Cap 7: Una nueva amistad y una nueva enemiga
Marianella es multimedia
El día empezó como los demás. Mayra gritando para que me levante. Ya eran las 07:15 am y ella me había hecho creer que eran las 08:00 am.
Me levanté, me cepillé los dientes, me duché y por fin estaba lista para desayunar.
Fui a la cocina y desayune unas tostadas con nutella y un café. Para no llegar tarde tomé mi última tostada y salimos caminando con Mayra lo que estaba rara porque tenía mucho maquillaje y ella no es de usar tanto.
La verdad si pero esta vez se pasó mucho al igual con el perfume.
─¡¿Por qué pones caras raras?! ─ dice ella abriendo sus ojos verdes, que resaltaban demasiado por la sombra celeste.
─O sea, te pasaste de perfume idiota, ¿quieres matar a Dylan?
Ella revoleo los ojos y cuando vio a Dylan se lanzó hacia el dándole un beso que duro unos 5 minutos según mi cuenta.
─Hola, Vene.
Mi cara de "idiota, vuelve a llamarme así y te la corto" se notaba hasta la china.
─Prefiero que no me hables, ¿si?
─Es que ella está de malhumor. Al parecer Matt no le mostró su precioso.
Le mostré mi dedo del medio y me fui dejando que la parejita feliz se besara en medio de el estacionamiento.
Iba entrando cuando una mano me tomó por sorpresa llevándome hacia un cuarto oscuro, cuando se prendió la luz vi que era Matt.
─Idiota, ¿cómo le haces eso a alguien cuya vida corre peligro?
Él rasca su nuca y sonríe avergonzado.
─¿Qué quieres? ─ pregunto cruzada de brazos, él parpadea y me muestra sus dientes.
─Los chicos y yo iremos a nuestro lugar favorito del pueblo, ¿quieres venir?
Abrí mis ojos sorprendida.
─¿Crees que será seguro? ─ digo saliendo del lugar oscuro, Matt camina junto a mí.
─No nos despegaremos de ti, si eso te preocupa. Además, eres nuestra amiga.
Y... Me acaba de mandar a la zona de amigos.
─¿Acabas de mandarme a la zona del amigo sin que yo sienta algo por ti? ─ pregunto incrédula.
─Tal vez...
Ruedo mis ojos y entro en el salón.
*
*
*
Al salir me choqué con una chica que tenia el pelo con rulos y muchas pecas en su rostro.
─Lo siento mucho─dije mirando a la chica. Lucía un poco apenada.
─Está bien, no es nada.
─ Me llamo Venezia, ¿y tú? ─digo. Es hora de hacerme amigas.
─Marianella.
─Disculpa que te haya hecho caer.
─Está todo bien, no te preocupes.
─¿Tu no estás en todas mis clases? ─ digo mientras la ayudo a juntar sus cosas. Ella asiente.
─Si, solo que no me notabas porque me siento al lado de Matt Ríos. Nadie ve en su dirección.
Abrí los ojos sorprendida ya que pensé que no había más nadie al lado de Matt. Es un poco cruel de mi parte.
─¿Vamos a clase?
─Si ─ ella apenada me mira a los ojos ─. ¿Qué hacías en el armario del conserje hoy?
Golpeo mi rostro con mi palma.
─Se manchó mi escritorio y necesitaba un trapo para limpiar...
Mentí solo porque no quería que se diera cuenta que estaba con Matt Ríos.
Entramos al salón y Matt estaba sentado observándome con mucha ira.
─¿Me parece a mi o Matt te está viendo?
Lo veo y le dedico una sonrisa.
Luego todos los alumnos empezaron a entrar y el profesor empezó a anotar muchas cosas sobre el examen que teníamos y que no entendía ni verga, pero hacia de cuenta que si.
Pasaron 2 horas y había acabado y el profesor entregó los exámenes y de suerte saqué un siete.
No sé cómo había hecho pero saqué un siete.
La hora del almuerzo llegó y todos estaban yendo al comedor al igual que yo, pero caí sobre mis rodillas. A mi lado estaba esa chica que me miraba furiosa.
─Fijate por donde vas, estúpida.
─ Si tu no sabes caminar no es mi culpa, querida─dije levantándome─. Si vuelves a hacer eso, te dejaré las huellas de mi mano en tu rostro de zorra.
Ella solo miró, entonces yo hice mi famoso paso. Me di vuelta y le enseñé mi dedo del medio y continué yendo al comedor donde estaban Mayra, Sofia, Dylan y Marianella.
─¿Acaso se conocen ustedes dos?─Dije mirando a Sofia y a Marianella.
─A cierto, ella es mi hermana Marianella.
Abrí los ojos muy grande con la noticia. No se parecían en nada.
─¿Que pasó ahí afuera?─ Preguntó Dylan─, parecía pelea de chicas.
─Ah... una loca de pelo colorado me empujó haciéndome caer al suelo.
─¿Es esa presumida que está mirando a Matt?─Dijo Mayra señalando a la pelirroja. Volteo a ver y sí, era la misma.
─Si es ella, se llama Carolina Martines, es una hueca con todas las letras. Era la ex novia de Matt, aunque solo salieron dos horas porque él no la soportaba─ explica Sofía.
─Ah si, también dicen que ella lo engañó con el hermano, Tomas.
Me quedé sin palabras con lo que habían contado. No debe ser cierto, Tomas no parece ser ese tipo de chicos.
─Bueno, creo que gané una nueva amistad y una enemiga nueva.
Todos rieron menos yo.
*
*
*
Al terminar la hora del almuerzo, Dylan Sofía y Mayra se fueron a su clase de gimnasia. Yo me fui con Marianella a la próxima clase de Historia.
─¿En que piensas?─ Preguntó ella.
─En Carolina Martines.
─Puede ser que te odie solo por el hecho de que su ex novio está interesado en ti.
Niego.
─Matt no está interesado en mí. Ha sido muy amable, eso solamente.
Nos sentamos juntas y sentía que una mirada me quemaba el cuello. Me di vuelta y un chico me estaba viendo muy fijo.
─¿Quién es ese que me está mirando?
─Ese es Connor Beccan, nadie sabe nada sobre él, sólo que es muy raro al igual que Matt y sus hermanos. Es lindo, ¿no crees?
Niego.
─Me parece que del uno al diez, al que me acosa el se lleva un diez.
Reímos luego el profesor entró y empezó a hablar de cosas que a nadie le importaba porque todos estábamos con los celulares. Qué frustrante puede ser dar todo de ti y que a nadie le importa.
En un momento vi hacia la puerta ahí estaban Adriel y Tomas haciéndome seña para que saliera.
─Esos son los hermanos de Matt, ¿que están haciendo aquí? ─ pregunta Marianella.
─No lo sé, probablemente molestando.
Luego alzaron un cartel que decía:
"Venezia sal afuera RÁPIDO y Tomas se quiere casar contigo".
Idiotas, ¿en serio justo ahora se les ocurrió ser mas idiotas que antes?
Todos vieron lo que decía el cartel y empezaron a reír sin parar, entonces salí afuera ya que el profesor se puso a usar su celular y ellos dijeron al mismo tiempo;
─TENEMOS UNA SORPRESA PARA TI.
Trajeron un hombre disfrazado de payaso que estaba desmayado según ellos, aunque yo pensaba que estaba muerto.
─Mira que hacemos con él.
─¿Por qué pensaron que esto sería una buena sorpresa? Tal vez está grave y ustedes molestándolo─ digo cruzada de brazos.
─Tranquila, lo encontramos afuera del colegio, está borracho─dice Adriel con su hermosa sonrisa.
El señor parecía estar volviendo a tener conocimiento.
─Oye, ¿sabes que pegaría a full ahorita?
Con tal solo imaginarme que se pondrían a sacarse fotos, me fui al baño un segundo y cuandl volví ahí estaba en el pasillo los dos idiotas sacándose fotos y gritando foto pal feis con el borracho. Me empece a reír como loca hasta que entró Matt al pasillo con una cara de enojado que hizo que estos dos dejaran de sacarse fotos.
─Que...¿Qué haces aquí, Matt?
Adriel suelta al borracho, pero Matt lo sostiene.
─Se van ahora mismo de aquí. Deben estar en clases.
Los dos chiflados se fueron dejándome con Matt a solas.
─¿Eh te pasa algo?
Me fulminó con la mirada y me agarró de las muñecas haciéndome daño
─¡Para, Matt, me haces daño!
─No te estoy haciendo daño.
Le saqué la lengua y eso hizo que me soltara.
─¿Estás loco o qué?
─¡Tu me vuelves loco! Trato de cuidarte y lo que haces es estar jodiendo con los idiotas de mis hermanos y un borracho! creo que tu misma cavaras tu propia tumba.
No entendía muy bien por qué se puso así.
─Cálmate, ¿que te pasa?
─No quiero que te pase nada─ dijo en voz baja y mirando hacia el suelo.
─No se a que te refieres─ me di la vuelta para irme.
─Venezia, ninguna persona que recibe eso suele seguir con vida y si lo hace seguramente vivirá con los traumas. ¿En serio crees que yo, Matt Ríos, estaría perdiendo el tiempo en ti? No, porque no eres el puto centro de atención, pero me preocupa que mueras. Eres nueva y no tienes ni una puta idea de lo que pasa en este lugar.
Cerré mis ojos con fuerza y apreté mis puños, me di la vuelta y camino lejos de Matt.
─¡Venezia, lo siento! ─ grita él, pero ignoro sus palabras y sigo caminando.
El timbre anunciaba que era hora de irnos. Paso por mi salón y recojo mis cosas. Marianella estaba esperándome al lado de la puerta.
─Y... ¿qué querían mostrarte? ─ pregunta ella. Luce con intriga.
─Nada ─ mi respuesta es cortante. Camino fuera del colegio y comienzo el recorrido hacia mi casa.
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