10. Kilometros
Tercera persona.
Un llanto fuerte se escucha en la habitación, solo un llanto desgarrador mientras los demás intentan darle consuelo.
Nadie puede.
De hecho, pareciera que llora aun más fuerte a medida que alguien le habla intentando darle apoyo.
Un medico entra y sale de la habitación cada cierto tiempo, dando informes y reportes de lo que sucede. Son horas agobiantes antes de que Thor comience a despertar.
-¡Thor!- grita abrazando al mismo, quien aun se encuentra aturdido por la extraña visión del lugar frente a él, no reconoce las paredes, ni el lugar donde se encuentra, difícilmente reacciona al abrazo.
-¿Qué?- pregunta aun adormilado, mientras la mujer que estaba con él, sonríe limpiándose las lagrimas.
-cariño, nos diste un susto de muerte- habla acariciando las mejillas de su hijo- con tu padre volamos hacia acá lo más rápido que pudimos ¡Casi me muero de la preocupación!
En aquel momento, recién, Thor logra identificar a su madre, quien se nota que ha tenido días difíciles.
Thor pregunta acerca de lo ocurrido y le cuentan que ha tenido un Accidente cardio vascular, causado por estrés, de tal magnitud, que habría estado en coma durante tres días, desorientado y sin saber que había ocurrido.
Frigga le comenta que le ha cuidado todo el tiempo, a veces abría los ojos pero no lograba identificar nada y volvía a dormirse.
Necesitaría rehabilitación, puesto que el accidente le habría afectado todo tipo de habilidades motrices y había disminuido sus habilidades cognitivas.
Dentro de lo que entiende Thor, sabe que ha tenido suerte, mucha de hecho, en otra instancia podría haber muerto, solo y tirado en su cocina, su hijo habría entrado a casa y le habría llevado al hospital aquel día.
Quiere preguntar si Loki también le ha llevado al hospital, quiere saber si el moreno se ha preocupado por el, pero desiste cuando su madre le comenta que solo sus hijos han ido de visita.
-¿Qué ha pasado contigo para que estés así?- pregunta Frigga con aquel tono cariñoso que las madres usan.
Thor no responde, aunque Frigga ya sabe la respuesta, desde hace un tiempo, ha sido el confidente de su hijo.
Le mantienen en observación constante, debido al temor de que otro ataque le pueda afectar.
La primera vez que se levanta de la cama, se siente como un niño de nuevo, sus piernas tiemblan, apenas logra dar un par de pasos, siente que su vista no se centra y sus padres tienen que sostenerle para que no se caiga.
El doctor dice que es normal, que aquello seria así un tiempo, pero Thor no puede evitar sentirse inútil.
Un viejo inútil.
Uno de aquellos días en la mañana que logra ir al baño, se mira al espejo, y nota que realmente ha envejecido mucho.
Nota que su rubio cabello ahora está plagado de canas, sus ojos, están llenos de pequeñas arrugas, al igual que sus manos.
Sonríe negando al notar lo patético que debió verse con una joven como Jane a su lado, un viejo verde, junto a una joven.
¿Cómo había podido ser tan idiota de pensar que Jane realmente le amaba?
Quizás, luego de casados, si le quería, pero dudaba que realmente hubiese sido amor.
-solo él me ha amado...- susurra cubriendo sus ojos mientras las lagrimas comienzan a correr.
Intenta contener el llanto, pero los sollozos se hacen cada vez más fuertes. En un silencio cómplice y comprensivo, Frigga entra y le abraza mientras el rubio llora con ella.
No hablan de aquello más tarde, ni se lo cuentan a nadie más, Frigga sabe mejor que el mismo Thor lo que pasa y necesita escuchar el rubio.
A los tres días luego de despertar, Thor es dado de alta, sin embargo, debe seguir en rehabilitación. Sus padres van con él al departamento del rubio, Fernir y Magni van seguido a verle, Hela le llama a diario, incluso más de una vez al día, aunque no ha logrado viajar debido a que el tiempo no le ha otorgado la oportunidad.
