10. Corazón Derretido
"Cuando te vi sentí algo raro por dentro, una mezcla de miedo con locura. Y tu mirada, me juro que si te pierdo habré perdido la más grande fortuna"
Mi día poco a poco estaba mejorando o eso es lo que pensaba y esperaba al final yo era la única dueña de mis emociones y debía controlarlas como siempre lo había hecho, nadie debía importarme tanto como para hacerme sentir mal y mucho menos nadie tenía el poder de hacerme sentir inferior el mundo tenía suerte de tenerme en él.
Estacione el auto en el garaje para bajar de este con algunas carpetas de la empresa y otras que pertenecían a la universidad. Entré a mi casa para subir directamente al cuarto, dejé todo en su lugar y fui a darme un baño rápido.
Al acabar me arregle por si venía Dennis, no tenía mensaje alguno, pero habíamos quedado en que vendría más tarde esperaba que fuera así porque me estaba acostumbrando a su presencia y compañía.
Cuando estuve lista me senté en mi escritorio comenzando a adelantar y acabar trabajos de la universidad, no me quedaba mucho para recibirme y claro debía mantener mi buen promedio, no podía bajarlo o mi padre se molestaría conmigo.
La materia de Comercio Internacional me estaba causando bastante conflicto ya que el ensayo que estaba presentando no me estaba convenciendo del todo, no estaba completamente convencida pero también sabía que debía entregarlo el día de mañana.
Mi celular comenzó a sonar y al verlo vi que se trataba de Dennis.
—Hola Princesa, estoy camino a tu casa espero estés lista y sino ve a prepararte.
—Si estoy lista, estoy haciendo tarea, pero ya me arreglé hace unos cuantos minutos.
—Perfecto. Estaré en tu casa en unos seis minutos tal vez, espérame afuera.
—Está bien ahora salgo. Nos vemos
Corte la llamada comenzando a dejar todo ordenado, había subido todo a la nube para poder enviarlo llegado el momento. Fui por uno de mis bolsos y pasé mis documentos y lo que consideraba necesario para poder bajar y salir de mi casa. Al llegar a la entrada del complejo no espere mucho ya que una moto se estacionó frente a mí.
—Princesa. ¿Vamos? — Dijo pasándome un casco
—Hola cariño, si estoy lista — Tomé el casco y con su ayuda me subí. Ya me estaba acostumbrando a esto de andar en su motocicleta, pero seguía sin agradarme. — ¿A dónde iremos?
—Es una sorpresa, si te digo dejaría de serlo— Reí sujetándome de él en el momento que comenzaba a acelerar su motocicleta.
El camino fue silencio, eso de gritar para que me escuchará no era lo que más me apetecía, no quedaba muy bien a mí parecer. Mientras más avanzaba menos conocía el lugar a estas alturas no sabía dónde estábamos era una zona desconocida para mí.
Dennis aparcó su motocicleta y me ayudó a bajar, mire el edificio y la zona, pero claramente no reconocía ninguna. Dennis tomó mi mano y me guio hacia el interior del edificio, lo miré esperando que me dijera algo, pero no había sido así.
Nos paramos frente a una puerta, creo que estaba comenzando a comprender por dónde iba todo esto. Saco unas llaves de su bolsillo abriendo está. Me invitó a pasar y sin dudar hice aquello.
—Bienvenida a mi humilde hogar princesa, no es la gran cosa como tu casa, pero quería que la conocieras.
—Vaya... Muchas gracias por traerme, en serio aprecio mucho este gesto— Sonreí mirándolo, di unos pocos pasos pasando mi mano por su sofá, claramente su casa era mucho más pequeña que la mía.
—No tienes porqué agradecer. Espero no te espantes ni te alteres— Acarició mi mejilla suavemente antes de dejar un beso en la punta de mi nariz. — Por cierto, te ves hermosa, pero eso ya lo sabes.
—Gracias y tranquilo no me voy a espantar ni nada, es un lugar agradable y lindo. — Sonreí robándole un beso. — ¿Esas fotos las sacaste tú? — Pregunté señalando algunas fotos colgadas y otras enmarcadas.
—Algunas sí, otras no. Las del cuadro son mías, las colgadas no simplemente me gustaban. — Sonrió guiando me hacía las fotos. — Pero ninguna se Iguala a la belleza que tengo frente a mí. ¿Cenamos?
—Me parece buena idea. ¿Pedimos comida o hacemos algo?
—Pedimos, no quiero que incendiemos mi departamento es el único que tengo. ¿Qué te apetece?
—¿Pasta? ¿Sushi? No sé qué te apetece a ti.
—Pasta, me parece bien. Iré a pedir, tu ponte cómoda princesa.
Asentí con la cabeza dejando mi bolso en el sofá gris de Dennis y me senté en el mismo observando cada detalle de su casa. Era simple, con colores neutros y sin mucha decoración. Los tonos de los muebles iban entre, gris, negro y blanco.
—Ya llamé, dijeron que en unos 15 minutos van a venir. Te mostraría el departamento, pero no hay mucho que enseñar, la cocina está allí como la vez, la primera puerta es del baño y la segunda y última es mi cuarto.
—Entiendo, descuida, tienes un departamento bastante bonito. Me agrada el estilo que manejas realmente.
—Veamos una película mientras tanto. Sé que no ves terror así que busquemos en Netflix o tal vez veamos que encontramos por la televisión.
Dennis se sentó a mi lado pasando su brazo por mis hombros atrayendo me a él mientras encendía el televisor comenzando a buscar alguna película, en ese momento pasó la película "El diablo viste a la moda"
—Espera, deja esa. Amo esa película, aunque el novio me cae mal.
—¿De qué trata princesa?
—¿No las has visto? Te falta mucha cultura, es una chica que quiere ser periodista, pero entra a una revista de modas y ella está muy alejada de la moda realmente.
—Entiendo, si te gusta entonces vemos eso, de paso me enseñas algo de cultura.
Sonreí en grande apoyando mi cabeza en su hombro mientras disfrutaba de la película, por suerte no había comenzado hace mucho llevaba unos 10 tal vez 15 minutos. Ambos estamos en silencio disfrutando de la película hasta que el sonido de la puerta llamó nuestra atención. Dennis se colocó de pie y al ver que se trataba de la comida me coloque de pie comenzando a buscar los platos y el resto de las cosas para mi suerte no había muchos lados en donde buscar por lo que lleve todo a la pequeña mesa que había frente al sofá para poder cenar y ver la película.
—Yo te quería atender a ti, pero me has ganado— Dijo dejando la bolsa sobre la mesita. Ví que se fue hacia la cocina para sacar una botella de vino la cual destapó.
—No hay problema, solo he traído las cosas, no pasa nada.
Vi que abrió las bolsas sacando las bandejas con la comida la cual sirvió en cada uno de los platos y luego sirvió el vino en los vasos.
—Salud princesa, salud por ti y espero tener más oportunidades de estar así contigo— Levantó su vaso y por ende hice lo mismo chocando ambos antes de comenzar a comer despacio sin quitar la vista de la pantalla.
—Como que de repente le gustó el trabajo a la chica.
—Me cae mal su novio, no la deja cumplir sus sueños.
—Supongo que extraña a la chica que conoció. Habrá sido un cambio muy brusco
—Es una gran oportunidad. Andy tiene la oportunidad, él la debe amar sin importar qué.
—Lo sé, solo decía, pero sé que tienes razón. Aunque el francés ese quiere algo con la chica, a mí nadie me saca eso de la cabeza.
—Tu mira la película, si te digo que pasa no tiene gracia.
Cuando ambos estábamos satisfechos Dennis colocó todo lo sobrante en una bandeja y lo guardó en la nevera. — Los mortales tenemos que guardar lo que sobra para luego. Volvió a mi lado para seguir observando la película.
Mientras seguíamos viendo la película era divertido ver algunos gestos de Dennis hacia la película. No sabía cómo realmente jamás la había visto consideraba está película como un clásico de los clásicos.
—Uy se acostó con el francés yo te dije que quería algo con ella. Debí apostar contigo un beso.
—Solo debes pedirlo— Lo mire con una sonrisa para besar sus labios suavemente, me aleje de él, pero rápidamente se acercó a mí besándome nuevamente. —Abusas.
—No abusó, te encantó— Me guiño un ojo separándose para seguir mirando ambos la película.
—Bobo. Eso eres un bobo— Volví acurrucarme en su pecho para continuar con la película.
Cuando la película finalizó nos quedamos en silencio en la misma posición. Dennis comenzó a hacer pequeñas caricias en mi cabello haciendo que me relajara cada vez más. En algún momento me quedé dormida.
—Princesa... ¿Estás bien? ¿Quieres que te lleve a tu casa? Me gustaría que te quedarás, pero si quieres puedo llevarte a tu casa.
—Uhmm... me quiero quedar— Murmuré algo dormida abriendo un poco los ojos viendo su rostro.
—Ven vamos al cuarto. — Me tomo de la mano guiándome por el pasillo hasta su habitación, dejo mi bolso sobre su mueble. — ¿Quieres que te presté una de mis camisetas para dormir?
—Si, por favor. No traje nada más y no quiero arruinar mi vestido.
—Está bien, en el segundo cajón hay camisetas yo saldré para que te cambien tranquila, iré a terminar de limpiar las cosas.
—Gracias— Al ver qué se fue, me coloque de pie caminando hacia el cajón que me había dicho. Comencé a buscar cual era la que más me agradaba, encontré una camiseta gris con unos dibujos que no sabía de qué eran. Olía a Dennis y eso me estaba encantando.
Me asegure que la puerta estuviera bien cerrada para quitarme los zapatos y el vestido, me coloque su camiseta y debido a la diferencia de altura está me llegaba casi a las rodillas.
—¿Princesa? ¿Se puede? — Dennis habló golpeando la puerta— ¿Todo bien?
—Si, pasa. Ya estoy.
—Vaya... Te ves hermosa, definitivamente te queda mucho mejor que a mí. — Entró quedándose parado en la puerta con una sonrisa boba. — Ven vamos a dormir, no quiero que te duermas de pie. — Tomo mi mano abriendo las sábanas de la cama — Duerme del lado que desees.
—Gracias, suelo dormir en el lado derecho, pero no quiero venir a ocupar tu espacio.
—Duermo de cualquier lado. Tu acomódate yo iré a cambiarme, suelo dormir en bóxer, pero no quiero incomodarte — Lo vi irse luego de que sacará ropa de su cajonera. Cuando volvió traía unos pantalones cortos junto a una camiseta blanca. —Sigues allí sentada pensé que estabas acostada. No muerdo, tranquila.
Reí ante su comentario metiéndome a la cama tapándome con las sábanas, toda la cama olía a él. — Se que no, descuida Hoop.
—Buenas noches princesa. — Beso mi mejilla antes de acomodarse y jalarme hacia el para dormir.
—Buenas noches, Dennis.
Al otro día desperté por dos razones, la primera porque las cortinas de Dennis no eran lo suficientemente gruesas para evitar que la luz del sol pasara y la otra razón era por el aroma tan exquisito que invadía mis fosas nasales. Me di vuelta buscando al ojiazul, pero me encontraba sola en la cama, arrugué mi nariz colocándome de pie caminando hacia la cocina con la esperanza de encontrar a Dennis.
—Buenos días bella durmiente. He preparado el desayuno ya, no te quise despertar antes te veías muy linda durmiendo. — Se acerco a mi besando mi frente. — Ven a sentarte, luego te llevo a casa si así lo deseas.
—Buenos días a ti también, muchas gracias todo huele delicioso realmente. — Sonreí acomodando su camiseta que traía puesta— Me iré a cambiar y vengo a desayunar contigo, prometo no tardar. — Me gire rápidamente para volver al cuarto y colocarme la ropa que traía el día anterior, realmente no iba a desayunar cómoda usado solo su camiseta. Al volver vi a Dennis sirviendo el café y el jugo, al acercarme beso mi mejilla y corrió la silla para poder sentarme.
—¿Dormiste bien? Se que no es tu cama y me preocupa que no descansaras bien, disculpa sino fue así— Lo vi bastante apenado y eso hizo que se me encogiera un poco mi corazón.
—Dennis... Dormí genial, no te preocupes ¿sí? Dormí bastante bien especialmente porque velaste mis sueños en todo momento. — Sonreí antes de comenzar a darle un sorbo al café, para continuar comiendo mi desayuno. — Quiero pedirte un favor, el sábado mi hermana me invito a conocer a su prometido quería saber si tu quieres ir conmigo sé que es bobo, pero me haces mejor persona.
—Para mí será un placer y Kim eres una persona increíble con o sin mí, créeme que soy yo el que tiene suerte de tenerte en mi vida.
—Gracias, enserio. — Bese su mejilla para continuar con el desayuno realmente estaba delicioso.
Cuando acabamos el desayuno levantamos las cosas y Dennis se encargo de lavarlas y yo de secarlas y guardarlas, era la primera vez que hacia esto y mis pobre manos lo estaban padeciendo solo esperaba no quebrarme una uña.
—Deja me cambio y te llevo a tu casa, se que tienes universidad en unas horas y no quiero que llegues tarde o andes a las apuradas por mi culpa.
—Si, esta bien sino puedo pedir un taxi.
—Nada de eso, yo te llevo. Ya vuelvo, no me extrañes mucho
Cuando Dennis se fue me dediqué a ver mi móvil tenia algunos mensajes y correos que no había respondido incluido el mensaje de Alina, mordí mi labio antes de responder
"Kimberly"
Nos vemos el sábado, iré con Dennis.
—Volví preciosa, ¿Estas lista? No te olvidas nada, aun que si lo haces será una excusa para verte pronto.
—Estoy lista y no, no olvido nada, pero ya sabes que quedamos en vernos el sábado Romeo.
Me dedico una de esas sonrisas que amaba antes de ir hacia afuera del departamento, pensaba decirle que olvidábamos los cascos de su motocicleta, pero para mi sorpresa dejo a la vista un auto, no conocía que modelo se trataba, pero agradecía mucho no ir en motocicleta esta vez.
—No sabia que tenias un auto.
—Soy una caja de sorpresas, creo que te he hecho sufrir mucho por hoy aparte tengo una sesión de fotos y tengo que llevar luces y en la moto no puedo, lo uso mas que nada cuando trabajo. Ven sube— Abrió la puerta del copiloto dejándome subir para luego rodear su auto y subirse comenzando a conducir.
—Gracias, mi corazón y mi cabello te lo agradecen bastante sinceramente. ¿Puedo encender la radio?
—Si claro, hazlo no tengo problema nena.
Cuando la encendí escuche que estaban anunciando la siguiente canción, para mi sorpresa era una canción que amaba mucho "Aprender a quererte" de Morat.
—Te la dedico. — Murmure subiéndole el volumen mientras lo miraba sonreír.
—Gracias princesa.
A mi sorpresa el conocía la canción porque cantaba alguna que otra estrofa, cada que el semáforo se encontraba en rojo el tomaba mi mano y luego la soltaba para poder seguir conduciendo hasta que llegamos a la entrada del complejo, esta vez ingreso y se detuvo justo en la puerta de mi casa.
—Señorita, hemos llegado. Espero que disfrutara de su pequeño paseo, espero no prive a este enamorado de su belleza.
—Eres un bobo, gracias por el paseo realmente la he pasado bien. Nos vamos a estar viendo entre la semana seguro y sino el sábado fijo te confirmare el horario cuando lo sepa.
—Me parece bien, pero antes que te vayas creo que me merezco un besito. — Estiro sus labios de forma graciosa, pero no podía negarme por lo que deje un corto beso en ellos antes de bajarme.
Cuando entre a mi casa mi madre me miro de forma extraña y en ese momento mi móvil sonó.
"Vik tu hermano preferido"
Se lo que hiciste en la noche, te paso a buscar cuando salgas de clases. Ya hablaremos niña.
Su mensaje me pareció extraño, pero el agendado aún más, seguramente había tomado mi móvil y lo había cambiado en algún momento ya que yo jamás agendaba a la gente de otra forma que no fuera por su nombre. No tenia tiempo para pensar que necesitaba debía darme un baño o llegaría tarde a mis clases.
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