Capítulo 22: La tercera.
Llegué a casa en la noche.
Había ido a casa de Andy para distraerme un rato de todo el lío que tenía en mi cabeza.
Él era muy bueno con eso.
Cuando abrí la puerta escuché ruidos extraños provenientes de arriba.
Subí las escaleras y entonces me di cuenta que eran gemidos.
¿Eran de mamá?
Me acerqué a la puerta y recargué mí oído en ella para escuchar:
- te ves tan hermosa así - escuché la voz de Adam excitada.
- no pares - le decía ella una y otra vez entre gemidos y jadeos agudos.
No pude seguir escuchando.
Era repugnante.
¿Cómo podía estar folladonse a mi madre mientras también se llevaba a sus alumnas a la cama?
Corrí a mi habitación y lloré de una forma desgarradora.
¿Comó podía dolerme esto si yo amaba a Andy?
¿Será que en realidad quise negarme a mi misma que lo amo para estar con alguien más y olvidarlo?
Como sea tenía que decirle a mamá lo que ese ser tan repugnante hacía a escondidas de ella, incluso si tenía que contarle mi mayor secreto y decirle que estuve con el mismo hombre que ella.
Después de 2 horas salí de mi habitación y escuché como Adam le agradecía a mamá por haberlo invitado.
Bajé las escaleras rápidamente y lo alcancé justo cuando estaba por irse.
Esta vez no me quedaría callada.
- ¡Adam! ¡espera ahí! - le grité.
- hola Olivia - saludó él haciéndose el amable.
- ¿ya le contaste a mamá? - le pregunté.
- ¿contarme qué Livi? - me preguntó mamá confundida.
- ¿se lo dices tú o se lo digo yo? -
- díselo tú - me dijo él mirándome desafiante.
Cerré la puerta con fuerza para que no se fuera.
- él y yo estuvimos juntos mamá, desde la primera semana de clases - le confesé.
- ¿estuvieron? ¿cómo Livi? -
- si mamá, me llevó a su cama - le dije con las lágrimas brotando.
- ¿eso es verdad Jacob? - le dijo ella con los ojos vidriosos.
- ella solo quiere arruinarnos - le dijo él.
- no quieras que odie a mi hija creyéndome tus mentiras, ella nunca me mentiría -
- y... algunos días antes de que él viniera a cenar a casa terminó conmigo, ¿y sabes porqué?, para follarse a otra -
- ¿cuál otra? - preguntó él indignado.
- mi compañera Dahiana, que está desaparecida, muy raro ¿no crees mamá? -
- ¿la mataste? - le dijo mamá perturbada.
- claro que no - dijo él enojado.
- mamá también te está utilizando, eres la tercera -
- ¡dime la verdad de una puta vez! - le gritó ella y lo cacheteó.
- son unas puras prostitutas estúpidas - nos ofendió él y salió de casa azotando la puerta.
Mamá se lanzó a mis brazos.
Nos abrazamos por un buen rato.
La consolé y me consoló.
Lloramos juntas.
Le conté todo y ella entendió, no se enojó conmigo ni nada por el estilo.
Juramos decirnos la verdad siempre desde ahora.
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