Capítulo #6
ALLECRA:
Llegamos a casa y para mi sorpresa padre aún seguía contento, Rafaelo estaba muy enojado, no entiendo porque si antes de que se vaya a la otra sala estaba de buen humor, se subió a su auto y se fue sin decir una sola palabra, Luciano se encerró con padre una vez que entraron a la casa y yo me dirigí al cuarto de Isabella yo quería ir a ver como estaba y si necesitaba algo.
Toco suavemente su puerta esperando que me dejé entrar, momentos después escucho unos pasos apresurados acercándose a la puerta y luego abre la puerta dejando una pequeña abertura, para poder cerciorarse de quién es antes de abrirla completamente, le digo que soy yo que no tiene nada de qué preocuparse al verme y escucharme ella abre totalmente la puerta y me deja entrar.
—¡Hermana!, eres tú y dime tengo mucha curiosidad de saber que pasó allá. ¿Padre dio problemas?, ¿Los recibieron bien?, ¿Cómo te fue con ese hombre que va a ser tu futuro esposo?, tengo tantas preguntas hermana quiero que me cuentes todo— me dice ansiosa, mientras se muerde el labio inferior evitando decir más y esperando que yo hable y calme su curiosidad.
—Seré muy franca contigo hermana, yo...yo creo que bien, muy bien, la otra semana debemos mudarnos a su casa, así que debes de ir empacando solo lo que de verdad quieras llevar contigo, te recomiendo cosas esenciales y ligeras por si nos tenemos que ir rápido de allá, sabes muy bien pequeña que no nos quedaremos mucho tiempo con él, una vez que salgamos de este infierno tendré que ponerme inmediatamente en un plan para liberarnos de ese payaso de Dante—la pegó a mí en un fuerte abrazo, me siento tan feliz por fin estamos a un paso de lo que tanto queremos, vivir en paz y sin el miedo de que vayan a hacer con nosotras en cualquier momento, como lo ha sido todos estos años viviendo con padre, ahora debo concentrarme bien en organizar el aspecto económico de ambas y en caso de que sea necesario como debo estirar los ahorros de mi cuenta lo más que pueda en el momento que ya estemos a nuestra suerte, pero lo dejo para después ahora disfrutaré de esta pequeña victoria, hemos ganado una batalla, nos faltan muchas más.
—¿Hermosa quieres salir a comer un helado?, si es así anda ponte bonita y vemos que hacemos en caso de que no te quieras ir por el helado, me voy a mi habitación a cambiarme, cuando estés lista vas y tocas la puerta antes de entrar, te espero no tardes—le doy un beso en la frente y salgo de su habitación.
Ya estando en mi habitación le envió un mensaje rápido a Bellarosa diciéndole que nos vemos en el centro comercial de Westminster, me acuesto en mi cama con una inmensa sonrisa y respiro profundamente, siento esta gran sensación de libertad y felicidad que me llena que no sé cómo explicarlo.
Aunque deba pagar un precio por ella no dejo que eso me desanime del todo, sé que no será por mucho tiempo pero deseo de todo corazón que este tipo no sea de los que golpean a sus esposas, porque si es así, me voy a convertir en viuda muy rápido, mis planes no van a fallar, de eso estoy muy segura, el bienestar de Isabella depende de eso.
¡Calma Allecra, tienes que ir con calma un paso a la vez!, verás que todo saldrá muy bien, ya deja de pensar en ello.
Siento cómo se van cerrando poco a poco mis ojos sin poder evitarlo, como si me estuviera durmiendo y no lo pudiera evitar, eso es lo que ha provocado está sensación de seguridad y paz, después de un rato escucho que golpean mi puerta, pero si sentí que mis ojos apenas los había cerrado un momento y nada más, me espabiló con un poco de dificultad y me pongo de pie, por suerte ya me había cambiado de ropa antes de acostarme un momento en mi cama.
Camino hacia la puerta y la abro porque sé con certeza que es mi hermana Isabella viniendo a verme por la salida que le prometí, entra y se tira en mi cama, ella ya está lista, se ha arreglado un poco pero no es muy vanidosa aún como lo son otras niñas de su edad y de nuestro círculo social, ella se ha puesto una hermosa blusa lila de algodón sencilla, me gusta como se le ve, sin escotes sin adornos exagerados, un jean ceñido con pequeños deshilachados en los muslos y las rodillas y unos converse lilas que combinan con su blusa, le cae perfectamente ya que el color de su piel es blanca, su cabello rubio y lacio le da un aspecto muy angelical, y las pocas pecas que tiene la hacen ver mucho más guapa aunque ella las odia.
Su figura tiene muy pocas curvas, es normal a su edad, ya después se irá desarrollando yo era exactamente igual a su edad, aunque si por mi fuera deseo que no lo haga nunca que siga siendo una pequeña niña sin preocupaciones y sin tener que experimentar lo fea que puede llegar a ser la vida a veces, es muy egoísta de mi parte lo sé, pero me siento como si fuera su verdadera madre, quiero tenerla lo mejor protegida que pueda de todo y de todos, ya que nuestra madre siempre fue una mierda con todos nosotros y para ella siempre fue más importante salir a beber con sus amigas y ligues del momento o sino a lucirse con los últimos diseños de moda que tenía su guardarropa porque padre le había comprado.
Nunca entendí cómo es que padre hacía de la vista gorda a su comportamiento y lo más importante como es que soportaba su comportamiento sin castigarla nunca por sus actos.
Decido no perder más mi valioso tiempo al seguir pensando en ellos porque no lo valen, me acerco a mi cama para poder coger mi celular junto con mi billetera los guardo bien y le tiendo la mano a mi pequeña hermana para irnos, ella la agarra muy emocionada nos miramos un momento luego ambas rompemos a reír saliendo de ahí.
Llegamos al centro comercial en pocos minutos, después de todo Isabella si quiso ir por ese helado, decidimos ir a una pequeña heladería previamente asegurada por los hombres de mi padre para que nadie pueda acercarse a nosotros, siento los flashes de las cámaras, me molesta como somos observadas mientras estamos entrando al lugar una vez que nos han indicado que es seguro, nos vamos al fondo así no pueden estar molestando en tomarnos fotos a cada instante, aún no me acostumbro a eso ni siquiera me considero una celebridad, mientras estamos esperando a Bellarosa, nos ponemos a conversamos de cualquier cosa, como va en los estudios, si le gusta algún chico de su escuela ella asegura que no, que basta con ver cómo es padre conmigo para que no le den ganas de fijarse en alguien, dice que su gran temor es conocer alguien así, no la culpo, puede que con el tiempo llegue a pensar de manera diferente y hasta llegará a conocer a alguien que valga la pena, si no pues siempre nos tendremos la una a la otra, creo que eso será suficiente.
Diez minutos después aparece mi amiga Bellarosa junto con Gabriel, nos saludamos, él me da un fuerte abrazo y besa mi cabeza, siento un gran cariño por él, lo veo como un hermano mayor ya que que el mío es un completo idiota, yo pienso que él a mí también me ve así como una hermana más.
Se sienta junto a mí y nos ponemos al corriente de todo, les digo con total sinceridad lo que padre quiere que haga, en cómo tuve que llegar a un acuerdo con este tipo para no tener sorpresas desagradables cuando ya estemos viviendo juntos, pero tuve mucho cuidado con ciertos detalles, porque Isabella no debe saber lo que me espera a manos de él, ni tampoco deben de saber nada ellos, porque si lo hacen tengo la certeza que se va a desatar una lucha en la que lamentablemente mis amigos no saldrán victoriosos, nadie puede ir en contra de los planes de Stefano Cavour y aquí viene la parte más dura donde les tengo que pedir ayuda.
—Eso chicos es lo que me espera ahora cuando sea entregada en matrimonio, ahora tengo que ser cedida a un hombre que no conozco por culpa de mi padre que lo hizo enojar, aunque lo que me consuela un poco es que no es un anciano, ¡Gracias a Dios!, pero lo que más me gusta y me tiene muy feliz es que accedió a que pueda venir Isabella conmigo tanto así que convenció a padre muy fácilmente, ahora les tengo que pedir algo muy riesgoso, que ustedes no no desean ayudarme con eso yo lo entenderé, de verdad que lo haré—les digo con pesar la última parte, porque así es, no los puedo obligar a que me ayuden si no quieren, ya que implica que pueden llegar a estar en riesgo.
—¿Es que acaso te volviste loca Alle?, quiero que tengas muy claro que yo mataría y moriría por ti amiga sin dudarlo, eres como una hermana más para mí. ¿Cómo quieres qué sea su muerte rápida o lenta?, solo eso necesito saber y deja el resto en mis manos.—me pregunta muy entusiasta Bellarosa, que al principio me quedo sin palabras, para después tomarlo como una broma.
¿Por qué es una broma verdad?
Le doy una mirada a Gabriel para saber si lo tomo con la misma diversión que yo, pero no es así, noto que no está tan animado y bromista como ella, sino que su semblante está tan serio como la muerte, yo diría que está bastante enojado, yo no lo culpo estaría igual que él, si me enterara de que le hacen eso a Bellarosa, pero así es nuestro mundo, solo somos cartas de gran valor para nuestros padres, esperando el momento para ser usadas con el mejor postor.
Me mira y dice—Tranquila Allecra, yo me puedo imaginar lo que nos vas a pedir. ¿Quieres que te ayudemos con un plan para poder escapar de ese bastardo?, tengo razón—espera que yo se los confirme antes de seguir hablando.
Asiento una vez dándole una sonrisa tranquilizadora y él continúa—Bien, creo que puedo tener una idea de cómo podemos hacer esto, aunque seré muy honesto contigo cariño, voy a necesitar quizás unos 4 a 6 meses, ¿Crees poder aguantar todo ese tiempo en sus manos?, eso es un estimado porque te prometo que trataré de hacerlo mucho más rápido, no dejaré que sufras en las garras de Dante porque déjame decirte que de todos a los que tu padre pudo tener de enemigo va y elige al peor de todos, no quiero asustarte solo quiero que sepas que ese tipo no es de tomar a la ligera, además no quiero que cargues sola esa responsabilidad tan grande de hacerte cargo de Isabella, ¡Tú solo confía en mí!—lo dice mientras está agarrando fuerte mis manos sobre la mesa, me apoyo en él y le agradezco de corazón todo lo que va a hacer por ayudarnos. ¿Qué haría yo si no los tuviera en mi vida?
Cambiamos de tema para alegrarnos un poco porque ese era el objetivo de nuestra salida, celebrar.
Yo les prometo mantenerme comunicada con ellos siempre, Bellarosa se ofrece a regalarme el vestido de bodas, eso es algo que no me causa mucha ilusión, porque él me dejó en claro, que le daba igual el día de la boda que era como una reunión más en su agenda, su manera de ver las cosas provoca lo mismo en mí, así será más fácil poder engañarlo y poder irme sin mirar atrás.
Terminamos de comer nuestros helado, ya es hora de regresar a casa antes de que padre empiece a llamar que en donde estamos y toda la alegría quede arruinada, les hago para irnos un gesto a los hombres de seguridad que vinieron con nosotras se apresuran a despejar la entrada y buscarnos un camino seguro al auto, estoy de pie junto a Gabriel conversando, más bien susurrando para que Isabella no me pueda escuchar, él me dice muy preocupado—¿Estás segura de esto Allecra?, no hay ninguna otra opción.—está tocándome el rostro gentilmente, me apoyo en su tacto y cierro mis ojos., eso es lo que he necesitado siempre alguien que se preocupe de verdad por mí.
De un momento a otro siento un flash muy cerca de nosotros, que parece venir de un teléfono celular muy cerca a nosotros, yo rápidamente me alejo de él, en ese instante Gabriel aprovecha y me tapa con su cuerpo en un intento de que no me saquen más fotos en una posición que puede resultar comprometedora según cómo la vean, soy tan afortunada de tener alguien como él de amigo.
—¡Sí, estoy muy segura!, debes calmarte él me aseguro que no quiere tener hijos, ni romance alguno, solo debo pasar desapercibida esos meses, que se sienta seguro de que me tiene doblegada, para que cuando menos se lo espere yo pueda escapar, eso sí ayúdame consiguiendo ropa y cosas para nosotras las vamos a necesitar yo te lo voy a pagar lo juro, ¡Porque dudo que pueda ponerme a llenar mis maletas en el momento que esté huyendo de su casa!, sabes que se me acaba de ocurrir algo mejor. ¿Puedo dejar la mayoría de nuestras cosas con Ustedes?, cuando tenga que enviar mis cosas a su casa antes de mudarnos con él, así no sospecharan nada, unos días antes de la mudanza voy a hacer el envío a la casa de ustedes. ¿Puedes ayudarme?— preguntó muy entusiasmada ¿Por qué rayos esa idea no se me había ocurrido antes?
Gabriel me dice que sí, que no hay problema alguno con eso, los chicos de seguridad se acercan a nosotros para hacernos saber que es seguro salir, nos despedimos yéndonos por caminos separados.
Nosotras subimos a nuestro auto, ya estando en el asiento trasero me acerco a mi hermana para darle un suave abrazo en un intento de sentirme mejor, ya que nos vamos rumbo al infierno que en poco tiempo ya no será más nuestra casa, espero que la suerte esté de nuestro lado un poco más y no tenga que encontrarme a madre el tiempo que me queda en esa casa, porque ella explotará de enojo cuando sepa que padre accedió a que se vaya conmigo Isabella.
Ya que los planes retorcidos que haya tenido para ella, no van a poder ser, ¡Jamás dejaré que hagas eso con ella madre!, arruinarla y volverla un ser tan despreciable como tú.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro