El castaño aparcó su auto, regulando la respiración y fregando sus ojos ya irritados, desde que había emprendido viaje del restaurante hacia la casa, la cual por dentro, no tenía tanta luz encendida y de alguna manera le servía que el gran foco en el poste de la acera, estuviera descompuesto.

Caminó tan lento en dirección a la puerta, así mismo sacó las llaves de su pantalón, y juraba que si se le caían, volvería a entrar en un gran llanto.

Entró, sintiendo demasiada solitaria la sala. Se puso a pensar en las posibilidades de que su madre ya se habría ido a dormir, o seguía haciendo pequeños trabajos, como lo era el lavar la ropa o limpiar la casa de algún vecino. Le gustaba que fuera lo primero, de estar descansando ya.

El repentino sonido en la cocina, lo volvió a la realidad por completo. Al llegar, observó a su hermanita, pidiendo la presencia de cualquier mayor, aunque la palabra que más prevalecía es "papá".

Se acercó a apagar la hornilla, que tenía una cacerola con algo de aceite, entonces entendió lo que había ocurrido.

–Taehyung oppa.

–Te hemos repetido muchas veces que no la ocuparas sin la supervisión de alguien – dice, mientras la dirige al fregadero al lavarle la quemadura con agua fría.

–Pero yo en verdad quería ayudar.

–Nos ayudas en relajarnos al saber que eres una excelente alumna.

–¿Y eso que tiene que ver con hacer la cena para mami y para ti?

Soltó una risa y revolvió sus cabellos, seguido la guió a una de las sillas, para explicarle el porqué debía de quedarse en su posición.

–Es bonito de tu parte que te preocupes de nosotros. A ver, ¿qué hubiera pasado si en mi lugar, mamá hubiera estado?

–¡Me diría que siguiera cocinado! – hizo un puchero al ver las expresiones de su hermano – Lloraría al verme llorando.

–¿Ves?. A ella le tranquiliza saber que eres feliz estudiando y cada vez aprendiendo algo nuevo.

–¡Por eso!, hoy aprendí a cómo hacer huevos revueltos, la profesora Park me enseñó

–Dejale eso a los grandes. Mientras, diviertete jugando, todavía no es tu momento de estrés.

La pequeña asintió, abrazándolo y dejando en claro que lo quería con su pijama que hacía juego con la suya, para que durmiera con ella, después de contarle un cuento.

Se sintió aliviado de pasar desapercibida su anterior actitud. Suspirando, sacó el overol totalmente cubierto de lodo, debido a que había tropezado en un charco, de su mochila, Lo colocó en la lavadora, dejaría que hiciera su trabajo y lo pondría en la secadora unos minutos más tarde.

Subiendo las escaleras, solo podía preguntarse: ¿Qué le pasaba a Jeon Jungkook?, ¿por qué debía comportarse como un inmaduro?, ¿qué le había hecho?.

En realidad, era muy confuso, quería terminar de entenderlo.