Sin más los invitados fueron a sus respectivos lugares, junto a Tsubasa en el altar se encontraba un orgulloso padre vestido con su ropa de capitán, a su lado Natsuko, la madre del chico, llevaba puesto un vestido rosa claro sencillo pero elegante que lucia fantástico con una gargantilla y su pulsera, en la segunda banca se encontraban sus amigos de la infancia, detrás de estos los jugadores del los blancos, los de la segunda y primera división del Cataluña, además claro, de los directivos. En el lado de la "novia" se encontraban puros franceses, aunque lo raro es que de este lado no había muchas personas.

Entonces una suave música anuncio que la boda iba empezar, entrando con un traje negro acompañado de una flor de azar Pinto tiraba flores feliz, seguido de él venían Genzo con una despampanante pelinegra, que vestía un vestido asimétrico azul claro, su cabello lo traía recogido en una cola de lado, como tocado llevaba una flor de azar, Tsubasa le sonrío a Azumi, que era la pelinegra compañera del guardameta.

Detrás de ellos Jun traía galantemente tomada del brazo a Sanae, los padrinos fueron a sus respectivos lugares, los nervios de Tsubasa estaban cada vez peor, por que literalmente se moría por ver a su chico entrar; en eso la marcha nupcial empezó a sonar, el capitán Ozora coloco su mano en el hombro de su hijo para tranquilizarlo, cosa que el joven agradeció con una sonrisa.

Del pasillo principal una joven "novia", "ella" traía puesto un vestido se le ceñía perfecto al cuerpo, el corte del vestido era asimétrico, del lado derecho tenia un sensual corte que permitía ver el ligero, "asiéndola" ver sensual; varios de los invitados tragaron saliva al ver esa parte. El segmento del pecho, tenía un escote donde lucia unos brillitos además de un collar de estrella, el vestido era sin mangas y con caída en los hombros, el busto apenas se le veía ya que el velo cubría toda la cara y parte del, la espalda del vestido estaba semi descubierta, en el cabello traía una flor de azar que realzaba su cabello castaño, lo que en conjunto hacían ver a la novia exquisita.

Por último en el pasillo venían los dos hijos de Ribaul, uno sostenía unas copas mientras que el otro traía los anillos.

Cuando la novia llegó con el futbolista del Cataluña este tomo una de sus manos y se la beso con ternura, el hombre que iba dirigir la ceremonia se afino la garganta antes de hablar –Estamos aquí para unir dos corazones que se aman y desean estar juntos, por lo que antes de comenzar existe alguien ¿Que conozca algún impedimento para realizar este acto?- todos se quedaron en silencio, Azumi miró atenta a Sanae por cualquier cosa, pasados unos segundos -Bien, prosigamos Tsubasa Ozora ¿Aceptas por pareja de vida a Taro Misaki...- no bien había dicho esas palabras el hombre, cuando la mitad de los invitados se desmayaron o cayeron estilo anime -¿Ocurre algo?

En ese momento entra Ichiro Misaki y se sienta junto a las damas de compañía, a decir verdad, el señor no estaba muy feliz de ver a su único hijo vestido como novia, pero ver la radiante sonrisa que se colaba através de su velo, hacía que todo valiera la pena.

-No preste atención- le informo Tsubasa, restándole importancia a que casi la mirad de sus invitados estuvieran en el piso –Prosiga- le ordeno sutilmente.

El hombre no muy convencido acepto –Tsubasa Ozora ¿Aceptas como tu esposo a Taro Misaki para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, en lo prospero y en lo adverso hasta que la muerte los separe?

-Acepto- dijo con convicción, tomo una de las manos de su chico –Y aun después de la muerte te seguiré amando- le susurro antes de besarle la mano.

El juez miro complacido esas palabras y acciones –Taro Misaki ¿Aceptas a Tsubasa Ozora como tu esposo para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, en lo prospero y en lo adverso hasta que la muerte los separe?

-Acepto- contesto feliz, miró a su ahora esposo –También te prometo amarte más allá de la muerte.

-Los anillos y las copas- pidió el juez.

Los pobres padrinos seguían en shock por lo que Azumi junto los pequeños de Rivaul entregaron los anillos así como las copas a los novios, el primero en tomarlos fue pelinegro- Yo Tsubasa Ozora te acepto como mi única pareja te juro que tu camino nunca estará oscuro, pues yo seré tu luz- tomo la copa- tu vida jamás estará vacía, pues yo seré el vino que te llenará –baja la copa y toma el anillo- Con este anillo- toma la mano de su chico y lo mira a los ojos –Te pido que seas mío- pidió antes de colocárselo.

-Yo Taro Misaki seré tu confidente, amante y luz, estaré a tú lado y nunca te dejaré solo- toma el anillo –Con este anillo- levanta la mano de su chico –Te pido que seas mío- pidió colocando la joya.

-Con este juramento los declaro esposos –Tsubasa se disponía a levantar el velo para besar a su chico –Espere un momento- lo detuvo el juez, el ha molestado bufo por lo bajo –Antes deben firmar estas actas- los chicos obedecieron –los padrinos- estos que apenas reaccionaron fueron jalados por la dama de honor, para que dejaran su firma –Con ustedes los nuevos señores Ozora, ahora sí.

Tsubasa no lo pensó dos veces y levanto el velo de su chico, solo para ver una radiante sonrisa que atrapo en un fugaz beso, mientras que los testigos de esa unión aplaudían felices, aunque unos más que otros, ya que los de la selección del Japón no estaban muy contentos que digamos, y no es porque ellos estén juntos, más bien porque sus amigos no tuvieron la confianza de decirles, aunque a pesar de eso compartían su alegría.

