Allecra

¡Maldito mentiroso igual a mi padre!,él me aseguro  que me iba a dejar ser libre y solo me ha tenido encerrada en esta casa, desde aquella vez que llegue en la madrugada.

Gracias a Dios no me quito el celular, mi hermana viene a verme cuando me olvidó de ir a su habitación, desayunamos, cenamos, pero no le dejó saber que estoy confinada aquí en esta casa y que no puedo salir como antes a mi libre antojo, le digo que no quiero salir que tengo cosas que hacer acá y que a veces ayudo a Dante con lo que sea que me pida que haga por él, debo seguir fingiendo obediencia en cualquier momento podré escapar de una buena vez de este lugar  y si lo hago no volveré jamás.

Parece como si hubiera sido ayer cuando tuve que venir acá a vivir con él, de eso ya hace 4 meses que estoy casada con ese demonio, es una pesadilla.

Aunque fue idea de Gabriel que me esconda un tiempo, no sé sabe que pueda tener planeado el padre de Rafelo para mí o si ya descubrió que fui yo y sí mi padre se entera de lo que hice.

¡Dios!, no quiero ni imaginar lo que él me pueda llegar a hacer por mantener feliz a su segundo al mando, ni estar casada con Dante creo que pueda ayudarme.

Dejando de lado eso por un momento, no creo poder soportarlo un día más seguir así escondida y a merced de él.

A veces disfruto del sexo, sin embargo no lo veo como algo más, no somo cercanos y no creo que lo seamos alguna vez.

¡Solo quiero ser libre y vivir en paz!, quiero poder hacer con mi vida lo que me plazca y no esperar a que me digan que puedo y qué no hacer.

Gabriel, no puedo evitar pensar en él, en su sonrisa, lo guapo que es, su elegancia, su pecho fuerte en el que me apoyaba cuando necesitaba consuelo, los brazos llenos de músculos y tatuajes pero sin caer en lo exagerado, la ternura con la que me abrazaba y como se preocupa de verdad por mí, sin pedir nada a cambio en ningún momento, eso es lo que más me gusta de él.

Sus ojos color celeste, sus labios llenos rosados y sensuales, su cabello rubio, sus pecas en el puente de su nariz, son lindas.

¿Allecra qué te sucede?, se supone que lo quieres como un hermano, no como algo más, suficiente tienes con los hombres que te arruinan la vida, como para querer arrastrar a Gabriel a esto.

Sacudo mi cabeza y decido ir al gimnasio que Dante tiene en su mansión, tengo que hacer algo o juro que me voy a volver loca.

Me pongo ropa muy cómoda unos leggins negros con abertura en las rodillas, zapatillas de deporte negras y un top con mangas largas, últimamente siento mucho frío, no sé porque pero no me gusta el frío.

Recojo todo el cabello en una cola bien alta y apretada para tenerlo lejos de mi rostro y no me moleste al momento de hacer ejercicio.

Sin rastro de maquillaje no tiene sentido, no a menos que quiera lucir como un payaso después de que termine de hacer ejercicio, agarro mi celular lo mantendré cerca por si me llaman mis amigos o por si Isabella necesita algo.

Una vez en el gimnasio, puedo apreciar que es amplio, las paredes tienen espejos de gran tamaño y seguridad, tiene una bicicleta para hacer spinning, tiene pesas y discos desde el más pesado hasta el más liviano, mancuernas, una caminadora, un par de esterillas, bandas elásticas, bueno alguien se ejercita mucho por lo visto.

Empiezo con la caminadora la configuro para 15 minutos ha pasado algo de tiempo, así que me decido por hacer algo suave, pongo música al azar en mi celular, empieza a  sonar  Shape of You de Ed Sheeran, me rio porque no entrenaré a ese nivel como lo hace él en el vídeo, pero si es tiempo de volver a ejercitarme estoy subiendo de peso, eso no es nada bueno.

Mientras estoy empezando a entrar en calor no puedo evitar pensar en esa vez que Dante jugó al marido celoso conmigo.

...Se subió sobre mí a horcajadas y prometió que desde ese día iba a estar con él sin falta todas las noches, torturándome con su cuerpo.

Abrió la blusa con rabia con ambas manos dañándola en el proceso, bajando las copas del sujetador y palmeando mis pechos con fuerza, luego me subió la falda, su cara se llenó de rabia al ver el tipo de bragas y medias con ligas a juego que tenía.

—¿Así que te fuiste a revolcar con alguien?, vamos a ver, qué tan bien hizo su trabajo— eso me deja sin palabras, no creo que él esté insinuando lo que yo creo.

Se saca la camisa y en su prisa termina sacando unos pocos botones con fuerza y se van volando por todo el cuarto, se quita los pantalones en tiempo récord.

Yo trato de bajarme la falda y correr hacia la puerta, pero me agarra del cabello y me obliga a volver a la cama, haciendo que me siente de golpe.

—Allecra será una noche muy larga, si yo fuera tu me pongo lo más relajada posible así no sufres, porque hoy voy a explorar todo tu cuerpo desde tu boca hasta tu culo, esposa—dicho eso me tumba y empieza hacer lo que prometió.

Fue la primera vez que se quedó a dormir conmigo en mí cama, me ato las manos a la cama otra vez como si fuera una jodida prisionera de él y se aferró a mí cuerpo como si yo hubiera tenido alguna posibilidad de escapar.

Sí antes ya lo odiaba ahora lo odió mucho más, ni siquiera soporto que me hable, me dan unas ganas locas de golpearlo.

Termino mi tiempo en la caminadora, ahora voy a hacer algo suave con unas mancuernas de 10 lbs.

Estoy haciendo varios ejercicios de distintos tiempos.

Cuando voy a terminar, suena mi celular.

Dejo las mancuernas y corro a ver quién llama, es Gabriel.

—¿Hola?— respondo emocionada.

—Ciao, mía principessa. ¿Cómo estás?, me has extrañado un poquito como yo a ti— su voz es lo que me reconforta y no puedo evitar soltar un suspiro de gusto.

—Bien, he estado muy bien un poco estresada por no poder salir de casa pero bien. ¿Cómo está Bella?, en unos días creo que podré salir de nuevo, no sabes como muero por hacer eso. ¿Podemos vernos tal vez?, quiero poder reunirme con ustedes como lo hacíamos antes— trato de no sonar muy ansiosa.

—¿Por qué no puedes ahora?, ¿Por cierto no te has enterado de nada importante hoy?, no sé algo grave o muy serio— dice algo cauteloso casi como si esperara que me dieran malas noticias.

—No, para nada. ¿Debo enterarme de algo en especial? y no puedo, Dante está muy paranoico, no me dejaba salir para nada de casa pero sin embargo me dijo que ya mañana podría retomar mis actividades como antes, lo que me hace preguntarme sobre dicho asunto de aquel día has escuchado algo referente a eso—espero su respuesta con un poco de miedo.

—Tengo buenas noticias con dicho asunto, es que todo ha estado muy tranquilo todo apunta a que no sospechan que fuiste tú, estás a salvo, princesa tengo más buenas noticias en una semana a más tardar puedes ser libre al fin, necesito que nos veamos para poder sacarte los documentos falsos, debes venir con Isabella, y así puedas irte lejos de aquí a otro país puedes empezar de nuevo sin miedo— lo que acaba de decir es la mejor noticia que me pudieron haber dado en meses.

—¡Perfecto!, no tengo forma de agradecerte esto que estás haciendo por nosotras, mañana con Isabella estaremos en casa de Bella, te quiero no lo olvides, gracias otra vez— tengo un nudo en la garganta de la emoción.

Cuelgo la llamada, soy más optimista que antes y así que sigo con mis ejercicios con energías renovadas.

He podido notar que me canso muy rápido, estoy haciendo  abdominales, cuando siento un dolor punzante.

¡Eso me pasa por no ejercitarme seguido!

Espero que se me pase un poco y decido dejarlo para otro día, porque volví a intentar y el dolor fue un poco más fuerte.

Mañana si me siento mejor vendré otra vez tengo que volver a la rutina de hacer ejercicio o me resultará más difícil.

Bebo un poco de agua y sigo masajeando mi vientre, me voy del gimnasio para poder darme una ducha y sacarme está ropa.

Estoy en la sala cuando Dante aparece hecho una furia— ¡Allecra a mi despacho ahora!, quiero hablar seriamente contigo ven—está con una cara que dice todo lo contrario.

—Más tarde, estoy algo adolorida quiero subir a descansar un poco no me siento bien— lo esquivo.

Mientras sigo caminando para subir las escaleras una mano se cierra fuertemente en mi brazo, girándome para quedar cara a cara con él.

—¡Dije ahora, no si querías ir!, quiero que me expliques unas cosas y según lo que me digas depende que voy a hacer contigo, camina— este hombre se golpeó la cabeza o que.

Voy a responderle que se vaya a la mierda, cuando empiezo a sentir que me falta el aire, todo a mí alrededor se mueve, como si estuviera girando sin parar. y no puedo hacer nada para detenerlo.

Abro la boca pero no sale nada, alguien me está zarandeando muy fuerte y eso no me ayuda para nada, al contrario lo empeora todo, estoy en pánico.

Quiero apoyarme en algo porque siento que me voy a desmayar otra vez,  solo espero no golpearme la cabeza esta vez....