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Capitulo único

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Jihyo character style: I can't stop me
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Desde hace 2 años, Jeongyeon tomó la decisión de buscar un trabajo fácil, cercano a su hogar y de buena paga. El deseo que todo adolescente graduado y cualquier adulto promedio, le encantaría conseguir rápidamente.

Pero no la malentiendan. Jeongyeon proviene de una familia que se mantiene muy bien económicamente, pero, hace un par de años, al momento de graduarse decidió trabajar en su periodo veraniego en un McDonald's recién inaugurado por el barrio de su hogar.

¿Cuál era entonces la verdadera motivación de Jeongyeon por conseguir un empleo en ese lugar? La respuesta en sí, era sencilla:

Jeongyeon era una amante de los videojuegos.

Por aquella razón, decidió conseguir un trabajo en el local presente de comida para obtener una buena paga; Paga que dirigía en exclusivamente sus gastos en juegos, consolas, microtransacciones, mandos, accesorios, etc.

Pero volviendo al tema de su empleo, Jeongyeon nunca presentó queja alguna durante sus días en el local.

Ser cajera y atender la orden de las personas era algo que no requería de demasiadas habilidades, era sencillo y tranquilo.

Pese a la actitud reservada y seria de la coreana, con gente desconocida. Jeongyeon había puesto todo su empeño en sobrepasar aquellos problemas para trabajar de forma eficiente y profesional en su trabajo.

Aunque para llegar allí en su puesto de cajera, tuvo que pasar un extenso proceso para su ascenso en base a su rendimiento, iniciando entonces por el área de cocina.

Jeongyeon aún tiene recuerdos sobre aquella área, recuerdos que podían resumirse en ser algo muy, pero muy pesado para ella.

Constantemente llegaba a su hogar con quemaduras en sus dígitos (Cubiertas por unas tiernas curitas de cachorros) por el aceite de la freidora ante su deseo por preparar las papas fritas más rápido. A veces, llegaba a confundir las carnes de las hamburguesas ante el estrés y la presión que conllevaba preparar múltiples hamburguesas, Y en consecuencia, había logrando recibir severas llamas de atención por parte de sus gerentes.

Después del múltiple infierno quincenal de varios meses, o como lo llama Jeongyeon: "Casi un año en la cocina del diablo". Resultó ser promovida de su anterior sitio de cocina, a ser ahora, la encargada de la limpieza en aquel local de comida rápida con renombre.

Jeongyeon ahora consideraba la carga de trabajo como algo agotador en su nueva asignación, pero lo creía mejor que sus múltiples quemaduras pasadas, el suelo pegajoso por algún accidente con los ingredientes o aderezos, distracciones por la rapidez en la que la preparación debía ser hecha y el excesivo sudor ocasionado por el vapor caliente de la cocina.

Decir que a Jeongyeon no le gustaba sudar por el vapor era poco, cuando en realidad a cada 5 minutos la coreana parecía recitar algún poema de odio cada que limpiaba con sus antebrazos, las gotas de sudor de su frente por el vapor.

Y en la actualidad, había llegado a su trabajo de cajera por fin. Jeongyeon en su nuevo ámbito sentía que explotaba de felicidad por lo perfecto que era para ella, debido a la confianza y magnífico historial impecable de la coreana, la gerencia le había asignado ese puesto ya que se lo merecía por su dedicación en esos largos meses.

Porque, a pesar de que Jeongyeon deseaba aquel trabajo como un simple "hobby" o "Por el dinero", se dedicó un par de años a ese empleo, después de su primer verano como empleada por el cariño gradual que creó con sus compañeras de trabajo.

Pero no todo era miel sobre hojuelas para aquella coreana. Lo único desagradable para Jeongyeon después de su camino de "perfección" y gratas experiencias, era la mala actitud de las personas en su día a día. Personas a las que se les dirige como sus "clientes".

Pese a haber atravesado esa etapa de ansiedad social, no lograba alejarse de la ignorancia, rudeza, quejas y otras tonterías de la "clientela".

A la mente de la coreana venía el recuerdo de una situación que había presentado previamente, en la que una señora llegó a gritarle en queja acerca de que su hamburguesa estaba fría, algo meramente absurdo en opinión de la coreana. Es decir, ¿Por Qué no solo se apresuró en comerse su hamburguesa en vez de pasársela chismeando con sus amigas?, pero entonces, la situación rápidamente se había comenzado a tornar en un caos innecesario ante los parloteos de la señora por "querer ofrecer una demanda".

Jeongyeon a pesar de tratar en lo máximo posible de calmar el estado caótico de la señora con una tranquila actitud de su parte, al mencionarle a la señora, que ella no era quién preparaba las hamburguesas del sitio, y que probablemente, ella era quién no la comió a su debido tiempo. Causó que la ajena explotará en cólera y comenzará a acusar a diestra y siniestra cada detalle "erróneo" del local.

¿Y que pudo hacer Jeongyeon durante el estado frenético de la señora? Únicamente permaneció en silencio rodando los ojos para no darle importancia, y usó su teléfono celular para jugar algún videojuego.

Después de tantos minutos de parloteo absurdo, el revuelo había terminado solo cuando la señora no supo dar un argumento sólido para seguir con su queja, marchándose del lugar sin decir o hacer algo más. Finalizando en un alivio para Jeongyeon y una felicidad extrema al aprovechar su tiempo para jugar sus misiones diarias de aquel videojuego.

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Jeongyeon Pov.

Realmente los Lunes suelen ser días calmados en mi trabajo, no llego a tener problemas muy a menudo o situaciones raras al momento de iniciar con mi labor, por lo que los considero buenos días al iniciar mi semana.

Pero tengo que reconocer que hace unos momentos, tuve una experiencia graciosa, extraña, agradable y torpe.

Aproximadamente hace unos minutos, estaba revisando que los pagos fueran correctos y registraba las ganancias que se iban adquiriendo el día de hoy.

¿Por qué hago eso cuando es innecesario? Bueno, me resulta entretenido ya que mi trabajo en sí, es sencillo: Solo tomar la orden de las personas, tomar su dinero, devolverles el cambio si es necesario, imprimir su ticket y agradecerles la compra.

A veces eso puede resultar aburrido o abrumador cuando vienen más personas de lo esperado a el local, o me hace las cosas peores cuando se cae el sistema pero, pese a todos los problemas. Contar las ganancias me distraen un poco ya que, pienso que es un videojuego.

Pero volviendo a lo que contaba, mientras me mantenía realizando las cuentas mentalmente, la voz algo divertida y tranquila de una chica me hizo perder la cuenta. ¡Eso contaba como una derrota en mi "videojuego"! Su acción me había sacado un suspiro pesado acompañado de un chasquido de mis labios al verme forzada a dirigir toda mi atención en aquella clienta.

─Uhm... Buenas tardes.

Pude notar en aquel rápido vistazo que le di, antes de obviamente mirarla con más atención, que aquella chica era más baja que yo por unos varios centímetros: Su cabello era largo y poseía un notable color rojizo en sus hebras que inclusive, si llegara a perderse, no podría pasar desapercibida en una multitud.

Mi pensamiento bromista me logró sacar una sonrisa de burla inconsciente en mis labios.

Continuando con el, ahora análisis detallado que tenía sobre la contraria. Apreté mis labios rápidamente para reprimir un ligero "Cielos", que, juraría que saldría de mi boca al apreciar los orbes de aquella coreana.

Muchos individuos en el mundo poseen ojos marrones o avellana; un color bastante típico si soy honesta pero... ¿Cómo podría describir este cosquilleo en mis palmas, y está cálida sensación en mi pecho al verlos?, ¿Era quizás la forma grande de los mismos, o el aura que transmitía en ellos?, Maldición... Creo que estoy enferma.

Quizás mi estado afligido logró mantener un largo silencio en aquel ambiente; Y posiblemente por la incomodidad o más, me gustaría llamarlo "rareza" del momento, ella me estaba observando con una tímida sonrisa ladina.

¡Maldición! hasta su sonrisa es demasiado-.

─Uhm... Buenas tardes.

─...

Fueron las palabras que había mencionado con anterioridad aquella ajena, mientras yo permanecía en silencio, viéndola sin darle una respuesta concreta.

─Hey... ¿Hola?

Musitó la coreana, logrando que tiempo después de volver a la realidad y de quedarme inmersa en su persona, yo comenzara a tragar saliva y colocara mis manos ligeramente temblorosas e inquietas sobre el mostrador.

─D-Disculpe... Bienvenida a McDonald's ¿Qué desea ordenar?

Únicamente pude aclarar mi garganta en esos momentos para mantener mi compostura. Por dios... ¿Qué diablos me pasa?

─¿Podría darme 2 cajitas felices por favor? muchas gracias

Levanté mis cejas ante su pedido curioso, por lo cual, solo asentí en respuesta e ingresaba aquella orden en la caja registradora para continuar con mi trabajo, ignorando el hecho de mi torpe actuar hace unos instantes.

─Claro, le presentaré los juguetes que vienen dentro de la cajita sobre el mostrador, así usted puede elegir el que más le guste a su hermanito.

Ante mi comentario, la chica se había ruborizado notablemente, ocasionado que ladeara mi cabeza con curiosidad. ¿Mi comentario fue extraño para ella?, ¿Cuál fue el mal que yo hice?

─E-En realidad son, bueno... Son para mí, haha.

La risa nerviosa de la chica atractiva logró que me diera 20,000 bofetadas mentales por lo entrometida que había sonado. ¡Por un carajo!, No suelo hablar de más al tomar las órdenes y... ¡Justo cuando hay una chica tan linda meto la pata!

─Disculpe, yo no... no lo dije con el ánimo de ofenderle.

La chica había negado de lado a lado con su cabeza, ofreciendo una suave sonrisa que no pudo evitar que mis ánimos se levantarán y claro, que no me sintiera tan torpe por lo ocurrido.

Decidí no mencionar otra cosa más para agacharme a la altura baja del mostrador para rebuscar a través de este los juguetes de exhibición, juguetes que tenían la temática de hora de aventura.

Cuando coloqué el set completo de los recién estrenados juguetes del restaurante, Mordí internamente mi mejilla para tratar de no reír con ternura al elevar mi vista a aquella chica, en dónde mostraba una gran alegría al ver los pequeños juguetes de la serie antes dicha.

Por dios, quiero que está chica nunca termine de ordenar... Si lo logras dios, prometo dejar de ser homosexual. Bueno, en realidad... No prometo nada.

─¡Oh, Oh! ¡Quiero el juguete de Finn y el de Jake!

Había asentido ante su propuesta y empuje con mi mano aquellos dos juguetes mencionados, guardando los restantes debajo del mostrador.

Posteriormente me dirigí a buscar las cajitas felices ya preparadas por mis compañeros para colocarlas en una bandeja en el mostrador, con algunos sobres de aderezos, servilletas y el ticket de compra de la entrega.

─Gracias por su compra, ¿Hay algo adicional que desee ordenar?

A pesar de parecerme una situación muy extraña e incómoda al principio, me resultaba muy agradable esa chica. No sabía realmente si era menor que yo al juzgarla por su comportamiento, parecía quizás una adolescente con esa actitud, pero había sido muy lindo el verla tan feliz.

Personas como ella era otra de las razones por las cuales adoraba este trabajo. Uhm... ¿Me escuché muy homosexual al decir eso? supongo que ¿ups?

─¡Al contrario! Gracias a usted por atenderme señorita... Yoo Jeongyeon.

Mientras que la chica de hebras rojizas extendía la cantidad exacta de dinero a mi dirección. La mención de mi nombre de sus labios me mantuvo estática y qué decir de mis mejillas, las siento arder.

─¿C-Cómo sabe mi nombre?

─Bueno... Lo leí escrito en el gafete de su uniforme, es un lindo nombre por cierto.

Una linda sonrisa con sus ojos entrecerrados en media lunas se había hecho presente en ella, cosa que me hizo tragar saliva y sentirme como una estúpida al hacer esa pregunta. Definitivamente estoy enferma o un mosco me pico.

¡Claro que era lógico que haya visto mi gafete! Pero... Pensando en todo esto, Está siendo amable conmigo porque quizás esa chica ¿Me está coqueteando?

─E-Eh... E-Eh ¡Gra-Gracias por tu compra, adiós!

Maldición, ¿Porqué justo mi voz tenía que sonar tan nerviosa? Parezco una tonta hormonal.

Aquella chica al despedirse hizo una reverencia en agradecimiento y tomó su bandeja para alejarse en dirección a uno de los asientos disponibles.

Sin poderlo evitar, mi vista se dirigió instantáneamente a la chica de hebras rojizas al lugar que tomaría para sentarse y comer sus alimentos.

¡No estaba siendo chismosa al verla! Solo... Estaba viéndola por si tenía algún problema con algo, es parte de mi trabajo, ¿Cierto?

Fin del pov.

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Jihyo Pov.

Después de una larga tarde con el trabajo en la panadería, inmediatamente cuando ingresé al famoso local de comida rápida estaba realmente feliz y llena de energía de nuevo.

El día de hoy por la mañana, anunciaron por la tv que llegarán el día de hoy los nuevos juguetes de Hora de Aventura en la cajita feliz en un comercial, y claramente al escuchar eso tendría que coleccionarlos, ¡Era obvio!

Además... Las cajitas felices son lo más genial que existe en la vida. Es decir ¿Pagar un menú con una bebida, papas fritas, una hamburguesa, fruta y un juguete? Es un ofertón que nunca rechazaría, ¡Un precio razonable!

Sentía mis piernas agotadas después de tantas horas y minutos pedaleando mi bicicleta por el trabajo, así que a pesar del cansancio fui rápido a dirigirme a la barra para pedir mi orden.

Se que soy una persona paciente y no me molesta esperar por algo a su debido tiempo pero, ¡Mis piernas están casi temblando como gelatinas!

Noté como mi presencia no inmutó a la azabache que hacía su trabajo. Realmente no quería ser grosera o interrumpir las labores de aquella chica, pero realmente estoy hambrienta y cansada, además... ¿Y si quizás no logro conseguir esos juguetes? Bueno, soy la única en la fila así que, lo dudo.

¿Y si... solo saludo? Ugh, bueno... Me sentiría mal si ella, quién se ha esforzado, (esforzado con lo que sea que era eso) por mi culpa, tenga algún problema y todo-... ¡Agh! ¡Al carajo!, quién no arriesga no gana.

─Uhm... Buenas tardes.

─...

Al escuchar su suspiro agotado y con cierta queja, tragué saliva con dificultad y mis piernas lograron temblar ligeramente.

¡Yo sabía que debía esperar un poco más, pero soy una idiota! pero... bueno.

Después de su suspiro, pude notar como aquella chica de apariencia atractiva logró darme un vistazo de pies a cabeza. ¿Porqué hace unos segundos ella, quién tenía toda la intención de apuñalarme con un tenedor, ahora no deja de mirarme?

─Hey... ¿Hola?

Debo admitir que, traté de no soltar una gran carcajada al verla en silencio observandome. Pero después de un par de minutos, comenzaba a sentirme extraña.

¿Me estaba retando a alguna especie de concurso de miradas?, Si yo pestañeaba... ¿Pagaría mi orden o me atendería?, y si yo ganaba... ¿Mi comida sería gratis?

Quisiera pensar que esas eran las intenciones ajenas pero, realmente mis piernas no aguantarían más tiempo sin descansar, así que solo formé una sonrisa ladina de forma tímida.

─D-Disculpe... Bienvenida a McDonald's ¿Qué desea ordenar?

Antes de tener el impulso de suspirar y casi gritar "¡Al fin!", Su voz... Su voz me transmite un aura de tranquilidad y seguridad. ¡Era increíble! mantenía un toque calmado, suave y sus palabras eran elegantes.

¡Ahora me siento peor por haberla interrumpido, cuando ella luce muy amable!

─¿Podría darme 2 cajitas felices por favor? muchas gracias.

Mis labios formaron una amplia sonrisa inconsciente ante mi emoción por ver cara a cara los juguetes de la colección de hora de aventura. ¡El momento de mi espera había terminado!

La chica que, al verla detalladamente podía admitir honestamente que era muy atractiva, levantó sus cejas con ligera sorpresa y solo asintió a mi pedido. ¿Acaso lo hizo porque soy la primera en pedir los juguetes de la colección?

Lo sé, soy genial ¿Cierto?

─Claro, le presentaré los juguetes que vienen dentro de la cajita sobe el mostrador, así usted puede elegir el que más le guste a su hermanito.

Con la mención de aquel comentario burlesco de la ajena, un notable rubor y un doloroso nudo en mi garganta se hicieron presentes por la vergüenza y sensación que se formó en mi pecho de rechazo.

¿No era normal acaso que una chica de 21 años comprara una cajita feliz para ella? Maldita sociedad.

─E-En realidad son, bueno... Son p-para mí, haha.

El tono de mi voz fue expulsado con nervios ya que, decidí tragar el nudo en mi garganta para no romper en llanto. Si lloraba por algo tan "mínimo" que la gente podría considerarlo de esa forma... Me llamarían idiota.

Detesto las bromas "hirientes inocentes" de las personas.

─Disculpe, yo no... no lo dije con el ánimo de ofenderle.

Los montones de pensamientos negativos intrusivos que nublaban mi cabeza lograron frenarse al escuchar las disculpas de la ajena.

Admirar como sus expresiones de nervios, preocupación y arrepentimiento la habían actuar con torpeza solo me hizo negarle lado a con la cabeza y sonreírle con fervor. Creo que después de todo... No era una mala persona.

Al instante de que la azabache colocaba aquellos juguetes en el mostrador, mis ojos se iluminaron al ver la linda colección de juguetes frente mío. Rayos... Si hubiera llevado más dinero conmigo, compraría muchas cajitas felices para llevármelos todos. Bueno, ¡Vendré pronto nuevamente para tenerlos todos!

─¡Oh, Oh! ¡Quiero el juguete de Finn y el de Jake!

Era mi duo favorito de personajes junto a Marceline y la dulce princesa, ¿Cómo no elegirlos juntos?

Cuando mencioné eso último, la cajera empujó aquellos juguetes en mi dirección para seguidamente tomar las cajitas felices ya preparadas, así que aproveche esos instantes para estirar ligeramente mis piernas agotadas.

─Gracias por su compra, ¿Hay algo adicional que desee ordenar?

Ante su pregunta, observé y leí el gafete de su uniforme mientras que con una sonrisa, le había extendido la cantidad exacta de dinero para terminar mi compra.

─¡Al contrario! Gracias a usted por atenderme señorita... Yoo Jeongyeon.

Fue graciosa su cara de sorpresa al decirle su nombre, era muy lindo... Como ella.

Espera, ¿Estoy acaso... coqueteandole indirectamente? ¡No puedo hacer eso!, ¡Me matarían viva!

─¿C-Cómo sabes mi nombre?

¡Ay no! Creo que... Decirle su nombre la acaba de asustar, ¿Me escuché muy entrometida?, ¿Me pondrá una orden de restricción?

─Bueno... Lo leí escrito en el gafete de su uniforme, es un lindo nombre por cierto.

No pude evitar entrecerrar mis ojos y reír por tal carismática actitud y amabilidad de la ajena, hice mal en juzgarla por su comentario... Realmente me agrada.

─E-Eh... E-Eh ¡Gra-Gracias por tu compra, adiós!

Cuando terminó la azabache de entregarme el ticket de mi compra, le dediqué una reverencia en forma de agradecimiento para después de tomar mi bandeja, buscar un lugar para descansar mis piernas de gelatina y comer en mi horario de descanso

Fin del Pov.

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A la distancia, Jihyo al haber finalizado con su comida, decidió desempacar sus juguetes para tomarse un tiempo y jugar con ellos en su mesa antes de dirigirse a trabajar en su bicicleta.

Esas acciones no pasaron desapercibidas por Jeongyeon en la lejanía. Quién mantenía una amplia sonrisa en sus labios sin notarlo simplemente por ver a la chica de hebras rojizas jugar con aquellos juguetes.

─¡Vaya! ¿Porqué estás tan sonriente Jeongyeon-ah?, ¿Viste algo que llamara tu atención?, ¿Hay alguna nueva actualización de Animal crossing, fall guys o Minecraft? Espero tener la razón.

Aquella chica que tenía por nombre Im Nayeon llevaba tiempo admirando a su compañera cajera desde hace unos minutos, y después de haberse reído en secreto de ella al verla sonriente sin conocer el motivo aparente, decidió hacer su acto de presencia al abandonar el área de cocina al no ver clientes cerca.

En palabras de la coreana mayor, Jeongyeon suele tener una actitud tranquila, seria y enfocada en su trabajo, en dónde podía ofrecer miradas "atemorizantes" según comentarios de algunos clientes o ex compañeras que tenía.

Pero... la realidad era que, para los más cercanos a la azabache, era agradable el ver como sonreía con buenas cosas que le ocurrían, o por sus gustos: Cómo quizás lo estaba haciendo ahora ¿Con sus gustos o algo más?

─¿Eh?, ¿De qué hablas Nayeon unnie? Yo no... No estoy viendo a nadie, es por... E-Eh.

Jeongyeon había borrado su sonrisa con algo de vergüenza al ser atrapada con las manos en la masa, dirigiendo ahora su vista a la caja registradora para comenzar a teclear alguna orden al azar y mirar de reojo en dirección a la chica de cabellos rojizos.

Quizás Jeongyeon pensaba que Nayeon era ciega al quedarse en silencio por unos instantes, pero no era así.

Así que al atrapar ahora a Jeongyeon admirando a la chica de cabellos "extravagantes", entre abrió sus labios y recordó lo que había escuchado hace unos instantes al preparar las órdenes.

¡Ahora todo tenía sentido para Nayeon!, El ser chismosa traía sus ventajas.

─Jeongyeon-ah... ¿Hablas enserio? Noté que estabas viendo a esa chica.

La cabeza de la mayor apuntó en dirección a Jihyo, quién terminaba de beber una de las dos pequeñas sodas que traía una de las cajitas felices.

─¿Qué chica? No estaba viendo a nadie unnie, No seas chismosa y mentirosa.

Jeongyeon había detenido su vista en Jihyo para admirar con leve molestia a Nayeon, cruzándose de brazos en espera de que la contraria, se vaya al área de cocina.

─Oh... La chica ya se está retirando.

─¿Qué?, ¿Enserio?

Jeongyeon giró su cabeza y elevó su mirada tan rápido que un quejido de sus labios fue emitido al sentir un pequeño tirón en su cuello, había girado tan bruscamente su rostro para que al final Jihyo solo estuviera jugando nuevamente con sus juguetes.

"Voy a golpear a Nayeon por mentirme", pensó Jeongyeon de inmediato al escuchar la sonora risa de la mayor.

─¡Dios, debiste ver tu cara! JAJA, ¡Te atrapé, esponja!

Nayeon soltaba pequeños quejidos al sentir un pequeño dolor de estómago por su desmesurado ataque de risa, ataque que llegó al punto de hacerla llorar y pedir que alguien la llevara al baño para no hacerse pipí de la risa.

─Unnie, cállate ¡No es gracioso!

Jeongyeon expresó en queja mientras trataba de ocultar el rubor de sus mejillas con sus manos, pero al momento de darle un ligero empujón a su mayor para que dejara de reírse, la última empujó el rostro de la coreana en dirección a Jihyo.

Ahora era cierto que la chica de cabellos rojizos (Como Jeongyeon y Nayeon se dirigían a Jihyo) se había levantado de su lugar, tiró la basura en el cesto de basura, colocó la bandeja en su lugar y con un ligero movimiento con su mano, se despedía de Jeongyeon con una amplia sonrisa y salía del local con sus juguetes en mano, dejando con una tonta sonrisa a la azabache.

─Vaya Jeongyeonnie... Acabas de "conocer" a esa chica y no dejas de babear por ella, ¿Tienes su número?

Ante lo dicho por Nayeon, Jeongyeon ahora se daba 40,000 palmadas mentales por no haberle preguntado a la ajena sobre su número.

Pero pensándolo bien, Jeongyeon asumió que sería muy raro de su parte haberlo hecho durante su horario de trabajo, y con tan solo unos minutos de haber conocido a esa chica.

─Unnie... Si le pedía su número me iba a ver cómo una acosadora.

─A veces no sé si reír o llorar por como eres tan tonta, Jeongyeon.

─¿Disculpa?

─L-Lo que quiero decir es que... ¡Pudiste pedírselo al momento en el que se despidió de ti! Tenías que llamar su atención, por dios.

─Para mí no es fácil Nayeon unnie.

─Mira Jeongyeonnie, tienes suerte de que nuestras otras compañeras no estén aquí, ¿Sabes que ya te hubieran arrebatado el número de esa chica atractiva al instante? Bueno, no todas nuestras compañeras son Lesbianas, Veamos... Minatozaki lo es, Son también, Hirai creo que es bisexual pero está intentando salir con Myoui, También-...

─Ya, ya entendí Nayeon unnie... ¿Y cómo qué "chica atractiva"? A Dahyun no le gustará que le diga lo que dices de aquella chica.

Jeongyeon se cruzaba de brazos y observaba la hora en el reloj del mostrador, quedaban una hora y media para que saliera de su trabajo al salir de su turno vespertino.

─¿Celosa... Jeongyeon-ah?, Y sobre Dubu. Puedes decirle si así lo deseas, ella opinará lo mismo que yo de todas formas.

La mayor reía nuevamente, dándole unas ligeras palmadas en la espalda a Jeongyeon, quien rodaba los ojos ante el último comentario de Nayeon para después de unos minutos, seguir trabajando hasta el término de su jornada.

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Dos días después... Día Miércoles.

Quizás para Jeongyeon sus pensamientos eran un poco exagerados pero, en aquellos últimos días, su mente no dejaba de repetir la imagen de aquella coreana de cabellos rojizos.

La azabache había desarrollado una especie de acto involuntario al girar su rostro con emoción, cada vez que la campanilla de la puerta de entrada anunciaba la llegada de clientela nueva.

Pero lamentablemente esa emoción era borrada en un rápido pestañeo por parte de Jeongyeon, al no encontrar a la persona que deseaba nuevamente presenciar.

Ese jueves durante su jornada. Jeongyeon podía distinguir el gran aforo de personas en el restaurante, ¿Cómo era posible que un día jueves estuviera lleno de caos a plenas 2 de la tarde?

La presencia de múltiples clientes colocaban a Jeongyeon sobre el abismo del pánico. Detestaba admirar el mostrador repleto de filas desorganizadas en lo que era una especie de círculo, donde múltiples personas bombardeaban sus oídos de pedidos sin fin, sin esperar su turno, o incluso gritándole cosas incompetentes ante su "bajo rendimiento".

─Por favor... ¡Hagan una sola fila! S-Se los imploro.

Jeongyeon musitó aquel comentario final con un doloroso nudo en su garganta, acompañado de la ausencia de aire que comenzaba a causarle una hiperventilación.

─¡Jeongyeon unnie, aléjese del mostrador, nosotras nos encargamos!

Las voces a la distancia que, lamentablemente Jeongyeon no podía distinguir de quienes provenían, la hicieron retroceder a pasos débiles en dirección a habitación de descanso del equipo de trabajadoras del local.

La situación de la caja registradora fue controlada gracias a la ayuda de Dahyun y Momo.

Durante el paso de los minutos que se convirtieron en unas horas muy pesadas en dónde la azabache había optado por tomar una siesta.

Al término de su largo descanso, Jeongyeon se mantuvo recostada en uno de los sofás del sitio de descanso mientras admiraba el blanquecino techo. Su semblante lucía fatigado a causa del estrés, agotamiento y en cierta parte, por el calor que solía colarse del área de cocina a la habitación de descanso.

La azabache pasó una mano por su frente para retirar un paño húmedo colocado gracias a Momo, paño que notó solo al momento de tocar su frente para eliminar el pequeño rastro de sudor de aquella zona. En situaciones así, Jeongyeon no dejaría de agradecerles a sus compañeras por su esfuerzo y cariño.

