Allecra

Después de hablar con mis amigos fui a ver a mi hermana gracias a Dios la encontré en su habitación, me dijo lo que pasó, como no pudo escapar y me asegura que nunca la lastimaron, que todo esté tiempo estuvo en una especie de almacén abandonado, pero que la trataron bien en todo momento.

Dante Morello, nunca he odiado tanto a alguien, después de mis padres.

Le di la noticia de mi embarazo y está muy contenta, dice que no puede esperar a que ya estén aquí para poder cuidarlos y jugar con ellos.

Creo que no sabe lo que está pidiendo, ni yo estoy segura de lo que me espera, pero aún es temprano para eso, así que conversamos un poco más.

Saliendo de la habitación de mi hermana, veo a la rubia arpía hermana de Leo, saliendo del cuarto de Dante de seguro fue por su dosis.

¡Maldito mentiroso!, dijo que iba a ser mejor y está es la muestra de que solo eran palabras.

¿Por qué me enojo?, ellos no son mi problema.

Más calmada camino a mi habitación como si no la hubiera visto, quizás ella no me vea y siga su camino.

Pero como era de esperarse la muy zorra me ve y cambia de rumbo a propósito, camina hacia mí.

—Acá no está tu semental Vanna, ¿Así te llamas verdad?, da media vuelta, quiero estar sola, no tengo ganas de tratar contigo adiós—me detengo junto a mi puerta y me cruzo de brazos, esperando que entienda que no estoy jugando.

—Ya lo sé, solo vine a decirte que Dante siente asco por ti, él mismo me lo confesó, ¿Por qué mejor no te vas y le das el divorcio así no estorbas en nuestras vidas?, porque tarde o temprano te va a echar de aquí sabes— está mujer no solo es tonta es ridícula, me saca de quicio lo tonta que puede llegar a ser.

—Dime guapa. ¿Él está de acuerdo con tus planes?, porque nunca está solo sabes, lo veo con una mujer distinta cada noche, por cierto referente al asco que siente por mí, pues de ser cierto, no me explico cómo pasa horas besando cada pulgada de piel en mí cuerpo cada vez que puede, yo tengo que decirle que es suficiente que me deje sola, pero él es el que parece tener un problema con eso y se rehúsa a hacerlo—le doy una sonrisa de triunfo y agarró la manija para poder entrar a mi habitación.

—¿Es así?, Bueno y te enteraste de las buenas nuevas, querida, Dante ya te las dijo— esa declaración me pone los pelos de punta.

—No me interesan tus buenas noticias, tengo cosas más importantes que hacer. ¿Por qué mejor no vas a ver si está lloviendo?, esperas a ver que tan fuerte caen las gotas y me vienes a contar— le guiño un ojo y cierro la puerta en su rostro.

¿Buenas nuevas?, esa mujer lo que trae es malas vibras y malas noticias, nada más puede traer.

Voy hablar con Dante, no la quiero cerca de mí ni de mi hermana, ella está loca y los locos son muy peligrosos.

Tocan mi puerta y sé muy bien que no es Isabella, ella me dijo que tenía bastante tarea que hacer, ya harta de está mujer y como le gusta molestar, le digo lo que pienso.

—¡Que no me importa tus estúpidas buenas nuevas perra!, porque mejor no te vas a joder a Dante, él parecer ser él único que te soporta— me quedo muda, ya que el susodicho está de pie y con cara de pocos amigos en mi puerta.

—Vaya esposa, ¿Me preguntó a quién iban dirigidas esas palabras?, tengo curiosidad —se apoya en el marco y espera que le diga lo obvio.

¡Mierda, este hombre de seguro viene a follar!

¿Toma Viagra o todos son así por naturaleza?

—Son para la víbora de Vanna tu zorra, estuvo molestando por aquí, no me importa si es tú revolcón o tienen una rara relación, pero debes ponerle una jodida correa, debo tener paz no estrés eso es malo para mis bebés, por favor necesito que la mantengas lejos de mí y de mi hermana—sí, sé que soy de lo peor, planeo usar esa excusa lo más que pueda para que me deje en paz o que por lo menos para intentar que haga lo que quiero.

—¿Tus bebés? ¿Son solo tuyos?, o no soy el padre y vas a decirme la verdad de una vez por todas— se acerca peligrosamente a mí, no puedo evitar cubrir mi vientre que aún es plano con ambas manos y retroceder.

—Ya te dije estúpido hombre de las cavernas, existen las pruebas de ADN, además ya quisiera que fuera otro el padre y no tú, por lo menos él nunca lo hubiera llamado por esos horribles nombres como lo hiciste tú— aseguro sin remordimiento alguno.

No esperaba está reacción de su parte y siento el revés con fuerza que me da, trato de mantener el equilibrio en mis pies pero falló, puedo sentir como estoy por caer al suelo.

Si ese maldito le hace algo a mis bebés, apenas pueda ponerme en pie otra vez haré que me las pague.

Me preparo para caer poniendo mis manos como apoyo, pero para mí sorpresa eso nunca pasa.

Abro los ojos lentamente y veo como sus manos me agarraron en el último momento, evitando que caiga.

—¡Mira lo que ocasionas Allecra!, vine aquí en son de paz y me dices esas cosas feas, Entiende nunca me vas a herir, solo despertarás irá o enojo, métete eso en la cabeza, no me interesa tu amor ni tu cariño, solo tu lealtad y tu cuerpo al que convenientemente me has vuelto adicto, a tus reacciones cuando te rindes al placer que te doy, porque aunque te engañes, te gusta esto retorcido que tenemos tanto como a mí—sube sus manos a mi rostro y toca suavemente mis mejillas produciéndome asco, lo empujó pero agarra más fuerte mi rostro, me duele un poco la mejilla dónde me golpeó.

—Estás enfermo, ¡Tú y yo no tenemos nada!, no me vuelvas a golpear más en tu asquerosa vida. ¿Es qué acaso quieres que le pase algo a mis bebés?, Eres un cobarde por pegarme eres como mi padre— espeto sin poder contenerme.

— ¿Tú padre? ¿No eras su consentida acaso?, no participaste gustosa en sus planes para atarme a ti, ¿O lo vas a negar?, Pasa que nunca esperaste encontrar alguien que no caiga rendido a tus órdenes y encantos, sé cómo son las de tu calaña, y también sé muy bien como debo de manejarlas— mientras lo dice pasa suavemente su pulgar en mi labio inferior.

Como si estuviera hablando consigo mismo y no conmigo.

Vuelvo a forcejear para que me suelte, pero una de sus manos la baja a mi cuello y ejerce presión, la otra la mantiene en mi rostro.

La lucha abandona mi cuerpo, sabe que botones tocar y cómo lograr controlarme, los bebés fueron la mejor excusa para tener más control sobre mí.

—¿Qué planeas hacer conmigo? ¿Todo lo que dijiste fue un teatro verdad?, tú no quieres hacer las cosas bien, solo me quieres tener controlada —susurró con un poco de dificultad, ya que la presión que ejerce no me deja gritarle.

—Hubo un cambio considerable en los planes, así que tú colabora con tu parte del trato que yo hago la mía— ejerce un poco más de presión en mí cuello .

—Dante, por favor suéltame, esto no es bueno puedes llegar a lastimarme—ruego no me importa, aunque no es por mí, pero lo hago.

—Cállate, Allecra y responde a una de mis preguntas. ¿Dónde se esconde tu amante, número 2: Rafaelo?, nadie sabe de él, no desde ese día que estuvieron en ese hotel— lo veo apretar los dientes.

—¿No lo sabes aún?, me extraña, quizás su padre quiera mantenerlo en secreto aún, pero te diré para que sepas de lo que soy capaz, ¡Lo asesine con mis propias manos, por obligarme a tener relaciones con él! ¿Y quieres saber una cosa?, lo volvería a hacer, a él y a cualquiera que me haga lo que él se atrevió a hacerme, eso va para ti también Dante—  es incredulidad lo que veo en su rostro, suelta un poco su agarre en mí cuello.

Aprovecho y me quitó su mano de un manotón.

—¡Mientes!, no te creo, no lo tienes en ti, ante mí tiemblas como una pequeña niña, piensas que yo voy a creer que lo mataste, quizás se encontró a otra mejor que tú— se burla.

Me alejo de él un poco sin que se de cuenta.

—Es verdad y si no me quieres creer es tú problema no él mío, además mientras tú te follabas a cualquier cosas que estaba a tu alcance , fue Gabriel el que me enseñó a cómo hacerlo, es por eso que lo quiero mucho es un buen amigo—no sé porque lo dije, pero una vez que las palabras salen de mí boca me arrepiento.

Se acerca decidido a mí, levantó las manos como si eso pudiera detener lo que sea que quiera hacerme.

—Averiguaré si lo que me estás diciendo es verdad, sí es así quiero saber cada detalle del porque supuestamente te obligó, no creo eso, quizás solo fue una pelea de amantes, con respecto a tu amiguito, ya veré qué hago con él—después de decir eso se vuelve ansioso por desvestirme, esta vez no me arranca la ropa, me la va sacando de a poco y besando cada parte que queda al descubierto.

Es algo raro lo que hace, solo quiere jugar con mi cabeza, confundirme y así poder tenerme engañada más tiempo.

Me toma de la mano y hace que me siente en el borde de la cama dejándome solo en bragas, se saca toda su ropa manteniendo todo el tiempo su mirada en mí, una vez que está en ropa interior, me hace que retroceda un poco en la cama hasta quedar en el centro, él se arrodilla entre mis piernas y empieza a besar mí cuello y amasar mis pechos suavemente.

Traté de rechazarlo pero mi cuerpo no me hace caso, acaba de golpearme por Dios, todo esto no es correcto, está mal.

—No pelees, solo déjate llevar por lo que sientes, te gusta de esta manera, nadie te dará lo que yo te doy Allecra, no lo olvides nunca, eres mía, si escapas moveré  cielo y tierra para traerte de vuelta, ¡Soy muy posesivo con mis cosas y tú nunca serás libre!, me perteneces, me volviste tan adicto a tú cuerpo y lo odio tanto que a veces quiero estrangularte para ver si eso te saca de mi mente—me tumba sobre la cama, estoy aturdida por lo que acaba de decirme.

Siento hasta un poco de miedo, miedo de que pueda cumplir con eso.

Me quita las bragas dejándome totalmente desnuda y se acuesta a mi lado, pone su mano entre mis piernas y empieza a frotar.

Muerdo mi labio inferior para no gemir escandalosamente, él empieza a succionar uno de mis pechos al mismo tiempo que frota con un poco más de fuerza, me espalda se arquea de la cama, no lo puedo evitar y abro más las piernas para darle mejor acceso.

Le gusta mucho eso, porque empieza a susurrar todo tipo de cosas, cosas muy sucias que quiere hacer conmigo, besa mi cuello y yo clavo mis uñas en su abdomen, siento que necesito sostenerme a algo, así sea el cuerpo de él.

No entiendo porque estoy más sensible, si no es nada que no me haya hecho antes.

Él parece distinto, como más concentrado en mis reacciones, más posesivo en su toque, la forma en que me muerde el cuello, los pechos, como si quisiera marcarme y que todos vean que fue él quien las hizo.

Cuando está satisfecho de los gemidos más intensos que salen de mí, se sube sobre mí abriéndome más las piernas y agarrando una con cada uno de sus brazos.

—¡Mírame en todo momento!, no olvides quién es el dueño de tu cuerpo y el padre de tus hijos, porque nunca me vas a dejar, hasta que yo lo diga, mientras más rápido lo entiendas mejor—dicho eso me embiste con fuerza.

Quiero gritar pero solo opto por arañar su abdomen y su pecho con fuerza, eso parece encenderlo más porque en lugar de ser más suave, se vuelve más salvaje.

Arqueó mi cuerpo otra vez embriagada de placer y cierro mis ojos.

Suelta su agarre en mis piernas y se agarra a mis pechos con ambas manos, mientras retuerce los pezones entre sus dedos y es implacable con sus embestidas.

—Abre los ojos maldita mentirosa y mira lo que tu cuerpo recibe gustoso, aunque lo niegues, sé muy que esto es lo que te gusta— se sale de mí y me da la vuelta poniéndome de rodillas.

Sigue embistiendo  está vez más fuerte como un poseído, abro más mis piernas para poder mantener el equilibrio y no caerme de cara al colchón.

Luego no satisfecho con eso, me agarra del cabello y mi cuerpo ya no aguanta más así que mi orgasmo llega con una intensidad que tengo que gritarlo o siento que me voy ahogar.

Eso le gusta porque se inclina y muerde mí cuello mientras se deja llevar, sus gemidos hacen que otra nueva ola de excitación esté recorriendo mi cuerpo.

Tomo su mano y la pongo sobre mí manojo de nervios para que frote mientras aún sigue dentro de mí.

Rápidamente lo hace mientras muerde más duro, aferrándose a mi cuerpo con ambas manos y se mueve un poco más, no demora en llegar mi segundo orgasmo, más intenso que el primero.

Cuando estoy por dejarme caer exhausta él me susurra —Te dije que nadie más puede, ni te dará lo que solo yo puedo, eres mía aunque te niegues a aceptarlo—Me acuesto rendida, pero no puedo evitar sentirme mal por esa verdad lamentable, él se acuesta junto a mí.

Esto es raro el no suele quedarse después de follar, no desde aquella vez que me ató a la cama y durmió junto a mí, lo hizo un par de veces más, pero volvió a dormir en su habitación.

Después de recuperar el aliento le digo—Por cierto, quiero ir a visitar a mi padre, quería que me firme unos papeles, mañana saldré— y de paso poder ver a mi amiga un rato.

—No, ya olvídate de ellos haz de cuenta que ya no tienes familia, que no existen más— claro que no somos unidos, ni ese tipo de familia, pero porque la negativa.

—¿Por qué?, nunca antes me prohibiste hacerlo. ¿Cambió algo que no me has dicho?— espero un poco confusa que me dé una explicación de porque no quiere que vaya.

—Porque ellos están muertos, yo liquide a tus padres, queme tu antigua casa y ahora estoy a cargo de todos los negocios de tu padre, así que deja el tema—lo dice tan relajado con sus ojos cerrados.

Él mató a mis padres, no siento remordimiento alguno, pero lo que sí me enoja es que se hizo con lo que era mío, mi herencia

—Bueno está bien, entonces ¿Cuándo me vas a devolver los negocios de mi padre para manejarlos yo?, porque me los vas a dar, me pertenecen—Se ríe, el cabrón se ríe de verdad como si le hubiera contado el mejor chiste.

—Jamás, soy tu esposo y por lo tanto lo tuyo me pertenece, además dudo que sepas cómo dirigir un negocio, te comerán viva — dicho eso me agarra de la cintura y me pega a su pecho poniendo su palma abierta en mi abdomen, con un agarre posesivo.

Todo es una farsa Allecra, él solo quiere meterse en tu cabeza y jugar contigo.

Me relajo en su agarre quiero que crea que estoy de acuerdo con lo que dijo.

Pero en realidad estoy ardiendo a fuego lento, ahora también quiere quedarse con lo mío, está muy equivocado si piensa que esto ya terminó.