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12.Feliz Cumpleaños

"Si dejas salir tus miedos y abres tu corazón, tendrás más espacio para el amor y la felicidad."


Todos estos meses habían sido algo caóticos pero dentro de todo ese caos habían cosas maravillosas, únicas e irrepetibles.

Hoy era 18 de Abril y eso solo significaba una cosa. Hacia 20 años había nacido la luz de la tierra, la persona que irradiaba luz y había sido enviada para bendecir a todo aquel que la observarse. Hoy era mi cumpleaños.

Lo primero que hice al despertar fue darle una ducha para comenzar a prepararme para el gran día qué sería hoy. Luego de verme más hermosa de lo que me veía normalmente baje para desayunar, pero para mi sorpresa mi padre se encontraba allí con un hermoso ramo de rosas.

-Feliz cumpleaños princesa. Espero que disfrutes mucho, el día de hoy podré pasarlo contigo por qué debo hacer un viaje de negocios pero no quería irme sin saludarte y decirte lo mucho que te amo, eres mi mayor orgullo y pese que tú amistad con ese joven no me agrada pero se que retomarlas juicio cariño. - Beso mi frente, antes de abrazarme con fuerza. Al alejarme me pasó el ramo y sonrió mirándolo.

-Muchas gracias papá. Todo es muy hermoso y gracias por pasar antes de irte. - Mayormente pasaba mi cumpleaños con él, pero bueno sabía que no iba a viajar este día sino fuera importante.

-Tengo otros regalos para ti, para que no sientas mi ausencia. - Camino hasta una pequeña mesa que había en la sala de casa tomando una caja la cual tenía un sobre sobre esta.

-¿Qué es papá?

-Si no lo abres jamás vas a saber. - Tomo las flores dejándolas a un lado para mantener la caja frente a mi.- Abre primero el sobre.

-Está bien. - Tomé el sobre abriendo este y sacando el contenido que había en su interior. Era un papel el cual comencé a leer y realmente no me podía creer. Me había regalado una estrella. - Papá... Esto es, vaya.

-Nada comparado a lo que te mereces, ahora en el cielo hay una estrella con tu nombre. Yo tengo a mi estrella aquí, frente a mi y el resto debe tener el mismo privilegio que yo. - Acarició mi mejilla antes de quitarme el sobre. - Ahora abre el resto.

Lo mire con bastante curiosidad abriendo la cajita observando unas llaves, las cuales como llavero tenían una ola de mar. - ¿Unas llaves?

-¿Recuerdas la casa de la playa? Bueno hace unos días la pusieron en venta y recordé lo mucho que gustaba de niña y que siempre decía que la deseabas así que me pareció un regalo apropiado para mi pequeña niña.

-Oh por Dios, muchas gracias papá. Todos han sido regalos maravillosos, enserio gracias- Sonreí abrazándolo con fuerza escondiendo mi rostro en su pecho mientras él acariciaba mi cabello.

-Kim, sabes que haría lo que sea por mantenerte feliz, eres mi adoración pequeña. ¿Tus hermanos y tu amigo te han saludado?

-Lo se papá, enserio no tienes porque sentirte mal por irte de viaje. No, pero aún es demasiado temprano, Viktor si dudo es raro que el se acuerde de algún cumpleaños, no son fechas que le importe realmente.

-Debo irme prometí llegar a una cierta hora, pero estaré en contacto contigo en cuanto pueda. Disfruta mucho Kim, feliz cumpleaños princesa. - Beso una última vez mi cabeza antes de irse, realmente no sabía porque mis hermanos decían que era mal padre, mis mejores recuerdos eran con él.

Tome los regalos para llevarlos a mi cuarto, las flores las deje en un pequeño jarrón con agua antes de volver a bajar para poder desayunar y seguir con mi fantástico día. Mientras comía mi móvil vibro dejando a la vista un mensaje de Dennis

"Dennis"

Buenos días princesa, hoy me toca trabajar temprano pero quería desearte buenos días antes de comenzar. Nos vemos preciosa.

"Kimberly"

¿Deseabas desearme buenos días por algún motivo en particular?

"Dennis"

No, solo decirte buenos días. Te quiero.

Por primera vez estaba sintiendo esa extraña emoción que algunos describen como decepción. ¿Estaría exagerando un poco? No, realmente ese no había sido un saludo de cumpleaños, era igual a otros buenos días que me había dado antes ¿Lo había olvidado? Imposible, era Dennis de quien hablábamos.

Por parte de mi madre tuve un "felicidades querida" cuando nos encontramos por accidente saliendo de la casa, el día de hoy había tomado una elección que hacía tiempo necesitaba y era que me iba a ir de casa, realmente la casa era mía pero sabía que si la echaba iba hacer para problemas con mis hermanos y no necesitaba una situación estresante más en mi vida, por lo que mande a mi secretaria que comenzará con la búsqueda de bienes raíces que se adecuarán a mis necesidades y gustos, esperaba que hiciera bien su trabajo.

Había programado una cita con un salón para que me arreglaran, deseaba verme mas hermosa de lo que lucía cada día, al fin y al cabo hoy era un día sumamente especial, era mi cumpleaños después de todo.

Al llegar al lugar les di las indicaciones exactas de lo que deseaba, un maquillaje en colores neutros, un pequeño corte en las puntas de mi cabello y aun no decidía cómo peinarlo, no sabía si dejarlo lacio y suelto, o hacerle algunas ondas era una decisión bastante complicada a decir verdad.

En casi toda la mañana no había tenido noticia ni de mis hermanos ni de Dennis, claro que solo me interesaba e importaba el último y me estaba comenzando a estresar un poco, no deseaba darle la razón a mi padre con respecto a él. Por otro lado había recibido varios mensajes de diversas personas incluidas de William quien me había invitado almorzar pero sabía que no era correcto ya que tenía una extraña relación con Dennis, pero que en este pequeño momento no me tuviera muy contenta, pero también me había informado que se encontraba trabajando tal vez aun no salía y quería hacer algo especial, era una persona bastante detallista.

Al final había optado por hacer alguna que otra onda en mi cabello, justo cuando salía del salón mi padre me había enviado un mensaje que estaba llegando a su destino el cual era Francia, lo cual significaba que habría más regalos cuando regresara. Fui a comer a un restaurante que había por allí, era raro pero para ser mi cumpleaños me sentía extraña y no sabía exactamente porque, solo sentía algo raro en mi interior.

Mientras disfrutaba de mi almuerzo, mi asistente me informó que encontró algunas propiedades dignas de mi persona, algunas estaban aquí en Beverly Hills y otra en algunos otros puntos de la ciudad. Las fotos de cada lugar eran hermosas, dignos para una reina como yo, y eso hacía la decisión aún más complicada, cada una tenía su encanto. De las nueve casas que había enviado, tres eran las finalistas, esas serían las que iba a ver en persona cuando me lo indicarán, necesitaba ver que tan reales eran las fotos y claro que todo estuviera en completo orden, odiaría encontrarme con sorpresas una vez que me mudara. También debía comenzar con la búsqueda de personal apto para mi.

Había estado varias horas en el restaurante cuando decidí que era tiempo de volver tal vez y alguna sorpresa me esperaba en casa. En el camino había estado atenta a mi móvil pero aún no tenía noticias del huracán de ojos azules. Al llegar a casa suspire pesadamente, le pregunté al portero si alguien había preguntado por mi pero su respuesta fue un no definitivo. Mi mal humor estaba siendo mayor a cualquier fuerza de voluntad por lo que me cambié de ropa por algo deportivo y me fui al gimnasio de casa para descargar algo de energía y de malas vibras.

Mientras entrenaba la música se detuvo unos segundos debido a un mensaje entrante, era de Dennis. Sabía que él no me iba a fallar

"Dennis"

Hola princesa ¿Qué tal tu día? perdón por tenerte abandonada la vida de los plebeyos no es fácil, pero prometo pasar a verte en cuanto tenga un tiempo. Te quiero Kim.

Suspire pesadamente tras leer su mensaje, no deseaba más nada de su parte que un saludo de su parte era el mejor de los regalos que me podían hacer.

"Kimberly"

Si, está bien, espero que el trabajo te sea leve. Te quiero Hoop

Bloquee nuevamente mi móvil dejándolo sobre la caminadora para continuar haciendo desgaste de energía, quería pensar lo mejor y no dejar que mis malos pensamientos me invadieron, como era de detallista seguramente estaba planeando algo para ser en persona.

-Señorita Kimberly, alguien está esperándola en la sala- María informó desde la puerta, simplemente asentí y me bajé de la caminadora antes de ir hacia la sala al llegar me quedé completamente petrificada por lo que tenía frente a mi. Un gran ramo de rosas, globos dorados y rosados estaban invadiendo la sala de mi casa, bolsas de diferentes marcas y alguien entre medio de todo. William.

-Feliz Cumpleaños Kimberly, se que dijiste que no quería ir a comer conmigo pero no podía dejar de desearte feliz cumpleaños, no estamos juntos pero tengo la esperanza que esa cabecita tuya entrara en razón y te haga ver que cometes un gran error con el niño ese. No pongas mala cara solo vine en buen plan pero ya me callo.

Por suerte pudo leer las expresiones de mi rostro y callarse antes que pudiera echarlo, me acerque a él suspirando forzando una de mis sonrisas. - Muchas gracias, no tenias porque molestarte.

-No es molestia, te lo mereces.

-Lo sé, soy genial. Aun así Samantha va a matarte cuando sepa. - Reí mirándolo, pagaría por ver su expresión cuando supiera donde estaba su novio.

-Si, pero se como contentarla tu no te hagas problema por ello. Espero disfrutes y se por tu cara que no deseas que me quede aquí así que me iré. Feliz cumpleaños bella. - Me guiño un ojo antes de irse y dejarme con todos sus presentes sola en la sala.

Me acerque hacia las bolsas viendo algunas cajas que seguramente contenían joyeria y otras que parecían ropa no lo sabía bien, me coloque de pie negando -Lleven todo a mi cuarto, las flores las dejan por algún lado de la casa al igual que los globos. No quería flores que no fueran de alguien especial, este último tiempo había aprendido eso. Camine hacia el cuarto dándome una ducha antes de sentarme en mi escritorio y comenzar a responder algunos correos de familiares que no solía ver, otros de profesores y uno que otro de personas de la empresa con la que habíamos trabajado.

Estaba librando una batalla en mi interior sobre que hacer, tal vez debía decirle oye hoy es mi cumpleaños pero hacerlo sería rebajarme, mi orgullo y amor propio me estaba evitando hacer algo así, después de todo había subido hace unos días informando a través de una cuenta regresiva. No pasa nada, varios años los he pasado increíble sin su saludo, no me tiene porque afectar pasar un año más sin su saludo. Kimberly Ivanok no se iba a dejar caer por absolutamente nadie.

Cuando cada correo estuvo respondido me coloque de pie y me dedique a abrir los regalos que William me había hecho, iban desde bolsos, ropa, joyas hasta un ticket de avión y hospedaje gratuito en alguno de sus hoteles. Tomé mi móvil y decidí darle las gracias, al final no podía ser grosera si había tenido la cortesía de no olvidar el día y de venir a traerme unos pequeños presentes.

"Kimberly"

He visto los obsequios, muchas gracias, son muy bellos todos.

Guarde el móvil mientras sacaba la ropa de las bolsas y las doblaba para meterlas dentro de mi vestidor cuando alguien golpeó la puerta al levantar la mirada no pude evitar sonreír. Me coloque de pie y corrí hacia él sintiendo sus brazos rodear mi cintura y sus labios tocar los míos.

-Hola princesa, quise venir de sorpresa ¿Cómo has estado? ¿Me has extrañado?

-Dennis, claro que sí y mucho. Me gusta esta sorpresa realmente increíble.

-No más que yo a ti pulga. ¿Por qué hay tantas bolsas?

Pensaba decirle que solo eran regalos porque hoy el mundo había sido privilegiado con mi nacimiento pero guarde silencio. -Regalos, por el simple hecho de ser yo- Sonreí tomando su mano y alejándolo de mi cuarto. - Ven vamos al jardín un rato. Maya te echa de menos.

-Claro que si, hasta tu perra me ama, soy sexy- Un gruñido salió de sus labios haciendo que yo riera. Por cierto hay algo que deseo hablar contigo.

Bajamos hasta el jardín donde Maya se lanzó hacia Dennis y este le hizo algunas caricias mientras nos recostamos en una de las hamacas que había. Esperaba que deseara hablar de algo sobre mi cumpleaños.

-¿De que deseas hablar?- Pregunté mientras me acomodaba sobre su pecho sintiendo su corazón latir y su mano acariciar mi cabello.

Se inclinó besando mis labios suavemente, en momentos así es cuando recordaba porque lo había dejado entrar a mi vida y porque me gustaba- Nena ¿Te gustaría ir a acampar?- Su pregunta me tomó por sorpresa especialmente porque no era lo que imaginaba.

-Nunca he ido uno- Murmure mientras mordía suavemente su labio, sus ojos se abrieron con asombro como si acabara de escuchar que había realizado un crimen.

-Eso es imposible, es lo mejor del mundo-

-No soy muy fan de dormir en carpas, ni me agrada los insectos, ni la naturaleza- Arrugue mi nariz con asco, definitivamente no eran conceptos que fueran con mi persona.

-Eso tiene que cambiar, tengo planeado algo muy especial para estos días, me agrada ser el primero en muchos aspecto de tu vida princesa.

-Esta bien, si tu dices pero si algo me pica o se acerca a mi tu serás el único responsable de ello. - Ambos reímos y debo un beso en mi cabeza, sus caricias estaban siendo relajantes a decir verdad hasta se me había pasado el disgusto que le traía y fue tanta la paz que me quedé completamente dormida.

Al despertar estaba sola en la hamaca lo cual me asombro un poco, me coloque de pie y cuando estaba por entrar me choque con Dennis. -Pensé que te habías ido ¿Que hora es?

-Jamás haría eso, pero tenía que ir al baño. Son las diez y cuarto, has dormido bastante a decir verdad, pero te veías tan adorable que no he querido despertarte. Tu cocinero me pidió avisarte que la cena ya esta. - Se acercó besando cortamente mis labios- También había ido por una manta no quería que te enfermaras o algo así. Ven vamos a comer realmente muero de hambre- Tomo mi mano y negué mientras íbamos al comedor.

La comida olía deliciosa pero eso era por el nuevo cocinero que había contratado, su nombre era Max y él se iba a ir a mi casa cuando me mudará este chico tenía un don para las artes culinarias. Comimos en tranquilidad cada tanto Dennis me hacía reír pero en los momentos de silencio mi mente comenzaba a jugar conmigo.

Luego de la cena fuimos a la sala a ver una película, me sentía bastante decepcionada debido a la hora dudaba que se fuera a recordar algo ya lo hubiese hecho. Cuando Dennis se fue al baño aproveché que eran las doce de la noche subí una foto mía a redes con una pequeña descripción

"Gracias a todas aquellas personas que se tomaron un momento del día para celebrar y festejar conmigo"

En ese momento llamadas y mensajes de mis hermanos se hicieron presente. De parte de Viktor recibí un lo siento y por Alina un pensaba darte todo mañana, arruinaste mi sorpresa no le creía pero era mejor seguirle el juego no deseaba discutir realmente. Me envió fotos de mis "regalos" uno era una corona y otro una escritura de un palacio en alguna parte de Francia. Respondí con un simple gracias y suspire. Claro que también subí esas fotos a mis redes.

Dennis volvió pocos minutos más tarde y al hacerlo tomó su móvil cuando miro este se quedó en completo silencio y luego me miró a los ojos.

-No me jodas, creí que sería ahora a las doce. Y yo llegando creciendo con mis regalos.

-No, es el 18.

-Lo anoté el 19, princesa perdóname que tonto fui. Nena... Chale qué gracioso soy pensaba darte todo en el camping mañana. Tengo todo en la mochila ¿Te lo doy ahora?

-No...

-Lo lamento enserio- Al ver sus ojos podía ver eso que mis hermanos describen como culpa, arrepentimiento y todas esas emociones sin sentido alguno. -Esta bien princesa- Suspiró con pesadez llevando sus manos a su rostro fregando este con desesperación.

-Buenas noches Dennis- Me coloque de pie mirándolo, no deseaba hablar ahora realmente solo quería estar sola.

Se colocó de pie y fue por su mochila abriendo está dejando una caja de madera sobre la mesa de la sala, también sacó algunas botanas y una bolsa de terciopelo naranja. - Lamento ser un imbécil. Aunque viendo todo lo que te regalaron se me hace tan soso todo esto.

-Sabes que odio que digas esas cosas, me confirmaba con un feliz cumpleaños de tu parte simplemente.

-Lo sé, y pensaba darte los mañana por la mañana estaba absolutamente convencido,tenía todo el día planeado .

-No importa ya, buenas noches

-Perdóname, de veras. Espero que sigas queriendo hablarme mañana.

-Sabes lo esperaba hasta de mis hermanos lo que por parte de mi hermana fue así pero de ti no, teniendo en cuenta que he subido estados y hasta con las fechas exactas

-Estaba al pendiente. No es que me haya olvidado. Hasta te pregunté hace unos días para confirmar que era tu cumpleaños, simplemente puse en mi anotado que era mañana. Tengo tus regalos hace 2 días listos

Me quedé en silencio escuchando cada una de sus palabras pensando si creerle o no

-Sigue siendo mi error, pero no creas que no estaba al pendiente. Buenas noches- Tomo su abrigo y su mochila caminando hacia la puerta y yo camine detrás suyo.

-Buenas noches

-Te quiero- Susurro antes de irse, de mi parte solo cerré la puerta al momento que cruzó el umbral de esta.

Me volví a la sala tomando todas las cosas que él había dejado en la mesa de la sala para subirlas a mi cuarto. Dejé todo en la cama y me propuse abrir los regalos, la caja más grande tenía una corona minimalista realmente era hermosa y la bolsa de terciopelo tenía pulseras a juego con un dije de corona cada uno el cual me hizo sonreír.

Solo habían pasado unos cuantos minutos cuando mi móvil comenzó a sonar como loco, comenzaron a llegar varios mensajes de números sin registrar.

Perdónalo porque simplemente se nota que te ama y que se haya confundido de día, puede pasar pd: espero ayude este mensaje

Cada mensaje decía lo mismo, en total eran 20 mensajes iguales. Claramente no respondí ninguno pero si decidí hablarle al causante de todo esto.

"Kimberly"

Estas?

Uhmmm creo que no...

Ya se me pasó el berrinche creo... Perdón...

Fue muy lindo lo de los mensajes.

Y amé cada uno de los regalos

He de admitir que me decepcione un poco al correr de las horas

Pero no fue por mala intención

Te quiero mi príncipe♥️

Después de la vomitada de palabras en los mensajes me puse el pijama y me metí a la cama con la intención de intentar digerir lo sucedido y sobre todo de conciliar el sueño. Mañana debía hablar con él y arreglar todo esto, está vez mi orgullo se hizo a un lado y dejó el paso a mis sentimientos por primera vez en la historia. Me había enamorado y debía asumirlo y aceptarlo, ya no había marcha atrás.

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