El silencio del ambiente presente solo fue esfumado gracias a la entrada agitada y preocupante de Hirai Momo, una de las encargadas de limpieza por mero gusto personal y en cierta manera, remplazo de Jeongyeon en el área del mostrador.

─Dios... Nos alegra saber que estás bien Jeongyeon unnie, ¡Lucias al borde del colapso en esos instantes! Estábamos tan preocupadas... Tuvimos que, tuvimos que hablarle al gerente para restringir la entrada a múltiples personas, a muchas les tomamos fotografías porque estaban causando problemas innecesarios y-.

─Momo-ah... De verdad, no sé qué haría sin ustedes. ¿Ustedes están bien?

─¡Hey!, no te preocupes por nosotras. Nayeon unnie estaba en la cocina pero, en ocasiones venía a ayudarme con las órdenes de la caja, aunque... Sinceramente no hay quien logré hacer ese trabajo como tú, Jeongyeonnie.

Jeongyeon soltó una suave risa por las palabras de Momo, a quien le entregó aquel paño de su frente mientras le agradecía por enésima vez por su ayuda.

─Bueno... Tu haces un gran trabajo allí igualmente Momo-ah, pero... Creo que es momento de que comience a trabajar otra vez-.

─No, no señorita. ¡Tienes que descansar después de tu casi desmayo ahí afuera, Unnie!, No seas terca.

Momo cruzó sus brazos en forma autoritaria para evitar que Jeongyeon pasara algún otro percance, algo que la mayor al momento de pensarlo, casi se inclina al lado de aceptar aquella oferta si no fuera por la entrada abrupta de una Nayeon eufórica.

─¡Jeongyeonnie, Jeongyeon-ah! Tienes que- Oh... Luces como un perrito desabrido, pero ya te ves un poco mejor. Pero bueno, a lo que venía. ¡Te tengo una gran noticia! La chica de cabello rojo... ¡Está aquí!

Y como si se tratara de flash, Jeongyeon se colocó de pie rápidamente para salir en dirección a la cocina por el pasillo cercano a el mostrador de la caja registradora, en dónde Dahyun ya hacía atendiendo pocas órdenes.

Jeongyeon entonces susurró el nombre de Dahyun para llamar su atención desde los estantes de comida para que la coreana le siguiera a la parte trasera.

─¿Jeongyeon Unnie? ¿Qué está haciendo?

Dahyun frunció su ceño al ya hacer a un costado de la mayor, cruzando sus brazos mientras ladeaba en diversas ocasiones su rostro a el mostrador, evitando así que alguien robara algo del sitio.

─¡No tengo tiempo para explicarte Dahyun, necesito que vuelvas a tu trabajo y me permitas volver a mi puesto, por favor! ¿Es... Es mucho pedir?

Dahyun pestañeo múltiples veces, admirando cómo la mayor pestañeaba rápidamente sus ojos y formaba un suave puchero en sus belfos, logrando que la menor solo rodara los ojos y le ofreciera un suave abrazo a su mayor para desearle éxito.

─Dahyun... Te debo una.

────

Jeongyeon Pov.

Sinceramente, me preocupa totalmente mi estado actual causado por una simple chica de cabello extravagante.

¡Aún ni siquiera he tomado su orden y me siento nerviosa con su presencia!

Esa chica era la última en la fila, a lo cual, al llegar su turno y nuevamente al admirar el atractivo rostro de la coreana, me limité a suspirar profundamente para calmar mis nervios desbordantes.

─¡Oh!, ¡Hey! Pensé que no te volvería a ver, Yoo Jeongyeon.

Cuando escuché el entusiasmo en su voz, no pude evitar sonreír ampliamente como una tonta. ¿Qué diablos me inyectó esa chica para tenerme a su merced emocional?

Ella... Me recuerda y, no puedo evitar sentir mis mejillas doler por la alegría que siento.

Pero bueno, ¡Basta ya de perderte en tus pensamientos Jeongyeon! Concéntrate en tu trabajo.

─Es... Es un gusto tenerte nuevamente aquí. Bienvenida a mcdonald's, ¿Qué deseas ordenar?

No sé si mi comentario estuvo fuera de lugar u algo parecido pero, la ajena había elevado sus cejas para seguidamente fruncirse y negar lado a lado con su cabeza. ¿¡Tan rápido quedé como una tonta!?

─¿Enserio estás preguntándome que voy a ordenar? ¡Pensé que ya lo sabías!

Al verla reír, no pude evitar admirar como sus ojos se entrecierran en dos medias lunas, también escuché su melodiosa risa que, debo admitir, es contagiosa.

Llegué a la conclusión de que, al perderme en la belleza de su rostro y quedar encantada con su amplia carisma. Definitivamente... Me enamore de esa chica.

Es decir, ¿No es algo extraño que alguien te guste a primera vista?, o... ¿Sentirse atraída por su personalidad carismática?, Siento que... Si continúo conociendo aún más de esta chica, no podré resistir el impulso de invitarla a salir.

¿O quizás debería hacerlo?

─Eh... ¿Entonces pedirá dos cajitas felices, señorita?

─¡Correcto!, Y no sé si es mucho pedir el querer nuevos juguetes de la colección de hora de aventura.

─Bueno, es tu día de suerte. Aún tengo los juguetes de Marceline y la Dulce Princesa para ti, ya no te faltarán muchos para terminar la colección.

Me posicioné en cuclillas para tomar los juguetes que podían faltarle a la de hebras turquesas en su colección, colocándolos a continuación sobre el mostrador mientras mi mirada no dejaba de detallar cada minúscula acción de la más baja.

La pelirroja entreabrió sus labios para musitar una suave risa al tomar los juguetes con sus delgadas palmas. Maldición... Es tan linda.

Llevé mi diestra contra mi cuello para rascar el lateral de aquella zona con nervios. ¿Debería pedirle su número de teléfono y nombre en esos momentos? Quizás, esté arruinando el momento.

─Aquí está mi pago, y de verdad... Muchas gracias por la amabilidad y buen servicio, Yoo Jeongyeon.

Mis mejillas se ruborizan con violencia ante aquel cumplido, ¿Acaso ella tenía idea de mi enorme felicidad ante su cumplido?

Quiero salir con ella... Al diablo la espera, necesito su nombre y número de teléfono.

─H-Hey, disculpa... Me preguntaba si, ¿Te gustaría...?

Antes de finalizar con mi pregunta, el tono de llamada de la más baja sonó en el bolsillo de su pantalón, haciéndome tragar saliva con dificultad al quedar como una payasa al ser interrumpida.

Ojalá la tierra me trague por la vergüenza, y nunca me escupa para no salir a la superficie.

Pero, pese a seguir lamentandome internamente por mi pregunta ridícula frente a la ajena, mi lado entrometido escucho la tristeza y algo de molestia en la voz de aquella chica.

Me pregunto, ¿Quién era la persona detrás del teléfono que causó eso en ella?

Por que lo último que supe de ella fue el cómo se quedó en silencio después de esa llamada, tomó su pedido y sin desearlo mucho, mis ojos no borraron la imagen de los labios fruncidos en un puchero de la pelirroja.

Puchero que tenía un rastro de tristeza...

Fin del pov.

────

Por otro lado, en el área de cocina, un grupo de tres chicas se mantenían espiando la escena del dúo "amoroso" por los estantes de comida y pasillos del lugar, susurrando cosas en conjunto acerca de la pareja de chicas desbordantes de dulzura.

─Momoring apuesto 10 dólares* a que la tonta de Jeongyeon no le pidió su número de teléfono.

Nayeon sacó de su billetera la cantidad de billetes mencionada para ponerla en una de las barras de cocina, en dónde solían colocar artículos de especias o cortar ingredientes.

─Uhm... Jeongyeon unnie se veía muy dispuesta a hablar con esa chica cuando le mencionaste que estaba aquí. ¡Yo sé que le dará su número, te apuesto 10 dólares!

Dahyun, solo se limitó a negar con la cabeza al sonreír en consecuencia a la pequeña apuesta de su novia y Momo. La coreana sabía con claridad que Nayeon ganaría.

────

─¿Y bien? ¡Cuéntanos qué pasó, Jeongyeon!

Momo, Jeongyeon, Nayeon y Dahyun estaban esperando la hora del cierre del restaurante, encargándose de limpiar algunas de las mesas restantes para mantener reluciente todo el interior del local.

Jeongyeon dejó caer su cuerpo agotado contra el asiento de una silla, en dónde las demás imitaron su acción y se miraban mutuamente en espera de las palabras de la azabache.

─Bueno... Aún no logré pedirle su número de teléfono.

─Eres increíblemente lenta Unnie, Dios... al menos ya sabes su nombre, ¿cierto?

Momo suspiró derrotada ya que recordó que tenía que pagarle 10 dólares a Nayeon.

─Bueno... En realidad.

Jeongyeon en un encogimiento de hombros trató de evadir la respuesta. ¿Era algo raro que no tuviera el valor de, al menos, pedirle su nombre a esa chica?

─¿Eh?, Dios... Eres realmente un caso, Jeongyeon unnie.

Momo al igual Jeongyeon, se dejó caer en una de las sillas de la zona de descanso del restaurante, mientras negaba lado a lado por la lentitud de su mejor amiga.

─Creo que hay más probabilidades de que Nayeon unnie deje de ser "narcicista", que de Jeongyeon unnie teniendo el número de esa chica.

