Kieran miró alrededor, las cosas estaban normales excepto el auto de Zack que no estaba, trató de relajarse de todas formas.

Caminó a la habitación de los niños, uno de los bebés lloraba y si no se equivocó, era Nisha.

Kieran tragó el nudo en su garganta y abrió la puerta, la nana que se suponía debía relevar a Louise estaba hablando con su hija, más bien, tratando de calmarla.

La pequeña lloraba y lloraba, ningún arrullo por parte de la niñera lograba calmarla, así que Kieran la tomó entre sus brazos y el llanto por fin fue remplazado con algunos gorgoteos.

Kieran se sentó y le brindó su dedo meñique para que jugara, la niñera suspiró agradecida.

—Si seguía llorando iba a llamarlo, lleva así desde que Zack se llevó a Hale —Kieran la miró con ansiedad.

—¿A dónde?

—No lo sé, se veía muy apurado, vino en estado de pánico, entró a su cuarto, salió con una maleta y se lo llevó.

¡Oh, maldita sea! Esto no podía ser en serio.

—¿Una maleta? Tómala un momento.

Kieran entregó a la niña, por suerte no se despertó durante el cambio y fue a la habitación de Zack, Kieran abrió el armario y se quedó en estado de shock, quedaba ropa, pero nada que fuese importante.

Zack se fue, pero, ¿por qué?

¿Cuál fue la razón por la que se fue sin avisar?

Se llevó a Hale sin decirle nada, el niño era de él, pero… pero se suponía que eran una familia.

Esto no podía ser por lo de anoche, ¿verdad?

Era tan poco lógico que no sabía que pensar.

Kieran regresó con la niñera.

—Necesito que la cuides más tiempo, debo resolver algunos asuntos urgentes. ¿Puedes quedarte?

—Adelante.

Kieran intentó llamarlo, pero fue directamente al buzón de voz, no entendía nada, tuvieron sexo, pero la primera vez no pasó nada extraño.

No podía ser ese el motivo, estaba realmente confundido y sobretodo asustado.

¿Acaso Zack no pensaba regresar?

¿No lo vería de nuevo, ni a él ni a Hale?

Esto era demasiado injusto.

Kieran llamó a casa de los padres de Zack y ellos afirmaron que Zack no había ido por allí.

Condujo a casa de Leslie y tocó la puerta, Leslie lo recibió en bata de casa y con el pelo en varias direcciones.

—¿Qué haces aquí? ¿Pasa algo con los niños? —preguntó asustada.

Por lo general era Zack quien la visitaba ya que ellos dos no eran muy compatibles que digamos.

—¿Zack se comunicó contigo? —Leslie abrió la puerta para él y Kieran entró, ella lo miró con la frente arrugada.

—No. ¿Pasó algo? —Kieran estaba en estado de pánico.

—Zack, no está.

—No lo entiendo.

—Zack se llevó a Hale, él se fue. ¿Por qué? —murmuró peinándose hacia atrás, Leslie se sentó y lo miró.

—¿Se divorciaron?

—No. ¿Cómo crees? Sabes que eso es imposible todavía.

Leslie asintió y palmeó el lugar a su lado.

—Siéntate y explícamelo todo.

Kieran obedeció y suspiró antes de comenzar a hablar.

—Ayer tuvimos sexo, no es la primera vez que pasa, así que pensé que estaría bien, pero nada está bien, él se fue y no entiendo el porqué.

Leslie subió las cejas un poco sorprendida.

—¿No eran heterosexuales?

Kieran resopló.

—Pff… estamos tan lejos de serlo ahora mismo que ni siquiera es gracioso —Leslie colocó una mano sobre la suya.

—Kieran, quizás está asustado.

—Pero. ¿Por qué irse? Podía hablar conmigo, gritarme unas cuantas cosas y asunto arreglado como siempre.

Leslie se mordió el labio inferior.

—¿No puedes pensar en ninguna razón por la que pudo irse?

—Yo… no lo sé, no tengo idea de que está pasando… espera…

Kieran frunció el ceño, no podía ser lo que estaba pensando. ¿Verdad?

—¿Recordaste algo?

—Sí, bueno, no estoy seguro de que sea eso, pero…

—¿El qué? —gruñó Leslie con desesperación.

—El día de nuestra boda la quinta regla era que quien se enamorase se alejaba del otro.

—¿Crees que es por eso?

—No lo sé, rompimos todas las reglas hasta ahora, así que no sé si puede ser por eso, ¿Zack enamorado de mí? Ni en broma —gruñó casi con diversión.

—¿Por qué no?

—Es imposible —Leslie negó con la cabeza.

—¿No crees que puede sentir por ti lo mismo que tu sientes por él? —Kieran se paralizó y la miró en estado de shock.

—¿Qué? ¿Cómo…?

Leslie se encogió de hombros restándole importancia, pero Kieran lo veía muy importante.

—No soy tonta, esas cosas se notan.

—¿Crees que él lo sabe?

—No creo que lo sepa —Kieran se relajó un poco.

—Si no se fue porque yo estoy enamorado de él, ¿crees que lo hizo porque él…? —Kieran ni siquiera podía decirlo, gracias a Dios fue Leslie la que completó su oración.

—¿Está enamorado de ti? Puedes apostarlo, sin embargo, Zack es…

—Un imbécil, lo sé —gruñó poniéndose de pie, Leslie ladeó la cabeza.

—¿Qué harás?

—Buscarlo —gruñó de malhumor.

—¿Tienes una idea de donde está?

Kieran sonrió, la madre de Zack recalcó tantas veces que no estaba ahí que al final fue muy sospechoso.

