VENEZIA

Matt entra en la habitación con un plato y encima de él un tazón de sopa humeante, me siento un poco, me lo pasa y me extiende una cuchara, meto en él la cuchara y soplo, lo llevo a mi boca y me deleito con lo increíble que estaba para ser una sopa de pollo, lo miro le doy una pequeña sonrisa, él miraba su celular constantemente.

─¿Esperas el mensaje o llamada de alguien?─ pregunto volviendo a tomar esa increíble sopa, él no dice nada, sólo se dedica a ver el celular, un poco molesta pateo desde adentro de mis sábanas su pierna, ahora sí me ve.

─¿Por qué no me dijiste que estuvo aquí?

La cuchara queda extendida en el aire, lo veo furioso, entiendo perfectamente a qué se refería, pero no podía decirle nada acerca de lo pactado anoche, no quiero más desastres en mi vida y aún no sé como decirle que se aleje...

─No sé de qué me hablas─ miento para llevarme una cuchara de sopa hirviendo a mi boca, me quemo la lengua como castigo.

─Entiendo que no quieras hablar de eso, pero las mentiras causan daño, Venezia y tú más bien que nadie lo sabes.

Lo miro sorprendida.

─¿Yo lo sé?─ dejo el platón con sopa a un lado─ ¿qué quieres saber, Matthew?

─¡¿Me dejaste anoche por venir a estar con las personas que dañaron tu vida?!─ él había elevado su voz, aprieto mis dientes.

─¡No te atrevas a levantarme la pura voz!─ ahora soy yo quien lo hace, él aprieta sus dientes y comienza a respirar pesado.

─¿Sabes que tan difícil que recuperar a una persona dañada?

─Lo sé perfectamente. Tú eras un puto drogadicto que pensaba que su vida sólo giraba en torno a ello, ¡y ya sabes el resto de la historia!─ mis palabras salieron como una bala, una pequeña culpa nació de mí al ver a Matt cambiar de expresión─. Matt, yo lo...

─Tienes razón, era un puto drogadicto, pero no volví al pasado sólo a recuperar viejos hábitos.─ dicho eso se levanta de mi lado para salir de mi habitación.

No digo nada para detenerlo, sólo siento una pequeña molestia dentro de mi ser. Dañé por primera vez a alguien con mis palabras y ese alguien era la primera persona que logró abrir mi corazón. Siento las lágrimas caer de mi rostro, me levanto y llevo lo que él había preparado para mí y lo dejo en el lavaplatos, busco en mi celular el número de Marianella y Cande y les mando mensajes para que vengan a mi rescate.

Todo desde que ellos volvieron se hizo una gran pesadilla para mí.

MATT

Salgo caminando rápido hacia fuera. Las palabras de ella habían sido las primeras en toda mi vida que me habían dolido tanto y no puedo creer que me haya mentido. Hubiera entendido si me explicaba, pero tiene razón, era un drogadicto sin remedio y no puedo soportar el hecho de que ella me haya conocido así para que me lo reproche en cada pelea. Si quería alejarse de mí, con eso lo consiguió.