El comentario de Dahyun provocó una gran carcajada en Momo, mientras que Jeongyeon y Nayeon miraban al dúo de chicas con caras largas y serias.

─¡Yah, Kim Dahyun! Bromea con lo que quieras, pero incluso tus burlas no van a cambiar el hecho de que... Me estoy enamorando de ella.

Jeongyeon jadeó al darse cuenta de las grandes palabras que salieron de su boca, negando lado a lado con su cabeza mientras sus manos jugueteaban entre ellas con el motivo de calmar sus notables nervios.

El trío de chicas observó a Jeongyeon con sonrisas dulces repartidas entre cada una de ellas. Los sentimientos de Jeongyeon siempre fueron considerados puros por el grupo de chicas, así que el admirar a la joven azabache enamorada. Las emocionaba a todas de sobremanera y claramente, ayudarían a la ajena con ello.

Las chicas sabían que Jeongyeon solía ser muy reservada con múltiples temas de su persona en general.

Si, quizás a pesar de mostrarse indiferente al hablar de su persona o con gente a su alrededor, al menos, aprendió a confiar en increíbles personas como lo eran: Nayeon, Momo y Dahyun.

─Jeongyeon unnie... El amor no debería asustarte, ¿de acuerdo? Si esa chica es tan "agradable" como dices, ¿Por qué no darle una oportunidad? Si no lo intentas sé que estarás arrepentida durante mucho tiempo.

Momo decidió colocarse de pie de aquel asiento con sus brazos cruzados, para posteriormente ofrecerle una suave sonrisa ladina a la segunda mayor.

─Momo Unnie tiene razón, ¡Tu puedes Jeongyeon Unnie!, ¿Qué es lo peor que podría pasarte con ella? Quizás lo único negativo sería si no te corresponde, aunque lo dudamos pero, si ella hace algo muy malo contra ti... Vamos a sacarla a patadas de este local para siempre.

Dahyun al igual que Momo, se colocó de pie para elevar su mentón e inflar su pecho con orgullo. Ocasionando un estallido de risas por parte de Nayeon, Jeongyeon y Momo al admirar su pose. Avergonzando a Dahyun en el proceso.

─¡Yah!, ¡Que malas son! Ush... ¡No más besos para ti, Nayeon unnid!, ¡Y no más tunos cubiertos para ustedes, Jeongyeon Unnie y Momo Unnie!

Queda decir que ante los reclamos de Dahyun, el grupo de chicas se colocaron de rodillas para pedirle piedad y compasión a la más baja.

────

Dos días después... Día sábado.

Tras dos días en los que el destino, le daba malas jugadas a Jeongyeon en su objetivo por pedir el nombre y número de lo que ella llamaba "La chica juguetes de cabello rojizo". La azabache tenía la esperanza de que ese sábado sería su gran día.

Hasta la fecha, Jeongyeon podía recordar su tortura del Jueves y Viernes al tener tanta mala suerte con la hermosa chica juguetes.

Aún la coreana podía recordar la tragedia que casi le cuesta la vida y su intento fallido:

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Flashback del día Jueves.

─¡Hey!, ¡Buenas tardes, Yoo Jeongyeon!

La chica de hebras rojizas había saludado a Jeongyeon con una amplia sonrisa que mostraba su dentadura aperlada a la ajena, causando que la más alta se ahogara con su propia saliva al estar rápidamente nerviosa.

─B-Buenas tardes, ¿Va a ordenar lo de siempre, Señorita...?

─Así es, una cajita feliz por favor y... ¿Quieres saber mi nombre, Yoo? ¡Me lo hubieras dicho antes!, Me presento, mi nombre es-.

Y como si se tratara de una mala broma o mala suerte, Nayeon y Momo habían arruinado su oportunidad.

─¡J-JEONGYEON, SE ESTÁ INCENDIADO LA COCINA!

Jeongyeon abrió sus ojos como platos al igual que Jihyo, la cual por su seguridad, se apartó del mostrador para salir corriendo del local como muchas personas también lo estaban comenzando a hacer.

─¡C-Carajo! ¡Todos salgan!

Jeongyeon salió del mostrador para abrir las puertas, permitiendo que la poca clientela de aquella tarde abandonará el sitio.

Por otra parte, Dahyun estaba ocupada llamando a el equipo de bomberos mientras que Nayeon y Momo se peleaban en la cocina, aterradas mientras trataban de usar correctamente el extintor.

─¡Debes sacarle el seguro, Momo!

─¡Ya lo sé, Unnie!, ¡Ugh, Mierda! Esto no estaría pasando si no te hubiera hecho caso al hornear más papas de lo pedido en la freidora!

Para resumir el final, El local iba a permanecer cerrado ese día jueves y el viernes, ya que el equipo de sanidad, protección civil, el equipo de bomberos, etc. Harían una revisión de seguridad por los daños hechos al inmueble.

Nayeon, Jeongyeon, Momo y Dahyun tuvieron que pagar las multas aplicadas al local, todo con el fin de evitar ser despedidas por su jefe que, razones no le faltaban para hacerlo.

Fin del flashback.

────

Jeongyeon Pov.

Después de aquel incidente mortal, las cosas habían vuelto a la "normalidad", si es que podía llamar "normalidad" a los cambios que el jefe aplicó por lo ocurrido.

Ahora paseaba por el local cada treinta minutos sin apartar su vista del área de cocina y, ahora Dahyun era la encargada de la cocina junto a Mina.

Hablando de Mina... Ella es muy agradable, solía trabajar en el turno de la mañana y a veces nos encontrábamos cuando yo llegaba más temprano de lo habitual en mi turno vespertino, pero ahora creo que la veré cotidianamente ya que fue cambiada a este turno "gracias" a nosotras.

Y qué decir de Nayeon unnie y Momo.

Nayeon unnie ahora llevaba a cabo la limpieza del sitio, y Momo se encargaba de atender el autoservicio. Supongo que las cosas están tranquilas por unos momentos, aunque... Extraño colarme en mis ratos libres con ellas en el área de cocina, mientras comemos algunas papas fritas sin que el jefe nos vea.

Fin del pov.

Jeongyeon después de sumergirse en sus pensamientos, notó a la distancia, él como la chica de cabellos rojizos había ingresado al lugar, acompañada de una chica más alta que ella.

La chica era linda, pero no tanto como la chica juguetes, en pensamientos de Jeongyeon.

Y aunque Jeongyeon no lo mencioné en voz alta, se sentía alegre de poder ver nuevamente a la chica de los juguetes después del gran caos de hace unos días.

─¡Hey, Hola Jeongyeon! ¿Cómo has estado? Me alegra saber que estás bien, después de... Bueno, ya sabes.

La chica de hebras rojizas sonreía ampliamente al aliviarse por el buen estado ajeno, pero por otro lado, su acompañante levantó sus cejas con curiosidad por el entusiasmo ajeno.

─Hola... Chica juguetes, ¿Lo de siempre? Creo que te va a hacer feliz el saber que ya está el juguete del rey helado de vuel-.

Jeongyeon había sido interrumpida por él carraspeó y rápido comentario atacante de la otra chica, amena a la conversación.

─Park Jihyo... ¿De dónde conoces a esta chica?

Aquella chica tenía por nombre Chou Tzuyu, quién era la actual pareja de Jihyo.

─¿Disculpa? No seas grosera Tzuyu, ella es Yoo Jeongyeon, de quién te hable. Hace unos días vine a comer aquí y ella me ha ayudado con mi colección de hora de aventura, ¿No es genial?

Jihyo mantenía una amplia sonrisa en sus labios, mientras que la más alta de las tres miraba a la azabache con total desaprobación, chasqueando su lengua para finalmente barrer desde la cabeza a los pies a Jeongyeon con disgusto.

────

Jeongyeon Pov

Así que la chica de cabellos rojizos, amante de los juguetes se llama Park Jihyo... Que lindo nombre.

Después de las lindas palabras que Jihyo me dijo, me quedé completamente muda y dirigí mi vista rápidamente al computador de la caja registradora, cómo si fuera la cosa más interesante del mundo.

Pasando algunos segundos, decidí suspirar y levantar mi vista, logrando toparme con la mirada y dulce sonrisa de Jihyo, cosa que me hizo tragar saliva y ruborizarme un poco.

─¿Pedirás lo de siempre, cierto? Una cajita feliz con ahora, el rey helado.

Acompañé mi comentario con una suave sonrisa, mientras Jihyo asentía alegremente, cosa que me impulsaba a brindarle un fuerte abrazo por tanta ternura que llegaba a provocarme.

Maldición... Me gusta mucho.

─¡Claro que quiero una cajita feliz!, ¿A ti qué te gustaría pedir, Tzuyu?

Antes de teclear su pedido, la acompañante de Jihyo, Tzuyu. Le había propinado un golpe en el brazo con la palma de su mano, cosa que me hizo apretar los dientes internamente.

¿Qué clase de persona es ella para atreverse a invadir el espacio personal ajeno, y lastimar a tan dulce persona?

Carajo... Me doy náuseas al ser tan cursi.

─¿Eres tonta acaso Jihyo unnie? ¡Ese menú es para niños! Mejor pide otra cosa, algo... más maduro para tu edad, ¿Quieres?

Al momento de que Tzuyu, se tocaba las sienes y posteriormente se cruzaba de brazos, sus palabras me hicieron inflar mis fosas nasales con notable molestia. Si no fuera la cajera de este lugar, le hubiera dado un puñetazo en su estúpida cara de mierda.

