19. Cena Familiar
"A veces, en una familia no hay amor, pero sí hay lazos de sangre que los mantienen unidos. Aunque no se amen, siguen siendo una familia y se apoyan mutuamente en los momentos difíciles, porque al final del día, la familia es lo único que se tiene."
Mis días con Dennis habían vuelto a ser normales dentro de lo que era posible o de lo que se podía considerar como normal. Estaba algo nerviosa porque mis padres nos habían obligado a los tres a asistir a una cena en casa de mi madre lo cual estaba segura que no iba a salir del todo bien, nada podía salir bien con los cinco bajo un mismo techo, bueno seis si mi padre llevaba a Marisa.
— Princesa, vuelvo a preguntar ¿Estás seguras que deseas que vaya? Mira yo entiendo que es algo familiar y todo ese asunto, yo puedo apoyarte desde aquí y quedarme con Maya, ya me adora. — Lo ví con esas sonrisas de soberbia que estaban en su rostro cuando tenía algo de ego.
— Si, me invitaron y por ende te invitaron a ti también, mi padre ya apoya nuestra relación creo que es evidente que irás conmigo — me acerque e hice puntas de pie para poder besarlo.
Dennis siempre sacaba lo mejor de mi, no comprendí cómo funcionaba y todo ese asunto, pero con el cerca es como si mi subconsciente funcionará diferente a veces me desconocía pero me gustaba ser mejor persona para el, se meria alguien genial y a veces no me sentía del todo suficiente.
Nos encontramos tocando la puerta, esperando que alguien nos abriera a mi suerte fue mi padre lo que implicaba comenzar esta cena con el pie derecho.
—Mi niña, pero que preciosa estás. — Me abrazo con fuerza y luego me hizo dar una pequeña vuelta, sus ojos brillaban y a mí me hacía sentir el ser más especial del mundo.
— Joven Dennis, que bueno que nos pudo acompañar, que grata sorpresa a decir la verdad.
— Un gusto señor, Kimberly me invitó pero si mi presencia es algún tipo de molestia yo puedo retirarme.
—No, por alguna razón Kimberly se ve más feliz y no me gustaría comenzar una guerra con ella, se que saldría perdiendo ahora pasen faltaban solo ustedes.
Tomé a mi novio de la mano y lo guíe al interior de la casa de mi madre, él ya había venido cuando comenzamos a salir por lo que no era un terreno desconocido
-Pero si es kimby. Pero qué preciosa está mi hermana, eres fabulosa, cosita hermosa. — El afecto exagerado por parte de Viktor no tardaron en llegar lo cual era algo penoso teniendo en cuenta que Dennis soltó una pequeña risa, sabía que era más que nada por el apodo, sabía que yo lo odiaba.
— Oye a mí no me recibiste de esa forma, solo me dijiste "hola hermana" nótese el favoritismo en esta casa, la única que se alegra de verme es mamá.
Los comentarios de Alina no tardaron en llegar tampoco y un "Basta" por parte de mi madre tampoco, ignore todo aquello realmente no me apetecía estar con todo aquel circo.
Dennis me miró y una sonrisa pícara se apoderó de sus labios, sabía o más bien tenía algunas ideas sobre qué ideas estaban pasando por su cabeza, no era sorpresa lo que él pensaba de mi familia, no lo culpaba.
Mi padre puso a un fin en la pequeña discusión de mis hermanos y ambos se callaron, no tanto por respeto pero si para no traer más dramas especialmente porque mi madre comenzaba con sus "jaquecas"
— Quiero hacer una pregunta ¿A qué se debe todo esto? No es normal una cena "familiar" — la última palabra salió de mis labios bastante re marcada, no éramos una familia tradicional, mucho menos unida para tener estás cenas.
— Solo quería saber cómo estaban mis hijos,y como estaban sus vidas.
Íbamos a quejarnos los tres, acción que era evidente por nuestras expresiones sino fuera que la puerta sonó y Alina corrió abrir esta, nos dejó a todos sorprendidos al ver a su novio Vincent. No lo había visto hacía tiempo y no estaba segura que Vik lo conociera aún.
Se acercó a nosotros con una botella de vino, y saludó formalmente a todos con un saludo general. Mi padre miró a mi hermana pero solo hizo que su pareja se sentará a su lado, de mi parte no dije nada porque yo había venido con Dennis.
María sirvió los platos, mientras todos nos manteníamos en un gran silencio, hasta que mi madre decidió hablar.
—Vincent, qué gusto verte nuevamente. Me han mal acostumbrado tú y Alina con sus visitas diarias que un día sin verlos me hace extrañarlos más. Ojalá todos fueran así.
Era evidente que eso iba para mí y tal vez para Viktor yo no veía a mi madre desde que rompí mi compromiso con William y eso ya había pasado hacía unos cuantos meses.
— No tiene que decir nada, para Alina y para mí es un gran placer. Aparte queríamos comentarles una gran noticia a todos ustedes.
Note como tomaba la mano de mi hermana mayor y está sonreía, había un par de cosas que pasaban por mi cabeza con respecto a que podía llegar a ser y ninguna era buena realmente.
— Vincent me ha propuesto matrimonio está mañana y le he dicho que sí, nos vamos a casar en unos meses.
La noticia de la propuesta de matrimonio de Vincent a Alina dejó a todos en la mesa en completo silencio. Mi madre fue la primera en reaccionar, con una sonrisa de alegría y emoción.
— ¡Oh, querida Alina! ¡Felicidades! Estoy tan emocionada por ti. Esto es maravilloso, una boda en familia.
Mi padre, quien estaba bastante sorprendido, ya que no se esperaba algo de esa índole se mantuvo en silencio.
Viktor, por su parte, parecía un poco incómodo con la noticia, pero decidió ser cortés.
— Felicidades, Alina. Vincent, espero que cuides bien de mi hermana.
Dennis y yo nos miramos, compartiendo una mezcla de sorpresa y confusión. Sabía que Alina salía con él y como se enamoraba de cada hombre perdidamente sin pensar bien, siempre le advertía que esos arrebatos causan que solo la usarán.
Alina y Vincent compartieron una mirada llena de amor. Aunque la tensión inicial se había disipado, no podía evitar sentirme un poco fuera de lugar en medio de todo el drama familiar.
La cena familiar se desarrollaba en un ambiente tenso y dramático. La mesa estaba llena de silencios incómodos y miradas cargadas de resentimiento. Mi hermana Alina y su novio Vincent se sentaron en un extremo de la mesa, mientras que Dennis y yo estábamos en el otro extremo, tratando de mantenernos al margen de la tensión.
Mi padre, Adam, rompió el silencio con una mirada desaprobadora hacia Alina y Vincent.
— No puedo creer que estés pensando en casarte con este hombre, Alina. Apenas lo conoces. ¿Qué sabes de él?
Alina mantuvo la calma, pero sus ojos reflejaban una mezcla de tristeza y determinación.
— Papá, Vincent y yo nos amamos. Hemos estado juntos durante más de un año y hemos pasado por muchas cosas juntos. Confío en él y sé que es el hombre con el que quiero pasar el resto de mi vida.
Mi madre, Emily, intervino con una voz suave pero firme.
— Adam, deberías escuchar a Alina. Ella es adulta y puede tomar sus propias decisiones. Si ella está feliz, eso es lo que debería importarnos.
Viktor, el hermano mayor de Alina y yo, no pudo contenerse más y estalló en furia.
— ¡Esto es ridículo! ¿Cuándo fue la última vez que nos preocupamos por lo que Alina quiere? Siempre la han tratado como si fuera una niña, como si no supiera lo que es mejor para ella.
Mi padre se levantó de la mesa, visiblemente enfadado.
— ¡No tienes derecho a hablar así, Viktor! No sabes de lo que estás hablando.
Dennis, tratando de calmar la situación, intervino.
— Señor, entiendo que pueda preocuparse por Alina, pero ella es una adulta y merece ser escuchada. Vincent parece ser un buen hombre y si Alina está feliz con él, deberíamos apoyarla.
Mi padre se volvió hacia Dennis, con una mirada de desprecio.
— Tú no eres parte de esta familia, no tienes voz en este asunto.
— ¡No le hables así!
Comprendía su enojo con respecto a la elección que mi hermana acaba de tomar yo también estaba molesta por aquello pero no por ello iba a dejar que le hablase así a Dennis.
La tensión en la habitación se volvió aún más palpable. Dennis se mantuvo firme, sin dejarse intimidar por las palabras de mi padre.
— Puede que no sea parte de la familia por sangre, pero amo a Kimberly y estoy aquí para apoyarla en todo momento. Alina merece ser feliz y tomar sus propias decisiones. No podemos controlar su vida para siempre.
Mi madre, Emily, intervino nuevamente, tratando de calmar los ánimos.
— Adam, Viktor, por favor, escuchemos a Alina y respetemos su decisión. Ella es una mujer adulta y merece ser tratada como tal. No podemos seguir imponiendo nuestras expectativas sobre ella.
Alina, con lágrimas en los ojos, tomó la mano de Vincent y habló con voz temblorosa pero decidida.
— Adam, mamá, Viktor, entiendo que tengan preocupaciones, pero les pido que confíen en mí. Vincent es una persona maravillosa y me hace feliz. Quiero construir un futuro con él y necesito su apoyo.
El silencio llenó la habitación mientras todos procesamos las palabras de Alina.
Viktor, aunque todavía mostraba cierta resistencia, asintió lentamente.
— Está bien, Alina. Si esto es lo que realmente deseas, entonces te apoyaré. Solo espero que Vincent cumpla con sus promesas y te haga feliz.
La tensión comenzó a disiparse lentamente mientras todos nos acomodamos nuevamente en la mesa.
A lo largo de la cena, Viktor se mantuvo en silencio, pero su mirada reflejaba una mezcla de frustración y descontento. Era evidente que algo lo estaba perturbando profundamente.
Después de un rato, Viktor decidió romper el silencio y hablar sobre sus propios problemas de comportamiento.
— Escuchen, todos. Sé que he sido irresponsable en muchas áreas de mi vida, especialmente en lo que respecta a las relaciones. Me he dejado llevar por mi lado mujeriego y he lastimado a muchas personas en el proceso. Quiero cambiar, quiero ser una mejor persona.
Alina, sorprendida por las palabras de su hermano, lo miró con atención.
— Viktor, si realmente quieres cambiar, estoy dispuesta a apoyarte. Pero necesitas demostrarlo con acciones, no solo con palabras.
Viktor asintió, con una expresión de determinación en su rostro.
— Lo sé, Alina. No puedo esperar que todos confíen en mí de la noche a la mañana, pero estoy dispuesto a trabajar en mí mismo y enmendar mis errores. Quiero ser alguien en quien puedan confiar y depender.
Mi padre, Adam, quien había estado observando en silencio, finalmente habló.
— Viktor, tus palabras son un buen comienzo, pero necesitas demostrar que estás comprometido con el cambio. No solo para nosotros, sino también para ti mismo. Quiero verte asumir responsabilidad en tu vida y dejar de lado tus comportamientos irresponsables.
Viktor asintió, tomando en serio las palabras de mi padre.
— Papá, entiendo lo que dices y estoy dispuesto a hacer lo necesario para cambiar. No será fácil, pero estoy decidido a convertirme en la persona que sé que puedo ser.
La atmósfera en la habitación se suavizó un poco, con un atisbo de esperanza en el aire. Aunque los problemas familiares seguían presentes, la disposición de Viktor a enfrentar sus propios demonios y buscar la redención era un paso en la dirección correcta.
Kimberly y Dennis se miraron, reconociendo la importancia de apoyarse mutuamente en momentos de cambio y crecimiento.
Kimberly y Dennis, conscientes de la tensión que aún persistía en la habitación, decidieron enfocarse en su propia relación. Se tomaron de las manos y se miraron con ternura, encontrando consuelo y apoyo mutuo en ese momento difícil.
— Sabes, Dennis, a veces me pregunto cómo sería nuestra relación si nuestras familias fueran más abiertas y comprensivas —dijo Kimberly con un suspiro—. Pero al final del día, lo importante es que estamos juntos y nos amamos incondicionalmente.
Dennis asintió, acariciando suavemente la mano de Kimberly.
— Es cierto, princesa. No podemos cambiar a nuestras familias, pero podemos elegir cómo enfrentar las dificultades juntos. Nuestra relación es fuerte y eso es lo que importa.
Kimberly sonrió, sintiéndose reconfortada por las palabras de Dennis.
— A veces me pregunto cómo sería si nuestras familias se conocieran y se llevaran bien. ¿Crees que eso podría suceder algún día?
Dennis reflexionó por un momento antes de responder.
— Es difícil de decir, pero creo que siempre hay esperanza. Tal vez, con el tiempo, nuestras familias puedan aprender a aceptarse y apoyarse mutuamente. Pero incluso si eso no sucede, siempre estaremos aquí el uno para el otro.
Kimberly asintió, sintiendo gratitud por tener a Dennis a su lado.
— Tienes razón, Dennis. Nuestra relación es lo más importante y siempre encontraremos la forma de superar cualquier obstáculo juntos. Estoy agradecida de tenerte en mi vida.
Dennis le dio un beso suave en la frente.
— Y yo a ti, princesa. Siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase.
La cena continuó en un ambiente más tranquilo, con conversaciones más ligeras y sonrisas tímidas. Aunque las diferencias aún estaban presentes, todos éramos conscientes de la importancia de apoyarnos.
Después de la cena, Dennis y yo nos retiramos a un rincón tranquilo del jardín para tomar un poco de aire fresco y procesar todo lo que había sucedido.
— ¿Estás bien, princesa? Fue una cena bastante intensa.
Asentí, apoyando mi cabeza en su hombro.
— Sí, fue mucho para procesar. Pero al menos Alina está feliz, eso es lo más importante. Y tú estuviste ahí para apoyarme, como siempre.
Dennis me abrazó con ternura.
— Siempre estaré aquí para ti, mi amor. Aunque nuestras familias sean complicadas, siempre encontraremos la forma de superar cualquier obstáculo juntos.
Sonreí, agradecida por tener a Dennis a mi lado. Sabía que, sin importar lo que sucediera, él siempre estaría allí para apoyarme y amarme incondicionalmente.
Adam, mi padre, interrumpió con una mirada de desprecio en sus ojos mientras se dirigía a Alina y a mí.
— Alina, Kimberly, antes de que se vayan, quiero dejarles algo claro. No apruebo las elecciones que están haciendo en sus vidas. Alina, tu dichosa boda con Vincent es una locura. No puedo creer que estés dispuesta a casarte con alguien que apenas conoces. Es una decisión impulsiva y me preocupa que te estés precipitando en algo que podría terminar en desastre.
Sus palabras eran duras y llenas de desprecio. No era la primera vez que expresaba su desaprobación hacia Alina y Viktor, pero esta vez parecía más intenso. Sin embargo, lo que me sorprendió fue la diferencia en su tono cuando se dirigió a mí.
— Kimberly, cariño, quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti. Eres mi orgullo y alegría. Me preocupa que te veas arrastrada por las decisiones de tus hermanos. No quiero que te lastimes ni que te involucres en situaciones complicadas. Eres especial y mereces lo mejor.
Sus palabras estaban llenas de amor y protección hacia mí, pero también reflejaban su desprecio por Alina y Viktor. Era doloroso presenciar esa división en nuestra familia, pero también me hizo darme cuenta de cuánto valoraba el amor y el apoyo incondicional de mi padre.
Mientras nos despedíamos, sentí una mezcla de emociones. Por un lado, estaba agradecida por el amor y la preocupación de mi padre hacia mí, pero también me entristecía la brecha que existía entre él y mis hermanos. Sabía que había mucho trabajo por hacer para sanar las heridas familiares y encontrar una forma de reconciliación.
Con el tiempo, esperaba que mi padre pudiera encontrar la manera de superar su desprecio y aceptar mi relación con Dennis. Realmente tenía que buscar aún la forma de conseguir aquello, yo adoraba a mi padre y odiaría perderlo por una relación que me hacía bien.
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