1. Descubrimiento.
Aclaración previa, esto es Thorki, Stony y Omegaverse. Espero les guste.
Tercera persona.
Loki Odinson era un amo de casa dedicado, apenas se había casado a los 20, con su actual esposo y amor de toda la vida, Thor Odinson, ambos eran padres de tres niños preciosos. Hela, la mayor de 18, Magni de 16 y Fernir de 12, los tres similares, pero a la vez muy diferentes. Sin embargo, nunca había dudado en la decisión de dejar su carrera para dedicarse totalmente a sus hijos.
Por supuesto, Loki amaba a sus tres hijos por igual, además, les contaba la mayoría de sus cosas, como la sorpresa que tenía preparada para el aniversario número 20 de su feliz matrimonio. Le dijo a Hela que esa noche saldría a comer con su padre, iría por el a la oficina, vestiría esos trajes elegantes que hace años no usaba, y estaba seguro a Thor siempre le habían encantado, usaría el perfume que había comprado hace poco, le compraría un regalo a su esposo, además de usar algo de lencería que siempre le volvía loco. Sin duda, tenía todo planeado a la perfección.
Pero nada le podría prevenir para lo que sucedería.
Esa tarde, entró a la oficina de su esposo, había estado saludando a algunas personas que reconocía de las fiestas anuales de la empresa, además de los más cercanos a la familia, como Volstag y Hogun, le habían dicho que Fandral estaba por los alrededores, pero prefería ahorrarse problemas con su esposo debido a su coqueto primo.
Porque si, a pesar de los años, Thor nunca había dejado de tener celos en la relación que había con su primo y Loki, a pesar de que nunca hubo mucha cercanía entre ambos, y el moreno siempre se encargaba de mantener todo a raya para no hacer enojar a su esposo.
Aunque a Loki le parecía adorable y se sentía feliz de ver como su esposo aún le amaba amaba a pesar de tantos años.
Si solo fuese verdad.
Entró al despacho de su marido, pero le extraño notar que la secretaria habitual no se encontraba. La Sra. Helen era una mujer de edad muy capaz y que Loki siempre había estimado por la capacidad de controlar a su esposo. Si hubiese sido más joven, se habría puesto celoso, pero no era el caso. Además, la mujer era adorable.
Camino a la oficina del rubio, no se molesto en golpear, sin embargo, escucho una risa extraña desde adentro antes de poder tocar la madera.
Abrió lentamente, para escuchar mejor, notando que lo que sucedía no era algo bueno.
-jefe, por favor...- susurra una voz coqueta mientras escucha la risa del rubio.
-solo un poco, nadie viene a esta hora- responde la voz que conocía más que bien.
-bien, pero tendrá que pagarme horas extras... Jefe- se escucha una risa, luego de sonidos de besos, comenzando a escucharse más sexuales.
-bien, debo llamar a casa, y me tendrás toda la noche- suspira el rubio, mientras Loki siente asco.
Regresa a casa cabizbajo, en silencio, sin llorar ni hacer un escándalo. Sus hijos se miran extrañados, aunque no preguntan nada. Tampoco le dicen que su padre ha llamado hace unos minutos avisando que llegaría más tarde.
Loki se encierra en su habitación, se quita la ropa, se pone una pijama cómoda, dejando todo en el armario, en la misma caja en la que había estado durante años, deja una caja en el lado de Thor, la cual, tenía un reloj precioso, el mismo que había mandado a pedir a la medida hace tres meses, además de pedir que le gravaran la frase "juntos en la eternidad", la cual, se le hacía ridícula en esos momentos.
Escribió en una hoja un simple "feliz aniversario" , para luego meterse a la cama en completo silencio. Aunque no pudo dormir.
Escucho como el rubio llegaba a la cama, se quitaba la ropa y se metía a su lado, no hubo ni un buenas noches, nada, cuando Loki se quiso girar, Thor ya estaba roncando, demasiado exhausto como para siquiera decirle algo.
Durante toda la noche, Loki no duerme, no puede hacerlo, recuerda lo que escucho y le da vueltas en su cabeza.
Se despierta como cada mañana a hacer el desayuno de su familia. Le cocina a sus hijos los panqueques que tanto aman, y a Thor el tocino de la manera que le gusta, pero antes de que sus hijos bajen, camina a su habitación un poco temeroso, pensando en lo que sucedería.
-Thor ¿podemos hablar?- pregunta a sus espaldas mientras el rubio se viste apresurado.
-no puedo, estoy retrasado- habla el mismo sin mirarle.
-por favor, es importante- le sigue mientras Thor camina a su armario en busca de una corbata y zapatos.
-Loki, si quieres comprar algo, solo hazlo, lo mismo los chicos, luego lo vemos- dice de manera fría anudando una corbata rosa que Loki no recuerda haber visto antes, aunque después de lo que escucho la noche anterior, no le sorprende, con amargura, nota que no sólo eso es lo nuevo.
-no es eso- dice tomando la prenda para ayudarle a anudarla- es sobre nosotros.
-Escucha, lo vemos a la noche, estoy retrasado- Thor se suelta dejando a Loki inmóvil.
-¿al menos aún me amas?- pregunta al rubio, quien a pesar de escuchar su pregunta, cierra la puerta de la habitación para bajar a despedirse de sus hijos, para luego salir.
Loki siente sus lágrimas caer, no lo ama, Thor no lo ama, al menos, no se lo ha dicho en mucho tiempo, tanto que ya ni recuerda cuanto ha pasado.
Luego de unos minutos, limpia su rostro y baja para estar con sus hijos, les sonríe y trata de actuar como siempre, mientras ellos hablan de sus amigos, de la escuela y de todo lo relacionado a sus notas.
-¿mamá estas bien?- pregunta su pequeño Fernir mientras Loki asiente.
-claro que si, cariño- sonríe acariciando su cabeza.
Se despide de los tres, aunque apenas la puerta se cierra, siente su pecho oprimirse.
Llora todo el día, sufriendo por el amor que ya no tiene, que creyó suyo tanto tiempo, pero ahora tiene otro dueño. Los labios de Thor ya no le pertenecen, los abrazos que siempre pensó eran suyos, ahora estaban destinados a alguien más, las caricias y sonrisas que le prometieron amor eterno, no son más que palabras vacías.Lo que mas le duele, es que tampoco sabe desde cuando habia perdido el derecho de llamar a Thor suyo...
Cómo una ironía, miraba las fotos en su casa en las cuales estaban en familia, había una más antigua, la cual, era de su titulación de la universidad, tenía en brazos a la pequeña Hela, apenas una bebé, mientas Thor le abrazaba, recordaba el momento, la alegría de haber terminado su carrera en literatura, su sueño cumplido, también recordaba las noches en vela que debía estar con Hela y Thor le ayudaba, las noches en las que el rubio aparecía con una taza de café para que pudiese seguir, y como celebraban cada vez que aprobaba. Más allá, estaban las fotos de su matrimonio, ambos jóvenes, felices y emocionados por su amor, después está Loki en espera de su segundo hijo, su pequeño remolino, igual a Thor en todo sentido, inquieto, alegre, revoltoso y muy amoroso.
Su pequeño Fenrir fue planeado, deseaban tener otro bebé, hombre o mujer, pero les gustaba la idea de que la familia creciera un poquito más. Sin embargo, el embarazo fue complicado, Loki se internó a los 6 meses y estuvo hasta los 8 en el hospital, que fue cuando nació el pequeño, prematuro, débil, apenas con vida, llevándose consigo la oportunidad de tener más hijos, fueron años de intensa terapia para que pudiese ser un niño sano totalmente, pero siempre tuvo a Thor.
Sonreía con amargura al pensar en cómo habían unido sus caminos, primero peleando, luego apenas soportándose, pero al final amándose como nunca.
Prometiéndose la eternidad, una vida juntos, una hermosa familia, sin embargo, tal parecía que sólo Loki había tomado todo en serio.
Estaba en sus lamentaciones, cuando escucho la puerta, cansado de tener que aparentar, decidió salir tal cual se veía, topándose con Tony.
-oh, mierda ¿se murió alguien?- pregunta entre broma y seriedad, pero Loki solo le abraza para llorar más fuerte.
Tony, quien ha sido su amigo toda la vida, se sorprende al verle tan devastado, piensa lo peor, pero al menos, Loki comienza a hablar de inmediato cuando entran a su hogar.
-¡es un bastardo! Voy a matarlo, no, espera, llamaré a Steve y ambos lo mataremos- grita enojado, caminando por la habitación, mientras Loki limpia su rostro.
-no puedes, es el padre de mis hijos- susurra en tono débil, mientras Tony gruñe.
-y yo me aseguraré de que no tendrá más hijos- habla molesto, tomando su teléfono para comenzar a averiguar quien podría ser la amante del rubio- ¿que harás ahora? - pregunta y Loki le mira extrañado.
-¿que haré de qué?- Tony le ve como si otra cabeza le estuviese saliendo.
-¿vas a pedirle el divorcio, no?- habla serio- no tienes porqué seguir siendo el esposo resignado, pídele el divorcio y te vienes conmigo y los niños a casa, llamaré a un abogado- Tony comienza a hacer todo antes de que Loki pudiese decir que no.
Aunque luego de pensarlo, es lo lógico.
¿Cuál sería el punto de seguir casado con un hombre que no lo ama? ¿No es acaso el verdadero amor buscar la felicidad de quien se ama?
Esa misma tarde, Loki se encuentra hablando con Matt Murdock, redactando los acuerdos de divorcio.
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Siento que siempre escribo historias muy alegres del Thorki, asi que quise experimentar con lo Sad.
Saludos!
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