Okey Yoo Jeongyeon... Debes calmarte, ¿Y si es solo familiar de ella? Pero, incluso siendo su familia... ¿Qué derecho tiene de faltarle al respeto y lastimarla así?

La odio.

─L-Lo siento Tzuyu... V-Voy a pedir otra cosa entonces, ¿De acuerdo?, Jeongyeon ¿Podrías darme 2 hamburguesas Big Mac por favor? Con papas fritas y refresco. Muchas... Muchas gracias.

La mirada de Jihyo junto a el tono apagado de sus palabras, me provocó realizar un pequeño puchero. Deseaba acariciar sus cabellos rojizos y también quería patearle el trasero a Tzuyu.

─Aww... ¡Eres tan dulce, Cariño! Muchas gracias.

Creo que Tzuyu descifró mis sentimientos respecto a Jihyo, ya que la estaba viendo mucho. Por lo que, para sorpresa de Jihyo y mía, Tzuyu tomó a Jihyo por el cuello con sus delgadas manos para unir sus belfos contra los de la más baja.

Ver esa... dolorosa escena, Me hizo morder mi labio inferior por la frustración, celos y tristeza. ¿Porque Jihyo no se daba cuenta de lo manipuladora que era su novia?

Por las ligeras interacciones entre ellas, logro ver el control que tiene esa tal Tzuyu sobre Jihyo, y por dios... Esa gigantona no merece a alguien tan dulce y linda como Jihyo.

Sinceramente, quisiera estar en su lugar en estos instantes... Pero, ¿Qué cosa podría hacer yo, para gustarle a Jihyo? Solo soy una estúpida cajera que recientemente se entera de su nombre.

Diablos... Quiero tomarme un descanso, ir a casa, acostarme, llorar y quizás comer helado mientras me lamento por estar enamorada de alguien imposible.

Bueno, lamentablemente no puedo volver a casa ahora por los recientes problemas con el lugar así que, debo... debo ahogarme mis penas y concentrarme en continuar con mi trabajo.

Cómo debí hacerlo desde el principio...

─¿Sera todo su pedido, chicas?

Realmente quería que detuvieran su beso...

Que me diera por vencida, no significaba que dolería menos el admirarlas demostrandose "amor" de forma descarada frente a mi, todo gracias a la maldita de Tzuyu que adoraba ver mi sufrimiento.

Mi expresión de seriedad pudo relajarse al saber que Jihyo había escuchado mi pregunta, separando su rostro del de Tzuyu para asentir en mi dirección con un semblante algo incómodo.

Espera, ¿Estoy viendo bien?

─Bien, en un momento su orden estará lista.

Cuando termine de decir aquellas palabras, presioné enter en la caja registradora, en dónde se podía ver marcada una Big Mac y una cajita feliz.

¿El porqué hice eso?

Era obvio... Jihyo podía hacerle caso omiso a Tzuyu por ser su novia, pero ¿Porqué yo tenía que hacerle caso a esa malcriada?

Jihyo dulcemente pidió una cajita feliz, y si ella se ponía alegre por eso, lo haría sin problemas. Me importaba una mierda si Tzuyu se quejaba conmigo o con el gerente.

Yo quería que Jihyo estuviera feliz, más feliz que estando con esa chica.

Respeto a todo el mundo a mi alrededor pero, ¿Por Qué debía ser amable con ella, siendo que también me detesta cómo yo lo hago?

────

Al paso de los minutos, Mina me llamó a la cocina para tomar la comida recién caliente y preparada. Fue entonces que coloqué en la bandeja una cajita feliz y un combo de big Mac para terminar el pedido y...

Era divertido ver las diferentes expresiones que la pareja mostraba.

Por un lado Jihyo sonreía ampliamente y tomaba los 2 juguetes nuevos que le había colocado en la cajita, realmente quería llorar por lo hermosa que lucía al tener con ella algo que le gustaba.

En cambio Tzuyu parecía querer cortarme a la mitad como una papa frita, cosa a lo cual le respondí con una cínica sonrisa. Realmente me sentía mejor después de los días pesados que pasé junto a las demás. Todo gracias a la chica juguetes, Jihyo.

Tzuyu había tomado su orden y se alejó de la barra con una expresión llena de desagrado: Mostrado sus labios entreabiertos, logrando verse sus dientes, su ceño estaba fruncido y su nariz se veía arrugada de la molestia.

Lo más feliz de ese momento fue que, por su molestia, terminó dejándome a solas con Jihyo.

─J-Jeongyeon... En serio no era necesario que tomaras esa orden de mi parte. Tzuyu... Bueno, ella se molestará aún más conmigo por las acciones que tomaste y- Lo siento... estoy hablando de más.

Miré como las manos de la joven temblaban sobre la nivea barra, cosa que me hizo inconscientemente tomarlas con las mías, y dedicarle una amplia sonrisa.

─Aquí se busca el bienestar del cliente y tú realmente querías esa cajita feliz ¿Cierto? Y por otro lado. Señorita Park Jihyo... ¿Por Qué no me dijiste tu nombre cuando nos conocimos hace unos días? Es de mala educación saber el nombre de alguien y no decir el tuyo para que ese alguien lo conozca.

─¿Qué? ¡Oh, pensé que te lo había dicho ese día del accidente! Lo lamento por eso, creo que... las circunstancias no te permitieron escucharlo, nuevamente lo lamento.

Negué lado a lado con una pequeña risa expulsada de mis labios, y aunque me doliera mucho el separar mis dígitos contra los cálidos falanges de la contraria, tenía que seguir con mi trabajo y... recordar que debía afrontar el hecho de que Jihyo, ya tenía a quien amar.

─No te disculpes Jihyo, ahora... Hazme feliz y juega con tus 2 juguetes mientras comes una deliciosa hamburguesa, ¿De acuerdo? Quiero que decidas ser feliz por qué tú lo deseas.

Con un guiño de mi parte en forma de despedida, Jihyo con una risa avergonzada se despidió de mí, en dónde posteriormente terminó brindándome un ligero apretón de manos para después dirigirse con su pareja.

Fin del Pov

────

Jihyo Pov

Realmente el haber visto a Jeongyeon hoy después de un par de días, fue genial.

Ella fue muy amable al entregarme una cajita feliz con dos juguetes, ¡Con dos juguetes! Finalmente con ello ya puedo tener mi colección terminada de hora de aventura.

Después de todo, ya tengo a finn, a Jake, a la dulce princesa, Marceline, arcoiris y al rey helado.

Se qué... está mal tener dos juguetes ya que tenía que haberme entregado uno porque solo pedí una cajita feliz pero... De todas maneras, disfrutaré el regalo de Jeongyeon.

Su detalle me elevó totalmente los ánimos, pese a lo agotada y cabizbaja que me sentía hoy en la mañana.

Y como siempre, el motivo de mis bajos ánimos eran las discusiones que Tzuyu y yo manejábamos cotidianamente por cosas que, sinceramente, yo considero como absurdas.

El problema de la discusión era el mismo de siempre, y supongo que ella debe estar cansada de mi, al retomar el tema de siempre en todas nuestras discusiones sin parar.

No recuerdo a partir de cuándo ella comenzó a recriminarme por mis gustos, llamando a todos estos como gustos de "pequeñines". ¿Había algo de malo en que me gustarán cosas poco "convencionales" para mí edad como lo eran, algunos dibujos animados?

Hasta la fecha... no entiendo el cómo terminamos siendo una pareja y que, a pesar de discutir 24/7, esta relación aún no termina.

Flashback del sábado en la mañana.

La pareja se encontraba en una plaza comercial aquella mañana del sábado, habían visitado múltiples tiendas a petición de Tzuyu pero, cuando la menor estaba distraída con los estantes de algunos accesorios. Jihyo huyó al área de juguetería de la tienda departamental.

Recorriendo los pasillos con múltiples juguetes para todas las edades, la peliroja tomó entre sus manos un peluche de jake. peluche que le sacó una gran sonrisa al sentir lo suave y cómodo que era el mismo.

─¡Woah! ¡Es tan cómodo! Me funcionaria para abrazarlo en las noches. Creo que voy a compra-.

─¡Jihyo unnie! Deja de actuar como una pequeña idiota, ¿¡Qué no sabes la vergüenza que me das cuando eres así en público!? Suficiente tuve con que te pintaras el cabello de esa forma... Pareces una esponja de baño.

Y como si se tratara de una pesadilla, Jihyo sintió un escalofrío en su espalda. Todo ello ocasionó que la mayor dejara el peluche de jake de vuelta a su lugar y decidió darse la vuelta para encarará la más joven.

Tzuyu sin permitirle decir algo a Jihyo, tomó con fuerza la muñeca de su brazo derecho para alejarla del estante en donde se encontraba aquella nueva colección.

─¡T-Tzuyu! Me lastimas el brazo... D-duele.

Jihyo logro soltarse del agarre de Tzuyu al sentir como la linda manicura en las uñas de su menor se clavaban dolorosamente en su dermis.

Sin más, la pelirroja se colocó de puntillas y tomó a la joven de los hombros, para sin aviso, besar los belfos ajenos de una forma delicada y dulce. Jihyo sabía que eso era una manera de disculparse con Tzuyu, ya que a ella le encantaba que tomara la iniciativa en la relación y mostrara ese lado maduro "oculto" en ella.

─Lo siento Jihyo unnie por lo de hace unos momentos. Vamos a comer, ¿si? Pero... Tu pagas la comida porque me debes otra disculpa por dejarme sola viendo las cosas.

─Eh... Uhm, C-claro.

Jihyo se encogió de hombros con incomodidad ante el comentario de su pareja, y así fue como terminaron en aquel McDonald's, el cual Jihyo decidió escoger, y sorprendentemente Tzuyu había accedido a visitar aquel lugar.

Fin del flashback

─Jihyo... ¿Cómo es posible que hayas aceptado la comida que aquella mal agradecida te ofreció?

¿Qué rayos le pasaba a Tzuyu?

─Tzuyu... ¿Qué cosas estás diciendo? ¡Jeongyeon solo fue amable! Ella sabía que quería una cajita feliz y solo me la ofreció. ¿En qué te molesta todo eso? Después de todo, yo pagué la comida, como lo hago en todas nuestras citas, ¿Porqué debería de ser un problema para ti? Chou Tzuyu.

Puse los ojos en blanco por el hartazgo y molestia que me generó el comentario de Tzuyu, ¿Porque trataba así a Jeongyeon? Ella no tenía nada que ver en sus problemas, ¿Porque tenía que involucrarla?

─¿¡Acaso no te das cuenta el cómo me sonrió cínicamente?! ¡Le gustas, por dios! No quiero que le hables, es una arrastrada.

─¿De qué hablas, Tzuyu? Jeongyeon solo es amable porque somos amigas.

─¡No puedes ser amiga de las chicas a las que les gustas, carajo!

Tzuyu le había dado un golpe con su puño cerrado a la mesa, provocando que la comida se moviera un poco, y con esa acción en el arranque de molestia de Tzuyu. La gente no dejaba de mirarnos y susurrar cosas indistinguibles para ambas.

─Tzuyu... Baja la vo-.

─¡No voy a quedarme callada Park Jihyo! ¿No te das cuenta del daño que esa chica está haciéndonos justo ahora? ¡Todo esto es su culpa!

─¿Te refieres... a nuestra discusión? Creo que incluso sin lo ocurrido con Jeongyeon. Nunca dejas de discutir conmigo.

─¿De qué diablos estás hablando, Jihyo unnie? No estés evadiendo este tema conmigo.

Está situación... Estaba causándome dolores de cabeza.

Desvíe mi vista a la cajita feliz de la mesa mientras tragaba saliva con dificultad, debía enfrentarla ahora o nunca. Debía... alejarme de Chou Tzuyu.

─Siempre... Llegamos al mismo punto; Discutimos y yo soy quien tiene que disculparse o guardar silencio para que podamos resolver nuestros "conflictos", conflictos que solo generas tu, Chou Tzuyu.

Antes de que la castaña pudiera callar mis palabras al protestar, hablé rápidamente para silenciarla con mi interrupción.

─Mis ex amistades se marcharon con el tiempo al estar contigo, ¿Crees que no sé la razón? Querías alejar a cualquier persona que opinara negativamente sobre ti, personas que harían que yo terminara contigo en un abrir y cerrar de ojos pero... Yo decidí confiar en ti, confíe solo en tí porque decías que me amabas, y que los demás solo querían hacerme infeliz pero... Veo que terminó de una forma distinta a lo que pensaba.

Aclaré mi garganta mientras mi vista aún no se apartaba de aquella cajita feliz. Vaya paralelismo, ¿No?

─Eres... increíble Chou Tzuyu. Increíblemente mala para mi vida, pero pese a todo esté mal que me has generado. Te agradezco por quizás, ¿haberme amado? de una manera extraña... Pero creo que por fin decido ser feliz. Terminamos, Chou Tzuyu.

Con un incómodo nudo en mi garganta y un doloroso dolor de estómago por tantas emociones juntas, miré con atención la expresión de Tzuyu y... creo que me voy a arrepentir de haberle dicho todo esto en público.

Las cosas entre ambas eran y son difíciles, supongo que ambas estábamos juntas simplemente por temor a la soledad amorosa, y me arrepiento por tomar con indiferencia lo mal que me dañaban sus palabras o acciones.

Y respecto al arrepentimiento de como mencioné las cosas, estaba próximamente la consecuencia de ello...

Fin del Pov

────

Tzuyu se había colocado de pie en su asiento, jalando la camisa blanca de Jihyo con su zurda y con fuerza, le dió una bofetada con la palma de su mano derecha a la mayor. La gente veía con asombro y dolor la escena sin entrometerse en ella, a pesar de que era lo mejor, debido a la naturaleza furiosa que Tzuyu estaba mostrando.

Jihyo quedó en silencio por el shock ante la bofetada en su mejilla, temblando desde la cabeza a los pies por el comportamiento violento de Tzuyu.

La última mencionada soltó a la pelirroja de su camisa blanca, tomó ambas bebidas para destaparlas y arrojar el líquido de ellas a Jihyo, haciéndola soltar un quejido por lo frío de la bebida y finalizó arrojándole la hamburguesa no comida por menor.

─¡Vete a la mierda, Park Jihyo! Te vas a arrepentir por el resto de tu vida.

Jeongyeon, quien había regresado hace unos minutos después de tomarse un descanso comiendo con Dahyun. La azabache había escuchado el alboroto, a lo cual, al observar como Tzuyu tenía la intención de volver a abofetear a Jihyo. Salió rápidamente del mostrador junto a Nayeon y Dahyun, quienes separaron a Tzuyu de Jihyo e intentaban sacarla del local.

─¿¡Qué carajo!? ¡Sueltenme, bola de idiotas!

Tzuyu trataba de liberarse del agarre de Nayeon y Dahyun, en dónde está última tenía dificultades para calmar las patadas erráticas que la castaña lanzaba.

Por otro lado, Jeongyeon al llegar al asiento en dónde Jihyo se encontraba, mordió su labio inferior al apreciar la escena.

La pelirroja se encontraba en una posición de ovillo sentada, ocultando su rostro entre sus rodillas mientras sus ropas se veían húmedas, algo arrugadas y sucias por el refresco junto a la hamburguesa desabrida del suelo arrojadas por Tzuyu.

─P-Por dios... Mírate, estás temblando.

Jeongyeon se ofreció a abrazar a Jihyo por la cintura gracias a su brazo derecho, tomando una de sus manos con su zurda para llevarla al área de descanso para los trabajadores.

Dentro del sitio, Jeongyeon terminó sentando a Jihyo en el sofá, para colocarse en cuclillas y delicadamente, posar sus cálidas manos en las húmedas mejillas de Jihyo. Acción que acompañó al rozar sus pulgares contra los pómulos ajenos para limpiar las frescas lágrimas de la más baja.

Le dolía ver a la joven así, tan... vulnerable cuando adoraba verla con su sonrisa perlada, con su estilo similar al de una modelo y con ese entusiasmo tan carismático en ella.

Definitivamente quería sacarle los dientes a Tzuyu con sus puños por hacer llorar a alguien tan maravillosa como Jihyo.

─Hey, linda... ¿Quieres hablar de lo que ocurrió hace unos momentos? Vi que Tzuyu, se convirtió en satanás y hasta me logró aterrar a mi.

Jeongyeon logró soltar una pequeña risa, y al darse cuenta de aquello, se avergonzó un poco, ¿Cómo le era tan fácil reír o sonreír con Jihyo? Todos los días, Jeongyeon se la pasaba maldiciendose por el como Jihyo se encontraba en su cabeza 24/7, y en serio... se sentía atraída a ella sin conocerla del todo.

Jihyo abrazo el cuerpo de la más alta sin decir palabra alguna, aferrándose a la calidez de su cuerpo, y temblando un poco por aquel escalofrío que sintió en todo su cuerpo.

Ese sentimiento de tanto fervor, que la hacía sentirse completa, completamente en casa, ese sentimiento se sentía nuevo para Park Jihyo.

Porque si, Jihyo había comenzado a darse cuenta que, simplemente, la felicidad que encontraba tenía nombre y apellido. Yoo Jeongyeon.

Aquella chica de cabellos azabaches que, desde un principio, fue amable y logró que su corazón se sintiera cálido al verla sonreír tímidamente en su dirección cuando se vieron por primera vez al conversar un poco con ella.

Cuando finalizaba sus entregas en la panadería por las tardes, Jihyo tomaba su bicicleta para pedalear rápidamente en dirección al mcdonald's todos los días para hablar con aquella cajera.

Se sentía bien el tener a alguien con quién conversar, quién no la juzgara por sus gustos, la hiciera reír y fuera... un encanto con ella.

Instantáneamente Jeongyeon fue la crush perfecta para Jihyo, pero pese a ello. Ella respetaba su relación tormentosa con Tzuyu, su única mejor amiga restante.

Pero volviendo al tema. Si Jihyo pudiera mencionar algo del increíble aspecto físico de Jeongyeon, serían aquellos hoyuelos que se formaban en su rostro al sonreír. Definitivamente la hacían lucir atractiva, y no evitó echarle un vistazo a uno de estos últimos cerca de la parte superior de los labios ajenos al separarse un poco de aquel abrazo, cosa que no quiso hacer notar, ya que se encontraba en esos momentos sufriendo por lo ocurrido con Tzuyu y bueno... Iba a salir dañada horriblemente si quizás intentaba algo pronto.

Jeongyeon entonces decidió terminar aquel abrazo para dejar descansar a Jihyo, mientras ambas se quedaban en un cómodo silencio, mientras Nayeon y Dahyun regresaba con un notable cansancio debido a la locura de Tzuyu.

