Luego de que Matt me llevase a mi casa, entró él y Marcos, donde me sentaron en mi sillón blanco.

─Creemos que se trata acerca de la nota que te dejaron a ti.

─No eres la primera, ya hubo muchos casos en los cuales llegó eso y a los meses aparecieron...

─¿Aparecieron cómo? ─ pregunté tragando saliva. Ellos se miraron entre sí.

─Muertos, Venezia ─ dice Matt firme.

Tomo mi cabeza y cierro mis ojos.

─¿Quiénes eran los del karaoke? ¡Dios! ¿por qué no me contaron esto?

─No sabemos quienes son, pero si hay algún ataque entonces puedes imaginarlo.

─¿Entonces moriré sin haber disfrutado mi vida? ─ digo irónica ─¡Tengo 17 años, joder!

─ No morirás, sólo hay que descubrir quiénes eran.

─¿Por qué nosotras?

El celular de Marcos suena y él se va afuera de la casa para atender.

─Porque son nuevas y no tienen familiares. A menos que haya alguien no veo otra forma por la cuál estén detrás de ustedes. ─ él se sienta a mi lado ─ Por lo general siempre buscan a las que están solas, porque nadie reclama su cadáver.

─¿Cómo puedo confiar en ti? La nota decía... ─ él me interrumpe.

─Sé lo que dice la nota. Y si no hubiera sido por mí y Marcos tal vez a ti te faltarían unos dientes y una mejor amiga.

─No tengo nada para decirte─ Mentí.

─¿En serio? Venezia, ¿quién soy yo para juzgarte? Seguro esto podrías resolverlo sola. ─ toma su chaqueta y el cerrojo de la puerta, pero lo detengo.

─¿Ahora hablarás?

Asentí.

 ─¿Qué quieres saber exactamente?

─Todo, Venezia, todo.

─Mayra y yo nos escapamos de nuestras casas porque mis padres a mi me maltrataban, me trataban tan mal y me culpaban de todo lo que pasaba alrededor. Es como si yo hubiera sido la escoria más grande que les pudo arruinar la vida ─ cierro mis ojos conteniendo una lágrima. ─ ¿Sabes lo que se siente que a cada minuto te digan que comes, respiras, te bañas y vives por ellos? ¡NO! porque sólo a mí me tocó esa familia. Y, de esos traumas nace mi inseguridad.

─Está bien, Venezia, ya no necesito que me cuentes nada. Sé que te hace mal.

Es realmente sorprendente cómo uno puede quebrarse al ser abrazado por alguien. Como si todo lo que contenemos explota de la nada.

─Ya no llores ─dice él aún abrazándome ─. Te ves fatal.

Río y le doy un golpe en el hombro. Mayra entró con unas diez bolsas de ropa y zapatos y una pequeña de maquillaje las cuales arrojó al suelo.

─¿Acaso te quedaste sin ropa?

─No, pero con Sofia queríamos ir de compras ya que, bueno, es muy lindo el centro comercial.

Mayra observa a Matt y no dice nada, él se levanta, nos saluda con la cabeza y se va sin decir nada.

─Me iré a dar una ducha. Tuve un día horrible.

─No uses mis burbujas o te mato.

*

*

*

Luego de quince minutos en la ducha tratando de que mi cabeza no explotara por lo que me dijo Matt, salí del baño, me puse mi pijama y me acosté ya que eran las 23:30 hs y mañana tenia clase con Matt a la primera hora.

La nota estaba a mi lado, en la mesita de noche. Me es imposible no pensar en que algo podría ocurrirnos. Comienzo a entender por qué Roxanne se fue de aquí. Este lugar daba miedo.