Capítulo 39: Espía.
ANDY
Recorrí todos los pasillos buscando donde estaban la tal Mica y el profesor Adam.
Olivia me pidió hacerlo y con gusto acepté ser su espía.
La amaba, y haría todo por su felicidad.
Hasta moriría por ella.
Paré en seco cuando escuché respiraciones agitadas dentro de un salón.
Me asomé por la orilla de la puerta y vi a un Adam excitado haciéndole el amor a una jovencita en el piso.
Era Mica.
Asqueroso.
Casi vomitó.
Me quedé ahí espiandolos hasta que terminaron y salieron del salón.
Los seguí sigilosamente.
Escuché que Adam invitó a esa tal Micaela a su casa el sábado.
Tenía que contárselo a Olivia.
Fui hacia los baños para verme ahí con Olivia, tal y como lo habíamos acordado.
- ¿y? ¿qué viste? - me preguntó curiosa.
- estaban comiéndose en el piso - le conté con una cara de completo desagrado en mi rostro.
- ¿enserio? ¿ahora también con ella? - me preguntó y asentí lentamente - esa estúpida... - dijo en voz baja.
Tenía sospechas de que Olivia seguía enamorada del insípido profesor de Adam.
Y eso me partía el corazón.
Aún que lo siguiera estando yo estaría para lo que ella quisiera.
- se verán en casa de Adam el sábado - le informé.
- tenemos que ir Andy - dijo retorcidamente entusiasmada - me acompañaras ¿no? - preguntó mirándome como si la persona de la que estuviera enamorada fuera yo.
- no lo sé Olivia, lo pensaré - le dije bromeando para ver su reacción.
- no me abandones, quiero que vengas conmigo Andy - me dijo mirándome de esa manera que me volvía tan loco.
- claro que iré contigo, solo bromeaba - le dije mientras mis ojos se sumían en los suyos.
- entonces ayúdame a idear un nuevo plan - me dijo sin dejar de mirarme.
Me quedé mirándola fijamente.
Estaba realmente enamorado.
- ¿qué? ¿te quedaste hipnotizado o algo así? -
No dije nada de lo que estaba sintiendo en esos momentos, me quedé callado porque sabía que ella seguía obsesionada con él.
- ya se que haremos con Mica - le dije con esa maldad que Olivia me había pegado.
- ¿qué haremos? ¿la asesinaremos? -
- sí, pero esta vez lo haré yo -
Sus ojos se abrieron tanto que casi se le salían por la borda.
- ¿tú lo harás? ¿estás seguro de eso? -
- claro, mataría por ti, hoy y siempre -
- estás loco - dijo con una sonrisita.
- loco por ti - dije sin querer en voz alta.
- entonces... ¿matarías a Micaela por mí? - me preguntó con una ceja alzada mientras se mordía los labios con picardía.
- desde luego, Oli - asentí con un guiño.
- entonces esta vez me tocará ver como tú haces el trabajo - dijo mientras se alzaba el pelo y se lo amarraba en una coleta.
Se veía preciosa y radiante.
- claro que sí Olivia, cuenta con eso - acepté con un rostro sonriente.
- oh, casi lo olvido, tengo un obsequio para ti - mencionó mirándome con los ojos llenos de alegría.
- ¿un obsequio? ¿para mí? - pregunté confundido.
- sí, para ti - dijo sonriente mientras sacaba una cajita roja del bolsillo de su chaqueta - ¿qué quieres hacer hoy?, tenemos que celebrar este día -
- ¿este día? ¿qué se celebra este día? - le pregunté al no entender a qué se refería.
- esto, ¿qué más? - dijo señalandonos.
- pero no es nuestro aniversario - recalque aún sin comprender.
- celebraremos el buen equipo que hacemos juntos, y claro, la buena pareja que somos - exclamó con una expresión de total felicidad en su rostro.
- entonces ¿me amas? -
- porsupuesto que te amo, te amo desde el primer día Andy, ¿porqué preguntas eso? -
- es solo que... no es nada, olvídalo - no terminé de decirle lo que sentía, me arrepentí al instante.
No hacía falta preguntar, era más que evidente: Olivia no me amaba.
Estábamos matando jovencitas solo por su estúpida obsesión con Adam.
Ella ni si quiera amaba a Adam.
Estaba obsesionada con él.
Estaba enferma.
Nunca podría amar a alguien.
Estaba trastornada.
Tenía que hacer algo con ella.
No podía seguir amando a una asesina.
No podía seguir matando por ella.
- dime Andy ¿qué sucede? - me pregunto con voz serena.
- vamos a mi casa, celebremos ahí - le dije para realizar mi plan.
- me encantaría - aceptó regalándome una sonrisa - oh, pero antes abre esto - dijo y me entregó la cajita.
La tomé y la abrí, saqué de su interior un anillo plateado que tenía grabada una O de Olivia.
Me limité a mirarla y sonreírle falsamente.
- es para que me lleves contigo siempre Andy -
- es un gesto muy lindo de tu parte Oli, te agradezco - le dije sonriéndole mientras me ponía el anillo en el dedo anular.
- ahora sí, vamonós - me dijo y me tomó por el brazo.
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