Jungkook hasta el día anterior se había sentido aliviado al no tener la presencia de Dak-Ho.

La razón de su aparente felicidad, para el castaño, era porque desde ese estúpido trato, su cabeza daba tantas vueltas en pensar lo que haría para no dejar que se le acercará sin parecer sospechoso en el proceso, fallando exitosamente, se sentía tan idiota por no tener estupendas ideas y al no tener a aquél imbécil, le daba una ventaja.

Claro que regresando a lo principal, ahora su humor no se encontraba para nada, ni con los comentarios graciosos de Yoonji sobre la pareja. Ni siquiera un baño con agua helada lo podría helar, porque sus cigarros tampoco lo calmaban. En serio necesitaba golpear algo o a alguien, y ese alguien, desgraciadamente había desaparecido minutos antes de poder observar la molestia del pelinegro.

–Oye Jeon, ¿qué ocurre?, no digas que nada, tu ceño fruncido habla por sí solo.

–Un dolor de cabeza, nada grave.

–Ah querido, te conozco tanto como yo misma, para saber que si lo fuera, ya hubieras maldecido a cada uno.

No estaba tan equivocada. Y es que Jungkook, como siempre de campeón, se había guardado ese asunto de lo que habló con el lavaplatos en la bodega, solo lo resumió en unos cuantos golpes y ya.

Además, se sentía algo incómodo, por no decir mucho.

¿Qué fue lo que sucedió?, Taehyung fue besado sin su consentimiento, en un simple ratito que fue, de nuevo por una maldita escalera. Él los observó desde una prudente lejanía, ninguno de sus músculos pareció acatar la indicación de avanzar, quizá porque era un cincuenta por ciento de seguir el trato tal como fue impuesto.

De tan solo pensarlo, negó repetidas veces y suspiró, confundiendo más a los presentes dentro del auto del castaño. Tanto se quedó entre sus pensamientos, que no sintió la mirada de ese chico sobre él, estando detenidos frente a un semáforo en rojo.

–¿Tú si sabes, Kim?

–Se supone que se pone así cuando hacemos algo que le disgusta, como ayudarle o discutir por asuntos personales.

En realidad, tenía un presentimiento de haber sido visto cuando le robaban su primer beso de una manera tan...tan brusca, sin delicadeza alguna.

–Bueno es lo menos que quiero en este momento, así que punto y final. ¿Quieren sándwich?, se me olvidó comerlo en el almuerzo.

Fue en ese preciso instante, como si la velocidad de cada uno se puso de acuerdo o sus cuerpos eran como algún imán y querían que sucediera. Puesto que ambos voltearon hacia atrás, con un espacio tan reducido, provocando que una parte de sus labios chocaran, sintiendo igualmente sus respiraciones.

Yoonji para ese entonces, abrió demasiado sus ojos y quería decir algo, solo que su boca no la dejaba. Yoongi parpadeaba más de lo debido. Jimin hacía las dos cosas.

El pelinegro y castaño, pensaban que los minutos pasaban y seguían sin separarse, ninguno cedía a volverse a su asiento. Pero cuando sucedió, el color del semáforo cambió, así como el ambiente entre todos.

Jungkook no creía ser capaz de verlo para disculparse por ese accidente, menos si todavía pensaba en lo delgados que era, no solamente eso, primera vez besando un chico, sin planearlo, pero lo fue.

Y Taehyung, bueno...