Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

13. Esto no se trata de ti.

Narra (TN)

Estaba leyendo las noticias: The Beatles serían condecorados como Miembros del Imperio Británico. Estaba muy feliz por todos ellos, incluso por McCartney. Me llevé una mano a mi abdomen y comencé a acariciar lentamente. Ya me había encariñado mucho con ese bebé que venía en camino. Prueba del amor entre Paul y yo.

—Tu papi conocerá a la Reina, mi amor —le dije a mi barriga.

Advertí que April entraba a mi habitación con un papel en mano. Me lo entregó inmediatamente y sin decir nada. Era una carta. Una carta de Paul. La abrí con sumo cuidado y la desdoblé. Varios billetes salieron de la carta, pero no les di mucha importancia.

(TN):

Escucha, sé que dije muchas tontas palabras de amor, sé que creíste que te amaba, pero mentí. Puedes llamarme cómo tú quieras, (TN), pero entre nosotros ya no habrá nada. Soy feliz con Jane, lamento mucho que te hayas dado cuenta de la manera en que lo hiciste, pero ya basta de engaños.

Respecto a ese "asunto importante" por el que decidiste escribirme. Debo decir que es tu problema y responsabilidad. Yo no me haré cargo, tal vez puedo...pero no quiero hacerlo. Además, no estoy listo para una responsabilidad tan grande. Amo a Jane, y ni siquiera un bebé hará que me separe de ella. Lo siento. Debes comprender que ya no te quiero y que no me queda cargo de conciencia por todo lo que pasó y te hice.

No obstante, admito tener parte de la culpa de lo que estás pasando. Descuida, te he mandado algo de dinero para que puedas deshacerte de ese desliz. Si crees que no es suficiente para cubrir con el gasto, puedes llamar a Brian y pedirle más dinero. Ya le comenté de esto. Siento mucho no poder llevarte el dinero personalmente y cerciorarme yo mismo de que esto no vaya más allá, pero la verdad es que no quiero saber nada más de ti. Es lo mejor para todos.

Paul McCartney

Escuchamos que alguien llamaba a la puerta. April fue a abrir mientras yo comencé a llorar. Paul no sólo acababa de rechazar a nuestro bebé... me había pedido que me deshiciera de él, lo había llamado "desliz". Él no se haría responsable.

Aaron y April entraron a mi habitación y me miraron con preocupación.

—Paul... no... —no podía continuar por el llanto.

James me quitó la carta de las manos y la leyó con rapidez. Me abrazó con fuerza y acarició mi cabeza.

—No temas, pequeña —dijo—. Todo va a estar bien.

—Me pidió que me deshiciera de nuestro bebé —chillé—. ¿Qué voy a hacer, Aaron? ¿Tengo que hacerle caso?

—Es sólo una petición, (TN) —musitó Aaron—. Al final, tú eres la que tiene que decidir.

Me separé de él y miré hacia la ventana. ¿Por qué la tierra simplemente no me tragaba? Todo sería más fácil para todos. ¿Qué haría ahora? Paul no quería al bebé. No creí que él reaccionaría así, pensé que se haría responsable y que estaría muy feliz por la noticia... yo... creí que de verdad me amaba, pero me ha decepcionado mucho.

—Pequeña, te invito a dar un paseo por Central Park —dijo Aaron.

—Sí, (TN) —me animó April—. Te hace falta aire fresco.

Narra April

No puedo creer que Paul le haya contestado de esa manera a (TN). Se supone que él la amaba con su propia vida. Aunque... ¿y si no fue él quien contestó la carta? Tomé el teléfono y marqué el número de la casa donde vivían.

— ¿Diga?

— ¡John! —exclamé.

—Hola, April —me saludó—. ¿Ocurre algo con hermanita? Tu tono de voz me hace pensar que es grave.

¡Oh, no! Yo no era nadie para decirle que su hermanita estaba esperando un bebé de su mejor amigo.

—No, ella está bien —mentí—. Yo... quiero hablar con Paul.

— ¿Hermanita decidió perdonarlo? —preguntó con molestia.

—Sólo quiero hablar con él, Lennon.

—Sí, estoy bien, también Cynthia y Julian —musitó—. Muchas gracias por preguntar April, sé que te importamos mucho.

— ¿Dónde está Paul? —cuestioné un poco molesta.

—En su casa —respondió—. McCartney se mudó hace poco. Busca algo dónde puedas anotar para darte su número de teléfono.

Busqué un papel y un bolígrafo para que John me diera el número. Estuve conversando con él por varios minutos más y luego colgué para llamar a la casa de McCartney.

— ¿Hola? —pregunté cuando alguien descolgó el teléfono.

— ¿A quién busca? —me preguntó una voz femenina.

—Necesito hablar con Paul —respondí—. Es importante, dígale que es April, la mejor amiga de (TN).

—Emm... Paul está dormido —musitó—. Después de que nosotros... bueno, el... trabajo, él terminó muy cansado y se quedó dormido. Soy Jane, ¿quieres dejarle algún recado?

—No —respondí con frialdad—. Ya veo que no es necesario.

Colgué. Me sentía furiosa. No entendía cómo podía estar divirtiéndose con una chica cualquiera como Jane mientras su primogénito estaba desarrollándose en el vientre de (TN).

Narra (TN)

Aaron y yo nos dirigimos a la misma banca donde nos conocimos. Me sentía devastada, jamás creí que Paul me haría esto. Pensé que estaría dispuesto a apoyarme, no que me dejaría sola. Seguía llorando, estaba preocupada. ¿Qué pasaría conmigo y con el bebé? Yo me había encariñado con Mini McCartney, pero no iba a poder criar al bebé sin Paul.

—No llores más, (TN) —me pidió Aaron.

— ¿Qué voy a hacer? —cuestioné—. Paul no se hará responsable del bebé y me ha pedido que me deshaga de él. Yo no voy a poder sola, soy muy débil; Paul me hacía fuerte, pero te juro que no lo soy...

Mi voz se quebró completamente. No podía continuar, ni todas las palabras del mundo bastarían para describir mi estado. Me sentía cómo una niña pequeña: indefensa, débil e impotente.

—Mírame, (TN) —me pidió James.

Obedecí. Él limpió cuidadosamente una lágrima de mi mejilla y me dirigió una sonrisa reconfortante. Puso sus grisáceos ojos en los míos. Noté un brillo especial, algo que antes sólo había notado en los de Paul.

—No estás sola —me confesó.

Inesperadamente acercó sus labios a los míos para después aprisionarlos en un beso lleno de ternura y amor. Sentía su respiración en mi rostro y casi podía asegurar que también escuchaba los latidos de su corazón. Coloqué mis manos en su cuello y me dejé llevar por el sentimiento que él me estaba transmitiendo: amor. Después reaccioné y me separé de él.

—Aaron...

—Lo siento. Ya no podía resistirlo más, bonita —me dijo—. Me gustas, esa es la verdad: me gustas mucho. Cuando te vi hace algunas semanas en esta banca con una expresión tan triste, supe que yo quería ser quien alegrara tus días; cuando descubrí que alguien había roto tu corazón de una manera tan cruel como lo es una traición, me juré que yo sólo haría latir tu corazón con todo el amor que estoy dispuesto a darte y que jamás te lastimaría. Haces que mi corazón lata deprisa con sólo mirarme; desearía escucharte reír siempre, porque tu risa es la melodía más hermosa y pura que alguna vez llegué a escuchar. Por favor, preciosa, permíteme estar a tu lado para repetirte cuán hermosa eres y para protegerte. No voy a prometer que te daré la luna, tampoco el sol, ni mucho menos las estrellas; pero sí te prometeré que, juntos, intentaremos alcanzarlos. Y ahora... —Hizo una pausa y suspiró lentamente—. ¿Me harías el honor de ser mi novia?

Eso era algo que no me esperaba. Aunque, debía admitir que yo también sentía algo por él, no sabía cómo llamar a ese sentimiento, pero bien podría ser amor. ¿Y ahora qué hacía? ¿Qué le decía? ¿Y el bebé que esperaba de Paul?

—Pero... Aaron, yo estoy esperando un hijo de...

—Lo sé, hermosa —me confesó—. Yo mismo revisé que no hubiera ningún error en los resultados de los estudios.

—Pero... aún no decido qué voy a hacer —musité y me llevé las manos a mi vientre para acariciar un poco—. No tengo el valor para...

—Yo no te estoy pidiendo que lo hagas —dijo James—. "Tomar la decisión de tener un hijo es trascendental. Se trata de decidir que tu corazón caminará siempre fuera de tu cuerpo". No recuerdo en dónde lo leí, pero es una hermosa frase. Como doctor, puedo decirte que la vida es el fenómeno más impresionante de todos. Sólo tú puedes tomar la decisión. Aunque, en cierto modo...

Aaron llevó sus manos a mi vientre y acarició con suma ternura y mucha delicadeza. Se detuvo y me miró a los ojos.

—Esto no se trata de ti —dijo Aaron—, se trata de alguien más: un bebé que no tiene la culpa de los errores de nadie. Y ciertamente nadie, además de Dios, puede decidir quién vive y quién no.

Lo único que pude hacer fue esbozar una sonrisa.

—Aún no contestas a mi pregunta, hermosa —me recordó James—. Dame una oportunidad.

¿Qué debía decirle? Aunque Paul me hubiera tratado de ese modo, aún sentía algo por él. Incluso llevaba un bebé, fruto del amor de los dos, dentro de mi vientre. Pero, por otro lado, McCartney me había dejado muy claro en su carta que él ya no me quería. ¿O acaso jamás me quiso?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro