Narra Serena.

Darien se mantuvo serio sin presionarme pero se que necesitaba una respuesta, mi comportamiento lo ameritaba pero como empezar como decirle que fue la única solución que encontré.

-diras algo, me preguntarás algo- cuestione con inseguridad

-no Serena tu tienes la decisión de hacerlo o no solo ten en cuenta que el momento que menos lo esperes puedo irme así como tú y no dejar ni una evidencia de dónde estoy-

-lo harás-

-solo intento que seas honesta, pero si no lo quieres un día me iré y solo recibirás la anulación de nuestro matrimonio-

-no lo hagas por favor-

-es tu decisión- se marchó a la habitación, me senté en el sofá, no sabía cómo debía actuar mi mente estaba confundida. En estado de shock.

Me puse el abrigo y salí por la parte de atrás, en este lugar había mucha vegetación y una tranquilidad inmensa. La noche era iluminada por la luna, las estrellas se podían apreciar en ese oscuro cielo. Comencé a cortar pedacitos de pasto, para romperlo en pedacitos pequeños intentando pensar.

-Darien de verdad te amo, pero era necesario yo no quería arriesgar a nuestra familia- reflexionaba mis palabras -no ese no funcionará- que decirle a Darien resultaba complicado
-le diré Darien te amo nunca dejé de hacerlo pero no dejaría que lastimaran a mi hija - ese solo lo iba a herir

Pensé miles de explicaciones que sonaran razonables para que Darien no se enojara conmigo o no insistiera en el divorcio.

-DARIEEN es que no entiendes te amo como nunca lo imaginé, me enamoré de ti igual que una quinceañera osea yo la que tanto prometió no hacerlo, si Serena la que se negaba a amar por ser destrozada por un hombre. Si yo misma dije que eras todo pero no para mí y ahora lo eres todo y sin tí nada es igual. Me costaron mucho estos meses mi mente, mis labios, mis manos, mi cuerpo, mi alma y mi ser te extrañaron estos 18 meses y no hay nada más que desee que estar entre tus brazos decirte que te he extrañado mucho, pedirte que me hagas el amor hasta grabar tus caricias de nuevo en mi piel. Desearía explicarte que los primeros meses fueron difíciles que mi embarazo fue lo más lindo de todo, que me hubiera gustado compartir contigo el desarrollo de nuestra hija- las palabras la voz se me estaba quebrando pensar el voz alta me estaba lastimando -quiero que regresemos el tiempo y puedas disfrutar de mí de tu hija, de la tranquilidad de este lugar, Darien yo te amo y no te quiero lejos de mi por una vida completa, es más te quiero conmigo y dentro de mi vida el tiempo que me resté en este mundo-

Todo lo pensado era lo que quería decirle -eso suena mejor, si eso te diré Darien-

-vaya hasta a mí me pusiste sentimental- me gire un poco y me dí cuenta que cerca de mí a unos pasos estaba él parado con una serenidad que me era envidiable

-¿cuánto tiempo llevas ahí?- cuestioné molesta pero apenada no estaba segura de que lo que dije fuera correcto.

-el suficiente para no insistir y menos presionarte ven aquí-

Me levanté y de manera lenta me acerque a él. Sus brazos me recibieron  dichosos, lloré en su pecho él solo pasaba sus palmas por mi espalda haciendo leves masajes. También dió suaves besos en mi cabello y mi frente. El tiempo podía detenerse en este momento estando en sus brazos simplemente el tiempo a mi alrededor desaparecía no había más para mí que el y yo está noche.

-te amo Darien- él se separó un poco pero sin soltarme

-sabes perfectamente que te amo aún más- sonreí, suavemente me acerque a sus labios intentando provocarlo del todo quería que el me besara que comenzará con esto ya.

-¿Qué pretendes bonita?-

-no vas a besarme- dije ya muy cerca de sus labios casi rosandolos

-espero a qué lo hagas tú- respondió a mi juego de seducción

-si lo hago yo no voy a parar Darien te he extrañado mucho que no voy a detenerme- dije ya tocando sus labios y teniendo mis brazos detrás de su cuello

-hazlo que no quiero detenerme ni detenerte- besé sus labios de forma lenta separando los y uniendo mis labios en ese espacio que forme. Nuestros labios se unieron como dos piezas de rompecabezas que se ensamblan a la perfección.

Mis manos se adentraron en su cabello y lo presione más a mí, el beso se intensificó mis manos apretaron mechones de cabello y él me sujetaba un poco más abajo de la cintura. El beso se estaba llendo de pasión y amor

Nos separamos un poco y aún abrazos a pasos torpes comenzamos a caminar para entrar en la casa.

- te extrañé tanto pequeña- Darien se apoderó de mis labios pero está vez fue un beso feroz ya no dulce me robó el alimento y aceleró mi respiración al igual que los latidos de mi corazón.

El aire en nuestros pulmones fallaba más rápido con esa rudeza. Llegamos cerca de la sala pero Darien siguió empujándome hasta que sentí mi cuerpo chocar con algo, gire un poco y estaba justo en la esquina de la mesa.

Lo mire confundida pensé que sería una noche de amor pero parece que me equivoqué. Esto no parece una reconciliación, tampoco diría nada no quería arruinar el momento.

Sus besos y sus caricias me hacían temblar. Comenzó a desvestirme de forma rápida, no recordaba que el fuera así siempre fue muy dulce y tierno conmigo. Con su cuerpo con empujó hasta que el material frío de la mesa recibió a mi espalda, la piel se me erizo no sé si por el momento o por el frío pero un remolino de sensaciones nuevas se estaba formando en mi estómago.

De forma rápida estaba totalmente desnuda para él, sus manos acariciaron mis piernas hasta perderse en la profundidad de mi sexo.

Sus dedos jugueteron en mi interior, desde el clítoris hasta adentrarlos en mí realizando movimientos circulares. De pronto sus dedos comienzan a embestir, de forma suave a modo que comienza a ser placentero cuando estoy acostumbrandome al ritmo Darien lo hace más rápido para después separar mis piernas y undir su rostro entre ellas.

Su lengua invadía partes muy sencibles y húmedas, está sensación fue nueva para mí, hormigueos y piquetitos se sentían por todo mi cuerpo provocando que me retorciera, Darien ponía más empeño en masajear y masturbar mi sexo.

Me perdí en todo ese placer, pero de pronto todo mi cuerpo se tensó quise hablar decirle a Darien que para. Necesitaba que dejara de hacerlo pero  así como mi cuerpo se tensó se libero, y todos mis músculos se relajaron, sentí como mí cuerpo se transformó en miles de burbujitas que se explotaron lentamente.

-nena tu sabor es delicioso- mi mente daba vueltas, me sentía como mareada, aturdida eran sensaciones nuevas.

Antes de poder reponerme me cargo en sus brazos y sus manos en mi piel desnuda me dejaron nuevamente lista y deseosa para él.

Lo había logrado tenía de nuevo a mi amado esposo conmigo y este reencuentro se sellaba con un juego de seducción que terminó el la más bella noche de amor.

Después de esa arrebatada conducta las caricias de Darien fueron más dulces y cuidadosas. Hasta llevaba paciencia esa acción me estaba torturando quería sentirlo dentro de mí y el parecía tener todo el tiempo de mundo

-Darien- llamé su atención y detuvo sus besos en mi abdomen

-que pasa bonita- tomé su rostro entre mis manos lo mire a los ojos y le dije -por favor ya no me tortures más que deseó volver a sentirte dentro de mí -

-tanto me deseas tanto me has extrañado-

-no he encontrado nada aún que me deje satisfecha como tú, ¿Me penetraras ya?- pregunté con un toque de puchero.

Obtuve lo que quería lentamente se undio en mí

-pricesa te has tocado ¿Has pensado en mí así?-

-cada día al despertar me tocaba imaginando que eran tus manos-

-eso lo arreglaremos fácil pero te gane en este juego de seducción.

No me importaba perder una o mil veces contal de tenerlo dentro de mí y escucharlo decirme que me ama lo eres todo para mí.

Espero les guste no olviden dejar su comentario
La verdad de todo será en el siguiente capítulo, solo un poquito de paciencia por favor