❝Locamente enamorado❞

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Maureen caminaba con la elegancia de una gacela, tenía los ojos de una pantera al acecho y su corazón era tan noble como la lealtad de los lobos. Ella observaba el caminar de la Swan, tan torpe, tan falto de la gracia de una bailarina. Pero Maureen podía ver en los ojos oscuros de la hija del jefe un lado psicópata muy notorio, la obsesión, la euforia de tener a lado al depredador de la raza humana, la excitación del peligro constante en el que se vería envuelta. Veía en ella una emoción impropia de alguien que era la presa a lado del cazador.

Era un poco hipócrita viniendo de ella, ella estaba enamorada del mismo tipo de criatura sobrenatural. Pero había una pequeña diferencia, ella realmente estaba enamorada de Jasper. De la persona detrás del vampiro, del diminuto lado humano que podía apreciar en los ojos del soldado. Ella estaba enamorada de la persona juguetona que había detrás de esa mascara de rigidez, de lo protector que podía ser con ella, de lo cuidadoso que era para abrazarla.

Cada que Jasper la tocaba no de una manera sexual, el soldado se aseguraba de que ella siempre estuviera mirándolo a los ojos. Que siempre lo viera a él y que su mente se concentrara solamente en él. Se aseguraba que Maureen supiera que era él y no Thomas.

Aunque aún se estremecía ante el tacto del soldado. Maureen, parecía ya no sufrir un calvario, ya no parecía ahogarse en miedo. Mientras solo fuera Jasper o su familia. Maureen no temía.

Bella había llegado al instituto creyéndose la última coca del desierto, había llegado del brazo del guapísimo. Edward Cullen, rompiendo todas las reglas. ¡Ja! Si supiera que ella estaba junto a él solo por la enorme necesidad del vampiro por ser amado a pesar de sentirse una bestia.

Maureen espero pacientemente, hasta que Bella salió de uno de los cubículos del baño. Fue el momento en donde Maureen ataco. La agarro de su suéter y con fuerza la estampó contra la puerta de uno de los baños. Maureen odiaba la violencia, pero tristemente ella había aprendido a que si no se defendía con uñas y dientes iba a terminar siendo el juguete de todos.

Bella peleo, claro que lo hizo, pero por alguna extraña razón la fuerza de Maureen era superior a la de la humana - ¿Maureen? ¿Qué estás haciendo? ¡Suéltame!

-Escúchame bien Isabella. Si alguna vez vuelves a dejar a cualquier persona en peligro solo para salvar tu asqueroso trasero de cucaracha aplastada, te juro por mi hermano que te hago pasar por el mismísimo infierno. - Un susurro, pero la amenaza ahí estaba. Isabella solo asintió mientras temblaba - ¿Entendiste rata de alcantarilla?

-¡Bien! ¡Lo juro! ¡Ya suéltame!

Maureen la soltó bruscamente, Isabella se tambaleo, pero logro mantenerse en pie. Los ojos de Maureen parecían brillar, pero... no con un brillo natural, no. Parecían resplandecer con demasiada furia, con ira contenida. Maureen se marchó del lugar, pero al parecer su cabeza quería explotar. El ruido de estática abrumaba sus sentidos, sus manos temblaban, las fuerzas abandonaban su cuerpo. Todo el mundo parecía girar.

Maureen se sostuvo de uno de los casilleros, los pasillos estaban desolados, los estudiantes se encontraban en clases igual que los maestros. Maureen jadeaba, el ruido era insoportable, las pulsaciones de su corazón eran cada vez más fuertes. Ella iba a desmayarse. No sabía lo que le sucedía, no sabía porque escuchaba las voces de sus compañeros de clases amplificadas, no sabía por que empezaba a escuchar gritos de auxilio, no sabía por qué el cuerpo le dolía horrores. Ella no sabía porque parecía que todo ser en el mundo quisiera hablarle a la vez.

-¡Maureen! Cariño ¿Estas bien? - Maureen sintió los brazos cálidos de su padre - ¡Maureen!

Ella se desplomo en sus brazos -¡Cariño! ¿Mi vida que pasa?

-Papi...-Apenas un susurro débil - El ruido...

-¿Qué ruido? - La más joven de los Atlantis ya no respondió, había caído inconsciente presa del enorme poder que en ella residía. Ian tomo las muñecas de su hija para buscar el brazalete. Cuando lo toco este ardía, el metal estaba al rojo vivo, pero sin dañar la muñeca de su hija. -¡Demonios!

El primer aviso del holocausto

El primer marcador del tiempo, tiempo que se agotaba.

La primera advertencia.

El hechizo estaba perdiendo fuerza.

[...]

Ian acariciaba el cabello de su hija, ella estaba dormida en la camilla del hospital. Morgan aun no salía de la escuela, pero Ian sabía que a la primera oportunidad su hijo se escaparía de la escuela para alcanzarlo aquí. Jasper, se encontraba sentado en el sillón de la habitación de hospital. Ian, le había dicho al joven milenario que no era necesario que se quedara, que él podía cuidar de su hija, alego también que él chico Hale no podía faltar más a clases. Suficiente tenían con el incidente de los adolescentes borrachos que intentaron violar a su hija.

Pero el rubio de aparador parecía no querer escucharlo. Ian había resoplado, la vejez hacia más amargados a los vampiros. Con una excusa, Ian se marchó de la habitación para hacer algunas llamas. ¡Oh! Poseidón y el estaban en serios problemas, grandísimos problemas.

El hechizo estaba diseñado para deshacerse en algunos años, con el pasar de los años el hechizo habrá perdido fuerzas liberando el poder de manera controlada y sin resultar destructivo ni para Maureen ni para el mundo. En estos momentos el clima estaba salvaje. Lluvia a cantaros, pero era algo relativamente normal en Forks. Lo que no era normal era la formación de huracanes en los océanos. Por lo menos cinco huracanes se habían formado en todas las costas de América y Latinoamérica. Los movimientos constantes de la tierra hacían temer de un posible tsunami. Además, las lluvias torrenciales habían atacado al mundo.

Toda esa destrucción por un enfado.

Ian no quería pensar en lo apocalíptico que seria que todo el poder de Maureen se desatara de golpe.

Si, Poseidón e Ian estaban en graves aprietos.

[...]

Jasper Hale estaba sentado en uno de los sillones de la habitación, se había enterado por su padre que la más pequeña de los Atlantis había entrado de urgencias al hospital por un posible paro cardiaco. Se le había caído el mundo entero cuando escucho la noticia, había inventado una excusa barata con su profesor y haciendo uso de su don lo persuadió para que lo dejara ir antes, en menos de lo que cantaba un gallo, Jasper ya estaba en el hospital.

Carlisle le había dicho que tenían que esperar a que los estudios de sangre y del electrocardiograma salieran para que pudieran dar un diagnostico exacto. Aunque Carlisle no los necesitara él sabía que el corazón de la menor de los Atlantis estaba bien, pero tenía que fingir que necesitaba los estudias para no levantar sospechas.

Maureen parecía demasiado indefensa con la enorme bata del hospital, aquello era demasiado grande para su diminuto cuerpo, sus enormes pestañas y cabello castaño resaltaban por la palidez de su piel, ella estaba demasiado pálida, más de lo normal. Su aroma a océano y sal estaba más potencializado, lo que Jasper agradecía porque el aroma de Maureen opacaba el atractivo olor a sangre que en todo el hospital abundaba.

Verla así, pálida y sin moverse lleno la mente del soldado de posibles escenarios en donde ella moría y él vivía eternamente. La posibilidad de una vida sin ella, sin su sonrisa dulce, carente de su alegría, una vida sin perderse en el mar de sus ojos, una vida sin su aroma, sin sus tímidos besos dulces que ella solía darle en la mejilla, una vida sin sus sonrojos o su tic nervioso de hablar rápido cada que le toca exponer un tema. Una vida sin ella, era para Jasper la personificación del infierno.

-Hijo - Llamo Carlisle - ¿Dónde está el señor Atlantis?

Jasper suspiro pesadamente y parpadeo repetidas veces, quería disipar las cortinas de lágrimas no derramadas - Salió a hacer unas llamadas... ¿Qué es lo que le sucede?

-¿Ella es vegana o vegetariana?

-Ella es vegana, dejo de consumir carne a los 6 años cuando un día vio un video en donde mataban una vaca. - Respondió Morgan desde la puerta, el mayor de los mellizos estaba igual de pálido que su hermana, él se veía tan enfermo como lo estaba su hermana -Un año después dejo de consumir cualquier producto procedente de los animales. ¿Qué tiene mi ojitos lindos doctor?

-Deficiencia de B12 - Respondió el doctor - Al dejar de consumir carne y productos lácteos y huevo a tan corta edad, su cuerpo dejo de recibir la B12 que no se encuentra en ningún vegetal.

Morgan suspiro - ¿Qué medicamento debe tomar?

Carlisle negó - No hay medicamentos que nivelen tal deficiencia, los suplementos de B12 pueden alterar el proceso de absorción de la vitamina pero... Aunque hay uno que podía servirle y no es para nada dañino, pero para su pronta recuperación recomiendo que comience a alimentarse con productos cárnicos y sus procedentes.

Morgan hizo una mueca -Eso no saldrá bien, ella no dejará sus creencias tan fácilmente.

-No tiene que hacerlo, mientras consuma huevo, leche y pescado...

Morgan jadeo y miro dolido al doctor - ¡Ella jamás comerá pescado! ¡Nosotros jamás comemos mariscos! ¡Jamás! ¡No hemos comido pescado en toda nuestra vida y no comeremos pescado mientras vivamos! No comenzaremos ahora.

El mayor de los Atlantis miraba con horror al patriarca de la familia Cullen - Lo siento, pero mejor diganos que suplemento debemos comprar... ella es demasiado necia. No dejara su alimentación vegana.

Carlisle suspiro - Si ella quiere sanar más rápido tendrá que comer productos de origen animal, los daños por la falta de esta vitamina son muy graves.

-Ella comerá, aunque no le guste - Declaro Ian entrando a la habitación - Por lo menos mientras se recupera ya después puede seguir con su vida vegana tomando el suplemento que nos de él doctor.

Jasper suspiro -Maureen va a llorar cuando se entere...

-¿Y tu como estas tan seguro de eso muchachito? - Pregunto el padre de los mellizos - Ella es fuerte puede soportarlo...

Jasper suspiro, recordaba el como le había dicho de su dieta a base de animales, el puchero tan adorable y sus ojitos aun mas grandes por la sorpresa... también recordó las lagrimas que silenciosamente se deslizaban por sus mejillas mientras que ella lo veía con una gran tristeza...

"-¿Te cenas a los tiernos animalitos del bosque?"

Después de su respuesta afirmativa ella se había echado a llorar, una hora en la que el soldado la había abrazado y consolado mientras le decía que les daba una muerte digna y rápida. sí definitivamente ella iba a llorar cuando se enterara. Aunque a Jasper eso no le molestara.

Porque esa era la esencia de Maureen

Sus creencias la hacían la mujer del que estaba locamente enamorado.

[...]
Maureen es una amor insultando ....

Si ya se dieron cuenta volví a la antigua protagonista porque... Mi mejor amiga me gritonio como por una hora diciéndome que no por nada se la paso 1 hora buscando conmigo una actriz perfecta para MAUREEN...

Además Bridget Satterlee es tan Maureen...

Ya no hay nada que decir bye 🤗