Al día siguiente Andy y yo volvimos a la rutina de siempre, nos fuimos juntos en bus a la Universidad.

Cuando llegamos a la primera clase con el profesor Adam vimos que aún no llegaba, la emoción de verlo se apagó.

- oye Olivia ¿crees que el profesor me diga algo si me siento a lado de ti de nuevo? -

- si lo hace le diré que te dejé sentarte a mi lado - le dije sonriendolé dulcemente.

- gracias por eso - dijo y nos sentamos como costumbre.

- oye y... ¿volverás a ser mi Darcy? - le pregunté con una sonrisa ladina.

- obvio Oli, tú seguirás siendo mi Elizabeth y yo seré tu único Darcy - me dijo y tomó mis manos.

Sonreí y también tomé sus manos.

Salimos de la burbuja mágica que nos había envuelto cuando Adam llegó y llamó nuestra atención:

- buenos días chicos - saludó con un tono de voz serio.

Solté las manos de Andy en cuanto escuché su voz, él profesor y yo estábamos juntos, y aunque nadie lo sabía debía serle fiel.
¿Qué va pensar Adam al verme tomada de las manos de mi mejor amigo?

- buenos días profesor - lo saludé y me acomodé en mi silla nerviosa.

Miré a Andy y él frunció el ceño por mi actitud.

- buenos días Liv, buenos días Andrés - nos saludó a los dos por igual.

- buenos días - contestó seco Andy.

- ¿porqué esta sentado ahí? - le preguntó Adam a Andy.

- yo le dije que se sentará a mi lado, ¿hay algún problema con eso? porque si es así me sentaré junto a la banca donde lo cambió -

- no Liv, puede sentarse Andrés de nuevo junto a ti - me dijo con una linda sonrisa.
Se está portando amable conmigo a pesar de lo que vio minutos antes.
Lo amo.
Lo amo con todo mi ser.

- gracias Adam, digo profesor Adam - dije nerviosa, aquí no podía llamarlo Adam, en clase es solo mi profesor.

- por nada Liv, me da gusto que tengas a tu mejor amigo contigo - dijo recalcando la palabra "mejor amigo", tal vez lo celaba, pero lo hacía en secreto.

- sí, Andy es muy importante para mí - le dije sinceramente.

- ¿volverán a ser pareja para la obra? - nos preguntó a ambos.

No recordaba que él se había ofrecido a ser mi Darcy, esta vez tendría que rechazarlo, Andy y yo lo haríamos.

Iba responderle pero Andy se adelantó:

- sí, seré su Darcy - resaltó.

- está bien, tendrás que ponerte al corriente y repasar los diálogos con Liv ya que no lo hiciste los últimos días -

- porsupuesto profesor - dijo él sonriendo falsamente.

Alterné la visita entre ambos y vi como se desafiaban con la mirada.

- Andy - lo llamé para romper el ambiente tan tenso que se había formado.

- ¿si Oli? -

- quiero ir por un café ¿vamos juntos a la cafetería? -

- vamos, te acompaño - me dijo y nos levantamos para ir.

- en 10 minutos comienza mi clase - nos avisó Adam.

- no tardaremos - le dije al profesor y él asintió con la cabeza guiñandome el ojo.
Por suerte Andy no vio eso.

Pedí un café y regresamos enseguida al salón.

- hoy seguirán repasando sus diálogos porque mañana se pondrán de acuerdo para el escenario que crearán para sus obras y me mostrarán una demostración de la escena que están ensayando - dijo el profesor cuando llegamos al salón.

- será en 3 semanas la obra oficial ¿cierto? - le pregunté a Adam desde mi asiento.

- será el lunes de la próxima semana, la adelantaré una semana antes de lo que les había dicho - nos informó Adam.

- ok, entiendo - respondí.

- ¿te aprendiste todos tus diálogos Andy? - le pregunté en voz baja a mi amigo.

- sí, ¿y tú? -

- también, menos mal porque la obra será la próxima semana -

- sí, tienes razón - respondió.

- comiencen - dijo el profesor y se acercó a mí, dejó un papel doblado sobre mi mesa y lo tomé discretamente, él acarició mi dedo y me sonrió.
Le sonreí también.

- por cierto jóvenes, faltando 15 minutos pueden salir, tengo algo que hacer así que el que quiera puede salir a esa hora - nos dijo el profesor y regresó a su escritorio.
¿Algo que hacer?
¿Qué será?

- profesor ¿puedo salir al baño? - le dije a Adam que estaba frente a mí. Necesitaba salir para leer la nota, la curiosidad me estaba matando.

- puedes salir - me dio el permiso.

- gracias - le dije y salí rápido del aula.

Caminé hasta los sanitarios y entré en uno de los baños.
Abrí la nota desesperada y la leí en silencio:

Quedaté después de clase Liv

No soporto más no poder tocarte y besarte

Y apuesto que tú tampoco

Sentí un extraño cosquilleo recorrerme el cuerpo.
Era cierto, yo también me moría de ganas por volver a besar sus hábiles y exquisitos labios.

Rompí la nota en pedazos muy pequeños y la tiré a la basura.
Nadie podía enterarse de esto.

Salí del baño y regresé al salón.

- ¿puedo pasar? - le pedí al profesor que estaba hablando con Andy, parecían estar discutiendo.

- adelante - me dijo Adam con un atisbo de coquetería en su voz.

Entré y me senté.

Andy no se percato que estaba frente a él.

- no te atrevas a ponerle una mano encima - escuché susurrarle Andy a Adam.
Otra vez entrometiendosé.
Si supiera que el profesor ya me restregó las manos por todo el cuerpo.

- hazlo tú, se que quieres hacerlo - le dijo Adam con esa sonrisa maliciosa y ladina que tenía.

- está advertido - le dijo Andy ignorando lo que le había dicho el profesor.

Adam soltó una risita por lo bajo.
No le tiene ni un poquito de miedo.

- Andy ¿qué te sucede? - lo interrogué.

- no te metas ¿sí? -

- no, si me voy a meter, ¿porqué lo amenazaste así? -

- no lo entiendes Oli, de verdad déjalo así -

- te dije que ya no le dijeras nada -

- perdóname Oli, es que ¿no te parece sospechoso que solo a ti te trata bien? -

- no, a todos nos trata por igual -

- no Olivia, reconócelo , contigo tiene un tipo de... trato especial -

Eso era cierto pero no podía admitirlo.

- mira Andy, él profesor y yo nos hemos hecho muy cercanos desde lo que pasó contigo, me apoyó y trató de ayudarme, tenemos una conexión, somos como papá e hija, él no tiene hijos y yo no tengo papá - le expliqué.

No podía ser más mentirosa.
En el fondo me dolía tener que decirle mentiras a mi mejor amigo solo por cumplir la petición de Adam.
No se lo merecía.

- te creo Oli, está bien - me dijo en un tono de voz calmado y me abrazó.

Lo abracé y sentí eso que siempre sentía cuando él me abrazaba.
Era como una paz combinada con una conexión muy profunda y mágica.
Teníamos un lazo muy fuerte.
Más fuerte que cualquier cosa en el mundo.

Nos soltamos y sonreímos felices.
Su amistad era una de las cosas más valiosas que tenía.