Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo #5

Dante

Cuando la vi entrar, esperaba que sea como esas mujeres a las que estoy acostumbrado a tratar todo el tiempo, que son expertas en seducir y muy seguras de si mismas.

No me espera volver a ver a la belleza de la disco, es mucho más hermosa de cerca, tiene unos labios que pedían a gritos que los bese o muerda, son regordetes y delicados, unos ojos hipnotizadores, su rostro es delicado y hermoso, tiene el cabello largo y sedoso del color del chocolate, sentía la necesidad de poner mis manos sobre ella por eso apreté mi agarre en las piernas de Bianca.

Me pican las manos por agarrar  con fuerza ese cabello en un solo puño, mientras la imaginaba de rodillas ante mí, cerrando esa linda  boquita en mi polla y chupándola como si su vida dependiera de ello, sus tetas perfectas y redondeadas las podía apreciar en su vestido bien ceñido al cuerpo.

Aunque detesto ese color infantil que usa no me gusto en absoluto, la prefiero desnuda y en mi cama esperando por mi, sus piernas son torneadas y su piel se jodidamente suave, me las podía imaginar cerrándose con fuerza en mi cintura, mientras la follaba contra la pared.

¡Concéntrate Dante, deja de portarte como un maldito adolescente cachondo!

Observe que su rostro estaba en blanco y como estaba agarrada del brazo de ese maldito de Rafaelo, todo eso hizo en mi mente clic, mi supuesta prometida no solo es jodidamente hermosa, estando por comprometerse conmigo salió a ligar al bar y de paso parece tener un enamoramiento con esta basura de hombre.

Juro por Dios que si descubro que es alguna artimaña no solo lo mataré, a ella también y toda su familia por querer tomarme por tonto, siento como rechinan mis dientes a tal punto que parece que se van a partir.

El desgraciado de Stefano toma asiento sin que lo invite y se pone cómodo, diciéndome que debemos conversar, le susurro a Bianca al oído que me espere en el cuarto de huéspedes desnuda y lista que en unos minutos voy.

Escuchar eso hace que me bese y solo por hacer que esa arpía igual a su padre se arrepienta de haber venido le devuelvo el beso, ella gime escandalosamente eso hará que se gane un par de azotes de mi parte más tarde, se levanta y se va meneando sus caderas sugestivamente, juraría que hasta el propio Stefano le echo una mirada cuando paseo junto a él.

Pasa rozando apropósito a Rafaelo, que chica traviesa, otro castigo más para ella por ser atrevida, observo la que quiere ser mi futura esposa sonreír, bueno, eso es un poco raro y cuando me devuelve la mirada creo que sabe que ha cometido un error al participar en los planes de su padre.

¡Oh cariño!, no sabes dónde te has metido haré que aprendas la lección por las malas.


Allecra:

Trago fuertemente y me paro detrás de padre hasta que me diga lo que quiere que haga. o si me puedo sentar.

Padre habla con seguridad—Bueno Chico, traje hoy a mi hija para que veas que mi ofrenda de paz es genuina, ¿Cuándo te casarás con ella o te la llevarás de mi casa?, no tengo problema si eso sucede hoy mismo, les daré un tiempo para que conversen a solas y decidan las fechas—dice totalmente confiado reclinándose en el sillón, Rafaelo tiene cara de querer irse tras esa mujerzuela y mi hermano Luciano tiene cara de querer estar en cualquier otro lugar y no aquí.

Dante sonríe ante las demandas de mi padre y se pone más cómodo—Está bien váyanse, voy a hablar con mi futura sposa, suocero—dice con sorna.

Le hace un gesto al hombre guapo que nos recibió y padre se pone de pie—Leo por favor acompáñalos a la otra sala, debo tener una charla aquí, con esta belleza—dice con burla, juro que me dan ganas de estrellar mi puño en su rostro, pero solo aprieto mis manos fuertemente para evitar cometer una locura de la que me vaya a arrepentir.

