–Luego de toda esta mierda nos vamos por unas cervezas.

–Ten más respeto, eh.

Le dice Jimin a Yoonji, abrazando a su novio con un adorable puchero.

Era San Valentín, le gustaría demasiado esa fecha si tuviera pareja, si su hermano le dejaba de echar en cara lo soltera que estaba al besar a su amigo, último pero no menos importante, si no tuviera que ser domingo e ir al trabajo. Como aborrecía a ese hombre.

Mientras tanto, Taehyung terminaba de inflar los globos en forma de corazón con el helio para poderlos amarrar en cualquier lugar del jardín.

–Ey Kim, ¿te parece la idea?

El nombrado parpadeó repetidas veces, no había escuchado claramente de lo que conversaban. Era el día el que más se sentía melancólico, siendo primer año en el que su padre no estaría y le hiciera sonreír por compartir muchas anécdotas.

Él decía que cada catorce de febrero, no solo debería celebrarse con amigos o con la pareja si en caso tenía, también debería ser momento para recordar cuanto se amaba la familia. Se sintió tan desorientado al apenas despertar, porque no recibió un energético "buenos días", solamente silencio, un maldito silencio.

Quedó tan perdido entre el hilo amarrado en el globo y la chica.

–¿Estás bien?

–Y-yo...si.

–Bien – soltó no tan segura de ello – Proponía ir a tomar, no importa si te niegas.

Sus ojos viajaron a aquella pareja, más en Yoongi que le arreglaba los cabellos a su chico. Su respiración se estaba volviendo irregular, teniendo un fugaz recuerdo; su padre acariciando su cabeza luego de caerse accidentalmente.

Tal vez esa salida le ayudará en no tener pensamientos más allá de la cordura.

Asintió, volviendo a mirarla – Me encantaría.

–¡Es perfecto!

–¿Qué es perfecto?

Mordió sus mejillas, seguido se situó al lado del castaño, cruzando sus brazos y analizandolo de manera rápida, dándose cuenta de las bolsas que traía consigo.

De pronto, Min y Park tuvieron que salir de su agradable burbuja.

El señor Kang, yacía entregando cada bolsa a su respectivo dueño. Quedó con una, la cual la movió con una pequeña sonrisa. Pensaba que era una pena que Jeon no se encontrara y poder celebrar como se debe, así como hace unos dos o tres años atrás.

–Vaya, una estúpida taza blanca. Esto se suma a la colección de toallas, platos y cubiertos, ¿no es así hermanito?

–Oye no seas así, dale las gracias por lo menos.

Dijo sarcásticamente al abrir el suyo, dejando ver el mismo objeto.

–Por cierto – extendió su brazo donde mantenía la bolsa – Para que no diga que me olvido de él.

–¿Qué haría si estuviera aquí?

Entró en su actuación de supuesta interrogación, poniendo una mano en su mentón. Al tener la perfecta repuesta, chasqueó los dedos.

–Metaselo por su lindo culo.

Taehyung quedó sorprendido, más por el apoyo que le brindaban los dos restantes.

Al final decidió en irse, mandando lejos las ganas de responderle, pero no le serviría de nada al tener a una persona en específico en su campo de visión.

–¿Y a tí que te dio?

Su boca se abrió demasiado. El maldito le regaló un suéter. Si se encontraba enojada era por lo que decía a leguas y no iba a permitir eso, no quería tener que sufrir por otra pérdida, no de nuevo.

Tendría que deshacerse de ello y de los que vendrán en un futuro.

–Bueno, que conmovedora escena, me dieron ganas de llorar. Ya regresemos al trabajo para terminar antes e ir por esos tragos.

Le dio un suave golpe a cada uno en su espalda.

Volvió a la mesa para agarrar otro globo con la bomba de helio, dejando estirada la prenda, sintiéndose raro por recibir algo diferente a los demás.

Se encogió de hombros. Ahora ya quería con ansias ir a cualquier lugar con alcohol.