14💍
Kieran se giró en la cama y miró el reloj, ya eran más de las nueve y no se había movido para ir al trabajo. Que se jodan todos, incluyendo a Zack, no tenía ánimo para nada, mucho menos para verlo después de la estrepitosa noche.
Se dio un baño rápido y bajó a ver a los niños, estaban completamente dormidos gracias a Louise, le tocó la mejilla a su hija y sonrió. Era demasiado linda, a pesar de lo mucho que Zack decía que no se parecía, había salido a él completamente, teniendo en cuenta el color negro del poco pelo que tenía y el color de sus ojos.
Al menos esperaba que sus ojos no cambiaran en el futuro.
—Zack es un completo tonto ¿verdad? —murmuró, por supuesto no obtuvo ninguna respuesta, fue a la cuna de Hale y se sorprendió al ver que estaba despierto.
Kieran lo cargó y empezó a mecerlo, Hale como siempre comenzó a jugar con sus rizos.
—Oh, pensé que ya se había ido a trabajar —murmuró Louise entrando al cuarto.
—No iré hoy, no me encuentro muy bien —dijo tocándole la punta de la nariz a Hale, el pequeño gorgoteó e intentó agarrar su dedo.
—¿Quiere que haga algo por usted?
—No, estaré bien, gracias ¿Qué tal fue la noche? No me desperté ni una sola vez —Louise se encogió de hombros.
—No fue muy difícil.
Kieran asintió y meció al niño un tiempo más hasta que estuvo completamente dormido.
—¿Has desayunado?
—No, aún no.
—Pues vayamos a desayunar —murmuró colocando al niño en la cuna, Hale no volvió a despertarse.
En la cocina, Kieran miró alrededor, al parecer Zack no había desayunado hoy, eso le dio un poco de cargo de conciencia, hizo una mueca por el pensamiento.
¿Qué, por qué tendría que sentirse mal?
El muy imbécil podía joderse, era cierto que quien se ocupaba de la cocina era él, pero Zack bien podía hacerse sándwiches. Además, que ni pensara que haría el desayuno para él teniendo en cuenta lo de anoche.
Kieran frunció el ceño.
Aunque quizás fue mejor que no llegaran al final, Zack no sentía nada por él, sin embargo, Kieran estaba en estos momentos perdidamente enamorado de ese idiota.
¿Cómo pasó? Ni si quiera él lo sabía, Zack seguía siendo el mismo idiota de siempre, así que ¿cuál era la diferencia? No había.
Kieran negó y empezó a buscar lo que le hacía falta.
—Si se siente mal puedo hacerlo yo —ofreció Louise viéndolo con preocupación.
—Está bien, necesito despejarme.
Hacer el desayuno sí que sirvió de algo, al menos no pensó más en Zack durante el proceso, Louise fue buena compañía y luego se fue a ver a los niños otra vez.
Kieran fue a la sala de estar y encontró a Spot sobre la alfombra, se acostó en el sofá y el perro se colocó a su espalda con la cabeza sobre su cintura.
Miró al cachorro, Spot también lo hizo y no tuvo corazón para bajarle.
—Sólo por esta vez —dijo acariciándole la cabeza.
……
Kieran ya tenía hecha la comida cuando Zack llegó, comieron en silencio con incomodidad, Louise miraba del uno al otro, pero nadie rompió el silencio.
Fue el primero en levantarse y dejar su plato, caminó a su habitación y se acostó, estaba actuando como un niño, lo sabía, pero aún así no podía dejar de hacerlo. Amaba a Zack como un tonto y no podía hacer nada respecto a eso, Zack podría golpearlo si alguna vez se enteraba.
—Kieran —llamó Zack desde el otro lado, Kieran resopló.
—¿Qué quieres?
—¿Podemos hablar?
—No, Zack, estoy cansado, mañana —a Zack no le importó su respuesta, entró y cerró la puerta.
—Eres un jodido testarudo —se quejó mirándolo con una ceja arqueada, Kieran le gruñó poniéndose de pie.
—¿En serio, sólo yo?
—Anoche me asusté y por eso te mentí —Kieran negó, no era nada que no supiese.
—¿Por qué me dices esto exactamente?
—Porque yo…
Zack no pudo terminar la oración, pero sus mejillas se colorearon de rojo dándole a Kieran la respuesta que quería.
—Te dio curiosidad y quieres llegar al final.
—Quizás —murmuró.
Kieran mordió su labio inferior, curiosidad, la palabra hizo daño sin querer, aunque no se permitía tener esperanzas respecto a Zack el pensamiento de que quisiera acostarse con él sólo por eso dolió.
Kieran no pensaría demasiado en ello, de todas formas, ya estaba ahogado en sentimientos por este hombre y Zack ni siquiera le daba una mirada en ese sentido y dudaba que fuese hacerlo alguna vez.
Kieran se acercó y lo tomó de la camisa.
—Zack, si vuelves a arrepentirte por lo menos tendrás que darme sexo oral como compensación —Zack asintió.
—Bien —lo tiró a su cama, se quitó la camisa y sacó la suya.
Kieran se sentó sobre su pelvis sintiendo la dureza, ya estaba así y ni siquiera le había tocado. Zack le jaló el pelo y juntó sus labios en un beso desesperado, exploró con su lengua casi el tiempo suficiente como para asfixiarlo, luego lo soltó y se lamió los labios mientras le dejaba coger oxígeno.
—¡Joder! —gruñó Kieran viendo la imagen, el pelo rubio de Zack desordenado, sus labios rojos y semi-abriertos jadeando, sus pupilas completamente dilatadas.
—¿Cuál es el problema?
—Tu eres el maldito problema.
Kieran volvió a besarlo y luego le mordió el lóbulo de la oreja, Zack se tragó un gemido, siguió dejando besos por su cuello, no pudo evitar dejar una o dos marcas en su piel, quería sentir que era su dueño por lo menos lo que durara el momento.
Zack gimió cuando le mordió uno de los pezones, el otro lo estimuló con sus dedos dando leves pellizcos.
—Deja de jugar —gruñó Zack con un estremecimiento, Kieran le besó el abdomen y miró hacia él.
—¿Quieres dejar lo mejor? —Zack se mordió el labio.
—Kieran…
Kieran jugó con su ombligo y lamió el recorrido hasta el elástico de su pantalón, quitó el pantalón junto con el bóxer y vio lo que había conseguido con sus toques y besos.
Zack lo miró con altanería esperando su próximo movimiento, Kieran lamió la cabeza de su polla provocándole, luego de un gruñido insatisfecho por fin procedió a meterla en su boca.
……
Zack abrió las piernas y miró a Kieran hacer su trabajo, nunca podría cansarse de esta imagen, Kieran mojó uno de sus dedos con saliva y jugó con él haciéndolo tensarse.
—¿Me detengo? —Kieran preguntó sentándose correctamente para mirarlo, Zack tragó su ansiedad.
—No —Kieran cogió el lubricante de la mesilla y se empapó las manos, utilizó un dedo para deslizarlo en su interior, si bien fue incómodo no hubo nada de dolor.
Zack intentó relajarse con el beso que estaba recibiendo y por fin lo hizo cuando Kieran tocó su glándula, Zack le arañó la espalda y se estremeció.
—Se siente bien, ¿verdad? —preguntó con un poco de engreimiento, Zack le arañó la espalda a propósito esta vez.
—Deja de meterte conmigo.
Kieran se detuvo y lo miró.
—Entonces, ¿quieres que me vaya?
—No te atrevas —gruñó, Kieran sonrió satisfecho y volvió a mover su dedo—, eres un imbécil —gimió.
Kieran sacó su dedo y después regresó con uno más, esta vez sí dolió un poco y se lo transmitió haciéndole fuerza a su mano, Kieran lo miró y volvió a besarlo.
—Relájate, Zack, no lo pienses tanto.
Zack le mordió el labio inferior y dejó ir su brazo, Kieran movió sus dedos dentro y fuera tocando su punto cada vez.
Toda la resistencia desapareció.
Kieran cogió el sobre de un preservativo y lo rompió, Zack se asustó un poco, eso no eran dedos, dolería de una forma u otra. Kieran se movió luego de colocarse el látex y se sentó en la esquina de la cama con la espalda apoyada al espaldar, Zack lo miró con confusión.
—Ven aquí —dijo palmeando sus muslos, Zack tragó.
—¿Qué es lo que quieres que…?
—Quiero que me montes, ven acá.
—No —gruñó, Kieran suspiró.
—Será más fácil para ti de esta forma, confía en mí.
—Kieran, esto no…
—¿Alguien a parte de nosotros se enterará de esto? —murmuró Kieran mirándolo con reproche, Zack miró a otro lado.
—Aún así.
—Deja de pensarlo, y ven de una vez —Zack tragó y se acotejó sobre sus muslos levemente flexionados, esta idea no le gustaba nada.
Kieran tomó el envase de lubricante, puso un poco sobre él y luego metió dos dedos en su interior, Zack gimió y se aferró con mas fuerza a sus hombros.
—Esta posición facilitará las cosas —explicó besando sus labios.
—¿Por qué tienes tanta paciencia conmigo?
Kieran le acarició la mejilla poniéndolo un poco nervioso.
—Porque sé que estas asustado.
—Yo…
—Lo sé.
—Está bien, hagámoslo —masculló tomando valor, Kieran lo agarró de la cadera con una mano y con la otra se alineó con él.
Zack no se permitió pensarlo demasiado, si lo hacía terminaría huyendo de una vez por todas, se dejó caer provocando que ambos gimieran. Zack enterró las uñas con fuerza, Kieran peinó su cabello hacia atrás y dejó besos por todos lados.
—Vamos, relájate —murmuró Kieran en su oído, Zack respiraba con fuerza y prácticamente estaba temblando.
—Duele —gruñó, Kieran acarició su polla y definitivamente eso funcionó.
—¿Mejor? —preguntó luego de un rato, Zack suspiró juntando sus frentes.
—Sí.
—Ahora puedes ir como tú quieras, controlarás lo que tomas y a la velocidad que lo haces.
Zack se sonrojó, aunque ya eso no hacía mucho teniendo en cuenta la posición en la que estaban, colocó una de sus manos en la cabecera de la cama y movió sus caderas tentativamente.
Kieran gimió apretando su agarre, luego lo besó.
—Te ves y te sientes realmente bien —gruñó mordiendo uno de sus pezones, Zack enredó los brazos en su cuello y siguió el ritmo que Kieran marcaba, lento y profundo, tocando su punto una y otra vez.
Zack estaba a punto de correrse y ni siquiera había pasado un minuto, Kieran evitó que esto sucediera apretándole, Zack lo fulminó con la mirada.
—¿En serio?
—¿Ya quieres correrte? Es demasiado pronto —gruñó mordiéndole el cuello, Zack gimió.
—No creo que aguante demasiado.
—Ya veremos, de eso me encargo yo —susurró mordiéndole el labio inferior.
Kieran de alguna forma logró tenerlo contra el colchón otra vez, agarró sus muñecas y las colocó por encima de su cabeza, Zack lo miró con los ojos entrecerrados.
—Si no recuerdo mal te gustaban estas cosas —dijo con una sonrisa mientras lo embestía, Zack le abrazó las caderas con las piernas provocando que fuese más profundo.
—Eres un idiota —Kieran siguió moviéndose haciéndolo gemir, Zack estaría avergonzado si no estuviese tan desesperado por correrse.
—Sí, uno que hará que te corras, agradéceme más tarde —Zack se estremeció y apunto de correrse Kieran se detuvo.
—Joder. ¿Qué pasa contigo? —Kieran lo soltó.
—Ya te lo dije, aún no —replicó.
—Ugh, te odio —gruñó arañándolo, cada vez que sus uñas se clavaban en su espalda, Kieran parecía un poco más excitado.
—¿De verdad?
—Kieran, por favor, deja de jugar.
—Está bien, lo consideraré porque me lo pides por favor —dijo moviéndose con más rapidez.
Zack por fin se corrió y Kieran le siguió casi instantáneamente, Zack no supo mucho más de esa noche.
……
Zack despertó solo en la cama de Kieran, estaba limpio y con uno de los piyamas que solía usar Kieran, él debía haberse ido a trabajar ya, se sentó y se jaló un el pelo.
Esto que había pasado entre ellos otra vez, ¿qué quería decir ahora?
Debió pensarlo mejor, él no era gay, por supuesto que no lo era, pero él y Kieran ya se estaban comportando como una jodida pareja.
Zack caminó de un lado a otro pensando en algo, todo estaba de cabeza, nunca debió acceder a la petición de Kieran desde un principio, gracias a eso terminaron así, sin límite alguno.
Zack no pudo soportarlo e hizo lo único que se le ocurría en ese momento.
Huyó.
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