Tres años después del divorcio.

Tercera persona.

-no puedes, ni tienes derecho a hacer esto, Thor- habla molesta la chica mientras busca por la habitación algo para ponerse- es una invitación para ambos, como pareja, no puedes simplemente negarte a ir.

La chica le mira de brazos cruzados mientras el rubio estaba recostado en la cama de ambos mirando la televisión.

-me dijeron que era necesario que solo vaya uno, nada más- habla molesto- además, odio ir a esas cosas- bufa sentándose en la cama.

-¿sabes? Desde que subiste de peso te has vuelto un gordo perezoso ¡no se porque me fije en ti!- habla lanzandole lo primero que encuentra.

-¡oye!- grita esquivando lo que terminó por ser una camiseta suya- ¡te recuerdo que tu sólita dijiste acepto! ¡Yo no te obligue!

-¡argh!- grita Jane para salir de la habitación- ¡ponte el maldito traje ahora!

La mujer grita desde otro lugar de la casa mientras Thor bufa tomando la ropa. Hace un año ambos habían dicho el sí frente a todos sus amigos, un momento que se suponía fuera el más hermoso de su vida, aunque pensando en todos los gritos y pataletas que hizo Jane antes de la boda, Thor se lamentaba de aquella decisión.

Hablando de decisiones, hacía 3 años se había divorciado de Loki, quiso llegar a un acuerdo más cercano para ambos, pero no pudo, Loki hizo todo legal, dejandole fuera de su vida para siempre, y, aunque le había dolido tener que dejar ir a sus hijos... Al menos Loki le permitía verlos cada que quisiera, cosa que el Moreno nunca le había negado, pero lo que comenzó siendo casi todas las semanas, últimamente se había transformado en una vez al mes.

-¿estas listo?- pregunta su nueva esposa en la puerta.

-ya casi- habla acomodando su corbata amarilla, y nota que está no combina bien con su traje plateado, así que comienza a buscar otro color.

-¿que haces?- pregunta la mujer siguiéndole a su espalda.

-busco otra corbata- habla tomando una negra y la chica se la quita, es ahí, cuando Thor se gira y nota que Jane lleva un vestido ajustado, azul metálico, con un maquillaje excesivamente llamativo, tacones rosas y un bolso de mano blanco.

-la amarilla combina perfecto, apúrate y vamos- habla saliendo, a la espera de que Thor hiciera lo mismo.

Sin embargo, el rubio se había quedado solo con una palabra en mente.

"Vulgar"

Apenas se había casado con Jane, Thor advirtió que cosas así sucederían, puesto que incluso antes de casarse, ella ya demostraba ser un poco "especial" al vestirse.

Resignado, se vistió como su esposa le había pedido, se le habían acabado los deseos de pelear por la ropa hace un par de meses, no sin antes, discutir un buen par de horas.

Su chófer, contratado por Jane, les llevaría a la fiesta esa noche, ambos se bajaron tomados de la mano, sonriendo, aparentando ser una pareja de ensueño.

Saludaron a algunas personas, amigos, socios, conocidos, celebridades... Hasta que apareció él.

-¡Thor!- grita un hombre junto a Loki y este es arrastrado con él- ¡hombre! Pensé que no vendrías- sonríe grande dándole palmadas en la espalda al rubio.

-Peter, que bueno verte- sonríe el rubio, cuando escucha una voz fingida- te presento a Jane, Jane Odinson, mi esposa- habla rectificándose mientras la mujer a su lado le da la mano a Peter para que le salude- querida, el es Peter Quill, un socio de la compañía, trabaja en publicidad y es socio en una editorial.

-un gusto- sonríe con falso interés la chica.

-igualmente, un gusto conocerle- sonríe el castaño- él es mi acompañante, Loki Laufeyson, nuestro mejor editor, y próximamente, mi mejor escritor.

-me halagas, Peter- sonríe el moreno, mientras le da un pequeño beso en la mano a Jane y luego le da la mano a Thor- un gusto conocerles- sonríe con elegancia.

Jane, quien conoce la historia de ambos, hace una mueca, mirando mal a Thor, quien, no puede dejar de mirar a Loki, y es que, Loki nunca le había dejado de sorprender.

Esa noche, usaba un traje negro completamente, ajustado en la cintura, además de su cabello hacia atrás, perfectamente peinado, a pesar de la monotomía del color, no podía negar que se veía increíble, aunque, Loki siempre había tenido un gusto exquisito a la hora de vestirse para algún evento, y nunca, tomaba las cosas al azar, siempre estaba perfectamente acorde a la ocasión.

