78. Magical Mystery Tour.
Septiembre
Narra John
Paul había intentado continuar como si Brian no hubiera muerto. Creo que pensaba que debíamos agradecerle lo que había hecho, conseguir que los Beatles siguieran adelante.
La primera idea que había tenido fue hacer una nueva película, una parodia de los viajes de autocar en la que la gente iba de Liverpool a Blackpool. En esos viajes, llevaban cajas de cerveza y a un acordeonista y se emborrachaban durante el viaje; y llegaban a Blackpool para ver la iluminación.
Fue sencillo hacer la estructura de la película. Primero hicimos un círculo y lo dividimos con especie de radios, como una rueda. Escribimos donde podíamos poner una canción, otra escena, una secuencia de sueños; fue bastante fácil. También estuvimos mirando en revistas, buscando los personajes que necesitábamos.
Contratamos a una mujer gorda para que fuera la tía de Ringo, y a muchos sujetos que podrían destacar en la película por ser extraños. Sería una película muy divertida porque sería totalmente improvisada, no habría nadie que nos dijera que debíamos seguir un guion.
Septiembre 18
Narra Paul
Le di un beso a (TN) en los labios y la tomé de la barbilla para que me mirara a los ojos. Me sentía emocionado por la escena que grabaríamos, pero no quería que mi novia pensara otras cosas.
—Te prometo que no pasará nada, ¿sí?
—No sé si creerte...
—Debes hacerlo—musité—, eso es lo que hacen las parejas, creer en el otro. Es sólo la grabación de una escena, mi amor. No significa que vaya a pasar algo más entre ella y alguno de nosotros.
—Más te vale conservar la pistola en los pantalones, McCartney.
—Claro que sí—sonreí y le di otro beso—. Sólo uso mi pistola contigo, y en el baño, por supuesto. Volveré a casa temprano, preciosa. Si estás despierta y con mucha energía, quizá podamos darle uso a mi arma corporal toda la noche.
Ella sonrió cuando me despedí de Mary, antes de emprender el viaje al Raymond Revuebar, un club de strippers en Soho. Los chicos y yo estábamos entusiasmados por grabar esa escena, éramos hombres y queríamos diversión. Aunque (TN) fuera la única que amaba, nunca estaba mal contemplar a otras chicas.
Cuando todos los "pasajeros" del Magical Mystery Tour estuvieron ahí, entramos al club y tomamos asiento frente al escenario. Jan Carson no tardó en aparecer para desnudarse de cintura hacia arriba sólo para nuestro deleite mientras bailaba sensualmente al ritmo de la música.
Noté que George, Ringo y John comenzaban a cruzar sus manos encima de sus entrepiernas, claramente para evitar que los demás se dieran cuenta de lo que pasaba debajo. Era muy bonita y tenía un busto increíble, sí, pero mi amiguito apenas y se había levantado un poco. Eso nunca antes me había pasado en un club de strippers, era como si mi cerebro hubiera perdido el interés sexual por otras chicas que no fueran (TN). Continué viendo a la chica de todas maneras.
"Los senos de (TN) son más bonitos"—pensé inconscientemente, y sorprendiéndome ante tales pensamientos—. "Los de (TN) son redonditos, de un tamaño perfecto para mis manos; y sus pezones...—suspiré—son lo más suave que mi lengua ha tocado".
Al recordar el cuerpo de mi novia, el mío no tardó en responder. Tuve que imitar el ejemplo de mis compañeros de banda y cubrirme la entrepierna. Aunque mi cara de hombre extasiado no era por la chica que tenía enfrente sino por la hermosa mujer que me esperaba en casa.
Septiembre 21
Narra (TN)
Era nuestro tercer día de filmación en la Estación Aérea de West Malling en Kent. Paul estaba vestido con un uniforme militar para una escena, lo cual lo hacía ver muy sexy y elevaba mi libido a niveles desmesurados. El traje le quedaba a la perfección, pero lo que yo más deseaba era tener la oportunidad de quitárselo.
—Te queda muy bien ese traje, Paulie—le elogié—. Ya quiero estar a solas contigo para que me ordenes algo.
—Suena bien—dijo él con una sonrisa enorme—. Podría decirte algo así como: ¡quiero que me hagas un oral de inmediato!
— ¿Qué es un "oral"?—la pequeña Nicola había entrado a la habitación donde estábamos Paul y yo. Mi novio me miró nerviosamente, se había puesto algo rojo.
—No—musité deprisa, obteniendo la atención de la pequeña niña—, Paul dijo "quiero que me hagas un canal de inmediato", ya sabes, por lo de la película.
—Creí que...
—No creas nada, pequeña—Paul intervino—. Recuerda que desde que subiste al Magical Mystery Tour, nada tiene sentido porque es magia.
— ¿Magia?
—Sí—contestó el bajista y se puso a hacerle cosquillas—. Todo es mágico.
Paul y la pequeña Nicola se habían llevado muy bien desde el principio de las filmaciones, era como si mi novio tuviera una especie de magia con los niños porque él los adoraba, y ellos a él. La última vez, McCartney terminó en el suelo con Nicola encima por una pelea de cosquillas que estaban teniendo. No es necesario mencionar que Nicola ganó.
—Tengo un extraño presentimiento de esta película—me dijo Paul mientras le daba un abrazo de paz a Nicola—. Espero que sea buena.
McCartney se había mostrado entusiasta al principio de las grabaciones, pero últimamente se veía más estresado, sentía que los demás le estaban dejando todo el trabajo a él; Paul no podía dejar que el grupo se viniera abajo.
— ¡Papi, mami!—Mary entró corriendo, seguida de Julian.
—Ven aquí, pequeña—Paul la alzó en sus brazos—. ¿Qué estabas haciendo?
—Pdrimo Jude—musitó.
—Tío Paul, dile a Mary que no me pegue—pidió el pequeño Lennon—. Estábamos jugando y me hizo así.
Jules se dio con su manita en su otro brazo para mostrarle a Paul lo que Mary había hecho. El bajista miró a nuestra nena seriamente y yo sonreí. McCartney no era de los padres que regañan a sus hijos, pero era lindo verlo intentarlo.
—Las princesas no deben pegarle a nadie, ¿de acuerdo?—Mary lo veía con atención, pero ambos sabíamos que ella no entendía, ¿o tal vez sí?—. Pídele una disculpa a tu primo Jules, dile: perdón.
—Pedón—musitó nuestra hija, con la cabeza gacha.
—Eso está mejor—McCa bajó a nuestra hija y pasó su brazo alrededor de mi cintura para luego ver a los niños—. Vayan a jugar, Jules.
— ¿Puedo jugar con ustedes?—le preguntó Nicola a Julian, él asintió.
Los niños salieron de la habitación y Paul me dirigió una mirada lujuriosa, antes de besarme con mucho entusiasmo. Nos separamos cuando nos habíamos quedado sin aliento, el bajista tenía una sonrisa en el rostro.
—Cada día me enamoro más de la princesa que me hiciste—me susurró al oído—. No estaría mal que me hicieras otra, o quizá pueda ser un varón para jugar con él a los carritos.
—No lo sé...
—Podríamos intentarlo—musitó Paul—, yo estoy más que dispuesto a dejar de usar protección, de verdad quiero otro bebé. Ringo siempre me cuenta que es muy feliz con sus dos hijos, yo también quiero tener dos...o más.
Diciembre 27
Narra (TN)
Desperté y bajé para ver de dónde provenía ese delicioso olor a café. Encontré a Jim en la cocina, poniendo la tetera en la estufa, después de haberse servido su café. Sonrió al verme y me ofreció un café. Acepté, estaba delicioso. Angela estaba preparando el desayuno. Los familiares de Paul habían venido a visitarnos por Navidad, y hoy se irían.
— ¿Mi hijo sigue dormido?
—Sí—contesté con una sonrisa tímida.
—Eso imaginamos—intervino Angela—, su casa es tan hogareña que cualquiera se quedaría dormido hasta tarde.
Agradecía que nuestra habitación estuviera un poco lejos de la recámara de invitados, porque de otro modo Jim conocería el verdadero motivo de por qué su hijo no se había levantado todavía.
El teléfono comenzó a sonar y Jim se encargó de contestar. Al parecer buscaban a Paul, pero su padre no quiso despertarlo, así que le pidió a la persona que llamara más tarde. Y así lo hizo, y Jim volvió a decirle lo mismo. Fue hasta la tercera llamada cuando decidimos despertar al bajista.
— ¿Quieres ayudarme a despertar a papá?—le pregunté a Mary, quien se encontraba jugando con unos cubos de madera junto a Ruth. Mi nena asintió y la tomé en brazos para llevarla hasta nuestra habitación—. Ve a despertar a papi, dile que le llaman por teléfono.
— ¡Papi, despieta!—puse a Mary en la cama y comenzó a saltar para que el bajista despertara—. ¡Papi! ¡Tedéfono, papi!
— ¿Eh?—musitó un todavía dormido McCartney, moviéndose un poco—. Déjame dormir, Mary, papi está muy cansado. Pasé toda la noche buscándote un hermanito...
—Mi amor, Ray Connolly está al teléfono, quiere hablar contigo.
—Dile que estoy dormido.
—Ya hicimos eso dos veces—admití—. Además, ya es muy tarde como para seguir dormido.
—Bien...—refunfuñó y fue a contestar.
Su llamada no duró mucho, pero después Paul fue directo a ver los periódicos. Mientras leía, su sonrisa terminó por desvanecerse.
— ¡Mierda!—musitó Paul.
Daily Mail: "¡Atroz!"; Daily Mirror: "¡Basura! ¡Una gran tontería! ¡Un disparate!"; Daily Express: "Cuanto más grandes son, con más fuerza caen".
—Fue un asco—musitó McCartney riendo nerviosamente—. La película fue un horrendo fracaso.
—Sólo fue una película, siguen siendo los mejores en la música—lo animé.
—Espero que tengas razón, mi amor—me dijo, haciendo una mueca de desconfianza.
—Verás que sí—lo besé.
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