8. Mascarada
"No hay fragilidad más grande que las que esconden las personas fuertes."
Habían pasado algunos días desde mi última cita con Dennis, recordaba que habíamos ido a un parque a pasar la tarde claro que luego de eso había estado informando sus mensajes, llamadas y hasta comentarios en mis redes ¿Había una explicación? No lo sabía, tal vez sí lo sabía pero no era algo que quisiera admitir ahora, no me lo podía permitir.
Estos últimos días había tenido más peleas con mi familia de lo normal, por un lado tenía los constantes reclamos de mi madre hacia mi, no dejaba de recalcar la clase de monstruo que era. "Eres fría Kimberly", "No tienes corazón", "Destruyes todo lo que tocas", "No eres capaz de sentir empatía por nadie.", "Nadie jamás va amarte así como eres, porque no eres digna de amor." Habían sido las últimas palabras que había escuchado de su parte, no había vuelto hablar con Emily, habíamos cruzado miradas algunas veces pero rápidamente nos evadimos la una a la otra.
De parte de mi padre también había tenido varios reclamos, no lo tenía muy feliz mi amistad con Dennis, y eso que no sabía hasta qué punto había llegado con el ojiazul, claro que cuando se enterara pondría el grito en el cielo. "Mereces más Kimberly." "Tienes que codearte con personas de nuestro nivel." "Mantén el orgullo de nuestro apellido, no me decepciones tú también." "Los sentimientos son solo para débiles, te hacen débiles y yo no te crié para que lo seas." Claro que se contradecía con todo lo que mi madre me había dicho, bueno de alguna forma lo hacía.
Con mis hermanos había tenido solo pequeños roces ya que no les agradaba la forma con la cual estaba tratando a Emily, era su madre y es obvio que estarían de su lado tampoco pedía que estuvieran del mío, no me interesaba sólo era estresante tener que lidiar con todo estas emociones. Odiaba estos días, cuando no me sentía yo, cuando me sentía sumamente pequeña y abrumada, realmente lo odiaba.
Me encontraba frente de mi mesa de maquillaje, mirando como todo se encontraba ordenado, odiaba el desorden. Mi mano pasó con fuerza por toda la mesa lanzando al suelo todo lo que estuviera sobre la madera blanca. Me senté en mi mesa de maquillaje, mirándome al espejo fijamente mientras algunas lágrimas comenzaban a recorrer mis mejillas, a veces llegaba a desconocer me. Mi reflejo no siempre me encantaba y hoy era uno de esos días, esos jodidos días dónde odiaba ser yo, dónde odiaba estar aquí.
-No llores más, no tiene sentido desperdiciar una lágrima y menos por ellos, vos...¿Vos enserio pensaste que él siente algo por ti? ¿Quién podría enamorarse de vos? ¿Pensaste que te quería? No... claramente no lo hace y jamás lo hará porque jamás podría llegar a querer a alguien como vos. Solo mírate eres ridícula, das pena. El es una persona buena y tú solo eres el mar personificado eres una idiota que abrió su corazón pensando que merecía cariño pero no es así, no mereces nada, mereces estar sola y sin nadie que te ame, mucho menos alguien como el jamás lo hara entiende eso de una jodida vez.- Me aleje rápidamente del espejo, no podía seguir viendo esa imagen tan repugnante, tan despreciable, esa imagen llena de vergüenza, tanta fragilidad en una sola imagen.
Me había enamorado de Dennis y ese sentimiento me estaba matando, porque en el fondo muy en el fondo sabía que Emily no estaba tan equivocada, no merecía tener en mi vida una luz tan brillante, la iba a pagar y consumir con tanta oscuridad que había en mi interior. Mi padre también tenía razón, los sentimientos eran debilidad, y me sentía así a veces, débil, como alguien pequeña pero a la vez me sentía protegida por él, segura, mimada, amada sobre todo.
Mi móvil sonó por sexta vez en lo que llevaba del día, mire este viendo un mensaje de Dennis como el resto no los abría sólo los leía del panel de notificaciones, aún no sabía si tendría el valor de dejarlo entrar, si valía la pena hacerlo.
"Dennis"
Sin dudas y creo que ni hace falta aclarar que me tienes loco por ti. Desde que te vi no pude ni puedo sacarte de mi mente. Eres una princesa hermosa y con un carácter sin igual. Me encanta poder compartir tiempo contigo.. y a veces más que eso😉. Espero poder estar ahí para ti a cada instante. Y ser quien te haga ver las estrellas siempre. Te quiero. Dennis.
Tenía muchos mensajes de ese estilo de su parte y me sentía fatal al no contestarle como debía, al estar evadiendo sus invitaciones pero ¿Realmente qué le podía decir? Oye la chica que te atrae es una persona sin corazón digna de amor. Recordé el día que nos conocimos por primera vez, le había dicho que el placer era suyo porque ego siempre pero en este preciso momento no me sentía de esa forma, el placer había sido completamente mío.
Apague apagar el móvil estar viendo varias notificaciones no me estaban ayudando en nada, tampoco quería seguir llorando esta parte mía era la que siempre enterraba, un lado que nadie jamás había visto, ni siquiera mi propia familia, ellos siempre veían la misma imagen mía y jamás los dejaría verme en un estado así, sabía que era idiota sentirme así porque no me beneficiaba en absolutamente nada todo lo contrario me perjudica.
Salí de mi cuarto para poder entrar a otro, puse el código de seguridad el cual abría la puerta y cerré está tras de mí. Todo brillaba cada diente, zafiro, esmeralda, rubí reflejaba con la luz artificial pero a su vez todo se sentía. Mi mano pasó por alguna de las coronas acariciando estás suavemente, podía sentir el frío realmente todo el conjunto podía ser algo valioso, encantador, maravilloso pero en este momento todo se sentía tan frío, solitario.
Recordaba que cuando era niña las usaba para jugar, me sentía como una princesa real con mis vestidos pomposos, zapatos, maquillaje y claro una hermosa corona o tiara sobre mi cabeza me sentía invencible, intocable, poderosa, fuerte. La primera vez que me sentía vacía y triste tenía nueve y me había prometido a mi misma jamás sentirme de esa manera nuevamente, haría todo lo posible para evitarlo y si lo que necesitaba era enterrar mis emociones y sentimientos lo haría y si fue como sucedió.
Tome una de mis coronas y la coloque sobre mi cabeza mirándome en uno de los espejos, realmente patética la imagen que había frente a mi. Maquillaje corrido, lágrimas secas en mis mejillas, patético. Las lágrimas en mis ojos comenzaban a acumularse nuevamente, amenazando con salir nuevamente. -Ya basta Kimberly, no seas estúpida deja esas cosas escondidas. -Limpie mis lágrimas antes de deslizar mi cuerpo por una de las paredes rompiendo en llanto mientras quitaba la corona de mi cabeza.
Me sentía como si fuera una pequeña niña, como algo insignificante, alguien sin valor alguno. Odiaba este sentimiento porque no era yo, yo era aquella joven fuerte, despreocupada, que sabía lo hermosa que es y cuanto vale, no esta vista tan patética que estaba transmitiendo. La voz de María hizo que me sobresaltara, por suerte la puerta tenía seguro.
-Señorita Ivanok, quería saber si desea su almuerzo en su cuarto o va a comer junto con su madre y hermanos - No iba a dejar que nadie me viera en este estado, no iba a dejar que sintieran lástima por mi, mucho menos que pensaran que era débil, primero muerta que dejar que alguien me viera así.
-No tengo hambre, comeré más tarde cualquier cosa. - Murmuré manteniendo mi voz lo más neutral posible, esperando que no se rompiera como minutos atrás. Los pasos de María se alejaron de la puerta haciéndome saber que estaba sola nuevamente, y esa sensación sabía que estaría conmigo toda mi vida, porque no era digna de amor.
Estar en este cuarto por más raro que pareciera no me estaba haciendo sentir mejor, sino sucedía todo lo contrario. Levante la corona que estaba en el suelo dejándola en su lugar para poder salir de allí lo más rápido posible. Volví a mi habitación donde cerré la puerta con seguro, necesitaba un baño eso seguramente me haría sentir mejor. Tome mis cosas para ingresar a mi tina la cual se estaba llenando con el agua y burbujas de las esferas de jabón. Cerré el grifo y me quité la ropa dejándola en el suelo para así comenzar a meterme a la tina sintiendo el agua relajar algunos músculos de mi cuerpo.
Mi cuerpo se había relajado a tal nivel que se comenzó a sumergir cada vez más bajo el agua hasta que mi propio rostro había quedado bajo este pero salí rápidamente pasando mis manos por este para intentar quitar el agua y algún que otro rastro de espuma que había en el mismo. Mi baño continuó con normalidad, anímicamente me encontraba mucho mejor, es como si el agua se hubiese llevado cualquier situación o mal.