─¿Interrumpimos algo?

Nayeon recargó su espalda en la pared cercana a la entrada de la sala de descanso, mientras jadeaba por el agotamiento que la energía caótica de Tzuyu ejerció contra Dahyun y ella.

─Dios chica... Tu ex novia... sí que es peligrosa, realmente te admiro... por ser su novia durante tanto tiempo. Si lucifer tuviera una hija, esa Tzuyu sería la "afortunada".

La mayod mencionaba con dificultad aquello en broma, logrando que la pelirroja soltará una amplia carcajada ante su comentario, haciendo sonreír a todas de ternura.

─Lamento... Lamento las molestias que les ocasione por haber terminado con ella. Permítanme pagar por los daños al inmueble y por asustar a sus clientes. Y bueno... También me gustaría presentarme formalmente con ustedes. Soy Park Jihyo y tengo 21 años.

Jeongyeon entreabrió sus labios por la sorpresa, ¿Así que... Jihyo y ella tenían la misma edad?

─¿Ambas tenemos la misma edad? Eso es... Wow.

Nayeon y Dahyun decidieron abandonar el lugar en silencio. Querían darles su espacio para que conversaran sin apuros, así que, solo se fueron a seguir con su trabajo junto al resto de sus nuevas compañeras.

Jeongyeon por otro lado, aclaró su garganta al darse cuenta de sus palabras. ¿Le había dicho a la joven, "wow" como si nada? Dios, ojalá la tierra decidiera tragarla por la vergüenza.

─E-El Wow... es porque, bueno... en realidad pienso que u-uhm... Que eres increíble, y pensaba que eras un poco más jóven.

─Jeongyeon... No debes darme algún cumplido para hacerme sentir bien, ¿De acuerdo? Tzuyu siempre me llamó inmadura porque eso es lo que soy.

Jihyo se encontraba mordiendo su labio inferior para evitar llorar nuevamente, podría ser algo infantil en muchas ocasiones, pero sentimentalmente trataba de mantenerse fuerte todos los días.

─¡No, No! ¿Qué rayos estás diciendo, Jihyo-ah?, ¿Acaso alguna vez has escuchado lo que los demás piensan de ti, sin involucrar a esa Tzuyu?

La menor negaba con la cabeza, haciendo sonreír un poco a Jeongyeon, quien tomaba las manos de Jihyo para jugar con sus dedos.

─Yo... Yoo Jeongyeon. Opino que ese lado juguetón tuyo es muy lindo... Eres realmente hermosa Park Jihyo. Y realmente no entiendo el como Tzuyu era horrible contigo, ¡Ush! Quería patearle el trasero y empujarla lejos cuando... cuando ella... c-cuando ella te beso.

La mención de aquel beso antes presenciado celosamente por Jeongyeon, causó un mutuo mirar en los belfos ajenos. Jihyo apreciaba los labios de Jeongyeon ser humedecidos con nervios por la punta de su lengua.

Y ahora era el turno de Jeongyeon de observar el como la menor mordía su labio inferior, ocasionando consecuentemente que este se hiciera más rojizo y atractivo de besar en pensamientos de Jeongyeon.

─Estoy... Estoy completamente sin palabras, Jeongyeon.

Jihyo se había ruborizado notablemente ante las palabras de Jeongyeon, y aún sin retirar su mirada de los labios ajenos, su corazón latía fuertemente en su pecho ante el tono de su voz y, su mirada.

Simplemente la hacía muy feliz y se sentía fascinada por ella, por lo que, sin retirar su moderada de los belfos de la ajena, tragó saliva pesadamente ante la ansiosa necesidad de capturar los dulces labios impropios.

Y sin demorarse. Jeongyeon decidió acortar la distancia entre ambas, formando un dulce beso con la coreana de cabellos rojizos, logrando que su corazón continuará latiendo, por las sensaciones que la contraria había provocado en tan poco tiempo en sí misma.

El compás de los labios de la mayor era imitado por los ajenos labios de la más baja, en dónde el mutuo accionar causó que Jeongyeon situara sus palmas en el área de la nuca de Jihyo para rozar sus dígitos contra los coloridos mechones ajenos. Mientras por otro lado, Jihyo colocó ambas manos sobre la cintura de la mayor, atrayéndola para compartir aquel cálido sentimiento con felicidad.

Jeongyeon finalmente podía morir tranquilamente al saber que su deseo se hizo realidad; Conocer más de Jihyo.

─Jeongyeon... Wow, Y-Yo... Wow... Tus labios... Simplemente, Wow.

Jihyo al separarse de aquel beso con sus mejillas ruborizadas, trató de calmar su jadeante respiración con una tímida sonrisa mientras no apartaba su vista de la dulce azabache.

─¡Yah!, ¿Se está burlando de mí porque le dije wow hace tiempo? Yah... Park Jihyo.

Jeongyeon le dió una palmada en el hombro a Jihyo, quién rascó su cuello con una amplia risa para posteriormente entrelazar sus dígitos contra los de la mayor.

─Jeongyeon, Tú... ¿Quisieras salir conmigo?

─¿Eh? Te refiere a salir a una cita o... ¿Salir como pareja? Porque acepto ambas, Jihyo-ah~.

Ante esto, Jihyo soltó una risa por el contagioso sentido del humor similar de Jeongyeon con el suyo. En dónde seguidamente, llenó de múltiples besos el rostro de la antes mencionada.

Cuando los minutos y horas pasaron, Jeongyeon fue a buscar su ropa para brindarsela a la menor, evitando que tomara un resfriado por la fría bebida que le habían arrojado unos minutos antes.

A lo cual, cuando Jihyo fue a vestirse con las prendas de Jeongyeon, esperó hasta el turno de salida, para tener su primera cita oficial ya en su tiempo libre, y siendo así... El inicio de una hermosa relación, a causa de una cajita feliz en aquel McDonald's.

Fin...

¿O no?

Hey, pero alto... Creo que ustedes se preguntarán ¿Qué fue lo que hicieron Nayeon y Dahyun con Tzuyu? Bien, a continuación se verá un flashback de aquella situación.

Flashback, post discusión del Jitzu.

Dahyun tomaba a Tzuyu de los brazos para sacarla del local, mientras le pedía ayuda a su pareja con gritos de auxilio. Sin embargo, Nayeon llevaba un carrito de la limpieza para comenzar a desaparecer el desastre ocasionado por Tzuyu, desastre que quedó esparcido en la mesa, asientos, piso y paredes en el lugar donde anteriormente la ex pareja se encontraba.

─¡Yah!, gracias a esa vieja loca debo de limpiar el doble, ¡Todo era mejor cuando estaba en la cocina! Maldigo el día en el que le di esa idea a Momo.

─¡Conejita, necesito ayuda! ¡La vieja loca, osea Tzuyu, me quiere morder! Ush... ¡Alguien llame a control animal!

─N-No soy un conejito, Dahyunnie.

La mayor soltaba un suspiro y al terminar de tallar por más de tres veces aquel suelo pegajoso. Finalmente Nayeon conducía su carrito de limpieza a la salida, mientras reía al ver como Dahyun y Tzuyu se perseguían corriendo.

─Parecen Tom y Jerry~.

─¡CÁLLATE!

Mencionaron ambas al unísono, provocando que la mayor se cruzara de brazos y rodara los ojos.

─Bien, bien... Dahyun, deja de perseguirla, yo me encargo amor.

Nayeon ahora corría rápidamente con una escoba para tratar de golpear a Tzuyu con esta última, siendo detenida por las dos manos de la antes dicha, quién frenaba su cuerpo.

─¡H-Hey, suéltame! ¡Métete con alguien de tu tamaño, vieja fodonga infeliz!

Tzuyu exclamó y dejo de detener a Nayeon al empujar el cuerpo de esta última, causando que la mayor cayera al suelo y con un quejido acompañado de un puchero, mirara a Dahyun en búsqueda de ayuda.

─Oh... Acabas de cometer un grave error, satánica loca.

Mencionaba Dahyun, para tomar la escoba que antes había usado Nayeon de aquel carrito de limpieza, y comenzar a perseguir a Tzuyu mientras daba escobazos al suelo al pegarle al asfalto con las cerdas de la escoba.

─¡E-Es Satanás! Dios mío... Sálvame.

Tzuyu corría por su vida, mientras Dahyun trataba de golpearle los pies a la menor para hacerla caer.

─¡La única satánica eres tú!, ¡Fuera de aquí, chancluda!

Dahyun le aventó la escoba a Tzuyu, logrando que golpeara su cabeza y la hiciera soltar un quejido, a lo cual, decidió salir corriendo de aquella zona, para tratar de protegerse.

Nayeon comenzó a colocarse de pie poco a poco, mientras limpiaba las partes sucias de su uniforme y corría a abrazar a la menor.

─Siempre diré que eres increíble, Dahyunnie... Gracias amorcito.

Nayeon se acercó a Dahyun para besar los labios de su amada, la cuál se había ruborizado en silencio y tomó la mano de Nayeon.

─E-Ella se lo merecía, se metió con la futura novia de Jeongyeon unnie... Y hablando de ambas, ¿Vamos adentro, conejito?

─¡T-Te dije que no me llamaras así!

Nayeon suspiró en tono de queja, mientras Dahyun reía ante la actitud de su pareja y decidía tomar el carrito de limpieza junto a la escoba, para ingresar nuevamente al restaurante.

Y ahora si... El Fin.

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