MATT

La voz lejana de Venezia comienza a sonar desde esta habitación oscura, busco con mis ojos alguna salida, pero para mi mala suerte no encuentro nada. Todo aquí parecía un lugar de tortura, pero con olor a pino.
Todo era oscuro, salvo una pequeña luz blanca que provenía de una ventana con tres barrotes gruesos, los vidrios estaban intactos.

"Aquí es cuando procedo a ser un Ríos".

VENEZIA

Los fuertes brazos del sujeto me retenían. Cualquier intento de escape quedaba nulo. Mi fuerza ni existía con la de este simio.

─¿A dónde me llevas?─ grito y pataleo, él me gruñe y no dice nada─ ¡Dímelo!─ vuelvo a gritar, pero no consigo ninguna respuesta válida. Dejo de forcejear y mi peso cae en el hombro del sujeto. Los pasillos terminaban y con ellos la luz. Aquí todo era función de velas o la luz solar del día, pero a la noche todo se volvía una pesadilla hecha realidad.

─Siéntate aquí y ni se te ocurra gritar porque ahí probarás los puños de Bruce─ dijo eso y me sentó bruscamente en una silla de madera. Parecía que iba a romperse en cualquier momento, pero no me resistí. Después de todo, había hecho un trato.

El sujeto salió, escuché el sonido de la llave cerrar todo tipo de salida, por mis adentros siento que fue una decisión estúpida, pero creo que uno por amor hace cualquier tipo de estúpidez, hasta entregarse con las peores personas del mundo. Si hubiera sido otra la situación, estaría feliz de tanta oscuridad, pero no. No estoy feliz de mis actos, tampoco de mi árbol familiar, pero me enorgullece saber que en algún momento fui amada y querida por personas que no fueran Mayra.

Mayra...

Parece que hubiera sido ayer cuando ella misma abandonó a su grupo de amigas para estar conmigo y mi muñeca de trapos. Ella siempre estuvo, y sé que siempre estará. Pero no puedo pensar que ella está sola ahí afuera, tan vulnerable como aquella pequeña de once años que corría hacia mí cada que su padre la golpeaba. En mi vida jamás permitiré que a mis sobrinos les pase eso, porque ellos valdrán todo lo que nosotros tengamos y consigamos.

Dejo atrás la silla y me siento en el piso, abrazo mis piernas y sollozo. Llorar... es la única manera que encuentro de liberar esta presión que siento en mi garganta y pecho. Los sollozos se convierten en llantos desenfrenados y ahora es cuando uno comienza a apreciar su vida, su libertad y a las personas que tanto aman.

Yo, dejé a la persona que mas amo solo por su libertad y felicidad. Y si en algún momento él me perdona, podré continuar con mi vida; infeliz, pero supongo que viviré.

Cierro mis ojos y trato de dormir, dormiré por primera vez en dos años de vuelta sobre un piso helado y sin cubrir mi cuerpo de la frialdad de la noche.

MAYRA

Bajo del auto y le agradezco al chofer por haberme traído un poco más de lo acordado, me doy vuelta y escucho como el motor del Uber se va alejando más rápido todavía. La carretera aquí está vacía y lo único que la alumbra es la luz de la luna. Es una fría noche de invierno y yo aquí, caminando con tenis después de tanto. Mi ropa es deportiva por si en algún momento decido correr o atacar a quien decida atacarme primero.

Camino a pasos rápidos, pensando en todo lo que me encontraré cuando llegue a ese lugar. Sé perfectamente a lo que me arriesgo, pero estamos hablando de mi mejor amiga y sus lúnaticos padres, a quienes odio y odiaré el resto de mi vida hasta que me pudra en un puto cajón. A lo lejos se escucha el ruido de un auto, salgo de la carretera y me escondo debajo de unos arbustos. Muy poco higiénico de mi parte, pero es lo único que me salvará de ser descubierta.

Era una camioneta. No logro distinguir su color por tanta oscuridad, pero iba a toda prisa para un lugar, tomo saliva y me levanto rápidamente para comenzar a trotar detrás de la camioneta. Está tan oscuros que dudo que me logren ver, además todos los arbustos y pastos largos ayudan a cubrir mi cuerpo. Sigo trotando, cansada, pero no dejo de hacerlo. Por más que mi cuerpo pida a gritos un descanso, no paro. Conozco perfectamente este tipo de camionetas. Cuando era pequeña, solían bajar muchos hombres armados a entregarle paquetes a mi padre.

A lo lejos la camioneta apaga sus luces, queda invisible para mi vista, frunzo el ceño y me acerco aún más, sin darme cuenta, mi pié pisa una rama y se logra escuchar a lo lejos.

─Búscala─ ordena uno, abro mis ojos y comienzo a correr recto, para llegar a donde ellos todavía no, la camioneta se enciende y se mete por todos los arbustos, las luces delanteras alumbran todo a su paso, incluyéndome.

Para mi mala suerte, lo que seguís era un río enorme, no había forma de que entrara allí en invierno, la camioneta se detiene, me doy vuelta y los veo; dos hombres robustos, a sus costados un arma cada uno, me sonreían de manera asquerosa.

─¡La princesita de papi!─ exclama uno, el otro rápidamente detiene mi huida y me atrapa en sus enormes brazos, siento su aliento en mi oreja, grito y forcejeo con él, pero es inútil.

HOLAAAA

Buenas, ¿cómo están?

Aquí un nuevo capítulo de Matt :3

Quiero recordar que estos ya son los últimos y que la segunda temporada estará disponible a partir del 01/01/2020.

¿Por qué esta fecha?

Porque yo empiezo la facultad en marzo y quiero asegurarme de haber terminado esta y poder comenzar desde antes con la segunda parte.

Bueno, las amo ndeah.

─Sam.