—Sí, ahora que lo pensé tengo una idea, esos viejos y Zack se van a enterar.

……

Zack tenía un dolor de cabeza desesperante, Hale estaba inquieto desde que lo trajo, el llanto no cesaba a pesar de que hacía todo lo posible para calmarlo.

Zack fue a la cocina a por un biberón, mientras calentaba la fórmula Hale repentinamente dejó de llorar.

Corrió a la habitación y se paró en seco al ver el motivo por el que el bebé ya no lloraba, de espaldas a él estaba Kieran con Hale en sus brazos y tarareando una melodía para él. 

—¿Qué haces aquí? —murmuró.

Kieran se giró y le hizo una seña para que hiciera silencio, Zack obedeció y se recostó contra la pared a esperarle.

Kieran era realmente bueno con los niños, Hale no tardó en dormirse y lo dejó en la cuna que habían comprado sus padres para cuando traían a los bebés.

Kieran caminó hacia él y lo tomó de la muñeca, el agarre era tan firme que dolía un poco, Zack fue arrastrado al estudio de su padre.

Su esposo lo miró luego de poner el seguro. 

—¿Qué carajo creías que hacías? —le gruñó, Zack nunca había visto a Kieran tan enojado.

—Preparaba la leche para…

—No seas imbécil, no me refiero a eso y lo sabes —dijo acusadoramente, Zack suspiró.

—¿A qué te refieres?

—¿Por qué te fuiste, Zack? — replicó agarrándolo del mentón.

Zack lo empujó dejando distancia entre ellos.

—Porque necesitaba irme, alejarme de ti.

Kieran se carcajeó sardónico, parecía un jodido desquiciado y ya estaba comenzando a asustarle.

—No te hice nada. ¿Por qué tuviste la necesidad de alejarte?

—¿Qué hay de lo de anoche? —preguntó enojado.

Kieran lo miró con altanería y arqueó la comisura de sus labios con ironía.

—No te hice nada que no quisieras.

—Cállate —gruñó.

—¿En serio es por eso? ¿Entraste en pánico después de que un hombre te folló? No lo hiciste cuando te follaste a uno. ¿Qué pasa, Zack, finalmente te sentiste lo bastante homosexual? —Zack se estremeció.

—No soy…

—¿Qué no lo eres? Joder, te gustó follarte a un hombre y también que te follara.

—Cállate de una vez —gruñó golpeándolo.

Kieran buscó apoyo en el escritorio, suspiró y se sacó un pañuelo del bolsillo, limpió su labio roto y luego su nariz, el golpe fue más fuerte de lo que pretendía, pero Kieran no se veía ansioso por responderle.

—Hablemos —dijo en cambio, Zack dio un paso atrás.

—¿Sobre qué?

—Sobre lo que te tiene tan asustado. ¿Por qué te fuiste? —Zack señaló entre ellos.

—Porque esto está mal, lo que hicimos está mal.

—A mí no me parece que esté mal —dijo como si nada.

Zack lo fulminó con la mirada y perdió los estribos.  

—¿Te parece normal besar y follar con un hombre?

—No, me parece normal hacerlo con la persona que amo.

Zack se quedó de piedra mirándolo con sorpresa, no podía haber escuchado semejante cosa.

—¿Qué carajo dices, estás enamorado de mí? No seas ridículo, Kieran —bufó, pero Kieran no parecía estar bromeando ni nada por el estilo.

—¿Hay algún motivo por el que no me creas?

—Por favor. ¿Ahora resulta que te gustan los hombres? —Kieran le corrigió negando.

—No, me gustas tú.

—Estás confundido.

Kieran torció los ojos y lo miró.

—Ya esa fase pasó hace mucho rato, créeme.

—No sé qué es lo que esperas que te diga, pero no me gustas, Kieran, y nunca me gustarás.

—Puedes llegar a quererme.

—No hables tonterías —se carcajeó, Kieran arqueó una ceja.

—Zack, te amo, ¿eso no significa nada para ti?

—No.

Kieran lo jaló del cuello de la camisa y prácticamente gruñó sobre su boca.

—Muy bien, sin embargo, seguimos casados y Hale también tiene mi jodido apellido, así que es tanto mío como tuyo, no puedes llevártelo lejos de mí, nos vamos a casa y espero que no se te vuelva a ocurrir escaparte con él. Te espero en el auto.

Zack lo fulminó con la mirada y salió del estudio directo a donde estaba Hale, el bebé seguía durmiendo, así que con cuidado lo tomó en brazos y comenzó a caminar, su madre lo detuvo en el camino.

—Zack. ¿Qué está pasando? Kieran está muy enojado, ¿por qué te fuiste, necesitas nuestra ayuda? —Zack se carcajeó mentalmente de su preocupación.

—Estoy bien, estamos bien, sólo fue una pequeña pelea.

—Cualquier cosa que necesites aquí estamos.

—¿Cómo puedo confiar en ustedes cuando fueron los primeros en meterme en esta situación?

—Zack…

Zack la ignoró, estaba enojado, muy enojado, Kieran abrió la puerta trasera para él y se acomodó con Hale en brazos.

—Si piensas que voy a llegar a quererte en algún momento estás equivocado.

—Ya te escuché antes, no necesito que sigas metiendo el dedo en la llaga, gracias —gruñó mirándolo por el retrovisor.

—Eres un imbécil.

—Sí, tan imbécil que no pude evitar enamorarme de ti —suspiró comenzando a manejar.

Zack miró por la ventanilla un poco arrepentido de las palabras que intercambió con él.

Realmente no era necesario todo esto cuando él…

No importa, lo suyo era confusión, nada más.

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