10💍
Zack gruñó a aquello que pretendía quitarle las mantas, hacía frío y no había logrado dormir demasiado. Leslie logró quitarle su cobijo y él la fulminó con la mirada, ella sonrió como si no hubiese hecho nada.
—Hablemos ¿quieres?
—La verdad es que quiero dormir —refunfuñó, Leslie se acostó a su lado.
—¿En serio? Por tus ojeras creo que no dormiste nada.
—No quiero hablar.
—Kieran fue un poco bruto anoche, ¿de verdad estás bien? —Zack gruñó tirando una almohada a la puerta.
—Ese imbécil siempre es un bruto y estoy bien, no me afectan ninguna de las tonterías que habla.
Leslie resopló.
—Eres un mentiroso, vi tu cara anoche y no era de indiferencia.
—Dejemos el tema.
—Imaginaba que ustedes no eran un matrimonio real, pero no pensé que tuvieran una relación tan mala.
—¿Lo sabías? No mientas.
Leslie se colocó las manos bajo la cabeza y habló mirando el techo.
—Llamémoslo intuición femenina, ustedes se ven como una pareja, debo admitirlo, pero no se comportan como una en vuestra propia casa. ¿Sabías que en los cuatro días que llevamos viviendo con ustedes a penas se han dado un roce? Es bastante evidente, hasta evitan los toques accidentales —Zack puso los ojos en blanco.
—Debiste decir algo antes, me hubiese evitado dormir con Kieran todos estos días.
—¿Planeaban decirnos? —murmuró Leslie mirándole de reojo.
—Sí, en unos días más, evidentemente no soportamos estar cerca el uno del otro por mucho tiempo, creo que llegamos a nuestro límite.
—¿Qué pasó anoche, Zack?
—Kieran estaba coqueteando y yo lo enfrenté.
—¿Por qué?
—Porque hay reglas, no puede hacer algo así con tantos testigos alrededor.
—Zack, ¿no has pensado que lo de anoche puede influir en vuestro futuro?
—De ninguna manera, estamos estancados en esta posición, no podremos salir de aquí en bastante tiempo —Leslie se carcajeó.
—Entonces tienen que tragarse el orgullo y disculparse.
—No me disculparé, no hice nada malo, él es el único que tiene que hacerlo —gruñó.
—Bueno, tienes razón. ¿Por qué no me ayudas a hacer el desayuno?
—No, soy un desastre en la cocina.
—Venga, eso te relajará un rato.
—Vale, espérame ahí —Leslie se fue luego de un manotazo, en serio era una bárbara.
Zack se dio un baño y caminó a las escaleras, la habitación de Kieran quedaba justo en frente. Zack suspiró y dio dos toques.
—Entra.
—Kieran, soy yo —Kieran ni siquiera lo miró.
—¿Qué quieres?
—Creo que debemos hablar.
—Ahora mismo debo salir, pero hablaremos después.
—Has lo que quieras.
Zack se enojó más de lo que estaba y bajó a la cocina, Kieran nunca dejaría de ser un capullo, peleaba con él y ahora iba a ligar ¿Qué no aprendía nada? Tampoco le importaba un carajo lo que hacía.
—Vendré en unas horas —avisó Kieran cerca de la cocina, Zack gruñó.
—No hay prisa, puedes perder el tiempo que quieras en tu ligue, después de todo no trabajas.
—¡Zack! —Leslie lo golpeó, pero ya estaba dicho, Kieran suspiró.
—Tomaré tu consejo.
—¿Qué rayos fue eso?
—¿Qué? ¿A qué crees que va? —Leslie negó.
—¿Y por qué te interesa eso ahora? Anoche tenías motivos, pero ahora…
—Sólo calla, no es de mi interés.
—Eres tan lindo —chilló pellizcándole las mejillas, Zack se alejó.
—Dios mío, eres tan loca.
—Estoy aquí ¿en qué puedo ayudar? —Mary apareció con una sonrisa, ¿Qué, estas mujeres siempre estaban de buen humor o eran las hormonas?
—Puedes… umm… tampoco hay mucho que hacer —murmuró Leslie buscando alguna tarea.
—¿Kieran ya se fue?
—Por supuesto que lo hizo —replicó, Mary tragó con nerviosismo.
—¿Pelearon otra vez?
—Más o menos, sólo ignóralo.
—Buena idea, no quiero desayunar, estaré en el patio.
Zack fue al patio, como realmente no sabía que hacer subió a la casa del árbol, el lugar no era pequeño, sí que habían exagerado todo teniendo en cuenta que serían sólo dos niños y por el camino que iban él y Kieran no estaba seguro de que conocerían este lugar.
Zack se sentó en el suelo y suspiró.
¿Qué estaba pasando con él?
¿Qué era toda esta confusión?
¿Por qué tenía que ser con alguien como Kieran?
Esto era cada vez más complicado y seguían en el mismo esquema de retroalimentación. Kieran era alguien a quien nunca había podido descifrar, sí, su máscara había caído después de unos meses de casados, pero ni aun así lograba acercarse al verdadero Kieran.
Zack tampoco cooperaba, así que no tenía derecho a quejarse, ambos eran unos cabezas huecas, quizás si hubiese aceptado la amistad de Kieran cuando tantas veces se la propuso podrían haber evitado todo esto.
Quizás no. ¿Quién sabe?
Zack frunció el ceño y sacó el teléfono de su bolsillo, el nombre de Kieran aparecía en grande. Zack rechazó la llamada, pero no tuvo más opción que contestar a la tercera.
—¿Qué?
—¿Podrías bajar de ahí?
—¿Qué, cómo sabes…?
—Estoy justo debajo —Zack frunció el ceño.
—¿No te ibas por unas horas?
—Lo resolví más rápido de lo que esperaba, ahora baja.
Zack colgó y bajó, Kieran sí que estaba frente a él lo que lo dejó muy desconcertado.
—¿Qué está pasando?
—Anoche fui un capullo, tengo que admitirlo, la verdad es que estaba asustado, por lo que tenemos que hablar mucho más sobre lo que ha pasado o terminaré volviéndome loco.
—Empieza por anoche —Kieran suspiró.
—Me asustó encontrarte atractivo y quise sacar el pensamiento de mi cabeza —Zack mordió su labio inferior.
—¿Estás escuchando lo que dices?
—¿Qué? No me digas que soy el único, porque sabes que no es cierto, al parecer resultamos ser bi-curiosos y todo —Zack sonrió.
—Dios mío, eres un idiota.
—Entonces, para que me perdonaras por lo de anoche traje un pequeño soborno.
—¿Qué quiere decir eso? —Kieran silbó y enseguida salió de la casa un perro blanco manchado, era un cachorro de más o menos cinco meses—. ¿Es en serio?
—Sí, ¿no querías un perro?
—También siento lo de anoche, creo que me sobrepasé un poco.
—¿Esto quiere decir que me perdonas? —preguntó Kieran, Zack se arrodilló y el cachorro de dálmata fue corriendo hacia él.
—¿Quién no lo haría si le traes esta ternurita? —murmuró mientras lo rascaba detrás de la oreja, Zack no podía creerlo, pero la sonrisa de Kieran parecía de alivio.
……
Esto iba bien, Leslie y Mary ya estaban acostadas, Kieran restregó sus manos nerviosamente, se suponía que hoy hablarían sobre lo que pasaba con ellos y resolverían el problema de una vez.
Zack le hizo una señal para que subiera, Kieran se puso aún más nervioso una vez cruzó la puerta.
—¿De verdad quieres hablar sobre esto? —preguntó Zack mirándolo de reojo mientras se sentaba en la cama, Kieran se apoyó en el armario y lo miró.
—No quiero, simplemente no tengo más opciones.
—Hablé con una psicóloga sobre esto.
—¿Y cuál fue la conclusión?
—Ella desvariaba bastante, según su teoría me gustas, pero no creo que sea algo como eso, estoy un noventa y cinco por ciento seguro de que es atracción provocada por una confusión, es imposible que me gustes, sin ofender.
—Opino lo mismo sobre ti —replicó, Kieran no preguntaría sobre el cinco por ciento del que no estaba seguro.
—¿Y qué haremos?
—Creo que deberíamos quitarnos esta picazón —Zack se puso de pie y fue a la mesa con bebidas.
—Necesito un trago.
—Nada de alcohol, Zack —Zack suspiró y dejó la botella en su lugar.
—Nuestra relación cambiará muchísimo una vez lo hagamos.
—No influirá, hasta ahora no lo hizo.
—Sí, porque nos hacíamos los desentendidos —gruñó.
—Lo que quiere decir que lo recordamos todo —Kieran caminó hacia él y se arqueó un poco acercando sus labios—. ¿Qué pasa, Zack, esto te da miedo?
Zack miró hacia su boca y luego lo fulminó con la mirada, sin embargo, se veía muy interesado en el ofrecimiento.
—No me provoques, ya sabes lo bien que nos fue la última vez.
—Haremos todo lo que normalmente no haríamos y una vez salgamos de esta habitación lo dejaremos atrás —dijo dando un paso atrás.
—¿Estás seguro de lo que dices?
—Ven y compruébalo.
Zack lo agarró del pelo y juntó sus bocas en un beso hambriento, Kieran fue retrocediendo a medida que Zack avanzaba, hasta que la parte posterior de sus rodillas chocó con la cama.
—Ya no puedes arrepentirte de esto —gruñó Zack deshaciéndose del amarre de su pelo y luego lo terminó empujando.
Kieran rebotó ligeramente sobre el colchón y terminó de subir, Zack se quitó la camisa y lo miró con interés, sinceramente estaba sorprendido de que la brusquedad y el aspecto de este hombre no mermaran su excitación, simplemente lo hacía todo un poco más excitante.
Zack gateó hasta llegar a él y volvió a deslizar la lengua en su boca sin tapujo alguno mientras le desabrochaba los botones de la camisa. Kieran gimió cuando Zack deslizó las manos desde su abdomen a sus pezones.
—Eres tan condenadamente sensible —gruñó Zack llevándose uno de ellos a la boca, Kieran ahogó el extraño gemido cubriéndose la boca, esta situación era más comprometedora de lo que pensaba originalmente—. No vuelvas a cubrirte la boca o terminaremos aquí mismo.
—¿Acaso necesitas escuchar que tan bien lo haces? —gruñó Kieran mirándolo de mala manera, Zack pellizco un pezón haciéndolo gemir.
—Sí, necesito escuchar si lo disfrutas o no.
Kieran enrojeció, pero Zack no se detuvo mucho en ello. Su abdomen fue repasado por la boca de Zack con ligeras mordidas y chupetones hasta llegar a su ombligo, jadeó encontrándose con la mirada encendida de Zack quien no esperó demasiado para sacarle el pantalón junto al bóxer.
Kieran sólo se quedó con su camisa a nivel de los hombros, una que tampoco aguantaría mucho.
Zack acarició su erección con lentitud haciéndolo gimotear por atención.
—¿Cómo haremos esto?
—¿Ahora vas a preguntarme eso?
—¿Dejarás que te folle, Kieran?
—Sí, hazlo —aparentemente Kieran fue recompensado porque al instante de decirlo Zack lamió la punta de su pene y luego chupó, sin olvidar lo que había aprendido la última vez.
Kieran lo agarró del despeinado pelo rubio y lo instó a ir más profundo, Zack lo miró con altanería hasta en esta situación y llevó a cabo su pedido, se veía realmente erótico con las mejillas ahuecadas y sonrojadas tomando todo lo que podía.
—Espera, detente, harás que me corra.
—Lo consideraré un halago.
—Quítate todo eso y vuelve aquí con rapidez.
Zack sonrió y se puso de pie, su pantalón quedó descartado, la ropa interior estaba tensa debido a su excitación, Kieran terminó de quitarse la camisa y mordió su labio inferior un poco preocupado.
Esto probablemente era una muy mala idea.
Zack caminó hacia su gaveta, sacó un envase de lubricante y condones, luego se quitó el bóxer y regresó con él a la cama, Kieran se estremeció mirándolo de arriba abajo.
—¿Estás arrepintiéndote tan pronto? —preguntó Zack acariciándole los muslos, un claro movimiento para que le dejara entrar, Zack abrió los muslos lentamente facilitando el proceso.
—Sigue adelante.
—Si no quieres esto está bien, puedes decirme —murmuró embadurnándose los dedos con el lubricante.
—No soy una jodida niña, ven aquí y fóllame.
—Oh, ya eres tú de nuevo —replicó con una risita irónica, Kieran se contrajo cuando puso la punta de uno de sus dedos—. Lo siento, ¿demasiado brusco?
—Vamos, deja de demorarte tanto y hacerme preguntas —Zack torció los ojos, pero movió su dedo arriba y abajo metiéndolo cada vez más profundo, Kieran dejó salir un quejido muy extraño—. Oh, Dios ¿Qué carajo fue eso?
—¿El qué? ¿Esto? —preguntó tocando otra vez, Kieran tembló y lo atrajo para besarlo—. ¿Es tan bueno?
—Eres un jodido hablador de mierda —gruñó Kieran un poco de malhumor, Zack aprovechó el momento para poner otro dedo.
Otro gruñido, pero esta vez de placer, Zack ya se veía un poco ansioso y sinceramente Kieran no aguantaba más la dichosa preparación.
—Fóllame
—Creo que todavía…
—Hazlo ya.
Kieran no tuvo que repetirlo, Zack se colocó el preservativo y alineó su polla, Zack pretendía que las cosas fueran un poco lentas, Kieran no quería esto, así que utilizó las piernas para empujarlo hacia delante.
—Oh, joder —gruñó, Zack intentó salir, pero él lo mantuvo en su lugar —. Si te atreves a salirte voy a golpearte.
—Deja de darme órdenes por una vez en tu vida.
—Has las cosas bien —Zack salió y volvió a meterse, Kieran gimió viendo estrellas.
—¿Así o mejor?
—Cabronazo —eso pretendía ser una ofensa, pero se vio bastante aplacado por el gimoteo.
Zack colocó una mano en su cadera y apoyó la otra a la cama para poder besarlo otra vez, Kieran estaba prácticamente perdido en el placer mientras rozaba ese punto sensible en su interior, el roce de su pen entre ellos y la boca de Zack. Kieran metió los dedos entre su cabello y profundizó más el beso terminándolo con una mordida, Zack gimió roncamente y eso lo envió directo al cielo.
Kieran se corrió manchándolos y el estímulo también hizo que Zack terminara corriéndose.
—Esto fue jodidamente rápido ¿quieres dejarlo aquí o quieres seguir?
Kieran ni siquiera tenía que responder a eso.
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