Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

💦✨💦

La chica de cabellos albinos rodó los ojos y se dio la vuelta, quería llegar a su finca e ir a cambiarse la ropa, si era...¿sincera? No le molestaba el haberse convertido en mujer, le daba igual, tenía cosas más importantes en que preocuparse en que le hayan salido pechos.

Ya casi era de noche pero por suerte ya había llegado, lo que no espero ver fue a su hermano esperando su llegada. Estaba dormido.

Se acercó a Genya y se sentó a su lado, acariciando sus cabellos, le gustaría poder pasar tiempo a su lado pero tenía arduos entrenamientos y la vida de un cazador de demonios corría peligro en todo momento, quería hacerle entender que debía de dejar su puesto e irse lo más lejos que pudiera, conseguir una esposa y tener hijos, se aseguraría de que ningún demonio se le acercara...pero no, el muy estúpido tenía que hacer el maldito examen y convertirse en cazador.

Llevo su mano a su mejilla, la sentía húmeda. Miro el cielo, no estaba nublado, tampoco había indicios de una tormenta. Estaba llorando.

Pero, ¿Por qué? "Debía de dejar su puesto e irse lo más lejos que pudiera, conseguir una esposa y tener hijos" ¿Por qué de repente eso le afectó tanto? Recordaba haber llorado de niño cuando su hermano se enfermaba y temía por su vida, pero solo eso, no...un momento más, hubo dos razones más que volvió a llorar: Cuando Genya lo llamo asesino y en la muerte de su amigo...

Ni siquiera con Kanae, ella había sido su amiga por mucho tiempo y fue incapaz de soltar una lágrima, le dolió si, pero no sabía a qué grado llegaría, le afectaba más aquellos estúpidos pensamientos, sabiendo que no podían estar más alejados de la realidad. Genya nunca se alejaría de su lado, porque es terco y no dejará de insistir hasta que pueda acercarse nuevamente.

La ropa ya comenzaba a incomodar demasiado, le quedaba grande y no quería dejar a Genya ni un segundo más ahí afuera, no se esperaría en ir y ponerse un yukata.

Se quitó la ropa, dejando a un lado y sostuvo a su hermano entre sus brazos, adentrándose en su finca y caminando hacia su habitación, sinceramente ya todo le daba igual, ¿Genya quería estar a su lado? Bueno, ahí lo tienes.

Lo dejo con cuidado en la cama y busco entre sus ropas algo más cómodo, por suerte su hermano seguía durmiendo, o eso creía.

No lograba ver debido a la oscuridad, pero logro visualizar la silueta de una mujer, ¿Quién era? ¿Donde estaba?

—Da igual, no tengo ropa y dudo que le importe demasiado que se me escape un pecho por esta porquería.— se quejo Sanemi, acercándose a la cama dónde su hermano "dormía", aunque ya sabía que estaba despierto.—Ah, que pervertido eres, hermanito. Hazte a un lado.

—¿Q-que?— no entendía absolutamente nada, ¿Hermanito? ¿Pervertido? No era un pervertido, ¿Y a qué se refería con hermano?— ¡¿Nemi!?

—Deja de gritar y déjame un lugar o me voy a tirar encima tuyo.— "amenazo", esperando a que su hermano se hiciera a un lado y poder acostarse.— un demonio me convirtió en mujer.

—En serio...no, espera...¡¿Por qué tan de repente?! ¿El haberte convertido en una chica te afectó o algo por el estilo? Yo esperaba que me echarás, no que me dejarás entrar hasta tu habitación y me vengas con que ahora tienes pechos y vagina.

—¡¡Claro que no, estúpido!! Simplemente ya todo me da igual. Me da igual el haber intentado alejarte para que pudieras tener una vida "normal", una esposa e hijos, me da igual que me hayas acusado de asesino, me dan igual los pilares, me dan igual los demonios...me da igual estar sin ropa frente a ti y me da igual el no poder estar contigo de la forma que quiero.

—N-nemi...Tú...— titubeó.

La verdad no sabía que decir o que hacer, se sentía demasiado nervioso, ¿Que le pasaba?

Recordó algo que Kamado le había dicho a Tomioka hace tiempo. "No sé cómo decirte lo que siento, mejor lo hago por acción". ¿Será así de fácil?

No lo sabría hasta intentarlo, de todas formas no tenía nada que pudiera perder, ni orgullo ni dignidad.

—¡¡¿N-nemi!!?— exclamó sonrojado, viendo cómo su ahora hermana, se sentaba encima suyo y apoyaba sus manos a los costados de su cabeza.

—¿Que?— con aburrimiento le respondió, era demasiado lento.

—¿Que...que haces?— le pregunto, cerrando sus ojos.

—¿Tú que crees?— en un susurro le decía, besando su mejilla y en un camino de besos llegar hasta su cuello, restregando sin pudor alguno sus pechos en el suyo, quien diría que esas cosas servirían para algo.—Hm...¿Tan rápido? No pensé que te pondrías de esa forma con un simple roce.— soltó una pequeña risita y comenzó a mover lentamente sus caderas, deseando sentir el duro miembro de su hermano rozar contra su trasero.

—Y-yo...yo no...a-ahh, Nemi, detente...— le pidió, estaba demasiado nervioso como para intentar apartarla. La verdad no sabía si quería que se detuviera.

—¿Estás seguro que es eso lo que quieres? Sabes, pensé que cómo ahora tengo pechos y una vagina, ya sabes...el hacerlo sin protección daría sus "frutos", ¿Por qué? No me digas que no tenías ganas de follar conmigo. Genya...te observo todo el tiempo.— estaba más que Jodido. Todo eso era cierto, siempre sintió otro tipo de atracción hacía Sanemi y ahora lo tenía encima suyo, provocándole y estando a punto de nublar su buen juicio, no quería hacerle daño, pero tampoco quería dejar pasar esta oportunidad, quien sabe, tal vez no vuelva a ver a Sanemi convertido en mujer, era jodidamente sexy.

—¿Hasta donde quieres llegar?— le pregunto, llevando sus manos a su cintura y acariciando lentamente una de sus piernas.

—¿Tú eres estúpido? No puedo creer que seas mí hermano menor— suspiro.

—¡L-lo siento! Solo explícame.— le pidió, era obvio que quería acostarse con él pero si el hacerle preguntas estúpidas haga que se aburría y lo dejé o le baje la calentura, no tenía más opción, por más que quisiera hacerlo no quería lastimar a su hermano.

—Eres jodidamente idiota.— Genya miro confundido a su "hermana", se estaba acercando demasiado. Comenzaba a darle curiosidad que cosas pasaban por su cabeza.

Sanemi beso los labios de Genya, siendo un beso demasiado inexperto, era obvio, ninguno había besado a alguien antes, pero le daba igual, no podía creer que tan solo un pequeño beso lo pusiera de esa forma, eso de tener sexo con su hermano mayor tal vez no era tan mala idea.

—A-ahh...anda...no me dejaras así, ¿Cierto?— le dijo entre jadeos una vez se hubiera separado, quitándose lentamente el yukata.

Tapó su rostro con ambas manos, no sé permitiría algo como eso, estaba mal y no importa si fuera hombre o mujer, debía respetar su privacidad aunque le estuviera dando pase directo.

Mantuvo sus ojos cerrados, no quería abrirlos y verle sin ropa, sería demasiado vergonzoso y atrevido de su parte ceder ante sus provocaciones, ¿Que debía hacer?

—¡¿Por qué carajos te comportas así?! ¡Te estoy permitiendo que me folles y actúas como idiota!— exclamó enojada, solo quería sentir su pene dentro de ella, no era tan difícil...solo quería ser complacida por él y nadie más...solo quería entregarse a él y el muy idiota, actúa como el imbécil que es.

—Yo no...no creo que sea correcto...— quito lentamente sus manos de su rostro, intentando con todo su ser el no bajar su mirada hacia sus pechos.

—¿Que cosa? ¿Coger con tu hermano? Tiene que ser una broma, en serio. Tengo pechos y una vagina, no voy a desperdiciar esto por un capricho tuyo, ¿A quien diablos le importa que me folle a mí hermano? Nadie lo va a saber y nadie puede prohibirme nada. Así que si no haces algo ahora mismo voy a cortarte las bolas.

Sus mejillas rápidamente se sonrojaron y asintió, obviamente él también lo quería y todas esas provocaciones solo lo excitaban más y más...sus pantalones le estaban apretando demasiado y ya estaba demasiado húmedo como para darse la vuelta y quedarse con las ganas.

Sanemi quería hacerlo y no era nadie para negarle un momento de placer.

Cambio de lugares, dejándola abajo, no tenía idea de que hacer, se notaba lo nervioso que estaba y la verdad, temía hacer algo mal.

Sanemi rodó los ojos y sonrió, acariciando su mejilla, su hermano no había cambiado nada, era el mismo de siempre, preocupándose por él, era un fastidio.

Debería dejar de preocuparse y actuar, de otra forma, terminaría violandolo a él.

—Perdoname...pero eres un idiota en esto.

Llevo su dedo a su boca y lo mordió, luego lo puso a la vista del menor.

Sabía que Genya desde hace tiempo comía demonios, Kochou se lo dijo, así que usaría eso a su favor, no podría contenerse y terminaría devorándolo.

Genya, rápidamente metió su dedo dentro de su boca, deslizando lentamente su lengua por la herida, la sangre de Sanemi era exquisita.

Por último, mordió su labio, escurriendo de esta mayor cantidad de sangre que la de hace un momento, le daba igual si no se contenía y lo terminaba matando, si lo hacía, sería la persona más feliz del mundo al ser devorado por él.

Llevo lentamente su mano hasta su nuca y unió sus labios bruscamente, Genya cerro los ojos y se dejó llevar, moviendo lentamente sus labios al compás de los de su hermano, deleitándose con el sabor de su saliva y sangre, se sentía bien...le gustaba.

Levantó lentamente su rodilla e hizo contacto con la prominente erección  del menor, estaba empapado.

—¿Todavía quieres darte la vuelta? Puedes comerme si quieres, no me importa.

Otro beso, pero está vez fue el menor quien tomo la iniciativa, lo había convencido.

Lo abrazo por el cuello y levantó las caderas, para posteriormente abrazarlo con las piernas por la cintura, soltando un pequeño gemido al hacer contacto con su erección.

Lo iba a disfrutar como no tenía idea.

~🌸🌸~

Los fuertes gemidos, el rechinar de la cama y sus pieles chocando cada segundo era lo único que se escuchaba en la habitación donde ambos amantes se enredaban en el placer, olvidándose por completo los lazos de sangre que los unían.

—A-ahh...m-muevete más rápido...— pidió la ahora chica, abrazando al de cabellos negros y clavando sus uñas en su espalda, dejándole marcas que fácilmente verían en un futuro pero es no le importaba ahora. Genya aumento la velocidad de sus embestidas, ignorando complementamente las heridas de su espalda, estaba más ocupado en dejar marcas en su cuello.—¡¡A-ahh! Si...a-así...

Sanemi soltó una carcajada, seguida de más y más gemidos, todo eso se estaba sintiendo extremadamente bien, lo estaba disfrutando como no tenía idea y le gustaría poder repetirlo en otro momento.

Genya se separó de su cuello y su agitada respiración no se comparaba a los jadeos de la albina...ver su rostro sonrojado, bañado en sudor y pidiendo por más era algo que nunca pensó llegar a ver, siempre tuvo esa idea de que si estuvieran juntos el que iría abajo sería él y no Sanemi pero parece que los papeles cambiaron.

Abrazo con sus piernas su cintura, queriendo que su miembro llegará más profundo, quería sentirlo por completo en su interior...quería que siguiera dilatando su entrada y manchara sus paredes por completo.

—¡¡Carajo, Genya!! ¡¡Se...siente bien!!— lo beso , devorando sin piedad sus labios, jugando con su lengua y dejándose llenar por completo de su saliva, no quería separarse de él nunca más...no porque fuera su hermano, no quería hacerlo, quería tenerlo a su lado siempre y no volvería a alejarlo, era una promesa.

—M-me vengo...—le aviso el menor, volviéndose sus embestidas aún más salvajes que antes, jurando que la habían profanado por completo, le encantaba.

Dos embestidas más fueron suficientes para que se corrieran, manchando por completo el interior de la "chica", solo esperaba que eso no fuera un futuro embarazo, lo dudaba seriamente pero no sabía por cuánto tiempo Sanemi así estaría. 

Genya cayó rendido a su lado, completamente exhausto, Sanemi era muy difícil de complacer, pero estaba satisfecho.

Los tapó a ambos con las sábanas y Sanemi lo abrazó, ocultándose en su pecho, ahora era muy pequeña y le encantaba resguardarse en los fornidos brazos de Genya.

Luego se preocuparía por explicarle a sus compañeros que le pasó, ahora disfrutaría estar entre los brazos de la persona que amaba.

Dedicado a: xochilthod

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro