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Taehyung aplicaba delicadamente su crema preferida en su rostro, debido al pequeño retraso que tuvo al no atender su preciada alarma.
Se dió un vistazo en aquel espejo parpadeando sucesivamente para no volver a caer en aquel agujero, del cual pudo salir sin tener que preocupar a su madre y a su hermanita. Debía sonreír a pesar de que una promesa, no se estaba cumpliendo todavía.
Desde el día anterior se sintió tan fatal de decir una gran mentira, ellas no se merecían secretos, pero sabía que no era muy justo quitarle la felicidad con la que lo felicitaron, soltar noticias como esas, solo provocaría que cada quien sufriera por su lado, sin un plan para remediar las cosas. En realidad, fue un golpe muy duro que le hiciera ver que fue un plato de segunda mesa, ni siquiera lleva una semana y ya se encontraba bajo presión.
–¿Ahora qué?
Giró la cabeza a su lado izquierdo, encontrándose con Jungkook, ese chico que desde ya le era indiferente, dudaba que sus enojos le duraran la mitad del día, claro ejemplo de lo que está pasando
–Volver a casa – asintió con una sonrisa, al segundo cambió – Oh si, se nota que lloran a mares, yo también lo hago, es muy triste.
Dirigió sus ojos al interior de su casillero, por suerte muy alejado de el pelinegro. Volvió a pasar sus dedos por el mentón. Podría mal interpretarse, como el estarlo espiando con la excusa que hacía su rutina de máscaras faciales, cuando se tarde entre unos diez a quince minutos, entre recuerdos, pensamientos y palabras alentadoras.
–No me creeré su estúpido cuento, ¿si?...estoy muy ocupado en el trabajo y tu llamada hace que mi saldo se acabe y sea reprendido.
Estaban en su receso y ya debería regresar a la cafetería si no quería ser tratado mal.
–Les dije que no quería ser parte de eso...me vale una mierda si la dejo plantada, yo ni fui el que le pidió ser mi novia...
Suspiró, colocando bien cada producto en ese compartimiento de metal y seguido asegurarlo. A tener que cruzar a su lado iba, de no ser del tremendo golpe que ocasionó, todavía atendiendo a la llamada.
–¡Entonces hazlo!, ¡puedo dormir en la calle, no es tan malo después de todo!
Por otro lado, ese chico con unos nudillos maltratados, trataba de regular su respiración. Lo que soltó no era para nada verdadero, pero aún así se sentía miserable.
Tiró el aparato al suelo, saliéndose la batería de su espacio, la parte trasera también y cruzándose muchas grietas en la pantalla, tal vez así dejaban de joderle la maldita existencia. Se fue, sin darse cuenta de la lejana compañía, sin embargo, era un grandísimo alivio.
Tae se acuclilló, tomando delicadamente cada parte, cerciorándose que tenía por lo menos una solución. La idea formulada en su cabeza, sonaba descabellada; si lo necesitaba, le compraría una batería. Sin duda, nadie merecía sufrir.
–Oye aquí no, nos pueden ver.
–Yo quiero darte besitos, ¿es eso un delito?
¿A caso no eran Jimin y Yoongi?.
–Excusas, excusas y más excusas
Y parecía que el primero no se encontraba tan feliz, como su aura, que a simple vista lo puedes reconocer.
–No quiero ocasionarte problemas – el pálido acarició sus cabellos – No me lo perdonaría.
–Agh, ¿por qué eres tan lindo?
Pudo aliviarse de que no pusieron un pie cerca.
Ahora, tenía que darle una pequeña ayudita a aquél gruñón, en serio, su ceño fruncido le daba demasiado miedo y necesitaba aire limpio en su zona. Se le es increíble la cantidad de cigarros que ha consumido y que nadie se atreva a deshacerse de ellos.
Se encogió de hombros, tomando dirección hacia donde emanaba un delicioso aroma, mientras que del otro extremo, aprecía un desconcertado Jungkook por haber dejado a la suerte su teléfono, no se iba a estresar más teniendo que comprar uno nuevo. Gruñó al notar el suelo, tan limpio, seguramente lo llevaron a la basura creyendo que no servía, por parte era un alivio, así no tendría mensajes sin cesar de sus padres, esta vez iba cerciorarse en ocultar su nuevo número.
–¿Por qué huiste de esa forma? - Yoonji trataba de calmarse – Cortaste mal una rama, ahora tenemos que cubrir bien eso...¿Jeon?
–Lo sé, es que odio hacer malditas teteras.
¿Disfrazaba su dolor en comentarios tan estúpidos?, puede ser.
¿Qué tanto le provoca ser de esa manera?, luego se podrá saber.
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