintura, dedos juguetones rozando su piel cada vez que su camiseta se levantaba por el movimiento. En algún momento el mayor se había inclinado por encima de él, sus cuerpos rozándose en aquel sillón del living.

Era extraño, el beso era lento pero aún así no podía llevar ese ritmo, tal vez por estar enloqueciendo al tener las manos de su novio encima de su cuerpo, tocando la piel de su cintura. ¿Y si él tocaba? Se sentía caliente, cosquilloso, quería más cuando el mayor acarició su labio inferior con la lengua, abriéndole la boca para que se metiera en él.

Dejó que sus manos fueran al pecho del mayor, tan solo posándose y acariciándolo. Necesitaba recostarse y dejar que BeomGyu hiciera el trabajo, su espalda se lo pedía a gritos, por lo que tiró de él apenas cayó sobre los almohadones del sillón. El cuerpo de su novio sobre el suyo aplastándolo placenteramente, se sentía bien, quemaba, sus piernas se abrían para que BeomGyu se acomodara y siguiera besándolo de esa forma.

Quería más, quería que el mayor lo tocara, pero este ahora no podía al estar usando sus manos para apoyarse sobre el sillón y no aplastarlo. No fue impedimento para que Taehyun lo sintiera, sus piernas abrazaron la cintura de su novio atrayéndolo con desespero, gimiendo al chocar y recibir una mordida como castigo. Oh por Dios, que lo hiciera de nuevo, por favor.

— Gyu —llamó en un gemido, sus brazos colgaban del cuello del mencionado mientras que este comenzaba a bajar su besos por su mandíbula, caliente—. Gyu, no, por favor.

¿Por qué diablos negaba? Él quería, su cuerpo estaba caliente y los cosquilleos en este suplicaban por más atención, pero de alguna forma negar lo estaba calentando más, de la misma forma que a su novio.

— ¿No? —susurró BeomGyu maliciosamente, volviendo a sus labios para dejarle un beso duro y corto.

La mirada del mayor lo observó, intensa y oscura, como si estuviera fuera de sí, su cuerpo duro contra el otro. Taehyun aún tenía sus piernas alrededor suyo, sus brazos aún colgaban en el cuello del mayor hasta que este tomó sus muñecas y las aplastó contra el sillón encima de su cabeza, volviendo a besarlo.

Quería sollozar, quería frotarse contra él mientras que sentía esa lengua jugar con la suya, o tirar de la pelvis del mayor para que chocaran y gemir por más. BeomGyu lo estaba besando tan bien que su mente se nublaba, quería suplicarle, negarse.

— Follaré tu boca, Taehyun —musitó sin dejar de dar besos en su rostro, robándole un gemido cuando empujó las caderas contra su pequeño cuerpo—. Lamerás, harás a tu boca funcionar.

— Hyung...

— Arrodillado —BeomGyu no se alejó de sus labios—. Luego abrirás tus piernas para mí.

— Gyu —un apretón duro en sus muñecas y gimió, anticipando hacer caso a esas órdenes, sí, sí, sí.

Todo era cercano y caliente, y más cuando sintió una mano acariciar su muslo desnudo y subir por su pierna, aprovechándose de que llevaba unos shorts negros.

Pero la llave abriendo la cerradura de la entrada los aparto rápido. El sonido hizo bombear su corazón estruendosamente, asustado de que alguien los haya descubierto.

De que la madre de BeomGyu los haya visto.

— Beom, cariño, encontré... —La mujer se detuvo, sonriendo avergonzada al voltear apenas notó los labios de su hijo, clara señal de que estaba pasando algo—. Uhm... ¿Lo siento?

YeonJun idiota

Oye, ¿en serio estás en
una relación con el hijo
del director?
19:56