Epílogo
Cinco años después
Denise
Sonrío al cielo y disfruto del aire moviendo mi cabello castaño ahora mucho más largo. Diviso las nubes y mi sonrisa se hace mucho más grande cuando se me pasa por la mente la sola idea de que pueda llover. Pero más se me hace divertida la idea de que mi marido no soporte la lluvia.
Aunque con los años se ha hecho menos irritable. ¿Me pregunto por qué?
Ha sido un largo tiempo desde que estuvimos en Londres. Siempre me pareció caótica la vida de la ciudad londinense, y nunca me esperé por primera vez extrañarla.
Luego de nuestra boda, la pareja Luisse nos regaló una boda de miel por los campos de Suiza. Un cuento de hadas junto al hombre que amo, un recuerdo clavado en mi piel que me permitió ver que la vida si podía seguir haciéndome feliz. Un lugar en donde me replanteé muchas cosas con respecto al futuro que quería junto a Kevin.
Durante los exámenes no me tomé mi tiempo de llenar las boletas de las carreras universitarias. Pude haber dicho que tenía mucho en que pensar, que me estaba concentrando en primer lugar en los exámenes... pero la verdad era que no sabía que hacer. Hasta que fuimos a nuestra luna de miel.
Llegamos a un pueblo en las montañas que me recodó mucho a Castell Combe, y entramos en un restaurante en que los mismos comensales hacían su propia comida. Fue algo completamente diferente y nuevo lo que experimenté mientras cocinaba, como si estuviera haciendo mi propio arte, uno con mis propias manos.
Luego de eso, no fue difícil pedir una beca en una universidad gracias mis notas, específicamente en Nueva York.
Sí.
Fue una larga conversación esa noche los dos buscando el futuro que queríamos juntos. Tenía miedo en verdad, odiaba la simple ida de obligar a Kevin. Pero el muy descarado me miró a los ojos con malicia para luego hablar.
"Voy al infierno contigo si ha de ser así mi pequeña"
Cuando llegamos con la noticia de que nos mudamos a América, nadie se lo podía creer, mucho menos mi padre. Pero era un paso que debíamos dar juntos. Cuando llegamos, adaptarnos a la dinámica de Nueva York era un poco más complicado de lo que habíamos esperado, pero no fue tan difícil.
Conseguimos mudarnos a un sencillo departamento cerca del campus mientras Kevin consiguió un trabajo en una biblioteca, cosa que empeoró mis temores de haberlo obligado a hacer algo que él no quería.
Aunque mi marido me detalló con mucha claridad que no estaba obligado. Además... digamos que hizo más que hablar durante la noche.
Vivir ahí fue una aventura, conocimos personas magnificas. Comencé a trabajar como asistente de cocina en un restaurante en donde hicimos más amigos, pero luego de cinco años decidimos que era momento de volver a nuestro hogar.
---Hola Julia, han sido muchos años, disculpa la tardanza---veo el nombre en la figura de mármol y aunque la nostalgia le hace compañía a la tristeza, ya no duele tanto, no mucho como antes.
En ocasiones siento culpa, en ocasiones me sigo preguntando que hubiera pasado si esa noche mi atacante me hubiera llevado un poco más rápido, ella seguiría con vida, ella seguiría dando sonrisas.
Aunque... ¿estaría yo viva? Quien sabe, y tal vez eso fue lo que le pasó por la mente a Julia esa noche. Fue un instinto más fuerte que ella, uno que sobrepasa su propia sobrevivencia, uno que ahora puedo entender. Pero aun así no quiero estar triste, no cuando muchos recuerdos han llegado a mi, no cuando hay momentos en que siento la calidez aun cuando el frío me rodea.
---¿Sabes una cosa? He tenido sueños, he recordado mucho de cuando estuve en el hospital---tomo asiento junto a la lápida y mi sonrisa no desaparee mientras miro lo que mis dedos sostienen---Sé que fuiste tú, quien me sacó de la pesadilla... sé que estás ahí Julia---siento una ligera calidez en mi pecho mientras hablo---te extraño, pero sé que habrán mucho años antes de que no volvamos a ver, hasta entonces voy a ser feliz, te lo prometo---me pongo en pie, pero antes de eso, dejo la foto bajo el jarrón de flores para que no salga volando---no le digas a nadie que eres la primera en saberlo.
Me alejo con mi pecho hinchado de una alegría dulce que me recorre completo, y no solo por haber regresado a casa. La Denise que se montó en ese avión es la misma que ahora mismo sale del cementerio, es la misma chica de seguro. Solo hay una ligera diferencia, pero sigo siendo la misma, y me alegro.
Me alegro que a pesar de los recuerdos amargos que hubieron en mi vida, pude resurgir de las heridas que creía podridas. Construir mi propio camino, uno hecho por las decisiones que tomo y no por miedo a mi misma.
Se siente tan bien ser libre y solo dejarse caer.
Se siente tan bien estar segura de los cimiento por donde camino. Saber que lo haré caminando a su lado.
Lo veo apoyado en el auto con su teléfono en la mano y solo puedo caminar más rápido ansiosa por sus brazos, como si hubiéramos estado lejos por meses. Cuando sus ojos negros se encuentran con los míos siento que el mundo solo tiene sentido porque él está en el.
Me siento segura cuando me rodea con sus brazos y cierro mis ojos sintiendo su calidez---¿La saludaste de mi parte?---pregunta luego de darle un beso a mi cabeza.
---Tal vez un poco, me imagino que hubiera sido una sorpresa si ella se enteraba de nuestra relación---me alejo solo para mirarlo, y él me da un guiño divertido.
---No creo que tanto---lo miro confundida y siento como sus abrazos se afianzan con más fuerza en mi cintura--era una mujer inteligente, creo que veía más que lo demás.
---Eso me dijo una vez---murmuro con sorpresa y él solo se echa a reír.
---Además, le caía bien.
Le doy una mueca casi ofendida y su risa se hace mayor---No te hagas mucho, porque eso no hubiera evitado que te hubiera amenazado de muerte.
---Eso si lo digo con certeza.
Amos reímos con fuerza cuando decidimos que es momento de irnos y subimos al auto. Me coloco el cinturón y emprendo el camino teniendo muy claro de adonde me dirijo.
Verme manejando con tanta facilidad puede parecer casi una fantasía si nos remontamos a hace cuatro años.
Solo había pasado un año de nuestra llegada a Nueva York y quise dar un paso más necesario, el de aprender a manejar. Todo iba bien, Kevin y yo nos tomamos el fin de semana solo para esa simple tarea.
Hasta que tomé el timón...
Sentí como el mundo se oscurecía a mi alrededor y solo quería tragarme. No escuchaba nada, todo se desvaneció y mi pecho dolió ante esos recuerdos del vacío. Los recuerdos malditos de esa noche se agruparon con crueldad.
Golpes...
Gritos...
El acantilado...
Fuego...
El temor de morir...
Cuando desperté estaba en el hospital con Kevin a mi lado. Resulta que había tenido un ataque de pánico por el trauma del accidente. Lloré de impotencia y de rabia, pero con la determinación de que no iba a dejar que algo como eso se interpusiera en mi camino. Decidí ir a terapia y no mucho después empecé a montarme en al auto.
Fue difícil, la sola idea de acercarme a la puerta, aun en la del copiloto me robaba la respiración y comenzaba a hiperventilar. Pero nunca estuve sola... Kevin se quedó en cada paso que daba, incluso cuando las pesadillas llegaron burlándose de mi seguridad.
Pero ya no era la misma Denise... ya no me iba a derrumbar con tanta facilidad. Por eso luché contra todo, en las terapias, montándome en el carro solo para quedarme ahí unos minutos. No fue un año fácil, pero salí, pero lo logré. Y lloré cuando manejé solo diez metros sin gritar del terror.
Lloré de alegría...
Lloré porque derroté nuevamente a mis demonios.
Siento una risa a mi lado y veo a mi esposo mirando su teléfono---Kiara dice que si nos demoramos más vamos a tener muchos problemas.
---Digo que fue tu culpa.
No me hace falta voltearme para saber la cara que tiene ahora mismo---Nunca pensé que la traición de mi esposa dolería tanto como un puñal sangrante en el pecho.
Exploto en carcajadas por lo dramático que es y segundos después él también se une a mi. Conduzco por las calles familiares y con una sonrisa me detengo confundiendo a mi esposo, hasta que mira por la ventana en donde me había detenido. Su sonrisa compite con la mía cuando mira la entrada de la escuela en la que hace seis años nos conocimos.
---¿Te trae recuerdos profesor?
---Ya sabía yo desde el principio eras una mala alumna.
---¿Me va a castigar?---agradezco mentalmente el hecho de ponerme pantalones en vez de una falda cuando siento su mano caminar por muslo hacia un camino peligroso.
---Tal vez, pero podemos divertirnos con algunos de tus nuevos jugueticos.
Casi se me escapa un gemido cuando recuerdo la noche antes de venir a Londres. Una de mis compañeras de escuela me hizo un regalo de graduación... un poco caliente por decirlo así. Me regaló un juego completo de disfraces de lencería de animales, junto con una caja de juguetes sexuales. Tanto yo como mi marido nos quedamos con la boca abierta. Pero luego supe que fue un regalo de todas las chicas de mi salón.
"Para que se despidan bien de Nueva York"
Es mejor no detallar lo que ocurrió después... digamos que Kevin se divirtió, aunque yo no lo pasé mal tampoco.
Pero tampoco viene mal una venganza.
Me siento mejor ignorándolo en el momento en que me iba a besar---Tenemos que irnos, Kiara nos va a matar.
Siento su mirada mientras voy manejando y me abstengo de reír, así que solo disimulo mordiéndome el labio. Pero aun así no puedo evitar escuchar como murmura algunas maldiciones en francés que solo me hace reír más alto.
Minutos después, me detengo frente a la que por primera vez se convirtió en un verdadero hogar para mí. Subir las escaleras hasta la puerta me recuerda a esa noche en que Kiara me encontró en el parque.
¿Qué hubiera pasado si ella no llegaba?
¿Esperaría toda la noche que "alguien" llegara a salvarme?
Las preguntas del pasado son inútiles en este momento, si sucedió de esa forma es porque así tenía ser y no hay más que ver.
Recibo el abrazo emocionado de las mujeres Luisse mientras Kevin murmura "ofendido" como su propia familia lo ignora. Saludo a mis sobrinos con una enorme emoción para luego ir a ver a mi padre.
A pesar de la lejanía no había un día en que no hablara con él. me contaba cada cosa que hacía como si fuera un amigo más, y eso alivió mucho mi pecho. En especial, cuando fue a Nueva York solo para hablar conmigo de algo. Recuerdo ese día, nunca había visto a mi padre tan nervioso, como si fuera... un adolescente.
Hizo un viaje entero, solo para contarme que había conocido a una persona en la empresa. Aun se estaban conociendo y tenían mucho en común, ella también tenía un hijo y era viuda desde hace diez años. Quería saber que me parecía.
¿Yo? Me quedé en blanco intentando analizar la información sin notar como el tiempo ponía mucho más nervioso a mi padre. Pero de repente exploté en carcajadas por lo ridícula que era la situación. Mi marido me llamó cruel por hacer eso, pero lo ignoré cuando le tomé las manos a mi padre.
"Mientras tú seas feliz, todo deja de importar papá"
Quiero ver que cara pondrá cuando sepa la noticia. Me acerco a mi hermano y a mi cuñada Tzuyu. Al final luego de graduarse de medicina fue cuando se casaron.
Mientras cenamos miro a toda mi familia y sin que nadie lo note muevo mi mano a mi vientre.
"Ya estoy lista Julia, es el momento"
Me pongo en pie y es cuando llamo la atención de todos haciendo que dejen de hablar. Juego con mis dedos disimulando todos los nervios que me recorren en este momento.
---Gracias a todos por la bienvenida y por esta familia que no solo me ha dado un hogar, sino que también fue una demostración de que el amor puro si existe---Quiero agradecerle a mi marido por darme alas y armas para luchar, por amarme y enseñarme a hacerlo---mi sonrisa se hace mayor cuando sé lo que estoy a punto de decir y por lo que estudié tanto. Miro esos ojos negros que tanto amo y respiro con nervios antes de hablar---Nous avons vécu depuis le debut en nous aimant comme si ce n'était que notre erreur, maintenant trois d'entre nous vivrons notre erreur parfaite en tant que famille qui s'agrandit (Hemos vivido desde el principio amándonos como si solo fuera nuestro error, ahora tres viviremos nuestro perfecto error como una familia que crece)
"Je suis encuinte Kévin" (Estoy embarazada Kevin)
Y este oficialmente es el final de Kevin y Denise...
aunque será solo el que ustedes leerán, porque esta historia de amor prohibida seguirá tan ardiente y presente como desde el primer momento. un bello final para nuestro bellos protagonistas.
me pone sentimental debo de admitir, ellos siempre estaban presentes a la hora de escribir, siempre había algo que agregar a su historia, pero ahora llegó hasta aquí. Y yo también amé con ellos, lloré con ellos y aprendí.
Pero por sobre todas las cosas quiero agradecer a esos lectores que estuvieron ahí desde el principio dándole mucho amor y apoyo a la novela. ustedes fueron un impulso para seguir creando y lo siguen siendo.
por ahora nos despedimos de esta hermosa familia.
¿Quieren un extra más?
no olviden que los quiero mucho
y recuerden...
"No importa que los demás digan que tu amor es un error, si es así, ama de la forma más incorrecta que hay"
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro