- ¡¿Qué esperas BamBam?! ¡Dispara! - Insistía Lisa

- ¡No hay tiempo Lisa! ¡Sube rápido o nos atraparán a los dos! - Advirtió

- Volveré por ti. - Corrió a toda velocidad hacia la camioneta donde la esperaba BamBam, en cuanto se subió, la camioneta arrancó rápidamente

- Mi amor ¿Estás bien? - Preguntó Rosé a Jisoo, pues estaba sangrando

- Estoy bien, no te preocupes no es nada. - Jisoo acariciaba el rostro de la rubia. - Ya pasó todo, por fin estás conmigo

- Te amo mi amor, gracias por venir por nosotras. - Dejó un beso en sus labios. - Te extrañaba

- Yo más, no sabes la falta que me hicieron ustedes dos. - Abrazó a Rosé y a su hija muy fuerte

- Señorita Kim ¿Están bien? - Preguntó uno de los oficiales

- Sí, estamos bien no se preocupe

- Lamento informarles que lograron huir, pero los estaremos buscando, no se preocupen, ustedes estarán a salvo

Seúl, Corea del Sur

- Hija. - Jimin fue hacia Rosé y la abrazó muy fuerte. - No sabes cuánto me alegra que estén bien, estaba tan preocupado por ti y por mi nieta, te juro que hice todo para encontrarlas

- Estamos bien papá, ya estamos aquí, a salvo con ustedes. - Lo seguía abrazando, pues lo había extrañado demasiado

- Rosé que bueno que ya estás aquí. - Le dijo Seulgi. - Todos te extrañabamos a ti y a mí nieta, hacen mucha falta aquí, me alegro que las dos estén bien y que por fin hayan vuelto a casa sanas y salvas

- Todo fue gracias a esta valiente y hermosa mujer que tengo como esposa. - Fue hacia Jisoo y la abrazó. - Gracias a ti mi amor por haber peleado por nosotras

- No fue nada mi amor, haría eso y más con tal de volverlas a tener a mi lado. - Siguió abrazándola

Más tarde, ya por la noche, se estaban preparando para ir a dormir, pero antes, Jisoo necesitaba hablar con Rosé.

- Rosie ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? - Preguntó sentándose frente a ella

- Estoy muy feliz de estar de nuevo a tu lado, con la persona que amo, junto a nuestra hija, es lo más lindo

- Quiero que me digas la verdad, ¿Lisa te llegó a tratar mal? ¿Te lastimó? ¿Le hizo algo a nuestra hija?

- Sí, ella llegó a golpearme en un par de ocasiones, durante las primeras semanas, donde trataba de escapar o comunicarme contigo y ella me descubría. - Jisoo tomó su mano y dejó un beso. - Por nuestra hija no te preocupes, nunca permití que le pusiera una mano encima

- ¿Eso es todo? No me mientas, dime qué más pasó

- Ella no me dejaba salir obviamente, no tenía teléfono, ni nada que me pudiera poner en contacto contigo o con mi padre, eso es todo

- Te admiro por ser tan fuerte. - Besó sus labios. - Rosie, tengo que darte una noticia, no se como lo vayas a tomar, Jennie dió a luz hace un par de días, realizamos las pruebas y resulta que, pues el niño, sí es mi hijo

- No lo es Jisoo

- ¿Qué? ¿Por qué dices eso? - Preguntó confusa

- El bebé de Jennie, no es tuyo, es de Lisa. - Jisoo se sorprendió demasiado al escuchar eso. - Todo fue un plan para separarnos, la misma Lisa me lo confesó, me dijo que ese niño era de ella

- No lo puedo creer

- Ellas alteraron los resultados, al parecer un amigo de Lisa las ayudó, yo sabía que tú no serías capaz de engañarme. - Sonrió. - Te amo

Por la mañana, Jisoo se despertó asustada, pues Rosé corrió rápidamente hacia el baño. Se levantó y fue hacia la puerta del baño.

- Mi amor ¿Estás bien? - Preguntó, pero Rosé no respondía, pues al parecer estaba vomitando. - Rosie. - Un par de minutos después, Rosé salió del baño

- Estoy bien, no te preocupes

- ¿De verdad? Si quieres puedo llamar al doctor para que venga y te revise

- No, no es necesario, seguramente algo me cayó mal en el estómago, o tal vez sea la emoción de estar nuevamente contigo. - Fue hacia la mayor y la abrazó fuertemente, un par de lágrimas salían de sus ojos. - Tal vez sea eso. - Pero no, Rosé sabía perfectamente lo que estaba pasando, pues esta no era la primera vez que tenía estos malestares. - Te amo Jisoo

- Yo también te amo, demasiado, ¿Por qué estás así? ¿Qué tienes? - Preguntó retirando con sus pulgares lágrimas que recorrían el rostro de la rubia

- Sólamente me siento muy feliz de estar otra vez contigo

***

- Hola Seulgi. - Saludó Rosé

- Hola Rosie ¿Cómo estás? - Preguntó

- Bien, pase por favor. - Entró. - Ya tengo lista la comida

- Gracias por invitarme, la verdad extrañaba esto. - Se sentó en la mesa mientras Rosé servía la comida. - ¿Dónde está mi nieta?

- Está en el jardín jugando, Jiyeon la está cuidando, desde que ya se enseñó a caminar nadie la para. - Dijo ésto riendo

- Rosé ¿Estás bien? - Seulgi se levantó rápidamente al ver que Rosé estaba por desmayarse. - ¿Qué te pasa?

- No es nada, estoy bien. - Se sentó sobre la silla

- ¿Segura que estás bien? - Rosé comenzó a llorar. - ¿Qué pasa Rosé? Dime por favor ¿Qué sucede? - Preguntaba preocupada

- Estoy embarazada, y es obvio que el bebé que espero no es de Jisoo, es de Lisa

- Ay Dios mío no puede ser. - Se sorprendió

- Me hice la prueba hoy, y dió positiva. - Seulgi la abrazó fuertemente. - Lisa abusó de mí en múltiples ocasiones, el tratamiento que yo llevaba solo duraba unos meses, Lisa nunca se cuidó y sucedió esto

- ¿Qué piensas hacer?

- No lo sé, tengo que pensar

- Y tienes que hablar con mi hija, estoy segura que sea cual sea la decisión que tomes, ella te apoyará, no tengas miedo

***

- Hola mi amor. - Dijo Jisoo entrando a la habitación. - ¿Ya estás lista? Recuerda que prometí llevarte a cenar a tu restaurante favorito

- Jisoo tengo que hablar contigo. - Jisoo se acercó a Rosé y se sentó a su lado

- Dime ¿Qué pasa mi amor? - Preguntó

- Yo te mentí cuando me preguntaste si Lisa me había hecho daño, no te dije toda la verdad

- ¿Qué más sucedió? - Dijo preocupada

- Jisoo, estoy embarazada, estoy esperando un hijo de Lisa. - Habló con la voz entrecortada. - Ella abusó de mí varias veces, el tratamiento que estaba usando terminó, no podía salir a ningún lado, Lisa no me lo permitía, ella no se cuidaba y yo no podía conseguir algún método por obvias razones. - Comenzó a llorar. - Perdóname Jisoo, te juro que yo no quería, te lo juro

- Tranquila mi amor. - Jisoo la abrazó. - No tienes porque decir eso, yo sé perfectamente que Lisa te obligaba a hacerlo, te tenía amenazada. - La acariciaba para tranquilizarla. - ¿Qué piensas hacer?

- Es mi hijo, muy independientemente de quien sea su otra madre, también es mío. - La miró a los ojos. - Pensé demasiado, se a lo que me arriesgo al decirte esto, pero lo quiero tener, se que puedo perderte, pero es mi hijo