El capitán Japonés se afino la garganta –En nombre de mi esposo y mío les agrademos el esfuerzo que hicieron por venir a esta repentina boda- más de uno se río por eso –Y ahora como podrán constatar mi chico no está embarazado- dijo riendo, risa a la que se le unieron los invitados.

Hecho esto poco a poco fueron a felicitarlos, Taro se puso un poco nervioso al momento de abrazar a su suegra, pero la sonrisa feliz de la mujer lo relajo y más al escuchar decirle que Tsubasa no pudo a ver escogido mejor pareja que él, los besos y abrazos continuaron, hasta que solo faltaban los amigos de ambos, los chicos se reunieron junto a ellos haciendo un circulo.

-¿Chicos?- pregunto un poco nervioso Ozora.

-Espera- hablo Misugi –Solo queremos saber ¿Por qué no nos dijeron?

-Porque...- empezó el pelinegro.

-Era nuestro juego, lo mismo que la boda fue un juego para los dos, un juego que donde lo único que importaba era estar juntos y disfrutar el momento-Termino de decir Taro.

-Pero eso no te exonera Misaki, fuiste muy cruel conmigo- le reclamo Wakabayashi.

Taro no pudo ni quiso evitar la risa, risa que fue acompañada por su ahora marido –Tu tuviste la culpa, eso te enseñara a no interrumpir conversaciones.

El guardameta se sonrojo un poco –Lo que no me cabe en la cabeza, es como hiciste para sonar como chica.

En ese el jugador de Hamburgo escucho cerca de su oído –Hola encanto- sin saber por qué el chico sintió escalofríos en su espina dorsal, él chico volteo y vio a la pelinegra–Ahora sabes como lo hizo- le dijo sonriendo, para luego lanzarse a los brazos de su hermano –Luces divino- le dijo con una sonrisa cómplice, luego miro a su cuñado –A ti más te vale que cuides a mi hermanito.

-Lo hare- comento feliz.

Hecho eso los amigos de ambos los abrazaron y felicitaron, el ultimo fue Jun –Tengo una pregunta- los recién casados le dieron a entender que podía habla –¿Por qué tienes tres padrinos y Taro solo uno?- le pregunto a Tsubasa.

-De hecho tenemos los mismos- comento – Genzo y Sanae fueron los míos, mientras Azumi y tú fueron los de Taro – el caballero del campo lo iba interrumpir, pero el chico le hizo gestos para que lo dejara terminar –¿Recuerdas que te dije que fueras uno de mis padrinos en la boda?, nunca dije que fueras el mío, tú mismo lo supusiste.

-¿Tenían todo planeado cierto?- los recién casados sonrieron.

Después de eso los novios disfrutaron del banquete de su boda, bailaron unas cuantas canciones y en eso, era momento de escuchar el discurso del padrino de novio, Wakabayashi tomo su copa y dio golpecitos con una cuchara atrayendo la mirada de todos –Es para mí un honor ser quien de estas palabras con alusión a este nuevo matrimonio, he de confesar que tengo el privilegio de ser una de las primeras personas que los vio iniciar su camino como pareja, aunque en ese momento solo fue en el campo de futbol- el chico se detuvo como si hiciera memoria –Los vi crecer no solo como futbolista sino como seres humanos, sorprendente fue notar que en unos instantes se compaginaron tanto que fueron conocidos como la "combinación dorada", más impactante fue admirar que los años y la distancia no hicieron meya en esa unión, sino que la fortaleció, al grado que esa magia a salido del campo de juego y nos tiene reunidos hoy aquí- miro a los recién casados –Hoy no les deseo suerte para su futuro, porque no lo necesitan, ustedes son la pareja dorada, la combinación perfecta por lo que todo les saldrá bien. Solo me queda decir que me siento afortunado de compartir con ustedes nuevamente el inicio de su relación... esta vez como familia- Dicho esto Genzo levanto la copa a los recién casados y brindo por su felicidad.

Terminado el discurso del padrino, fue tiempo de arrogar el ligero, algo que realmente fascinó a Tsubasa, aunque tuvo que contenerse para no tocar más de lo necesario, siendo que no era el momento, la liga para suerte o desgracia le cayó en la cabeza al portero titular Japonés, quien se pudo a jugar con ella, ya que otra le quedaba.

Anunciaron para que las solteras se juntaran para el ramo, Taro lo lanza y entre los arrebatos de las mujeres este nuevamente voló y cayó en las manos de...

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Minutos antes Misugi disfrutaba de su rebanada de pastel, cuando escucho lo que el ramo, así que platicando con Matsuyama le comento –¿No crees que es estúpido como todas se pelean por un ramo?– haciendo un gesto con la mano y en eso le cayó en las manos.

Un silencio cubrió a los invitados, más al ver la cara de horror del catorce nipón, entonces –No sabía que tu también deseabas usar vestido de novia, te veras divino- el aludido se sonrojo, mientras que unos se reían –Y dime ¿también quieres que nos casemos en una semana?- le pregunto juguetón Wakabayashi.

-Idiota- le dijo antes de aventarle el ramo, saliendo todo sonrojado ni siquiera me pide que seamos novios y ya se quiere casar conmigo, ¿Qué se cree? Que soy chico fácil, pues no pensaba el jugador de cristal.

Los demás rieron por eso, la pareja dorada se encontraban tomados de las manos y ambos no podían creer cuanto había cambiado su vida con una simple visita, pero ninguno se quejaba porque ambos amaban la gloriosa consecuencia.