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Capitulo 23.

Ana: Llevamos horas buscando alguna señal, no hay nada, si algo le pasó no lo voy a soportar -Se talló los ojos llorosos y suspiró-

Punzi: Cálmate, apuesto a que está bien -Tomó el hombro de la castaña-

Jack: Ana ya no podemos continuar, todos están cansados y se acaba la comida, debemos regresar

Ana:... Pero -Punzi la interrumpió-

Punzi: Tienen que ver eso... -Señaló el horizonte-

Ana: Qué? -Volteó a sus espaldas, estaban sobre un gran risco desde el que podía verse el amanecer, al horizonte se divisó una gran neblina brillante que se acercaba con velocidad a ellos-

Kristoff: Formación de defensa! Ahora! -Todos tomaron sus escudos y se arrodillaron al piso protegiendose con ellos, no sabían lo que venía, pero sí que era fuerte y podía hacerles daño.

La niebla llegó, y no era eso, sino muchos copos de nieve que viajaban como una pequeña tormenta de nieve, vaya que era fuerte, pero pronto siguió su camino-

Kristoff: Están todos bien!?

Jack: Qué rayos fue eso?

Ana: El océano está descongelado

Jack: Qué? -Se acercó hacia ella, mirando el océano bajo el risco, estaba descongelado-

Punzi: Ana... -La castaña de nuevo miró a su amiga que miraba algo que estaba entre toda la tropa de búsqueda, Ana fue hacía allá mientras todos le abrían paso-

Ana: -Soltó la respiración aliviada-

Jack: Es Elsa

-Una estatua de la platinada estaba en medio de todos, tenía las manos arriba, los ojos cerrados y una sonrisa en el rostro, parecía celebrar algo-

Punzi: Ésto debe significar que ella está bien, ¿No es así? Ella está a salvo!

Jack: Solo hay una forma de averiguarlo! Vámonos!

-Todos comenzaron a preparar sus cosas, montaron sus dragones y volvieron camino a Arendell a toda prisa-

En Arendell:

-Tocaron la puerta de la habitación de Elsa, ella corrió para abrirla-

Elsa: Ana?...

Mérida: Estás aquí? Desde que llegué no he visto a casi nadie de la guardias real ni a los chicos, qué es lo que ocurre? Me fuí tres días a Drumbrog y cuando regreso ocurre un extravió masivo de personas

Elsa: Oh, Mérida, creí que eras Ana -Dio unos pasos atrás para invitarla a pasar a su habitación- Ven, te cuento lo que pasó

Mérida: Qué pasó?

Elsa: Amm.... Volví a escaparme y por desgracia unos hombres me apresaron...

Mérida: Qué!? Quién!? Por qué!?

Elsa: No lo sé, su líder era un hombre alto y delgado, no pude ver su rostro, amenazó con hacerle daño a Daylight si no contestaba sus preguntas

Mérida: Y qué tipo de preguntas te hizo?

Elsa: Am... Preguntas extrañas sobre cosas mágicas, no lo recuerdo bien, yo me sentía muy mal estaba asustada, no sé como escapé

Mérida: Y donde están todos?

Elsa: Buscándome

Mérida: Si descongelaste el océano tal vez sepan que estás de vuelta

Elsa: Eso espero

Mérida: Elsa, qué es eso en tu brazo? -Miró las pequeñas manchas de sangre que atravesaban el vendaje-

Elsa: Qué? Ah... No es nada es..

Mérida: Te lastimaron?

Elsa: No es nada grave, sí, con una flecha, pero ya lo arreglé

Mérida: Elsa... Si escapaste tal vez te están buscando -La miró preocupada-

Elsa: Mérida lo tengo bajo control

Mérida: Hay que cambiar el vendaje, ven conmigo

Un rato después:

Mérida: Seguro eran cazadores, pero no entiendo el porque capturarte a ti

Elsa: Tal vez eran cazadores de personas mágicas

Mérida: Eso es mucho peor

-Al lugar llegó una sirvienta-

XX: Disculpen la interrupción, esperaba que pudieran supervisar la entrega a la bodega, no hay nadie que lo haga

Mérida: -Miró a Elsa- Tranquila, yo me encargo, ve a descansar y no muevas tanto ese brazo, okey?

-Elsa asintió con la cabeza, Mérida sonrió y se fue, mientras Elsa dio media vuelta hacia su habitación...

Pasó frente un gran balcón que tenía ambas puertas abiertas, por él entraba una brisa fresca que ella inhaló hondo mientras sonreía, ese aire fresco le encantaba, antes de irse algo llamó su atención, incluso le sacó un pequeño susto, era un canto a la distancia, aquél que ella había escuchado en la biblioteca de Drumbrog-

Elsa: Quién eres tú?... -Volvió a escucharlo, la platinada a toda prisa salió al jardín real del castillo- Hola?... -Preguntó esperando alguna respuesta, no la resivió, el canto pidió que ella fuera al gran jardín, ¿Para qué? ¿Tenía algo que mostrarle? La ojiazul siguió su camino, buscando con la mirada algo en especial, aunque no sabía lo que era... Después de unos minutos pisando hojas secas sintió bajo sus pies una roca, agachó la mirada, era un cristal, se agachó para levantarlo, tenía un símbolo que ella conocía perfectamente, el símbolo del elemento natural de la tierra.
Pronto levantó la mirada, tal vez podría encontrar algo más-

-Había otro de esos cristales, brillaba a la distancia, ella observó de nuevo el que tenía en la mano, éste también brillaba, ¿Se trataba de unas piedras mágicas? Fue por la siguiente, estaba sobre la rama se un árbol, ésta tenía el símbolo del aire, se le ocurrió que tal vez la que tenía el símbolo del agua estaba dentro del estanque así que fue hacía allá- Y qué son estás cosas? -Se preguntó mientras metía la mano al agua y sacaba la tercera, hacía falta una, apuesto que la del símbolo del fuego, entonces recordó el reloj del sol en el jardín, ahí estaba la cuarta, señalando la hora número 5.

La platinada tomo las cuatro piedras, se arrodilló al piso y las puso en orden frente a ella-

Elsa: Agua, Aire, Fuego y Tierra... Los 4 elementos de la naturaleza... -Después de unos segundos en silencio escuchó el chapoteo del agua, volteó a sus espaldas encontrando un gran caballo brillante sobre el estanque- Un Nokk....

-Lo miró asombrada, esa extraña criatura la miraba fijamente, sin aviso, la tierra bajo ella se movió y la hizo levantarse de golpe, casi cae de frente, cerró los ojos y puso las manos frente a su rostro esperando caer, pero no lo hizo, el viento la estuvo dejándola suevemente sobre la tierra-

Mérida: Elsa!

-La platinada se sacudió y volteó a todas partes para buscar a su amiga-

Méridana: Elsa! Ahí estás

Elsa: Mérida, no vas a creer lo que me acaba de pasar es

Mérida: Todos llegaron, tienen que verte! -La tomó del brazo sin dejarla hablar y la llevó a la entrada del castillo donde recién llegaban sus amigos- 

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