Nota:*Escuchar la canción de fondo en todas las escenas de Olivia y Adam*

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- ¿en serio harás la limpieza del salón toda una semana solo porque llegaste tarde? - dijo sin poder creerlo Mina, la nueva novia de Andy, me la presentó hoy por la mañana en la parada del autobús, ahora ella será parte de nuestras mañanas, ya somos un grupo de tres.

- sí, pero qué más da - dije indiferente.

- oye Olivia ¿y es cierto que ese profesor que te pusó el castigo es tan guapo como dicen las chicas? - me preguntó y tragúe saliva.

¿Qué le respondía?, no le podía decir que el profesor Adam me atraía en altos niveles y que por mi mente pasaban tantas escenas indebidas cuando veía lo anchas que eran sus manos o cuando sus preciosos ojos juguetones me miraban.

Antes de que pudiera responderle algo Andy le reclamó a su tortolita la razón de que preguntará por el hombre de mis más locas fantasías.

- ¿tú porqué preguntas eso? ¿te gusta ese señor? -

- solamente amorcito, pura curiosidad - le dijo ella bastante empalagosa apretandole las mejillas.

- solo son rumores Mina, es bastante común, en cambio Andy es especial, te conviene más quedarte con él - respondí con un halago hacia mi mejor amigo.

Por nada del mundo quería que toda la Universidad supiera lo mucho que me hacía perder el control el profesor o "ese señor" como lo llamaba Andy.

- gracias Oli, muy amable de tu parte - me agradeció Andy gentilmente y me acarició la mejilla con una de sus manos.

- si si, tengo qué promocionar a mi mejor amigo - le dije y reímos por mi comentario.

- ¿seguros que ustedes no son novios? - nos dijo Mina al vernos tan conectados.

- ¿qué dices?, no, tu novio y yo somos mejores amigos desde que entramos a la Universidad, es por eso que nos llevamos tan bien y nos tenemos este cariño - le dije y le jalé un mechón rubio a Andy.

Él no se dejó y me pellizco la mejilla izquierda con fuerza.

- ¡basta ya chicos, parecen niños de preescolar! - exclamó la morena y subió las escaleras molesta para ir hasta al tercer piso donde estaba su salón.

- ve con ella que se ha puesto celosa - le dije emitiendo una risita traviesa.
- no te dejaré sola de nuevo con ese profesor, vamos iré contigo -

- no tienes que venir conmigo Andy, ve con tu novia, hazle entender que no tiene porque estar celosa de mí -

- bien, pero ten cuidado con él ¿sí? -

- porsupuesto niño - le dije le di un tierno beso en la sien y se sonrojó por alguna razón - anda ya vete - le dije al ver que no reaccionaba.

- adiós - dijo con una expresión nerviosa en su rostro y subió corriendo las escaleras, me miró sonriente y le mostré dos likes con mis manos mostrándole apoyo.

Lo perdí de vista y entré al aula.

Estaba el profesor Adam sentado en el escritorio leyendo algo en su laptop y algunos alumnos mascullando quién sabe que.

Su mirada se concentró en mi cuando me vio sentarme en mi banca que estaba frente a su escritorio.

- llegó temprano - mencionó y sonreí en un gesto coqueto inconsciente.

- hoy si sonó mi alarma - le dije siguiéndole el juego.

Me enredé un mechón de cabello alrededor de mi dedo tratando de ocultar los nervios.

- ¿no será que en realidad olvido ponerla el día de ayer? - me preguntó con una sonrisa pícara en su cara, nada que ver a la frialdad con la que se comportó con mis demás compañeros.

- puede ser... - respondí y bajé la cabeza con una sonrisita de esas que te delataban cuando alguien te gustaba.

- Liv... al final de la clase cuando limpies el salón me quedaré aquí para comprobar que estés cumpliendo con tu castigo - cambió el tema notificandome que será mi supervisor toda la maldita semana.

¡¿Qué?!. Fue lo primero que pensé cuando me lo dijo.

Estaré a solas con él toda una semana después de clases, y encima me observará limpiando como si fuera la empleada de limpieza.
Moriré de ansiedad.

- ¿no le incomoda eso? ¿o sí? - dijo sacándome de mis pensamientos.
- no, estoy de acuerdo - aseguré con una mirada nerviosa.

¿Porqué me estaba mirando así?
- regresé Olivia - me llamó Andy que llegó y se sentó detrás de mí.

- ¿qué te ha dicho Mina? - le dije y giré la cabeza hacia atrás para conversar con él y dejar de lado la conversación con el profesor.

- entendió que tú y yo solo somos mejores amigos - me contó en un tono de voz ¿nostálgico?, no supe que era.
- eso está genial Andy, ya no nos dirá niños de preescolar -

- tienes razón, oye Oli ¿de qué hablaban tú y el profesor? -

- de nada en especial, solo me dijo que se quedará a supervisarme después de clases y observar mientras limpio que si esté cumpliendo el castigo - le dije con voz baja para que Adam no nos escuchará.

- ¿en serio?, bueno... mira Oli no es por nada pero vi como te miraba, ¿será uno de esos profesores pervertidos que solo buscan acostarse con sus alumnas? -

- no Andy, no juzgues antes de conocer, se ve que el profesor es una persona educada y decente -

- no no no, ¿acaso no te das cuenta de la forma tan retorcida en la que te mira y sonríe?
Retorcida está mi mente por imaginarse escenarios subidos de tono con alguien de 39 años.

- no Andy, para ya de decir esas cosas - le dije algo nerviosa por el tema.

- espera... conozco esa mirada, te gusta ¿no es cierto? - me descubrió.

Andy me conocía bastante para saber cuando alguien me gustaba.

- noo, ¿qué te pasa Andy? ¿porqué estas pensando tantas locuras? - estallé de nervios.

- ya no diré nada pero después no me digas "tenías razón Andy" - dijo imitando mi voz al final.
No dije nada y me giré hacia al frente.

El resto de la clase me la pasé intercambiando miradas con el profesor.

Mientras nos explicaba la trama de Orgullo y Prejuicio no paraba de mirarme, y yo como su más estúpida y enamorada alumna no quité los ojos de los suyos.
Podía sentir nacer algo entre nosotros.

Al finalizar la clase Andy me dijo que se iría con Mina.
Una parte de mí quería que me esperara como ayer pero la otra parte quería que se fuera para que pudiera hablar libremente con el profesor sin que me regañara.

- te veré mañana entonces - me despedí nos dimos un abrazo y se fue sin decir nada.

El profesor estaba leyendo un libro, le dije que iría a buscar al conserje para que me prestarán una escoba y un trapeador para limpiar.

- sobre eso Liv... ¿puede venir un momento? -

- hableme de tú porfavor, me siento bastante mayor cuando me habla de usted - le dije y me paré a una distancia no tan cerca de él.

- tuteemonós entonces - sugirió.

- bien, ¿qué querías decirme? - le pregunté hablandole de tú por primera vez.

- eh... lo del castigo fue una mentira... - dijo haciendo una pausa para pararse frente a mí.

Se acercó unos pasos y quedamos a una distancia corta, sentí un cosquilleo en mi estómago.

- ¿una mentira? ¿porqué? ¿entonces que hago aquí? - lo interrogué rápidamente.

- la verdad es que quería hablar contigo a solas después de clase - se sinceró.
Me quedé como piedra.

¿De qué quería hablar?
Y ¿porqué a solas?

- ¿sobre qué? -
- de nada en específico, solo charlar, eres una chica muy interesante ¿sabes Liv? -
¿Interesante es lo mismo que "me gustas"?

- ah pues... gracias pero no puedo quedarme después de clases -
Me negué.

No iba a quedarme toda una semana después de clases fingiendo tener un castigo para tener charlas nada específicas con el profesor.
No podría con la tensión.

- ¿porqué no? - preguntó algo desanimado.

- tengo más clases después de esta y no quiero llegar tarde -

- tienes 10 minutos entre cada clase ¿no?, podemos conversar en ese tiempo si tú quieres -

- ¿porqué yo? -

- ¿porqué qué? - soltó una risita por lo bajo porque no entendía mi pregunta.

- ¿porqué quiere hablar conmigo? ¿porqué yo? -

- quiero conocerte Liv - dijo con una voz ronca que me derritió.

- ¿a mí? ¿porqué? - dije extrañada.

- sí, a ti, ¿tu quieres conocerme? -
Quiero conocerte hasta el... claro que sí (pensé).

- claro, sí -

- entonces regalame 10 minutos de tu tiempo esta semana para conocerte -

- fingiré estar castigada entonces - respondí aceptando lo que me proponía.

Sonreí ampliamente.
Esto era algo muy bueno.
Conocerlo sería un placer.

- ve a clases, mañana hablaremos después de mi clase -

- nos vemos mañana - me despedí y me di la vuelta.

- cuídate Liv - me dijo y me dio una palmada en la espalda baja.
Mi cuerpo se tensó por completo.

- adiós - dije y salí del salón.