—Bienvenida a tu nuevo hogar.

—Este apartamento me hace sentir como una mujer millonaria.

—Te falta un buen hombre que se vea caro.

—No por favor, no más hombres por el momento.

Jul solo le sonrió levemente, aún era reciente pero no faltaría mucho para que la ojo alegre de su amiga volviera.

—¿Ya arreglaste lo de tu trabajo?

—Si...tengo está semana para terminar el pedido, tuve suerte de que mi agenda coincidiera con el señor Min.

—Ese hombre....lastima que está casado.

—Y tu igual.

—Lo decía por tí, no puedes negarlo, es un hombre muy atractivo, con su piel blanca , sus ojos profundos, y esos labios rosados...ese cuerpo tan musculoso...

—Limpiate la baba.

—Que difícil sería para mí si yo tuviera que trabajar con él.

—Si, teniendo en cuenta que Kang sufriría más por tí.

—...vamos no lo digo en serio, solo...es un hombre peligroso.

—Lo se pero me da risa como tú mente se pone a imaginar tantos escenarios con solo mencionarlo.

—Es que...mi debilidad es la hombría...mi bebé es tan tierno que me  da diabetes, y no es contra la ley tener un crush con alguien más, es como un celebrity crush.

—Espero que lo mantengas así, Kang no se merece pasar por lo mismo que yo.

—Claro que, se que juego mucho con eso pero Kang ha sido y será siempre mi primera y única opción, fue él único que me miró por quien era y no por qué tan buena estaba. Mi amor siempre será para él.

—Me alegra que se hayan encontrado...

—Y así te pasará a tí, ya llegará alguien que te mire y diga, wow...esa es la mujer que quiero para mí, después saldrán , se amaran, se casaran y por último me darás sobrinos.

—Ah no, eso sí que no, tu debes tener hijos primero.

—No puedo, no tenemos la estabilidad económica que tú tienes.

—Yo te pago si quieres pero...

Un estrepitoso sonido las hizo guardar silencio, Taek miro a Jul sin saber que hacer.

—No puede ser...no ahora.

—¿Que pasa?

Su pregunta quedó atrás cuando la música se escuchó, Taek solo entrecerró sus ojos sabiendo que significaba eso.

—Dijiste que te encargarias. Corre ve.

—¿No quieres ir a mi casa....

—No, debo trabajar y solo lo puedo hacer aquí...corre ve a callar al vecino.

—Taek...bien ya vuelvo.

Con eso Jul salió y ella se acercó para observar por el mirador.

Ella tocaba en repetidas ocasiones hasta que la puerta fue abierta, un hombre enorme con ropa negra y el cabello algo largo salió.

Este la miró y solo suspiro, ya sabía a que iba y sin responder nada volvió a entrar a su hogar.