Thor responde bien al tratamiento, no pasa mucho para que nuevamente vuelva a ser medianamente independiente. Odín solo les acompaña poco tiempo, puesto que debe hacerse cargo de la empresa de Thor, siendo Frigga quien pasa más tiempo con él.
El rubio comienza a recordar su infancia en las cuales pasaba todo el tiempo con su madre, y desea de todo corazón que se mantenga durante mucho tiempo.
Esa mañana despierta animado, escucha a su madre hablar en la cocina, por lo que con cuidado, se levanta para ir con ella.
-de acuerdo, cariño, gracias por llamar- sonríe al ver a su hijo- si, Thor también envía saludos- la mujer corta la llamada y Thor camina hacia el comedor, donde el desayuno ya se encuentra servido.
-Loki no ha...- pregunta y su madre niega con una sonrisa triste susurrando un "Magni", dando a entender quien era el que llamaba, a lo que Thor solo asiente- ya veo...- susurra desanimado, mientras su madre le ayuda a sentarse.
No, Loki no iba a preguntar por él, no tenía el deber de hacerlo, ni nada, puesto que ya no eran pareja. No eran nada.
Por primera vez, Thor no llora al pensar en el moreno, sabe que la felicidad de Loki, era más valiosa, que la propia.
Y lo acepta al fin.
Frigga le abraza en un intento de consuelo, pero Thor no dice nada, solo se deja hacer mientras la rubia susurra palabras de cariño.
Pasan en conjunto días de calma y mucha alegría mientras Thor mejora rápidamente, Odín se une a ellos en la tarde, pero no comenta nada de la empresa, ni de nadie, para no preocupar al rubio.
El clima cambia a uno más frío y Thor disfruta cada vez mas estar en casa.
Pasan seis meses como si nada, su madre y padre ya se han ido y él esta pronto a regresar a la empresa, aunque eso no evita que su madre le llame cada día para saber si ha comido o si se encuentra bien.
Thor ya es auto valente de nuevo, ya puede cocinar, ducharse, e incluso, piensa retomar lentamente el gimnasio, nada muy agresivo como antes, sino que solo para distraerse un poco.
Una tarde, mientras bebía un té, mira por la ventana y nota que todo es demasiado ruidoso, su departamento en medio de la ciudad hace que se ahogue en el, le hace sentir que hay demasiado ruido y el solo quiere paz.
Quiere estar tranquilo, estar relajado como hace mucho no esta, y como es habitual, una cálida sonrisa en forma de recuerdo aparece en su mente, aquella que le da un sentimiento acogedor en su corazón y que en esos momento, aprecia bastante.
Hay veces en las que tiene intención de llamarle, pero prefiere no hacerlo, no quiere perturbar mas su vida de lo que ya lo hizo, ademas, esta muy seguro de que su llamada no seria bien recibida.
Esta a punto de irse a su habitación cuando el timbre de su hogar le alerta.
No recuerda haber hablado con alguien que vendría, ni sus hijos, ni amigos, ni familia, nadie, de hecho, le parece muy extraño y sospechoso, al punto que camina a la defensiva hacia la puerta.
Atiende al mismo, notando que en la pantalla se ve un frágil y muy mojado, moreno. Sin dudarlo, le deja pasar, esperándole pacientemente a que Loki le pueda comentar que ha sucedido, aunque, Thor logra sentir una distancia entre ambos, no física, sino emocional, importante.
Loki sin duda, había cambiado demasiado, mas de lo que Thor podía recordar, y aquello solo trae un mal sabor de boca.
-lo siento, yo...- susurra el moreno abrazándose a sí mismo- no sabía a dónde ir...- habla el moreno abrazándose a si mismo- me pelee con Fandral por los preparativos de la boda, y Tony no esta, así que...
-no hay problema- habla el rubio, aun aturdido por la palabra "boda".
Boda... y Fandral...
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