-oh, cariño, iré por una bebida, de paso saludare a algunos otros socios- sonríe Peter despidiéndose de Loki con un beso en su mejilla- ¿te veo en un rato?- pregunta y el moreno asiente lentamente.

Thor ve al castaño alejarse para hablar con otros socios, que bien conocía y sabia que querían hablar de dinero, aunque no pudo evitar girarse a mirar a Loki.

-¿cariño?- pregunta viéndole fijamente.

-¿disculpe?- pregunta Loki fingiendo no haber escuchado su pregunta, cosa que a Thor le hace poner una mueca de disgusto- si no les molesta, iré a saludar a algunas personas, con permiso- sin esperar respuesta, el moreno se va de ahí.

Jane por otro lado, se queda mirando al rubio de brazos cruzados.

-¿que pasa?- pregunta Thor al notar la cara de su esposa.

-no soy tonta, Thor- habla enojada- no quiero que te acerques mas a ese hombre, es tu ex ¡superalo de una vez!- habla enojada para dejarlo solo, mientras Thor suspira comenzando a caminar en busca de aire fresco.

Aunque la mala suerte le persigue ese día.

-Vamos, podemos ir el fin de semana, así tu ex cuida a los niños y tenemos nuestro tiempo a solas- sonríe el castaño mientras el moreno bebe levemente de su copa de Champan.

-no lo se, aun tengo que decirle que cuide a los chicos- susurra inseguro.

-son sus hijos, puede cuidarlos- sonríe abrazando al moreno- ademas, hemos retrasado estas vacaciones durante mucho tiempo- susurra dejando un pequeño beso en su mejilla.

-tienes razón- sonríe dejando un pequeño beso en sus labios- lo llamaré- habla y el castaño le da un pequeño beso en sus labios de regreso.

-¡bien!- sonríe grande, para luego mirar detrás del moreno- demonios, debo regresar, no te tardes mucho ¿si?- sonríe separándose para volver a entrar en el salón.

Thor se queda en el mismo lugar, mirando como Loki saca su teléfono y envía un mensaje, cuando su teléfono suena, no se sorprende realmente, y por la curiosidad, decide leerlo.

Loki ❤:

Es de muy mal gusto escuchar conversaciones privadas a escondidas.

-pensé que no me habías visto- habla Thor saliendo de su escondite, a lo cual, Loki niega mientras guarda su teléfono.

-quizás con 20 kilos menos no te hubiese visto- sonríe para luego negar- aunque no es como si me importara- habla encogiéndose de hombros- ya escuchaste, necesito que cuides a los chicos el fin de semana.

Thor desvía la mirada haciendo una mueca.

-tengo trabajo, no se si pueda- habla y Loki suspira.

-bien, le diré a Tony que lo haga- sonríe con intenciones de entrar.

-¿iras de todos modos?- pregunta Thor tomándole de la muñeca- es decir, debes cuidar a los niños, ellos son mas importantes... y podrías salir con tu novio en cualquier otro momento...

-no es mi novio- habla Loki soltándose- solo estamos cogiendo- sonríe de manera felina- y respondiendo a tu pregunta, si, iré de todos modos, y es algo que no puedes impedir ¿recuerdas? hay un acuerdo legal de por medio- responde mirándole seriamente- aunque por si tienes la duda, si, iremos solo para follar a gusto todo un fin de semana- sonríe entrando de nuevo al salón, dejando a un boquiabierto Thor.

Desde su divorcio, se había encontrado con Loki en innumerables situaciones y eventos, sin embargo, de todas aquellas veces, esta era la primera en la que Loki tenía un amante... no, amante no, tenia un amigo sexual.

Thor suspira nuevamente para pasar la mano por su rostro intentando relajarse, su mandíbula estaba tensa, al punto de ser doloroso, cosa que no había notado antes, sin embargo nada podía hacer.

Baja la cabeza y nota la gran barriga que ahora porta, reemplazando su trabajado y marcado cuerpo de antes.

-¿en que momento subí tanto de peso?- se pregunta y vuelve a suspirar notando que realmente se ha descuidado.

mas aburrido y solo con deseos de regresar a casa, Thor entra a la dichosa fiesta, a lo cual, se dedica prácticamente a beber mientras finge escuchar a los ancianos desesperados por negocios que hay en el lugar.

Horribles ancianos, piensa para si mismo, pero la verdad es que sentía que cada vez se parecía mas a ellos.

Un anciano amargado... y gordo.