Kieran gruñó con la intromisión de Mary en su cuarto, aún tenía sueño, pero contrariamente a ello se sentía bastante bien, suspiró y se sentó en la cama, mordió su labio inferior justo a tiempo para ahogar un quejido, sentarse tan bruscamente no fue una buena idea teniendo en cuenta lo de anoche.

—¿Qué pasa contigo? —preguntó Mary mirándolo con curiosidad.

—Dios, mío, ¿qué pasa con ustedes que se empeñan en despertarnos?

—No nos gusta desayunar solas.

—Bien, ya bajo, iré a darme un baño —refunfuñó caminando hacia allí, hasta la simple tarea de caminar dolía horrores.

Kieran abrió la llave y se metió bajo el agua caliente, casi gime del gusto a pesar de que se había dado una ducha a penas se retiró de la otra habitación, comenzó a restregarse dándose cuenta de los moretones en las caderas y chupetones por doquier, tomó la toalla una vez enjuagado y se miró en el espejo, por suerte no había ninguna marca en su cuello.

Kieran se colocó un pantalón corto y cogió la primera camisa que encontró.

—Ya estoy aquí, par de caprichosas —gruñó entrando a la cocina, Zack resopló desde su posición en la isla, parecía estar cortando fresas, lo que debía ser un milagro de Leslie porque Kieran nunca había conseguido que cogiera otra cosa en su mano que no fuese un cubierto.

—Ya era hora, bella durmiente —Kieran se le acercó por la espalda hasta que notó su rigidez, tomó un trozo de fruta y gimió cuando lo metió en su boca.

—Fue una noche ocupada —Zack abrió los ojos a más no poder.

—¿En serio? ¿Qué tanto hacías? —preguntó Leslie con interés.

—Oh, terminaba trabajo pendiente.

—¿Y cómo te fue con eso?

—Bastante bien —Zack torció los ojos, pero dejó una sonrisa en sus labios—. ¿Dónde está el perro?

—Spot está correteando fuera —Kieran levantó una ceja.

—¿Spot? Muy original, Zack.

Zack sonrió.

—Ya que eres el único que no está haciendo nada ve a traerlo, asegúrate de limpiar sus patas antes.

—Bien, sólo terminen de una vez, tengo hambre.

Kieran tomó un paño y chifló para que Spot le hiciera caso, el perro se paró en seco y miró hacia él, luego comenzó a correr en su dirección.

—Quieto ahí, muchacho —Spot se detuvo y se sentó en el primer escalón, Kieran comenzó a limpiar sus patas—. Acabo de enterarme de que tienes nombre, ¿en serio te gusta Spot? —el perro ladró—. ¿De verdad? Hay nombres mejores, compañero —Spot le lamió la mejilla—. ¡Ugh! No hagas eso, ya entendí, te gusta ese.

Kieran entró con Spot pisándole los talones, pero en cuanto vio a Zack corrió hacia allí y colocó las patas delanteras en su pierna, Zack se rió y le dio un trozo de pan. Zack parecía ser el favorito a pesar de que él lo había traído, bueno… Kieran lo entendía un poco.

Luego del desayuno Kieran se sentó en el sofá y cogió su teléfono, Leslie le dio un golpe en la frente.

—¿Qué haces?

—Molestarte —dijo, Kieran torció los ojos.

—Busca a Zack y moléstalo a él —Leslie se colocó las manos a nivel de las caderas y se arqueó un poco hacia él.

—Kieran, ustedes parecen un poco menos tensos.

—¿Qué dices?

—¿Pasó algo entre ustedes anoche? —Kieran se carcajeó.

—Que imaginación tan hiperactiva, no, y deja de meterte en nuestras cosas. 

—Son el uno para el otro, es bastante increíble.

Kieran se carcajeó viéndola irse a su cuarto con frustración, diez minutos después Zack entró y mucho más atrás caminaba Spot muy orgulloso.

Zack se tiró en el asiento frente a él y el perro se hizo un ovillo frente a sus pies, Kieran lo miró con una ceja arqueada.

—¿Qué hiciste para conseguir eso?

—Por lo general le gusto a todos —dijo con una sonrisa, Kieran habló con apatía.

—No veo la razón.

—Venga ya, al menos tengo una mejor actitud que una persona que conozco.

—¿En serio lo crees, con ese mal humor que te cargas?

—Cállate —gruñó.

—Zack… —se vio interrumpido por su teléfono, dejó de ver a Zack y lo tomó—. ¿Diga?

—Gracias a Dios pude comunicarme con usted, estaba llamando al señor Mallot, pero no respondía —Kieran arqueó una ceja.

—Hey, cálmate y dime por qué llamas.

—Sé que es vuestro día libre y lo teníamos todo en orden, pero uno de los encargos falló y no sabemos qué hacer, ya le explicamos a Cosmetics que no podríamos proveer los artículos porque falló nuestro contratista, pero ellos insisten en que rompimos el contrato y quieren una indemnización.

—Iré para allá —dijo poniéndose de pie, Zack también lo hizo.

—¿Qué pasa?

—Cosmetics está enojada porque falló un encargo —Zack suspiró como si hubiese esperado toda la mañana por algo así.

—Yo me haré cargo de eso.

—Ya iré yo.

—No, déjame ir a mí —dijo empezando a subir los escalones, Kieran lo detuvo jalando su camisa.

—Zack, ¿qué está pasando? —Zack se giró y lo miró desde el tercer escalón.

—Necesito salir y utilizar mi cabeza en algo que no sea lo de anoche, esta es la excusa perfecta.

Kieran no pudo evitar ruborizarse, él también pensaba constantemente en eso, quizás lo mejor era poner un poco de distancia entre ellos por el día de hoy.

……

Zack regresó a casa luego de un día ocupado, finalmente Cosmetics había cedido y aceptado otro trato, mañana sin falta se le enviarían todos los productos más una compensación, tampoco es que hiciera mucho daño. Cosmetics era una de las empresas pequeñas a las que suministraban, por lo general Mallot & Tolkien no se encargaba de suministrar productos de maquillaje, pero se hizo una excepción para ellos, por eso tendían a tener problemas, su padre no había querido decirle nunca el por qué Cosmetics estaba incluida en la empresa.

—Zack, estábamos esperándote para comer —dijo Leslie recibiéndolo con una sonrisa.

—Vayan comiendo, tengo que bañarme —Leslie miró a su mano donde llevaba dos bolsas de mediano tamaño.

—¿Qué es eso?

—Oh —Zack la levantó para ella—. Son para ti y Mary.

—¿Qué es?

—Bueno, ya que estuve en Cosmetics aproveché el momento y traje algunas cosas para ustedes, la empleada se encargó de ello, espero que les gusten, sino vamos y cambiamos lo que quieran —Leslie le besó la mejilla.

—Gracias, si no fueses gay ya serías mi esposo.

—No soy gay —gruñó entrecerrando los ojos, Leslie hizo un ruido de arrepentimiento, pero lo dijo con toda la intención del mundo.

—¡Ups! Báñate y vuelve rápidamente, te esperaremos.

—¿Y Kieran?

Leslie miró a la cocina y habló sin dirigirle la mirada.

—Recibió una llamada y se fue, no nos dijo nada sobre eso, parecía apurado.

Zack negó, Kieran nunca cambiaría, ¿y por qué lo haría? Lo de anoche no fue más que un simple revolcón, tampoco quería decir nada entre ellos.

De hecho, era estúpido simplemente pensarlo.

— Comprendo, me bañaré rápido.

Zack lavó los platos luego de comer, según le informaron Kieran fue quien cocinó, lo que fue gracias a Leslie algo comestible, terminó y se sentó frente al televisor, puso un programa más o menos interesante y se entretuvo, si iba a dormirse ahora se quedaría demasiado tiempo pensando en Kieran y ya el infeliz abarcaba demasiado de su tiempo.

Zack se quedó dormido en el sofá y despertó con el ruido de las botas de Kieran.

—¿Qué horas son estas de llegar? Joder, me duele la espalda.

—¿Estabas esperándome? —preguntó Kieran con media sonrisa, Zack enrojeció.

—De ninguna manera, me quedé dormido.

—Bien —dijo dispuesto a subir las escaleras, Zack se puso de pie.

—¿Dónde estabas? No puedo creer que sólo un día después de acostarte conmigo ya estuvieses desesperado por estar entre las piernas de alguien.

Kieran lo fulminó con la mirada.

—Lo que yo no puedo creer es que estés acusándome sin tener pruebas de nada, no es que tampoco te interese donde estaba, simplemente quieres discutir conmigo —lo que había empezado como un gruñido terminó entre lágrimas, Zack estaba en shock sin saber el motivo.

¿Se había equivocado?

—¿Qué sucede contigo? —preguntó intentando tocarlo, Kieran evitó el toque dándole un manotazo.

—Eres un idiota, ¿No podías preguntarme como una persona normal? También acordamos no hablar sobre lo que sucedió ayer —Kieran no dejaba de llorar, varias lágrimas se desplazaron por sus mejilla para ser limpiadas con su puño, sin embargo, estas eran remplazadas enseguida.

Zack se acercó y lo abrazó, Kieran estaba temblando y cedió al abrazo sin poner ningún tipo de resistencia.

—¿Qué sucedió?

—Carl tuvo un accidente de tráfico, murió hace unas horas —Zack lo abrazó más fuerte, Kieran no solía hablar mucho sobre su vida, pero sí sabía sobre Carl, se habían conocido en la universidad y desde ahí fueron mejores amigos.

—¿El responsable?

—También está muerto —Zack acarició su espalda para hacerlo sentir mejor, Kieran probablemente estuvo aguantándose para consolar a la viuda y sus tres hijos.

—¿Qué pasa con Maggie?

—Me comprometí a ayudarla en lo que fuese, Carl les dejó dinero, pero eso no la hará sentir mejor —Zack suspiró, de verdad había metido la pata gracias a sus celos sin fundamento.

—Lo siento, soy un imbécil, ¿por qué no me llamaste si me necesitabas?

—Te necesito ahora —murmuró, Zack lo miró con incredulidad, Kieran lo miró como un cachorro asustado—. ¿Puedes… abrazarme hasta mañana?

—Ve a darte un baño, estaré ahí en un momento.

Zack apagó el televisor, la luz y fue a la habitación, Kieran aún seguía en la ducha, así que lo esperó sentado en la cama.

Kieran salió con una toalla en la cintura y el pelo goteando, Zack buscó otra toalla y lo sentó para poder secarle el cabello, Kieran se mordió el labio.

—Llora si es lo que necesitas —Kieran lo ignoró, se puso un pantalón de pijama y se metió a la cama, aún estaba temblando.

Zack apagó la luz y se metió bajo la sábana, no sabía que hacer, ¿de verdad quería que lo abrazara o era una forma de decirle que lo acompañara?

Escuchó los sollozos y finalmente se decidió. Zack se acercó a su espalda y colocó un brazo a su alrededor, el otro se dejó de almohada, Kieran entrelazó sus dedos con los suyos toda la noche.

……

Zack despertó con la exclamación de alguien, Leslie los miraba con espanto, Mary estaba roja como un tomate, intentó moverse, pero fue algo inútil, sus dedos seguían entrelazados con los de Kieran.

—¿Ustedes ya están durmiendo juntos? —preguntó Leslie un poco impactada, Zack torció los ojos.

—No es lo que están pensando.

Mary miró a Kieran con atención.

—¿Estuvo llorando?

—Contrataré a un cerrajero para ponerle seguro a todas las habitaciones de esta casa —dijo Kieran abriendo los ojos, ambas mujeres sonrieron.

—No seas aguafiestas, así no nos enteraríamos de lo bien que progresa vuestra relación.

—No pasó nada, sólo dormimos —replicó Kieran y justo se dio cuenta de que seguían tomados de la mano, el sonrojo no pudo hacerlo más hermoso—. Gracias —Zack asintió y se puso de pie llevándose con él a las dos infiltradas.

—¿Qué pasó?

—Anoche murió un amigo.

—Oh, lo siento.

—Yo no lo conocía, pero era alguien importante para Kieran —Mary suspiró.

—Entonces deberíamos hacerle un desayuno que le suba el ánimo, ¿irán a trabajar?

—No, llamé y dije que no iríamos por una emergencia —Kieran bajó y se apoyó en el marco de la entrada de la cocina.

—Chicas… hum … ¿Zack les contó sobre anoche?

—Sí, lo sentimos.

—Gracias, él tenía esposa e hijos y quería saber si pueden reunirse con Maggie para que no pase sola por esto, necesita un poco de apoyo y… —Kieran se calló cuando las dos lo abrazaron.

—Lo haremos, ahora ven aquí tú también —murmuró Leslie mirando hacia él, Kieran se sonrojó y él no creía que estuviese mejor.

Zack caminó hacia allí y se incluyó en el abrazo, Kieran gimió sobre su hombro y él le acarició la nuca.

—Está bien Kieran, todo estará bien.

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