13💍
Kieran suspiró mirando a los bebés a través del cristal, al parecer ya era el padre de una hermosa niña. La pequeña estaba profundamente dormida, vestida con la ropa blanca que había comprado, el pequeño gorro cubría la pelusilla negra de su cabeza.
—Kieran —escuchó que Zack le llamaba, Kieran lo miró preocupado.
—Zack, ¿dónde estabas? Salí y ni tu ni Leslie estaban alrededor —Zack suspiró, su aspecto era terrible, no tenía idea, pero hace unas horas no se veía así de cansado.
—Leslie se puso de parto unos minutos después de que se fueron, fue agotador, no imagino para ellas —Kieran se estremeció, sip, agotador era una buena palabra, en estos momentos estaba muy agradecido de ser un hombre.
—¿El mismo día? ¿Cuáles son las probabilidades? —se carcajeó ligeramente, Zack miró hacia los bebés.
—¿Y dónde está el pequeño?
—Pequeña —Zack se tocó la frente en un gesto afligido.
—¿Una niña? Por Dios, pobre.
—Eh, que seré un muy buen padre.
—Me compadezco de ti cuando sea una adolescente, ya sabes, temporada de novios y todo eso —Kieran gruñó arrugando la nariz.
—Sólo cállate, no arruines el momento y no tendrá novio hasta los treinta.
—Ya, claro —murmuró con una sonrisa sardónica—. ¿Cuál es?
—La tercera de la segunda hilera —Zack se acercó al cristal y achicó los ojos.
—La felicito por no salir a ti.
Zack le dio un golpe en el hombro.
— Idiota, aún es pequeña. ¿Dónde está Hale?
—Aquí viene —murmuró señalando a la enfermera que traía un bebé en brazos y lo colocaba en su lugar.
Kieran suspiró.
—Dios mío, todavía no puedo creer que vayamos a hacer esto.
—Bueno… ya es pero que muy tarde para arrepentirse —dijo colocando la mano en el cristal.
—¿Cómo crees que me arrepentiría? Es tan hermosa —Zack sonrió de medio lado.
—Entonces, ¿cuál será el nombre de nuestra pequeña?
Kieran sintió calor en su pecho al escuchar sus palabras, esa oración no podía redactarse mejor. Le hacía feliz que Zack los mencionara como una unidad.
—Nisha.
—Me gusta.
……
Zack se acostó luego de un día agotador, más bien se lanzó a la cama, lo que casi le hace gemir de gusto. Los infantes tenían un mes entero y sí que eran un gran trabajo para ser tan pequeños.
Kieran entró a la habitación y se acostó a su lado, no era que estuviesen acostumbrados a hacer esto a menudo, era que simplemente éste era el lugar más cercano a la habitación de los niños. Por suerte ya se habían quedado dormidos luego de darles el biberón, estaba resultando ser más trabajoso de lo que pensaban, pero valía la pena cuando les veías sonreír.
—Creo que moriré antes de llegar al año —gimió Kieran con los ojos cerrados, Zack lo miró con sorpresa.
—¿Al año dices? Yo no creo llegar al mes entrante.
Kieran sonrió.
—Hoy viene la persona a la que contratamos —ronroneó feliz.
—Al menos podremos dormir hoy —algo que Kieran parecía estar adelantando.
—Umm…
—No te duermas —replicó dándole un golpe con el codo.
—¿Qué pa…? —Kieran suspiró cuando el timbre hizo llorar a uno de los bebés, ese probablemente era Hale y Nisha no tardaría demasiado en seguirle—. Iré antes de que la despierte, recibe a la chica —dijo corriendo hacia el cuarto.
Zack caminó a la entrada y le abrió la puerta, la chica escuchó el llanto del bebé y se arrepintió enseguida.
—Lo siento, debí llamar a su teléfono —murmuró peinándose el pelo claro hacia atrás.
—Está bien, pasa —Louise entró y luego lo miró.
—Ahh… quisiera aclarar unos cuantos detalles respecto a mi contrato.
—¿Y eso es?
—¿Trabajo domingo y lunes solamente, luego descanso?
—Sí. ¿Hay algún problema con eso?
—No, sólo quería verificarlo —Louise asintió.
—Comprendo. ¿Algo más? ¿Necesitamos aclarar el asunto de tu pago o…? —Louise lo descartó con una mano.
—Eso está bien, más que bien, gracias por permitirme trabajar aquí.
Zack asintió y empezó a caminar para enseñarle los lugares más importantes de la casa.
—Vale, por aquí está la cocina, todo lo que necesites estará ahí dentro, nuestra habitación es la segunda puerta luego de subir las escaleras por si nos necesitas.
—No hará falta, podrán descansar sin problemas, sé arreglármelas con los niños.
—Entonces vamos a que los conozcas.
Zack caminó al cuarto y se detuvo en la entrada contemplando la imagen, Kieran meciendo en sus brazos a su pequeño mientras tarareaba alguna canción, se veía realmente hermoso.
El pelo cayendo sobre la curvatura de su cuello, pequeños rizos con los que Hale se divertía de vez en cuando, la sudadera oscura que llevaba media cubierta por la sábana del bebé, pantalones cortos hasta la rodilla y las pantuflas con la imagen de un conejo que le había regalado en su cumpleaños sólo por joder. Sin embargo, el muy idiota las utilizaba de todas formas alegando que era cómodo.
No importa, Zack pasaba un buen rato mirando sus pies.
—Ehh… —Zack miró a Louise, la chica tenía la cara sonrojada haciendo destacar sus pecas.
—Sí, lo siento —murmuró por fin entrando a la habitación.
Kieran sonrió y les hizo un gesto de silencio mientras colocaba a Hale en la cuna, al parecer Nisha no se había despertado, una clara señal de que no había heredado mucho de Kieran, su padre era molesto.
—Vámonos —susurró Kieran, los tres salieron y fueron a la habitación que antiguamente utilizaban Leslie y Mary.
—Puedes dormir aquí mientras ellos duermen.
—¿Qué? No, una habitación es mucho, me conformo con un…
Kieran torció los ojos.
—Que mujeres más testarudas conocemos últimamente, en esta casa sobran habitaciones, no te pondremos a dormir en un sillón, punto y final. Iremos arriba, si necesitas algo ya sabes que hacer —Louise asintió.
—Pueden dormir tranquilos.
Zack subió justo detrás de Kieran, fue a su habitación a tomar un baño y se tiró a la cama, su estado de vigilia no desapareció, el sueño que parecía haber acumulado el último mes no parecía querer venir.
Una hora más tarde Kieran entró a su habitación con la almohada en la mano y se acostó a su lado.
—Dime que no soy el único en vela.
—Tampoco puedo dormir. Estoy tan cansado y, aun así —Kieran tocó la lámpara a su lado encendiéndola y luego lo miró con más claridad.
—Tengo una idea para arreglar la situación —Zack tuvo un mal presentimiento, pero de todas formas se obligó a preguntar.
—¿Y cuál es? —Kieran dejó la posición y en un momento se incorporó sobre su pelvis, Zack se puso rígido y no en el buen sentido.
—Me temo que no pueda gustarte.
—Kieran…
—Esto nos ayudaría a dormir —murmuró sobre sus labios.
Zack lo agarró del pelo y terminó de juntar sus bocas, la desesperación era evidente debido al roce de dientes en algunas ocasiones.
Kieran no sabía lo que estaba provocando.
Kieran rompió el beso y le besó la mejilla, mordisqueó el contorno de su mandíbula hasta llegar a la oreja donde lamió y mordisqueó haciéndolo gemir, luego le habló en un ronco susurro.
—Dime que dejarás que te folle —Zack gimió y se contrajo ante la implicacion, evidentemente no le gustaba la idea, pero si se lo pedía Kieran, entonces…
—No lo sé, no estoy seguro de querer algo como eso —Kieran ronroneó.
—Mmm… déjame convencerte de ello.
Kieran le quitó la camisa, siguió dejando besos por su cuello y pecho, llegó a un pezón y lo metió a su boca, Zack gimió cogiéndolo del pelo, Kieran mordió levemente sobrestimulándolo aún más.
—Maldita sea, te ves realmente bien con este aspecto.
—¿Cuál aspecto? —gruñó, le sonrió y tocó el pezón sensible con la yema de su dedo, Zack se mordió el labio inferior, Kieran pellizcó el otro.
—Estás muy sonrojado, ansioso y tus ojos piden más, ¿de verdad no quieres que te folle?
Aunque la mirada de Kieran prometía cosas muy buenas, Zack tenía sólo una respuesta para él.
—No.
Kieran sonrió y mordió su pezón sacándole un gemido vergonzoso.
—Déjame escuchar más de esa voz —ronroneó lamiendo su abdomen, mordió alrededor de su ombligo y besó la parte baja.
Kieran colocó las manos en su cintura y lo miró pidiendo permiso, después de obtenerlo le quitó el pantalón de pijama y acarició su erección con un dedo.
—No seas provocador.
—¿Esta vez no me pedirás que me arrodille? —replicó Kieran con una sonrisa, su mano seguía acariciando el tronco de su erección.
Zack gimió.
—No quiero otro golpe, has lo que quieras y como quieras —Kieran bajó la cabeza y lamió la punta goteante—. ¿Cuáles son las cosas que te gustan Zack?
—Me gustará lo que me hagas.
Kieran siguió tanteando terreno, chupó la punta haciéndolo gemir, Zack hizo un esfuerzo sobrehumano para no agarrarlo del pelo que le traía loco y ordenarle lo que quería.
Kieran engulló la mitad y siguió con su trabajo, Zack casi estaba perdido en el placer, si bien era torpe con su habilidad iba cogiéndole el ritmo bastante rápido. Zack se acotejó para poder verle, le acarició la mejilla y Kieran lo miró, sus ojos aguamarina eran una combinación de excitación y deseo, era lo mejor que había visto en su vida.
Kieran arremolinó su lengua y le acarició las bolas, sus ojos se llenaron de lágrimas al tomarlo más profundo, Zack se perdió con la vista y lo agarró del pelo sin poder soportarlo más tiempo.
Kieran colocó las manos en su cintura y dejó que lo guiara, Zack lo llevó hasta el final propiciando que algunas lágrimas se deslizaran por sus mejillas.
Era un jodido pervertido pero la vista era increíble.
Zack no se alejó a pesar de que parecía estar pasando un mal rato, aferró las uñas en su piel y gimió, Zack cerró los ojos y suspiró sintiendo la vibración en su polla.
—Eres increíble —replicó.
Kieran se alejó y lamió sus labios maltratados, tomó el lubricante de la mesita y embadurnó sus manos.
—Dime, ¿lo quieres? —Zack negó, Kieran masajeó su polla con la mano izquierda y la otra se deslizó más abajo poniéndolo nervioso—. Te prometo que será lo mejor que sentirás en tu vida —murmuró rozando el anillo de músculos con un dedo, Zack gimió.
—Kieran…
—No dolerá, lo prometo —dijo dejándole un beso en la mejilla, Zack se relajó, cerró los ojos y luego de un suspiro accedió.
—Está bien —Kieran le sonrió y lo besó como agradecimiento de su confianza, Zack realmente esperaba no equivocarse con esta decisión.
Kieran deslizó un dedo suavemente mientras devoraba su boca, Zack le mordió el labio inferior y se contrajo.
—¿Duele? —preguntó Kieran un poco alarmado, Zack negó con la cabeza, sus mejillas completamente rojas.
Kieran restregó la yema de su dedo en su interior haciéndole gemir vergonzosamente.
—Espera, detente, esto no me gusta —Kieran se separó y dejó de tocarlo, arqueó las cejas y resopló con una risita irónica.
—Eres un mentiroso terrible, sólo estas avergonzado, pero por mí todo bien, no debí sugerirlo en primer lugar, me disculpo por eso, yo fui el culpable de esta situación —dijo levantándose de la cama y caminando a la puerta.
—Kieran… —murmuró cuando llegó a la puerta, Kieran se giró para verle y dijo una última frase antes de irse a su habitación.
—No volveré a molestarte sobre esto, ahora iré a dormir.
Lo peor de la situación es que estaba en su habitación oscura, alumbrado sólo por la tenue luz de la lámpara, desnudo, completamente excitado y sin nada de atención, sin embargo, él mismo se lo había buscado por ser un mentiroso de mierda.
Resulta que Kieran tenía toda la razón.
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