MATT

Doy media vuelta para retornar rumbo a casa, sin darme cuenta choco con un hombre todo cubierto por un abrigo marrón, lo miro con el ceño fruncido y paso por su lado. El tipo apestaba a alcohol. Sigo caminando, pasando por aquel parque donde compartí la emoción de una aceptación por parte de Venezia. Estoy enojado con ella porque es increíble que después de todo fuera capaz de decirme eso.

─¡Cuidado! ─ grita alguien, doy vuelta y abro mis ojos al ver a una chica conocida estrellar su bicicleta conmigo. Me duele todo el cuerpo. Tomo mi cabeza y me levanto, la veo a ella, ruedo mis ojos y le extiendo mi mano para que se levante, ella me golpea la mano y sé levanta sola.

─Idiota ─ digo molesto.

─¿Disculpa? ─ dice ella, enarco mi ceja y levanto un poco más la voz.

─I-di-o-ta.

La chica trata de golpear mi rostro, pero la detengo. Su rostro es familiar. Claro, ¡ella es amiga de Venezia!

─¿Matt?

Asiento y suelto su mano.

─¡¿Cómo te atreves a hacer sentir mal a mi amiga?!

Bufo.

Sé a lo que se refiere, pero no quiero discutir con alguien más hoy.

─Sólo dile que la amo y que me disculpe por ser quien soy ─ digo irónico.

─Mira, no te conozco. Pero si Venezia fue cruel contigo es porque algo está pasando. Esa chica es más buena que el pan, joder.

Llevo mi mano a mi mentón y pienso. Tal vez esta chica tenga razón y Venezia tiene algo y yo me he enojado como un capullo, o tal vez me enojé porque ella hirió esa parte que no logré conocer y que ahora me dice por dentro que estoy actuando como un idiota sin sentimientos. No. Eso no.

─¿Me dirás eso, pero no te disculparás por haberme llevado puesto? ─ digo cruzado de brazos, ella me da un golpe en el brazo y ríe.

─Perdona por no haberte visto la fealdad que cargas, tío.

─No es una disculpa, pero sirve. Vamos, debo disculparme con Venezia.

─¿Cómo supiste que iba a verla?

Ella levanta su bicicleta y camina con ella junto a mí.

─¿Alguna otra razón por la cual andes a toda prisa?

Niega y muerte su labio.

─Soy Cande ─ dice mirando los raspones que se había hecho ─ y... no. Mi única amiga es Venezia así que tengo la prioridad para ella.

VENEZIA

Ruedo los ojos al escuchar tres golpes en la puerta. Matt debe estar realmente arrepentido para volver a disculparse por haber actuado como un maniático. Camino hacia ella y sin ver, la abro. Para mi sorpresa no era Matt, sino el padre de Mayra.

─Buenas ─ choca mi hombro y pasa a mi casa sin permiso ─ ¿en dónde está?

─Ella no vive aquí. Lárgate, escoria.

Se da vuelta y noto la ebriadez que tiene, el olor se sentía hasta donde yo estaba, camina a pasos lentos y toma mi cuello.

─¿Crees que soy imbécil? Esa puta debe de estar aquí y tú  ─ cierra la puerta de una patada, me da vuelta y comienza a oler mi cabello, hago fuerza para quitarlo, pero es inútil ─, has crecido mucho, pequeña Venezia.

Siento ganas de vomitar al escucharlo decir el apodo que Matt me había puesto.

─¡Sueltame, de inmediato! ─ le grito en el oído, él suelta una gran carcajada y lame el óvulo de mi oreja.

─Recuerda el trato con tu padre, de lo contrario, ya sabes qué pasará con ese lindo muñequito de pastel que me crucé hace un rato atrás ─ lanza mi cuerpo contra la pared y sale por la puerta principal, limpio la saliva que dejó en mi oreja y cierro con seguro la puerta.

Aprieto mis ojos para evitar las lágrimas. La puerta suena, me alejo de ella y me recuesto en el sofá.

─Venezia, soy Matt ─ escucho ─ Tu amiga Candela está aquí.

No me quedaba de otra que caminar y abrirles, ambos estaban mirándome atentos, por instinto abrazo fuerte a mi amiga, ella tarda en reaccionar, pero me abraza.

─¿Qué sucede, Venezia?

Invito a los dos a pasar, pero no dirijo la mirada hacia Matt.

─Yo... ─ hago una pausa y trato de que mis palabras salgan correctamente. ─ estoy en grandes problemas.

SÉ QUE ME TARDÉ Y QUE ESTO ES REALMENTE CORTO, PERO COMO SIGO SIN CELULAR SE ME COMPLICA AÚN MÁS ESCRIBIR.