Miro como padre se va junto con los demás, mi supuesto prometido aprovecha el momento que nos dieron para acercarse más a mí, me rodea lentamente observándome y analizando cada detalle, como si fuera una yegua fina que va a adquirir.

No lo niego es bien guapo, casi como uno de esos modelos famosos de revistas diría yo, sus labios son finos  y sensuales, tiene una nariz recta y bien masculina, su barbilla tiene un hoyuelo al final y con una barba bien cuidada, sus cejas negras bien marcadas me gustan, su cabello es negro intenso como el alquitrán, alto y bastante musculoso.

Creo que es hasta más que el guapo de Leo, creo que dijo que así se llamaba, su perfume es exquisito, me embriaga, se me escapa un suave suspiro y algo asustada le devuelvo la mirada, contemplo como se acerca tanto que falta muy poco para estar nariz con nariz.

Le devuelvo la mirada sin retroceder, él levanta la mano y me acaricia la mejilla lentamente casi con delicadeza hasta que llega a mi cuello y la cierra con fuerza pero no cortándome el suministro de aire, solo para hacerme saber que él es que está a cargo ahora, acerca su boca a mi oído para hablar con una voz que destila veneno—¡Se supone que aquí es donde tratas de mostrarme tus encantos, Allecra!— escuchar su voz así tan cerca, provoca que se me escape un gemido, ¿Qué me pasa?, ¡Esta no soy yo!, nunca antes he reaccionado a este tipo de cosas porque de todas las personas es con él.

Eso lo hace sonreír muy engreído para luego soltarme con una mueca de asco en su cara, no sé que es lo que acaba de pasar, me siento muy confundida con este hombre, despierta cosas en mi cuerpo que pensé que estaban dormidas, pero debo despejar mi cabeza y centrarme en mi objetivo y lo que quiero de él.

—¿Te llamas Dante verdad?, Es un placer para mí conocerte y convertirme en tu esposa, no tengo ningún problema en que nos casemos hoy, mañana, en un mes o en un año, solo tengo una petición que hacerte y es que exijas que mi hermana Isabella venga conmigo, ¡Te lo imploro!, haré cualquier cosa que quieras, mataré a quien tú quieras, seduciré a alguien si eso es lo que necesitas de mí, lo que sea, lo único que quiero es tenerla a ella conmigo—odio suplicar lo odio tanto, pero por Isabella haré lo que sea y con quien sea.

Me lanza una mirada larga y evaluadora, se vuelve acercar a mí agarrándome del cuello, pero está vez poniendo más presión que me cuesta respirar—¿Lo que sea?, entonces asumo que me estoy ganando una esposa muy obediente la mejor diría yo, solo quiero que me respondas algo—susurra furiosamente.

¡Pre...pregunta! —respondo con dificultad por la presión que ejerce en mi cuello.

—¿Qué gano yo con todo esto qué me pides?, Dime tengo mucha curiosidad, ¿Por qué debería ceder a tu petición?—una vez que termina de decir eso me suelta y empuja con fuerza, como ya estoy acostumbrada a que padre lo haga, me estabilizo con facilidad.

—Lo que quieras ya te lo dije, pide lo que sea que haré hasta lo imposible para dártelo—respondo seriamente a pesar de que no sé si deba de confiar en este tipo del todo.

—Está bien acepto, pero tendrás que estar en mi cama todos los días, eso no es negociable, ningún otro hombre más puede estar cerca de ti o poner sus manos sobre lo que es mío no estoy jugando si eso pasa,  los mataré a ambos y de paso a tu hermana, aunque pensándolo bien, quizás pensaré que fin le puedo dar a ella, tengo un nuevo burdel donde hay clientes que les gustan menores de edad, por cierto, ¿Más o menos qué edad tiene ella 12 o tal vez 13?—dice totalmente risueño y mi boca cae abierta por todo lo que me acaba de decir, este hombre ha de pensar que yo soy como la mayoría de zorras que andan con él y no solo eso, sino que amenaza con hacerle algo a mi hermana rápidamente me recompongo, me armo de toda la paciencia del mundo para no abofetearlo ahí mismo debo ganármelo y una vez fuera de las garras de padre, veré como escapar de él.

—Está bien, tienes mi palabra y no es necesario amenazar a mi hermana, porque antes de hacerle algo a ella juro que primero te mató con mis propias manos—le digo suavemente pero muy en serio.

Se ríe el muy cabbrón, tiene la osadía de reírse en mi cara, levanta su mano y me agarra con fuerza un puñado de mi cabello, me duele, pero no le daré el gusto de escuchar que me duele, no cometeré ese error dos veces, puedo ver la lujuria y el enojo en su rostro—¡Muero por poner a prueba esa valentía en la habitación esposa!, tienes una semana para arreglar tus asuntos de la boda, no quiero fiestas, no quiero nada cursi, no esperes amor de mi parte ni que cambie a mis chicas por ti, deberás cumplir como esposa siempre y que quede bien claro no quiero herederos, no trates de amarrarme con ningún niño, espero que sepas cuidarte y si los hay no responderé de mis actos de seguro te haré que te deshagas de esa cosa, ¡Entendido!—aplica más presión en su agarre, el dolor es insoportable siento que el  cuero cabelludo se me va a salir, por lo que levanto mi mano y lo empujo un poco, haciéndole saber que me lastima, eso lo aplaca un poco soltando su agarre.

—Muy  bien, estoy de acuerdo con lo que dices, por mí no hay problema alguno, vayamos al registro o llamas a un juez y listo, no hay necesidad de montar un teatro donde es muy claro que no existe nada—le digo muy segura.

—Bueno en una semana te espero aquí junto a tu hermana y desde ahora compórtate como una mujer que va a ser mi esposa y deja de andar tonteando con cualquiera me vas a dejar en ridículo, bueno voy a arreglar ese asunto con tu padre ponte cómoda, esposa—una vez que se va, suelto el aliento que estaba conteniendo, este hombre es un cerdo asqueroso, pero por el bien de mi hermana tengo que soportarlo, me aguanto las lágrimas que mueren por salir y respiro varias veces hasta que consigo mantenerlas bajo control, escucho como padre grita muy enojado y luego se guarda silencio.

Debí haberle exigido que me lleva ya, de seguro apenas lleguemos a casa padre me golpeara, o puede que quizás ya no,  ¿Por qué ya soy propiedad de él, verdad?, retuerzo mis manos con nerviosismo, arreglo mi vestido una y otra vez.

Hasta que después de unos minutos que parecieron ser horas, veo que ellos empiezan a salir de la otra sala, Rafaelo luce algo molesto, padre está muy alegre lo cual es raro y Luciano sigue con su cara de estar aburrido como la muerte, se acercan a mí y por reflejo me pongo de pie, esperando para saber que paso allá adentro.

Padre finge abrazarme y estar contento conmigo por primera vez en su vida y se dirige a Dante —Fue un placer hacer negocios contigo chico, mis hijas desde ahora son  todas tuyas, espero que sepas en que te metes, en unos días las envío con todas sus cosas—Reprimo una sonrisa y agacho la cabeza sumisa como siempre hago cuando estoy frente a padre, por el rabillo de mi ojo puedo ver la mirada de curiosidad que me lanza Dante.

Nos despedimos y partimos rumbo al infierno que aún debo llamar casa por unos días más.

Respiro aliviada cosa que no hago muy a menudo, ahora solo falta que planeé como escaparme cuando ya viva con él, para eso si voy a usar la ayuda de Bellarosa y Gabriel, misteriosamente en el auto ahora va conmigo Luciano y no Rafaelo, él se subió en el otro auto con padre mientras Dante vigilaba sus movimientos como un halcón, que raro, para ser un mujeriego es muy posesivo, no me importa, en unos meses nada de esto será más mi problema.

No puedo esperar a llegar a casa y contarle a Isabella que estamos solo a un paso de nuestra tan ansiada libertad.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro