Narra (TN)

Eso había sido todo. Aunque no podía aceptarlo. Me repetía una y otra vez que todo mejoraría a partir de ahora y que Paul terminaría siendo sólo un lindo recuerdo en mi vida; que él haría su vida con Jane, se casaría y tendría hijos con ella; que no estábamos destinados a estar juntos. Pero igual me seguía doliendo lo que había pasado.

Nuestra relación parecía perfecta, me creí todas las tontas palabras de amor que me decía. Cuando me pidió que fuera su novia se notaba que me quería, no comprendo qué pasó, en qué momento dejó de amarme.

—Flashback—

12 de diciembre de 1960

—Yo quería decirte algo importante hace rato —comenzó, tomando mi mano—. Verás, he estado extraño desde hace varias semanas. Y siento que si no digo esto... explotaré. (TN)... cuando te miro, siento que todo es perfecto; al escucharte reír, me siento feliz; y cuando estoy cerca de ti... yo... tengo deseos de... —sin que pudiera predecirlo, se acercó a mis labios y me besó. Abrí los ojos cuando se apartó de mí y noté que su respiración era un poco entrecortada por lo que había hecho— de hacer eso.

—Paul... yo... —comencé a titubear. ¿Qué decirle? ¿Qué me pasaba lo mismo y que quería estar con él para siempre? No era mala idea. Después de todo, ya sabía que él me quería también.

—Espera, aún no termino —dijo con firmeza—. Te he compartido mis sentimientos, (TN); y ahora quiero hacerte una pregunta igual de importante o más: ¿quieres ser mi novia?

Mordí un poco mi labio inferior. Y acepté ser su novia. Volvió a acercarse a mí y me besó nuevamente, esta vez correspondí. Me sentía la chica más afortunada y feliz del mundo. Paul era todo para mí.

—Fin Flashback—

Acaricié el brazalete de plata que me había regalado en uno de mis cumpleaños y que no me había atrevido a dejar en Inglaterra. "Close you eyes and I'll kiss you" era lo que se podía leer en el brazalete. Sonreí con nostalgia. Habíamos compartido momentos muy bellos. Él fue mi primer novio, el único muchacho que John no logró apartar de mí. Con Paul descubrí nuevas sensaciones: con él tuve mi primer beso de verdad y también mi primera vez.

—Flashback—

—Quiero que seas mía —me dijo seductoramente mientras retiraba con mucho cuidado la única barrera que se interponía entre mi feminidad y él.

Apenas sentí la punta de su masculinidad dentro de mí, me fue inevitable soltar un "¡ay!". Era la primera vez que estaba con un hombre de "esa manera" y el miembro de mi novio no era para nada pequeño. Paul se retiró y me miró con suma preocupación.

— ¿Te-te lastimé, mi amor? —me preguntó.

—No —respondí, cerrando los ojos por un breve momento—. Es sólo que...jamás he hecho esto, Paul.

Los labios de McCartney formaron una pequeña "o" por un breve momento y luego fueron directo hacia los míos. Sus manos comenzaron a masajear mis senos y después bajaron hasta llegar a mi entrepierna. Volví a gemir cuando pasó sus dedos por una de las zonas más sensibles de mi cuerpo. Pareció sonreír de satisfacción y volvió a besarme.

—Te amo, (TN) —me dijo Paul, acariciando mi mejilla—. Voy a hacerlo de la forma más delicada y cuidadosa que pueda.

Volví a sentir que su miembro, conducido por una de sus manos, merodeaba mi feminidad. Me mordí el labio inferior para no gritar cuando empezó a ingresar en mi interior lentamente, él gimió sin apartar la mirada de mí. Una lágrima recorrió mi mejilla, no de tristeza sino más bien de la misma excitación. Me había dolido un poco, pero también me había brindado una extraña sensación de placer. Se detuvo para besarme y secó mi lágrima con sus labios.

—Eres mía, preciosa —dijo Paul con una sonrisa en el rostro.

—Y tú eres mío.

—Fin Flashback—

Siempre que despertaba a su lado, creía que él era el indicado. Me hizo imaginar un futuro para nosotros. Parecía un príncipe sacado de algún cuento de hadas y luego descubrí que me engañaba.

Comencé a llorar y April me abrazó. El avión en el que viajábamos acababa de aterrizar. Bajamos y fuimos por nuestro equipaje para después tomar un taxi que nos conduciría hasta nuestro departamento, el cual era bastante bonito.

—Tranquila, (TN) —me dijo mi mejor amiga—. Pronto te sentirás mejor, no le necesitas. Aquí conocerás nuevas personas y... quién sabe, quizá alguien de quien te enamores.

—No podré hacerlo —confesé—. No volveré a amar a nadie.

—No digas eso —me pidió.

—Es la verdad —musité.

April iba a decir algo, pero sentí unas terribles nauseas que me obligaron a correr al baño para vomitar. ¡Vaya forma de iniciar una nueva vida!

— ¿Estás bien? —me preguntó April cuando salí del baño.

—Sí —respondí—. Fue por el avión, comencé a sentirme mareada desde que comenzamos a aterrizar.

—Bueno, retomando nuestra conversación...al menos intenta conocer nuevas personas —me dijo—. No te lastimes más con este asunto. Será como empezar de nuevo.

Deseaba poder ser igual de fuerte que April y olvidarme de Paul de la noche a la mañana. ¿Por qué no podía ser así? Simplemente dejar todo atrás y, tal y como ella decía, simplemente empezar de nuevo. En el fondo sabía que no necesitaba a McCartney, después de todo no lo necesitaba antes de conocerlo.

—De acuerdo —cedí.