Al salir me puse mi bata para poder ir a cambiarme. Me sequé y me puse una camisa blanca con una falda negra y unos zapatos de tacón, me maquillo y sequé mi cabello para poder peinar este. Sabía que era momento de encender el móvil el cual comenzó a sonar debido a varios mensajes de Dennis y decidí contestarle.
"Kimberly"
Lo siento, no ha sido mi intención ignorante solo he tenido un mal día.
Tome un pequeño bolso negro guardando lo que consideraba necesario para mí salida de relajación. El celular no tardó mucho tiempo en volver a sonar y como lo supuse era una respuesta de Dennis.
"Dennis"
Hola princesa... Me alegra saber de ti y espero que estés mucho mejor a veces se vale sentirse mal, cualquier cosa estoy para ti Kim. ¿Necesitas que vaya contigo?
"Kimberly"
Gracias, estoy mejor. No hace falta pero enserio te agradezco mucho, hoy es un día algo raro. Me gustaría estar contigo pero no es buen momento, prometo que mañana nos veremos
"Dennis"
Esta bien princesa... Espero que todo mejore, nos vemos mañana espero recibir más besitos de tu parte.
Reí por aquellas palabras, no respondí más por qué sabía que sino iba a pedirle que viniera conmigo pero no era la mejor de las compañías en este preciso momento. Salí de mi cuarto, al llegar a la sala ví a mi madre con mis hermanos jugando a un juego de mesa ellos sí parecían una familia feliz.
-Vaya, miren que apareció si es mi Kimby ¿Estas bien? - Viktor se paró de dónde estaba para ir a darme un abrazo el cual esquivé rápidamente, no deseaba que nadie me tocará mucho menos fingir que todo estaba más que bien cuando no era así. -Uy, estamos ariscas no fuera el vampiro que seguro te dejas- Río tomando mi muñeca para guiarme hacia donde estaba el resto. -Vamos a jugar, estamos jugando Life.
-Cariño, dudo que tu hermana sepa lo que es formar una familia, no quiere compartir ni con la real de ella. De todas formas creo que debo irme- Mi madre se colocó de pie haciendo que yo rodará los ojos.
-No hace falta, ya me voy. No quiero molestar en su momento familiar se que la que sobra soy yo. Alina, Viktor, Emily- Asentí con mi cabeza levemente antes de irme para poder ir al garaje y escoger qué vehículo usar. Había optado por el Camaro amarillo, amaba este auto había sido un gran regalo de cumpleaños.
En el camino hacia el centro comercial mi teléfono no dejaba de sonar y los responsables eran mis hermanos, era más que claro que mi salida no les había agradado pero la situación con mi madre realmente no era la mejor y odiaba estar en un ambiente donde no me sentía bien, especialmente hoy.
Mi destino el día de hoy era Rodeo Drive, necesitaba ir algún spa o ir hacer compras, lo que sea que mantuviera mi mente ocupada y lejos de la triste realidad en la que estaba. Al llegar me estacione bajando comenzando a caminar con total tranquilidad, la cual claramente no duró mucho ya que el destino o Dios no les agradaba mucho, realmente me odiaban. Caminando hacia mí, vi a William con Samantha y alguno del grupo de sus amigos, por favor tragame tierra.
-Vaya, miren a quien nos hemos encontrado la pequeña Kimberly. Tan hermosa como siempre, lastima que no alcance a probarte pero cuando quieras- La voz de William estaba cargada de risas y claramente su única intención era fastidiar por suerte Samantha golpeó su brazo bastante furiosa, no entendía el porqué de esa acción pero lo había callado haciendo que el grupo de amigos riera.
-William, ya basta. Es un gusto de verte nuevamente Ivanok, no nos veíamos desde la fiesta de mi hermano, fue una lastima que se tuvieran que ir por la vergüenza de la novia de tu padre, ya veo que es de familia estar juntándose con pobres, de tus hermanos lo esperaba pero ¿Tu y tu padre? Que mal. - Sam parecía bastante divertida pero aun no entendía el porque me nombraba a mi.- Marcus te vio el otro dia besando a un fotógrafo, claro que nos dio curiosidad y por casualidad la pareja que contrató sus servicios eran primos de Aaron y vaya sorpresa está lejos de nuestro nivel quien diría que fueras tan facil pense que eso era de Alina. - Chasqueo su lengua riendo- Que mal que dejaras a William por alguien como él, pero mejor para mi al fin sale con alguien mejor.
Para este momento deseaba morir, no me daba pena Dennis claro que no era momento que se enteraran, especialmente que ellos supieran antes que mi familia. Sin contar que la forma de "burlarse" de mí me parecía ridículo, aunque debía admitir que si yo lo supiera también lo haría pero al tratarse de Dennis se me hacía intocable era mi excepción.- No sabía que mi vida les importara tanto para tener que estar investigando con quien estoy, pero vaya de todas formas no me sorprende no es noticia que tu Sam siempre has deseado ser como yo y tu William... bueno sabemos que estás loco por mi aun que no entiendo porque ustedes se rien - Dije señalando al grupo de cuatro chicos- Oh seguramente no se lo han contado pero deben estar ardidos por haberlos rechazados especial tu Aaron que me súplicas te que te diera una oportunidad aunque estaba comprometida con William, bueno tu tambien lo hiciste Christopher - Reí porque sabía que William les había prohibido hasta mirarme, nunca entendí porque había sido asi cuando ellos habían compartido otras mujeres.
-¿Qué hicieron qué idiotas?- William se giró hacia sus amigos, sus rostros cambiaron drásticamente y pasaron de estar riendo a sentir ¿miedo? ¿intimidación? no lo sabía pero ya no les parecía gracioso mi vida privada- ¿Cuándo fue eso Kimberly?- Me miro serio y simplemente me encogí de hombros- Por el amor de Dios cuando mierda sucedió eso Kimberly, si estas bromeando quiero que sepas que no me parece gracioso. Ya no me agrada la idea que me dejaras por un simple camarógrafo. - Definitivamente estaba molesto parecía que iba a explotar y lo notaba por la vena de su frente que iba a explotar.
-Primero conmigo no te enojes que tus amigos intentarán conquistarme no es culpa mía, soy hermosa y con ello no hay mucho por hacer- Reí mirándolo, Samantha no podía creer la reacción de su "novio"- Pues... A ver Aaron fue hace como seis meses, Christopher aproximadamente a esas fechas no fue mucha diferencia uno o dos meses antes, fue cuando fuimos a Moscú en vacaciones de invierno, Adam lo recuerdo bien porque sucedió el dia que nos aburrimos y nos fuimos en tu Jet hacia Acapulco y en el caso de Ezequiel fue hace ya unos cuantos años creo que aun no anunciaba nuestro compromiso no lo recuerdo bien- Me encogí de hombros diciendo todo con suma tranquilidad, lamento irme así pero mi hermoso rostro tiene una cita. Nos vemos- Les guiñe un ojo y deje al grupito discutiendo entre sí, no me interesaba sus problemas realmente solo quería distraerme y hasta ahora no sucedía aquello.
Fui hasta "Nuansa Spa" donde a este punto era cliente frecuente, solía venir cada que consideraba que mi piel necesitaba un tratamiento profundo y plena relajación. Al entrar encontré la situación menos relajante de mi vida, me coloque detrás de la joven que discutía con una de las empleadas esperando que no pasará mucho tiempo.
-Como le hemos informado, no brindamos atención sin turno previo - La encargada realmente no le prestó más atención a la joven disgustada.
-Pero he estado ahorrando hace tiempo para ello, por favor ha sido ahorros de muchos meses- Murmuró la joven prácticamente suplicando, pero ya me estaba cansando.
-Disculpe, puede sacar turno pero tenemos fechas disponibles para dentro de dos meses si le parece bien, nos encontramos con agenda llena. ¿Señorita usted tiene turno? ¿Cómo es su nombre?- Pregunto observando a mi a pesar que la joven seguía frente mio.
-No, mi nombre es Kimberly- Dije con tranquilidad, realmente en más de una ocasión había venido sin turno y jamás había tenido problema.
-Lo siento, sin turno no puedo ser atendida. Por favor ambas largo de aquí si desean un turno mi compañera las puede ayudar con ellos- Genial, debía ser una puta broma todo esto, que día tan estresante. En aquel momento llegó otra mujer preguntando que sucedía, por lo que decía era la supervisora del lugar.
-Su empleada no me quiere atender, lo cual se me hace una falta de respeto- Dije cruzándome de brazos realmente una falta de respeto.
-La joven tiene razón, la señorita no nos deja ingresar, llevo juntando hace mucho tiempo para esto ni siquiera es para mi mamá, quiero que sea regalo de cumpleaños- Dijo la joven casi rompiendo en llanto.
-Como le dijo la señorita sin turno no atendemos a nadie, somos un spa bastante exclusivo y no hacemos excepciones. Podría sacar un turno dependiendo nuestra disponibilidad- Finaliza está, haciendo que levante una ceja. En ese momento llegó el dueño a quien conocía ya, se acercó a nosotros preguntando que pasaba debido a que la joven delante mío lloraba.
-¿Qué pasa aquí? ¿Por qué tanto escándalo? Es una falta de respeto para nuestros clientes - Su voz era sería, estaba bastante enojado aún que era entendible todo un show.
-No nos quieren atender sin turno, he estado ahorrando por meses, tengo a mi mamá allí afuera esperando por favor...- Dijo mirando a Aidan quien negaba.
-Yo solo vine a relajarme y me he encontrado con esta pésima atención- Dije simplemente mirando al dueño.
-¿Como? Me parece una falta de respeto, ella es Kimberly Ivanok... No tiene porqué pasar por estas situaciones, por favor que pase y denle de regalo una hora de nuestros nuevos masajes. - Hablo con seriedad mirando a las jóvenes- Discúlpame querida, fue un error son nuevas y no saben quién eres. Por favor ve con ellas para comenzar tu tratamiento- Beso mis dos mejillas y una de sus trabajadoras me guió al interior, atrás mío comenzó a caminar la otra joven pero la detuvieron de inmediato.
-Disculpe señorita, usted no puede ingresar sin turno. Deberá reservar su lugar dependiendo de nuestra disponibilidad.- Aidan le explicaba mientras observábamos la situación.
-Pero ella ha llegado luego que yo y la han dejado ingresar- Dijo señalándome con enfado.
-Ella es ella, por favor no haga más escaldados tenemos derecho de ingreso. - Explicó sacándola del lugar hablando de quien sabía que.
Al final habían comenzado a hacerme mis tratamientos y mis masajes. Me sentía mucho más relajada a decir verdad, había estado tres horas y veinte en el spa, entre masajes, limpiada de rostro, aguas termales y otros tratamientos. Mire mi móvil viendo un mensaje de Dennis.
"Dennis"
Hola princesa, ¿Cómo sigues? Espero que todo esté bien. Hace bien a veces es bueno alejarse un poco pero no te alejes de mi preciosa. Eres mi pulguita.
Sonreí bobamente ante ese mensaje. Definitivamente haría todo lo posible para ser digna de él, necesitaba ser lo mejor posible para que esto fuera a funcionar si es que llegábamos a ese punto.
"Kimberly"
Hola, muchas gracias. Descuida mañana vamos a salir a algún lado. Aquí estaré y no soy ninguna pulguita.
Fui a algunas tiendas a comprar ropa, accesorios, bolsos y algunas otras cosas. Mis manos estaban repletas de bolsas Gucci, Prada, LV. Había estado todo el día fuera, no necesitaba volver temprano. Al hacerlo estaban mis hermanos con mi madre, ninguno tenía caras muy alegres.
-¿No podías atender el móvil? Te haces la ofendida y te das de lujo de no atender- Mi madre se acercó a mí muy seriamente.
-Estaba ocupada, nadie ha muerto por lo que no hay una emergencia con permiso - Dije tratando de pasar.
-Kimberly, no seas así. Me parece una falta de respeto que te fueras de la forma en la que te fuiste. No quiero que vuelvas hacer eso y aparte ¿Porque andas haciendo compras? Tienes demasiada ropa y encima hiciste todo un escándalo por querer donar ropa. Ya basta Kimberly es momento de que cambies y comiences a ser como tus hermanos, alguien digno y decente.
Rodé mis ojos antes de mirar a mis hermanos a ver si alguno decía algo con respecto a esta situación- Compró lo que quiero con mi dinero, sino te gusta allí tienes la puerta. Qué tú no me consideres alguien digna de amor o lo que sea no implica que sea así, soy inteligente, bonita, joven, millonaria, soy todo lo que cualquier persona quisiera que tú ya estés vieja, sola, amargada no es problema mía quiero descansar ahora. - Pase sin su permiso hacia mi cuarto en el cual me encerré para poder acomodar la ropa y luego me dediqué hacer mis trabajos de la universidad solo quería acabar y recibirme.
Me miré en el espejo y me lancé un beso, realmente estaba hermosa y sabía que valía más que toda mi colección de coronas. Desear ser alguien más era un desperdicio de la hermosa, talentosa, persona que era.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro