Uno
Ángel nunca fue de expresar abiertamente sus sentimientos, y tampoco es que deseara cambiar eso, a él le beneficia el hecho de ser tan distante y hostil con sus sentimientos, es un demonio después de todo, no se puede esperar más de eso, cuando conoció a Charlie pudo sentirse de vez en cuando feliz, pero se negaba a serlo ¿Quién diablos es feliz en el infierno? es el infierno por todos los cielos, es el peor lugar para buscar felicidad, pero aún así Ángel intentaba sobre llevar la situación, estar en el hotel se sentía bien, era cálido y de alguna u otra forma se sentía cómodo con su nueva mecánica de vida, pelear de vez en cuando con Vaggie era divertido, escuchar a Charlie sobre sus proyectos con arcoíris y pasteles le hacia soltar una que otra sonrisa sincera, pero eso duró sólo un par de semanas hasta que observó como una gran figura invadía el hotel, fue entonces que se preguntó ¿Quién mierda era esa fresa chula?
Simplemente extraño, no tomó más importancia que la de sonreír cuando rechazó su súper mamada, pero al tiempo comprendió que Alastor era un ser completamente asexual y eso llamo su atención, no sexual obviamente, pero si prendió su foco de curiosidad, jamás había conocido a un asexual en pleno siglo XXI era como encontrar un dinosaurio, algo que sólo leyó en novelas cursis de pre pubertas en donde todos los romances son posibles, claro como si un vampiro pudiera enamorarse de un humano sabiendo que es su alimento, es como pedir que un león se enamorara de una gacela, muy surrealista, pero era lo que hoy en día se vendía en el mercado humano.
*A veces extrañaba su época en donde los libros eran de existencialismo más puro, en donde el personaje deseaba interiorizar su álter ego luego de la guerra o antes de la guerra, en donde la literatura era un adentramiento de si mismo más que un romance banal y vacío basándose en quien es el más rudo y malo, solía leer poesía a escondida de su familia de Eugenio Montale un conocido escritor italiano el cual siempre deseo conocer pero jamás pudo.
La vida de Ángel siempre fue así, cruda y brutal, jamás tuvo apoyo familiar, excepto por su linda Molly, la cual era tan entrañable que a veces se preguntaba si realmente merecía estar en el infierno, odiaba a su familia y cada cierto tiempo peleaba con su padre y hermano, a veces, sólo a veces en la oscuridad de su habitación se imaginaba como sería su vida si hubiera nacido en otra familia, una amorosa y no criminal, una donde Molly recibiera una muñeca en su cumpleaños en vez de un manual de como esconder drogas, a veces deseaba que Charlie tuviera razón y pudiera tener la oportunidad de ser mejor persona, porque siendo sincera nadie jamás creyó que él podría lograr algo, un hijo de mafioso, criminal, drogadicto y para empeorar gay.
Cuando llegó al infierno supo que debía sobrevivir como fuera, así que ahí fue su primer error, conocer a Valentino, al principio le pareció bien, pero con el tiempo se dio cuenta que no era todo tan bueno y cuando quiso escapar, no lo logró, donde fuera, el siempre lo encontraba, sí, su libertad ya no era suya, ahora era de Valentino.
Pero la llegada al hotel le hizo creer un poco más en si mismo y hasta tuvo algo de fe en poder cambiar su situación, pero su idea caía rápidamente cada vez que un mensaje de su proxeneta llegaba pidiendo la cuota del mes.
-¿Te gusta leer, mi afeminado amigo?- mencionó el demonio con su típica voz y la macabra interferencia, moviendo la cabeza de un lado a otro, mientras su sonrisa crecía aún más de lo normal.
-¡Santa mierda!- Chilló Ángel luego de escuchar la voz de Alastor, el cual lo miraba expectante por la respuesta, tal vez a Ángel no le hubiera importado la pregunta, sin embargo era jodidamente extraño que alguien entrará a su habitación, sin tocar la puerta y más aún cuando ni sentir se producía el mínimo sonido de la puerta siendo abierta, así que, sí, Ángel no se tomó para bien la pregunta, pero aún así no quito su sarcástica sonrisa mientras cruzaba las piernas luego de sentarse sobre su cama para apreciar mejor al demonio de la radio.
-Vaya, no sabía que también eras mi acosador personal Ali, ya sabes que me gusta la atención pero cariño, no me sofoques-
-¡Oh! No, no, no, Ángel estoy aquí porque no has bajado en 2 días ¡y sin ti! ¡que diversión abra para este escenario! Charlie necesita a su paciente-
-Ow, tomaré eso como un "te extrañe Angie"-
-¡Ja! No. No es mi problema lo que piense de mi, pero Ángel- su voz se volvió más grave y sus ojos brillaron con emoción - No me quites la diversión-
Ángel sonrió nervioso, mientras se levantaba para luego mirarlo detenidamente, -Bien sonrisas tu ganas, ya bajo ¿puedes salir por favor de mi habitación? tengo pitos que chupar y tu me estorbas-
Alastor soltó una risa seca y corta -Oh Ángel eres todo un personaje- acotó para luego desaparecer.
*Leí por ahí que Ángel murió en 1947 eso fue dentro del periodo de la segunda guerra mundial si no me equivoco y investigue algo de literatura de esa época resulta que en la época de los 40' se originó el movimiento del existencialismo, así que creí poner a Ángel como un apasionado a esa tipo de lectura en donde la narrativa es muy profunda y tormentosa por todo el contexto social, cultura y político que pasa el mundo en general, elegí un escritor italiano porque leí también que Ángel sabe hablar italiano y le gusta mucho la comida italiana también.
Espero les guste este primer capítulo, es algo flojo pero es que es el primer paso a todo lo que se viene, así que denle una oportunidad, saludos y cuiden el culo♡
Hola! Volví y la historia cambiaria a parte de aquí, lamento la demora, la verdad no tenía idea de que hacer con esta historia.
Besitos y laven sus manos.
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