Capitulo 24 - "Fugitiva"
Allison me ayudó a guardar mis cosas, trajo ropa de calle.
Ocho: ¿De dónde la sacaste? - le pregunte.
Allison: Eso que importa, ahora - saca un sobre de su saco- Mira esto es dinero, si bien no es mucho te va a servir para los gastos del bebé - dijo y yo negué.
Ocho: Es tuyo no puedo aceptar esto - ella sonrió y negó.
Allison: No estás en posición de negarte si, yo no tendré un bebé pero tu si así que acepta - me lo dio-Ese va de mi parte y este es de Diego - me dio otro- Y este es de los demás que tuve que inventarle una escusa para que me dieran algo - sonrió y me dejo los tres sobres de mi mano.
Ocho: Es mucho dinero - mire los sobres y también mire mi dinero que estaba en la cama.
Allison: Parece mucho y no te vas a hacer millonaria con esto porque de un abrir y cerrar de ojos esto desaparecerá porque tener un bebé cuesta - dijo y yo baje la mirada- Pero servirá.
Ocho: Gracias Alli, eres tu la única que me ayudado junto con Diego aunque el solo me grita - reí y ella también.
Allison: Promete que me vas a escribir o al menos mandar una señal de que estás bien y el bebé también -
Ocho: Lo prometo —le aseguré, aunque en el fondo no sabía si podría cumplirlo,no tenía idea de a dónde iba ni qué tan difícil sería estar lejos de casa—Pero no llores, Alli, que me vas a hacer llorar a mí también.
Allison me abrazó con fuerza, escondiendo su rostro en mi hombro.
Allison: Es que… no puedo evitarlo, no quiero que te vayas.
Ocho: No tengo opción y lo sabes
La separación dolía, pero no podía quedarme. No cuando el riesgo era tan grande y menos si papá descubría lo de mi embarazo, no me trataría como una hija. Me vería como un experimento, una chica de poderes embarazada de un chico con poderes sería el experimento perfecto.
Diego llegó en ese momento con una mochila al hombro.
Diego: Aquí tienes,algo de dinero, ropa y comida. No es mucho, pero te ayudará, se que Allison ya te dio lo mio pero aquí hay más y no me digas que no que ya me has hecho perder la paciencia hace mucho - el me sonrió.
Tomé la mochila y asentí, sintiendo que mi garganta se cerraba.
Ocho: Gracias, Diego
Diego: Todavía creo que esto es una locura —resopló— Pero prefiero ayudarte a que termines atrapada en una jaula.
Me acerqué y lo abracé, aunque él tardó unos segundos en corresponderme.
Diego: Si algo va mal, dímelo - me miró triste- Encontraré la manera de ayudarte.
Me separé de él y me coloqué las pulseras en las muñecas, llevaba una para mi, una para mi bebé y otra por las dudas. En cuanto lo hice, sentí un vacío extraño dentro de mí. Como si una parte de mí se hubiera apagado. Mis poderes ya no estaban.
Era solo yo y mi bebé.
Allison: Es hora —dijo con un nudo en la garganta.
Asentí y miré a ambos una última vez antes de dar media vuelta y caminar hacia la puerta trasera. El momento de mi huida había llegado.
Salí de casa sin mirar atrás, ellos se metieron rápido para no levantar sospecha y yo empecé a caminar sin rumbo tenía que encontrar un lugar para pasar la noche y trabajo, cualquier lugar podía servir ahora no pedía mucho pero se que me costaría adaptarme a un lugar al que no estaba acostumbrada.
Las calles estaban frías y silenciosas, apenas iluminadas por las farolas que titilaban de vez en cuando. No tenía un plan claro, solo la determinación de seguir adelante y proteger a mi bebé.
El aire de la ciudad se sentía diferente sin la seguridad de la academia. Por primera vez, estaba completamente sola.
Caminé durante horas, cruzando calles desconocidas y pasando por pequeños locales cerrados. Sabía que no podía quedarme en la calle toda la noche, así que tenía que encontrar algún refugio.
Mi primer intento fue un motel barato en las afueras, pero cuando pregunté por una habitación, el recepcionista me miró con desconfianza.
Recepcionista: ¿Tienes identificación? —preguntó con voz ronca.
Negué, no podía dar mi verdadero nombre ni dejar rastros porque nadie se llamaba como un número tenía que ponerme un nombre y tener otra identidad.
Ocho: Solo pago en efectivo.
El hombre resopló, pero después de contar el dinero, me lanzó una llave.
—Habitación 3, no hagas ruido.
No era el mejor lugar, pero serviría por ahora.
Cuando entré, encontré un cuarto pequeño y descuidado, con una cama dura y una ventana rota que dejaba entrar el frío. Pero era un techo.
Me dejé caer en la cama con un suspiro. Mi cuerpo estaba agotado y mis pensamientos eran un caos.
No podía quedarme mucho tiempo en un solo lugar. Papá me buscaría tarde o temprano, tendría que actuar desde ya.
Mañana buscaré trabajo, pensé antes de cerrar los ojos.
Sin embargo, antes de dormirme, una idea me golpeó de repente.
¿Y si Cinco regresaba y no me encontraba?
Mi pecho se apretó con dolor. No importaba cuánto me hubiera lastimado… una parte de mí aún lo amaba.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro